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El monarca marroquí Mohamed VI aportó un nuevo argumento para justificar el deterioro de las relaciones argelino-marroquíes, esta vez acusando a España y Francia de estar en el origen del bloqueo de la construcción de la entidad magrebí.
En un discurso anunciado con motivo del aniversario de la revolución del rey y del pueblo coincidiendo con la fecha del 20 de agosto, Mohamed VI, elaborando maravillosamente el lenguaje de la desinformación alejando a Argelia de toda acusación, arrojando la responsabilidad de la escalada y las tensiones de los últimos meses entre Argel y Rabat, al comportamiento de algunos países, que pretenden según él empañar la imagen de Marruecos frente a sus vecinos, aludiendo a Argelia sin mencionar su nombre.
El soberano marroquí considera que los países del Magreb se enfrentan a una agresión deliberada por parte de algunos países europeos, subrayando que estos países han bloqueado la construcción del conjunto magrebí.
Señaló que el problema no son los regímenes magrebíes, sino la mentalidad de algunos países europeos que quieren preservar sus intereses.
El soberano marroquí establecerá un vínculo entre el deterioro de las relaciones de su país con España, la cooperación gasística entre Argel y Madrid y el acercamiento económico entre Argelia y España.
Mohamed VI acusará implícitamente a Francia de proceder a manchar la imagen de los servicios de seguridad marroquíes, aludiendo al escándalo del software de espionaje israelí Pegasus y al espionaje de los teléfonos del presidente francés Emmanuel Macron y de algunos funcionarios franceses.
A primera vista, la intervención del Rey Mohamed Vi no ha aportado nada concreto para aliviar las tensiones con Argel, especialmente en lo que se refiere al apoyo de Rabat al movimiento terrorista MAK, responsable de los incendios forestales que asolaron varias wilayas del país, las escandalosas declaraciones de su representante ante la ONU, Omar Hilale, sobre la integridad territorial de Argelia y el escándalo de los teléfonos de los argelinos espiados por el majzén.
El monarca marroquí está convencido de que Argelia no aceptará nunca ver al enemigo sionista en sus fronteras, así como el apoyo de Rabat a las organizaciones terroristas MAK y Rachad, y la continuación de esta guerra de desinformación contra Argelia, acompañada de la guerra de la droga que el Majzen lleva a cabo contra el pueblo argelino desde hace años.
Es evidente que Mohamed VI teme que Argel cierre su válvula de gas del gasoducto Magreb-Europa con la expiración del contrato de gas el 31 de octubre y esto tendrá su impacto socioeconómico en el reino que tendrá que hacer frente a otras dificultades, que se sumarán al impacto negativo de la crisis sanitaria de Covid-19 y sus repercusiones en la economía marroquí.
Mohamed VI también es consciente de que Francia utilizará el escándalo de espionaje para ejercer más influencia y chantaje sobre el régimen marroquí, acaparando más jugosos contratos a costa de la independencia de Marruecos, cuya decisión política será aún más confiscada por el establishment francés.
La presencia de la entidad sionista en Marruecos no hará más reducir a la nada las aspiraciones del pueblo marroquí. Mohamed VI no tendrá otra contrapartida que la preocupación por salvar el trono de su príncipe heredero e hijo Moulay Hassan, bien atendido por el muy influyente consejero del rey, el sionista André Azoulay.
Algérie54, 20/08/2021
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