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Khattar Abou Diab
-La Unión Europea y otros actores globales temen el impacto del regreso del « hombre de cabello dorado » en la escena internacional.
-La UE teme que Trump pueda desencadenar una guerra comercial destructiva.
Su retorno a la Casa Blanca y su discurso radical reflejan los recientes éxitos electorales de la extrema derecha en Europa, aunque el “efecto Trump 2” sacude a la Unión Europea y las relaciones transatlánticas.
Así, la UE podría adaptarse al cambio en Estados Unidos, reduciendo sus desventajas y enfrentando sus problemas estructurales para reducir su dependencia estratégica de EE.UU. y convertirse en un nuevo polo geopolítico.
El choque de Trump provoca temores en Europa
La victoria de Trump causa pánico en un continente en gran parte a la deriva, debido a su posicionamiento internacional, la gestión de la guerra en Ucrania y las dificultades económicas.
Sin embargo, vale recordar que la UE ya sobrevivió a una primera presidencia de Trump y se adapta a una segunda. Las autoridades en Bruselas —sede de la Unión— rechazan una visión negativa frente a la próxima administración estadounidense, para no dañar las delicadas relaciones entre ambas partes. Esperan que Washington mantenga su compromiso con la OTAN y la seguridad europea, pero esto podría depender de un mayor gasto en defensa por parte de los países europeos.
Sin embargo, en las capitales europeas, se teme que el regreso del « gran perturbador » dé confianza al presidente ruso, Vladimir Putin. Por ello, probablemente Europa pedirá a Washington permitir que Ucrania decida el momento y las condiciones para iniciar negociaciones, mientras solicita continuar apoyando a Kiev con los medios necesarios para su defensa.
La preocupación no se limita a la guerra en Ucrania, sino que abarca una postura unilateral de EE.UU. que no considera los intereses de sus aliados.
Con cada transición en la Casa Blanca, la UE basa gran parte de sus opciones de política exterior en las tendencias de Washington. Ahora, en el umbral de un nuevo mandato presidencial, Trump implementará lo que ha prometido en política exterior, basada en: la disrupción del libre comercio; el unilateralismo; la crítica a las organizaciones internacionales y la diplomacia multilateral; la aversión a la Unión Europea debido a su superávit comercial con EE.UU.; la deferencia hacia poderosos autócratas; la negligencia ante la influencia rusa en Europa; el rechazo a los cambios climáticos y sus efectos; y la indiferencia hacia la naturaleza de los sistemas políticos.
En este contexto, los primeros nombramientos en su administración parecen confirmar estos « axiomas trumpianos ».
Así, la mayoría de líderes europeos piensan que sufrirán la era Trump, que podría exacerbar las divisiones políticas en el continente. Pero esto no incluye, claro, al amigo de Trump, el presidente húngaro Viktor Orban, quien comparte sus ideas, ni a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que intentará mediar entre EE.UU. y las instituciones europeas.
En general, la Unión Europea y otros actores globales temen el impacto del regreso de Trump en la escena internacional, pues él achaca las dificultades de América a factores externos como la inmigración, la globalización y los compromisos internacionales de Washington.
Trump mantiene su compromiso con una fuerza militar fuerte, pero esto no garantiza que su país siga siendo la única superpotencia, y ese será su problema. En cuanto a las preocupaciones de Europa, estas no podrán resolverse sin abordar su crisis estructural ni convertirse en un polo geopolítico efectivo.
La extrema derecha europea y el ejemplo de Trump
En el mundo de Trump, habrá ganadores en la escena política europea, en especial los partidos conservadores y de extrema derecha, que buscarán aprovechar el regreso del trumpismo para fortalecer sus posiciones o lograr nuevos éxitos.
Sin duda, una reelección de Trump tendría un impacto profundo en la política nacional de Europa, fortaleciendo potencialmente a los partidos y movimientos populistas de extrema derecha que comparten políticas antiliberales y nacionalistas similares a las de Trump, como « Hacer a América grande otra vez ».
El regreso de Trump ocurre en un contexto europeo inquietante. En los últimos tres años, la UE ha sufrido el avance de la extrema derecha nacionalista en países como Países Bajos, Hungría, Francia, España, Austria, Alemania e Italia.
En este contexto, la UE teme que la llegada del republicano Trump a la Casa Blanca provoque un importante apoyo a los movimientos nacionalistas de extrema derecha que prosperan en el continente y ven en el próximo presidente estadounidense un modelo inspirador. Sin duda, el debate sobre inmigración y las raíces cristianas de Europa se intensificará.
Sin rodeos, el presidente nacionalista húngaro Viktor Orban escribió que « la victoria de Trump es necesaria para el mundo ». Del mismo modo, Marine Le Pen celebra la próxima era de Trump como « una nueva era (…) de cooperación constructiva en la escena internacional ». No sorprende que Le Pen espere repetir la experiencia de Trump en Europa si gana las próximas elecciones presidenciales en Francia, considerando el peso y la influencia de Francia en Europa.
La Unión Europea teme que Trump desencadene una guerra comercial destructiva en un momento de debilidad europea, con una economía tambaleante, una crisis en Alemania y una inestabilidad en Francia. Durante su primer mandato, Trump calificó a la UE como el « mayor enemigo de Estados Unidos ». Esta desconfianza y la experiencia pasada probablemente llevarán a Europa a mirar al otro lado del Atlántico con resentimiento… y temor.
Khattar Abou Diab es politólogo franco-libanés, especialista en Islam y Oriente Medio, director del « Consejo Geopolítico -Perspectivas ». X: @abou_diab
Nota de la redacción: Las opiniones expresadas en esta columna son personales de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Arab News.
Fuente : Arab News en français, 20/11/2024
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