Étiquette : Argelia

  • « No renunciaremos al apoyo a Palestina y al Sáhara Occidental » (presidente argelino)

    Etiquetas : Argelia, Sahara occidental, Palestina, fosfatos, fertilizantes, parlamento, reservas de divisas,

    El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, pronunció este lunes un discurso a la nación ante las dos cámaras del Parlamento reunidas en congreso en el que afirmó que Argelia no renunciará al apoyo a las causas palestina y saharaui. « Nosotros no renunciaremos al apoyo de Palestina y del Sáhara Occidental », declaró.

    El presidente Tebboune también subrayó que Argelia defenderá « África y las causas justas » en calidad de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

    En este discuros, el presidente argelino anunció también una medida que supondrá una transformación del mercado internacional de fertilizantes. “ Con la entrada en servicio de las minas de Bilad Al Hadba y Annaba, seremos primer exportador de fosfatos a nivel mundial.”

    Además, el presidente Tebboune indicó que las reservas del país en divisas sobrepasan los 70 mil millones dólares. Esto permitirá al Estado financiar un aumento de 45% de los salarios del personal de sanidad y enseñanza, además de las indemnizaciones del paro y de las madres que viven solas con sus hijos.

    El discurso presidencial fue muy ampliamente aplaudido por los diputados que se levantaron somnemente para pedir que se presente pas un nuevo mandato presidencial.

    #Argelia #Palestina #SaharaOccidental #Africa #fosfatos #fertilizantes

  • Mauritania aborta el plan saheliano de Marruecos

    Etiquetas: Mauritania, Marruecos, Sahel, Mali, Níger, Burkina Faso, Argelia, Chad, G5, Iniciativa Atlántica,

    Mauritania ha rechazado responder a la invitación del régimen marroquí para participar en la reunión de coordinación, que el Majzén describe como la implementación de la iniciativa de Mohammed VI que permite a los países del Sahel a acceder al Atlántico.

    El rey de Marruecos estuvo ausente de los eventos; en su discurso con motivo del 48º aniversario de la ocupación del Sáhara Occidental, anunció una « iniciativa » para permitir que los países del Sahel accedan a las infraestructuras de carreteras, puertos y ferrocarriles de Marruecos. Mohammed VI declaró que Marruecos estaba dispuesto a poner sus infraestructuras de carreteras, puertos y ferrocarriles a disposición de estos países para apoyar esta iniciativa.

    A simple vista, la iniciativa parece beneficiar a los países que respondieron al llamamiento de Marruecos, sin embargo sus objetivos son únicamente políticos. Por una parte, imponer su colonzación del territorio del Sahara Occidental cuyo estatuto aún está pendiente. Por otra, desafiar a Francia, potencia colonialista que acaba de ser expulsada de los tres paises sahelianos participantes en esta reunión : Mali, Niger, y Burkina Faso. Por último, intentat socavar los esfuerzos de mediación de Argelia en el conflicto de Mali que opone el gobierno de Bamako a los rebeldes tuaregs y árabes de la región de Azawad. La iniciativa de Rabat viene dos días después del anuncio de un conflicto diplomático entre Argel y su vecino del sur.

    Por mucho que los clerones del Majzén canten victoria, la verdad es que la ausencia de Mauritania se debe esencialmente al hecho de que reprocha a estos tres paises el haber abandonado la alianza del G5 que recibía subvenciones de Francia y Europa con el fin de reforzar la seguridad de la región. Mali, Niger y Burkina Faso buscan también demostrar que consiguieron salir del embargo político y económico impuesto por la CEDEAO, organización regional que reúne los paises de Afrique Occidental teledirigida por Francia. Para Mali, es una manera de contrariar a Argelia para que se aleje de las organizaciones autonomistas del Azawad.

    Un detalle fundamental podría condenar esta iniciativa al fracaso : ninguno de estos paises tiene frontera común con Marruecos o con el Sahara Occidental por lo que el boicot de Mauritania cobra una importancia capital y aborta los planes maléficos del régimen alauita.

    #Argelia #Sahel #Marruecos #Mali #Azawad #Tuaregs #gruposarmados #Atlántico

  • Argelia está « más inclinada hacia la búsqueda de una solución rápida » con Marruecos (Ahmed Attaf)

    Etiquetas : Argelia, Marruecos, Ahmed Attaf, Unión del Magreb Arabe, Sahara Occidental, Palestina,

    Mientras que la Unión del Magreb Árabe lleva varios años paralizada y las relaciones entre Argelia y Marruecos están rotas desde hace más de dos años, el sueño de la unidad magrebí no ha sido abandonado.

    Así lo afirma el ministro argelino de Asuntos Exteriores en una entrevista con la periodista argelina de Al Jazeera, Khadidja Benguenna, que se transmitirá próximamente.

    Lanzada en 1989 por los cinco países del Magreb (Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Mauritania), la Unión del Magreb Árabe no funciona desde hace varios años, principalmente debido al deterioro de las relaciones entre los dos países principales que la componen, Argelia y Marruecos.

    Mientras que este último decidió retractarse de su compromiso de aceptar la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, además acusó gravemente a Argelia tras un atentado terrorista en Marrakech en 1994.

    Ante la imposición de visas a los ciudadanos argelinos, Argelia respondió cerrando la frontera entre ambos países, la cual ha permanecido así hasta hoy, es decir, durante casi 30 años. Después de una serie de acciones marroquíes calificadas por Argelia como « actos hostiles », Argel tomó la decisión en agosto de 2021 de romper sus relaciones diplomáticas con Marruecos.

    Ahmed Attaf: « El sueño de la unidad magrebí nunca podrá ser aniquilado »

    En su entrevista con Khadidja Benguenna, Ahmed Attaf fue interrogado sobre el estado de las relaciones con Marruecos. « Se puede considerar que Argelia está más inclinada hacia la búsqueda de una solución rápida » con Marruecos, respondió el jefe de la diplomacia argelina. « Somos conscientes, al igual que otros estados, de la importancia de la construcción del Magreb Árabe y la fraternidad », agregó.

    El jefe de la diplomacia argelina aseguró luego que este « sueño sigue vivo » porque « nunca podrá ser aniquilado ». « Espero con ansias el día en que intentemos nuevamente reactivar esta construcción », dijo.

    Ahmed Attaf no pudo decir cuándo sucederá, ya sea ahora o después de varias generaciones, pero estimó que es necesario « preparar el terreno ». « Nuestro papel y responsabilidad es preparar el terreno, es lo más realista que se nos puede pedir, y estamos listos para hacerlo ».

    Palestina: Attaf critica a los países árabes

    Ahmed Attaf mencionó otro bloqueo, el de la cuestión palestina. Señaló de inmediato las divisiones entre los países árabes sobre el tema, lo que « se traduce en el terreno en debilidad ».

    « El mundo no ha mencionado una solución política a la cuestión palestina durante más de 25 años. El último en lanzar una iniciativa política fue el presidente Clinton a fines de la década de 1990 », recuerda el jefe de la diplomacia argelina, quien lamenta que la cuestión palestina haya estado ausente durante todo este período en « la agenda internacional ».

    « Me he reunido con ministros en estos últimos tiempos, y he notado que la prioridad ya no es la cuestión palestina », testifica. Para Ahmed Attaf, esta situación se debe a que no había « una insistencia de los países árabes en incluir la cuestión palestina en la agenda internacional ».

    Source: TSA Algeria, 23/12/2023

    #Marruecos #Argelia #UMA #UnionMagrebArabe #Magreb #SaharaOccidental

  • Las atrocidades coloniales inmortalizadas

    Etiquetas : Argelia, colonialismo francés, crímenes de guerra, 11 diciembr 1969, Gaza, Palestina, Sahara Occidental,

    Escenas de una atrocidad inaudita le sumergen en las difíciles condiciones de esa época.

    Mohamed OUANEZAR

    El Centro Nacional del Documento, Prensa, Imagen y Medios (CNDPI) organizó, la semana pasada, una interesante exposición en conmemoración de las valientes manifestaciones del 11 de diciembre de 1960. Los responsables del CNDPI aprovecharon seis exposiciones fotográficas para relatar los crímenes de guerra y la barbarie de la colonia francesa en Argelia. Las imágenes elegidas narraban estos crímenes atroces cometidos por soldados del ejército colonial francés durante la ocupación. Escenas de una atrocidad inaudita le sumergen en las difíciles condiciones de esa época, donde se cometían atrocidades de todo tipo contra poblaciones civiles desarmadas y pacíficas.

    Las fotos mostraban cuerpos mutilados, cuerpos de niños yaciendo en el suelo en decenas, escenas de masacres colectivas, desplazamientos forzados, campos de internamiento, etc. El visitante de estas exposiciones se ve rápidamente afectado por la sensación de similitud con el genocidio del pueblo palestino hermano, perpetrado por la entidad sionista colonial en toda Palestina, especialmente en la Franja de Gaza. La analogía es impactante.

    « Es una exposición que hemos querido conmovedora y testigo de los hechos y atrocidades del ejército colonial francés en Argelia. El visitante no puede dejar de preguntarse sobre esta similitud con lo que está sucediendo actualmente en Palestina », nos cuenta la Sra. Hayet Hideb, responsable de la exposición temática del CNDPI sobre los eventos del 11 de diciembre. Finalmente, el colonialismo es el mismo en todas partes, ya sea en Palestina, en el Sáhara Occidental u en otro lugar, es la misma cara horrenda y bárbara.

    L’Expression, 22/12/2023

    #Gaza #Palestina #Israel #Hamas #Argelia #Colonaislismo

  • Propiedad intelectual : Marruecos ataca a los aliados del pueblo saharaui en Africa

    Etiquetas : Propiedad intelectual, Sahara Occidental, Marruecos, Africa del Sur, Tanzania, Couscous, Kaftan, Zellige, Argelia,

    De la guerra sobre la propiedad intlectual del cuscús, azulejos y caftán con Argelia, Marruecos traslada el terreno de pugilato a los aliados del pueblo saharaui en Africa. Hasta ahora sólo se citan Africa del Sur y Tanzania. Un media sudafricano reportó sobre el tema. Hé aquí su publicación :

    Todos están curiosos acerca de por qué el Rey de Marruecos presentó más marcas comerciales en Sudáfrica en 2022 que cualquier otra persona, incluyendo a Amazon

    Expertos en marcas comerciales se han quedado desconcertados y divertidos después de que se revelara que el rey de Marruecos presentó más solicitudes de marcas comerciales que cualquier otra entidad en Sudáfrica en 2022.

    El rey Mohammed VI de Marruecos presentó 475 solicitudes de marcas comerciales a la Comisión de Propiedad Intelectual y Empresas (CIPC) el año pasado, más del doble de las 187 solicitudes presentadas por el gigante tecnológico Amazon en 2022.

    Además del número de solicitudes y las circunstancias que las rodean, aquellos que están al tanto dicen que las solicitudes fueron ‘algunas de las más inusuales que han visto’.

    Según el World Trademark Review, que analiza las presentaciones de marcas comerciales, el rey ha presentado el mismo número de marcas comerciales en Tanzania también. El informe también revela las solicitudes de marcas comerciales realizadas por el monarca en Australia, el Reino Unido, Indonesia, Malasia, Canadá, Botsuana e India.

    Según News24, que vio las solicitudes, « todas son diferentes iteraciones de su nombre o los nombres de su familia, incluido el difunto rey anterior, Hassan II, y el heredero al trono, el príncipe Moulay Hassan ».

    Expertos como Herman Blignaut, socio de un bufete de abogados especializado en marcas comerciales y otras categorías de propiedad intelectual, consideran que estas solicitudes son algunas de las más inusuales que ha visto en sus 21 años en el trabajo. « Es muy inusual que un solicitante presente tan extensamente para la protección en relación con todas las categorías de todos los bienes y servicios ».

    Las marcas comerciales son ‘un tipo de propiedad intelectual que brinda a una entidad protección legal para mantener su marca única’, e incluyen 34 clases que se relacionan con bienes y 11 que se relacionan con servicios. Por ejemplo, los vehículos requieren una marca de clase 12, los instrumentos musicales una clase 15 y cualquier servicio en la industria de las telecomunicaciones una clase 38.

    Curiosamente, el rey presentó solicitudes de marcas comerciales en todas estas clases, y según Blignaut, « esto significa esencialmente que el rey solicitó usar las marcas comerciales para todos los bienes y servicios concebibles en Sudáfrica ».
    « Ningún negocio realmente ofrece todos los bienes y servicios bajo el sol, por lo que normalmente se registra para los bienes y servicios de interés. Esa es otra razón por la que esto es inusual, porque el rey ahora ha afirmado la intención de utilizar sus nombres como marcas comerciales para todos los bienes y servicios concebibles. Prácticamente hablando, eso es imposible ».

    Una explicación para este movimiento extraño podría ser que está registrando marcas comerciales para evitar que otras entidades las utilicen; sin embargo, Blignaut cree que esto no funcionará si se le desafía en los tribunales.

    Algunas de las solicitudes fueron aceptadas a principios de febrero de 2023, menos de un año después, y fueron registradas legalmente en agosto de este año.

    Según los expertos, esto fue muy rápido según los estándares de la industria.
    « No diría que es imposiblemente rápido o que uno necesariamente concluiría que se estaban tirando de hilos en segundo plano. Pero es bastante rápido. Quiero decir, eso es tan rápido, creo, como una marca comercial puede proceder al registro en estos días sin recortar esquinas en algún lugar », dijo.

    Los monarcas son un grupo extraño en el mejor de los casos, pero nadie parece saber qué está haciendo el Rey de Marruecos, y eso suena muy sospechoso.

    Fuente : 2oceansvibe.com, 08/12/2023

    #Marruecos #Africa #Propiedad #intelectual #AfricaDelSur #Tanzania #Cuscús #Caftán #Azulejos #Argelia

  • En el Magreb, la transición energética rima con neocolonialismo

    Etiquetas : Magreb, Europa, transición energética, energía verde, neocolonialismo, COP 28, Marruecos, Argelia, Túnez, Sahara Occidental, Palestina,

    La transición energética se traduce en un « colonialismo verde », según el autor de esta tribuna. El Magreb y el Sáhara podrían suministrar electricidad a Europa, mientras que las poblaciones carecen de energía.

    Hamza Hamouchene es coautor de « Frente al colonialismo verde. Transición energética y justicia climática en el norte de África » (ed. Syllepses), publicado en octubre de 2023.

    Con la COP28 que se celebra actualmente en Dubái, es la quinta vez que el mundo árabe acoge las negociaciones sobre el clima desde su creación en 1995.

    En 2022, la COP27 de Sharm el-Sheikh llegó a un acuerdo sobre el pago de pérdidas y daños, responsabilizando a los países ricos por los daños climáticos causados en los países del Sur. Sin embargo, la falta de claridad sobre los mecanismos vinculantes de financiamiento podría llevarla al mismo destino que la promesa incumplida (formulada por primera vez en 2009, en la COP15 en Copenhague) de otorgar « 100 mil millones de dólares en financiamiento para el clima para 2020 ».

    De hecho, este escenario se concretó en el primer día de la COP28, con solo 400 millones de dólares en promesas de financiamiento para el fondo de « pérdidas y daños », provisionalmente alojado en el Banco Mundial, en contra de la opinión inicial de los países en desarrollo.

    Poderes cómplices

    Más allá de estas promesas que, muy probablemente, tardarán en materializarse en el terreno, lo que preocupa a los ecologistas árabes es la perpetuación de las prácticas de desposesión económica que prevalecen desde la época colonial. Estas prácticas solo pueden conducir al fracaso de la transición energética en los países árabes, privados de un debate democrático por la continuación de un colonialismo verde respaldado por los poderes autoritarios vigentes.

    Neocolonialismo verde

    De hecho, las estructuras de poder autoritarias que han contribuido activamente al cambio climático son las mismas que hoy están dando forma a la respuesta a esta crisis. Si bien las instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, subrayan la necesidad de una transición climática, su enfoque es el de una transición capitalista dirigida por las multinacionales, y no por y para los trabajadores.

    La designación, por parte de los Emiratos Árabes Unidos, de Sultan al-Jaber, CEO de la Abu Dhabi National Oil Company, como presidente de las negociaciones de la COP28, simboliza el apoyo a la continuación de la extracción de petróleo.

    El futuro promovido por estos actores es un futuro en el que las economías están subyugadas al lucro mediante una privatización incrementada del agua, la tierra, los recursos, la energía e incluso la atmósfera. En Túnez, por ejemplo, las asociaciones público-privadas (APP) se presentan como la solución milagrosa para salvar la tambaleante economía.

    Hay una poderosa dinámica en marcha para privatizar el sector de las energías renovables y orientarlo hacia la exportación. La ley tunecina incluso permite la expropiación de tierras agrícolas para proyectos relacionados con las energías renovables, a pesar de que el país sufre una grave dependencia alimentaria.

    Del Sáhara a Palestina

    Inspirados por un relato ambiental colonial y orientalista, los desiertos árabes son descritos por diversos actores internacionales neoliberales como tierras áridas y vacías, convirtiéndolos en un eldorado capaz de suministrar energía barata a Europa. Las prácticas extractivistas encuentran un nuevo impulso en la transición hacia las energías renovables, bajo la forma de un « colonialismo verde » o « neocolonialismo verde ».

    Estas dinámicas son evidentes en los proyectos de energías renovables en territorios ocupados como Palestina, los Altos del Golán y el Sáhara Occidental, donde el desarrollo se lleva a cabo a expensas de los pueblos colonizados privados de su derecho a la autodeterminación.

    Los tres parques eólicos desarrollados por Marruecos en el Sáhara Occidental pertenecen a Nareva, la empresa de energía eólica que forma parte de la holding de la familia real marroquí. En la Palestina ocupada, la historia no es muy diferente, aunque es más brutal y violenta. El relato sionista describe a Palestina antes de 1948 como un desierto que se convirtió en un oasis florido después de la creación del Estado de Israel.

    Tel Aviv oculta sus crímenes de guerra contra el pueblo palestino presentándose como un país verde y avanzado en comparación con sus vecinos. Esta posición de dominio colonial sobre Palestina se vio reforzada por la firma de los acuerdos de Abraham con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán en 2020, que incluyen varios acuerdos en los campos de las energías renovables y el agua.

    La Europa-fortaleza continúa saqueando el Sur

    La guerra en Ucrania y los intentos de la Unión Europea (UE) de reducir su dependencia del gas ruso destacan cuánto la seguridad energética de la UE está por encima de todo. Con el acuerdo argelino-italiano para aumentar el flujo de gas argelino en 9 mil millones de metros cúbicos a partir de 2023-2024, la mención de alguna transición ecológica en Argelia carece de sentido, dada la creciente atracción por el gas y el extractivismo, junto con un retroceso en la transición energética.

    Los esfuerzos para asegurar la seguridad energética de la UE también se extienden a las energías renovables en proyectos como Xlinks (en Marruecos), TuNur (en Túnez), Desertec (que busca aprovechar la energía solar del Sáhara) y proyectos de hidrógeno verde planeados en varios países del norte de África.

    En 2017, TuNur presentó una solicitud para construir una planta solar de 4.5 GW en el desierto tunecino con el objetivo de suministrar suficiente electricidad para abastecer a 5 millones de hogares europeos y más de 7 millones de vehículos eléctricos a través de cables submarinos. Este proyecto, aún sin terminar, se describía abiertamente como un proyecto de exportación de energía principalmente solar que conecta el Sáhara y Europa. Dado que Túnez depende de Argelia para parte de sus necesidades energéticas (gas), es escandaloso que tales proyectos se centren en la exportación en lugar de la producción de energía para uso doméstico.

    Lo mismo ocurre con Xlinks, propuesto en 2021 por un ex CEO de Tesco, en colaboración con la empresa saudita ACWA Power. El proyecto tiene como objetivo conectar el sur de Marruecos al Reino Unido con cables submarinos para transportar electricidad. Una vez más, las mismas relaciones iniciadas por el extractivismo y las mismas prácticas de apropiación de tierras se entrelazan y perpetúan, incluso cuando las poblaciones de la región no tienen autosuficiencia energética y Europa continúa cerrando sus fronteras.

    Poner fin a la desposesión del Sur

    Una transición ecológica y justa debe trabajar en cambio para la transformación radical del sistema económico mundial. Debe poner fin a las relaciones coloniales que siguen sometiendo y desposeyendo a los pueblos del Sur global. Sin hacer preguntas como: ¿quién posee qué? ¿Quién hace qué? ¿Quién obtiene qué? ¿Quién gana y quién pierde? ¿Y qué intereses se sirven?, nos dirigiremos directamente hacia un colonialismo verde.

    La crisis climática y la necesidad de una transición ecológica ofrecen la oportunidad de remodelar nuestras políticas. Será necesario romper con los proyectos coloniales y neoliberales ya en marcha. La transición justa debe ser decididamente democrática, involucrando a las poblaciones más afectadas y buscando satisfacer las necesidades de todos. Se trata de construir un futuro en el que cada persona tenga suficiente energía y un entorno limpio y seguro, un futuro que responda a las demandas revolucionarias de los levantamientos africanos y árabes: soberanía popular, pan, libertad y justicia social.

    Fuente : Reporterre, 12/12/2023

    #SaharaOccidental #Marruecos #Palestina #Argelia #Túnez #energía #verde #renovable #neocolonialismo #Europa

  • Argelia impide que un avión militar estadounidense atraviese su espacio aéreo

    Etiquetas: Argelia, Estados Unidos, Gaza, Palestina, Hamas, Israel, crímenes de guerra, víctimas civiles.

    Según informes basados en mensajes ACARS, que son intercambiados entre aeronaves y torres de control, Argelia impidió que un avión militar estadounidense utilizara su espacio aéreo, informó World Nation News el domingo.

    « La actitud de Argelia fue considerada como extraña. Desde el 7 de octubre (fecha del ataque de Hamas contra Israel), la Fuerza Aérea de EE. UU. ha estado utilizando diariamente el espacio aéreo argelino de manera ininterrumpida, especialmente para los vuelos que conectan la base estadounidense de Rota, en España, con el Medio Oriente », añadió World Nation News citando a « fuentes bien informadas ».

    Se señala que la contraseña utilizada entre las torres de control argelinas y el avión militar estadounidense fue: Joshua Harris, un detalle curioso ya que está relacionado con un alto responsable del Departamento americano encargado de Africa del Norte y Oriente Próximo y estuvo hace unos días en Argel en el marco de la mediación de Washington con el fin de resolver el conflicto del Sahara Occidental que opone Marruecos al Frente Polisario, movimiento autóctono que lucha por la independencia del territorio.

    La aeronave era un Boeing C17-A Globemaster, un avión de transporte militar pesado de largo alcance desarrollado por McDonnell Douglas para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), actualmente fabricado por Boeing Integrated Defense Systems debido a la fusión de ambas compañías.

    « El C-17 Globemaster III se utiliza como avión de transporte estratégico rápido para tropas y suministros, realizando misiones de transporte táctico, evacuación médica, despliegue de tropas aerotransportadas y lanzamientos de paracaidistas. Tiene la capacidad de proporcionar suministros de manera continua a bases operativas y a escenarios de posibles batallas ».

    Este caso es parte de una serie de tensiones que se han manifestado en todo el Medio Oriente desde que el caos y la guerra se apoderaron de la Franja de Gaza, concluye el informe.

    #Argelia #EstadosUnidos #Gaza #Israel #Hamas #Tsahal #Palestina

  • Cómo el conflicto saharaui perturba la estrategia americana en la región

    Etiquetas: Sáhara Occidental, Estados Unidos, Marruecos, Argelia, Frente Polisario, Sudáfrica, Israel,

    • El Frente Polisario ha reanudado su lucha armada por la independencia saharaui contra Marruecos.
    • Se han expresado preocupaciones sobre cómo el Frente Polisario y sus partidarios estatales (por ejemplo, Argelia y Sudáfrica) socavan los intereses de Estados Unidos.
    • Los cambios contextuales han aumentado la presión sobre el gobierno de Estados Unidos para apoyar la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Otros han tirado en la dirección opuesta.
    • Washington sacrificaría una considerable credibilidad moral si apoya la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
    • Antes de tomar una medida tan arriesgada, es probable que la administración Biden apueste por un enfoque diferente: la intensificación del proceso político de las Naciones Unidas.

    En los últimos meses, ha surgido un nuevo discurso sobre el Sáhara Occidental. Tras el ataque del Polisario a Smara, han surgido nuevas preocupaciones de que el Frente Polisario y sus partidarios estatales (por ejemplo, Argelia y Sudáfrica) estén socavando los intereses de Estados Unidos. Algunos analistas han argumentado que los eventos recientes exigen la designación del Frente Polisario como una organización terrorista y a Argelia como un patrocinador estatal del terrorismo. Estas afirmaciones son fuertemente disputadas por el Frente Polisario y sus seguidores.

    Para entender estos desarrollos, es importante comprender lo que está sucediendo tras bastidores en las relaciones entre Estados Unidos y Argelia, y entre Estados Unidos y Sudáfrica. Cuando se ve desde esa perspectiva, surgen nuevas razones competitivas para que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados apoyen la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Estos cambios contextuales no solo amenazan la existencia del Frente Polisario y la independencia del pueblo saharaui: podrían crear tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Argelia, y entre Estados Unidos y Sudáfrica, que otros actores estatales, como China, Irán o Rusia, podrían aprovechar. Al mismo tiempo, también hay cambios contextuales que tiran en la dirección opuesta. El más importante es una mejora reciente en las relaciones entre Estados Unidos y Argelia, liderada por la Embajada de Estados Unidos en Argel y el Consejo de Seguridad Nacional.

    La Casa Blanca reconoce que esto presenta un paisaje estratégico desafiante. Acepta que hay necesidad de un cambio en el statu quo y ve la intensificación del proceso político de las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental como la mejor opción posible para intentar lograrlo. Esto a pesar de que creará tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Marruecos.

    Antecedentes

    Ha habido cambios significativos en el contexto regional del conflicto de larga data entre Marruecos y el Frente Polisario, todos los cuales han aumentado las preocupaciones en Washington. En primer lugar, hay una percepción generalizada de que las relaciones de Rusia con Argelia y Sudáfrica se han fortalecido desde la invasión de Ucrania. Combinado con la expansión del marco de BRICS, esto ha suscitado preguntas sobre la preferencia compartida de ambos países por un nuevo orden mundial. Existen preocupaciones sobre el papel que se cree que ambos gobiernos han desempeñado en la suspensión del estatus de observador de Israel en la Unión Africana y sus relaciones con Irán y grupos militantes palestinos, especialmente tras el ataque de Hamás a Israel. En el Sáhara Occidental, el ataque del Polisario a Smara ha aumentado las preocupaciones sobre su patrocinio al Frente Polisario en un conflicto en escalada con un aliado estadounidense que está causando bajas civiles en ambos lados.

    Como consecuencia, hay una percepción entre algunos analistas de que Argelia y Sudáfrica están socavando los intereses de Estados Unidos. La Casa Blanca está trabajando arduamente para cambiar esas percepciones. La Embajada de Estados Unidos en Argel ve fisuras en la relación estratégica entre Argelia y Rusia que desea aprovechar. También reconoce el riesgo de acercar a Argel a China, Irán y Rusia si apoya abiertamente la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. La Administración Biden está buscando, por lo tanto, un enfoque que maximice los intereses de Estados Unidos. El gobierno marroquí teme que esto se haga a expensas de sus propios intereses.

    Evaluación de los actores clave

    Para el Frente Polisario, este cambio en el contexto de fondo tiene importantes implicaciones para el futuro de su lucha armada por un estado independiente en el Sáhara Occidental. Entre los miembros del Congreso, ha habido en ocasiones un deseo de imponer costos a Argelia y Sudáfrica por socavar los intereses regionales de Estados Unidos. Para Argelia y Sudáfrica, el nacionalismo saharaui proporciona una plataforma valiosa para demostrar liderazgo global en política anticolonialista y antiapartheid.

    Para el gobierno de Estados Unidos, consolidar la soberanía marroquí privaría a Argelia y Sudáfrica de una prioridad en su política exterior. Sin embargo, también implicaría el riesgo de impulsar a Argel y Pretoria hacia competidores de gran poder. En consecuencia, la Administración Biden está tratando de resistir la presión de utilizar el Sáhara Occidental como plataforma para imponer consecuencias a Argelia y Sudáfrica.

    Opciones de Política

    Para Washington, existe un conjunto no exclusivo de intervenciones políticas que podrían resultar útiles en la búsqueda de la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Podría designar al Frente Polisario como una organización terrorista y luego considerar designaciones de patrocinadores estatales para Argelia y Sudáfrica. Estados Unidos y sus aliados podrían aumentar el intercambio de inteligencia sobre el Frente Polisario con Marruecos y transferir capacidades antiterroristas más avanzadas. El gobierno estadounidense podría presionar a los países africanos asociados para que retiren el reconocimiento diplomático de la República Árabe Saharaui Democrática. Incluso podría poner fin al estatus de beneficiario de Sudáfrica bajo la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África.

    Analistas de Washington ya han expresado apoyo a la designación del Frente Polisario como organización terrorista después de los ataques de Hamás y Smara. Esto contrasta fuertemente con el enfoque preferido de la administración Biden: la intensificación del proceso político de las Naciones Unidas « para lograr una solución duradera y digna » en el Sáhara Occidental.

    Cálculos Estadounidenses

    Para la administración Biden, la toma de decisiones sobre el Sáhara Occidental requiere la cuidadosa consideración de realidades políticas que tiran en direcciones múltiples. Por ejemplo, la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental avanzaría en los intereses nacionales percibidos de Marruecos e Israel, y un gran número de estadounidenses creen que el gobierno de Estados Unidos « debería tener en cuenta los intereses de los aliados, incluso si eso implica hacer compromisos ».

    El presidente Joe Biden hizo un compromiso de proteger el orden internacional liberal durante su campaña electoral. El orden internacional liberal exige que « el derecho internacional restrinja la acción de los estados ». La posición del derecho internacional es que el Sáhara Occidental es un territorio no descolonizado bajo la ocupación militar de Marruecos, y el Frente Polisario es el legítimo representante del pueblo saharaui. Sin embargo, Biden también se comprometió a « estar hombro a hombro una vez más con nuestros aliados y socios clave ». Además, existe la percepción generalizada de que el mantenimiento del orden internacional liberal depende del « sistema de alianzas de Estados Unidos ».

    Aunque algunos miembros del Congreso pueden desear imponer graves consecuencias a Argelia y Sudáfrica, también parece haber un deseo de « reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la búsqueda de un referéndum sobre la autodeterminación para el pueblo saharaui del Sáhara Occidental ». A principios de este año, la Casa Blanca señaló un cambio pragmático hacia la interacción con « la región de manera consistente con nuestras leyes para asegurarnos de que la región sea segura ». Como consecuencia, cualquier toma de decisiones en política exterior sobre el Sáhara Occidental casi con seguridad tendrá en cuenta el impacto en las misiones prioritarias de seguridad nacional, incluida la competencia de grandes potencias y la protección de la postura militar en el extranjero de Estados Unidos y sus aliados en el norte de África y el Sahel.

    Es difícil decir si la administración Biden tomará una medida radical para apoyar la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Prefiere lograr un acuerdo negociado a través del proceso político de las Naciones Unidas. Esa realidad pesará mucho en las mentes del Frente Polisario, sus patrocinadores estatales y el pueblo saharaui.

    Percepciones en el Extranjero

    Varios estados se beneficiarían de una intervención política estadounidense para apoyar la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, especialmente Marruecos. Relacionado con esto, Israel considera que la normalización de las relaciones con Marruecos está en interés nacional. La consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental eliminaría una tensión significativa en las relaciones entre Estados Unidos y Marruecos. A su vez, mitiga el riesgo de que el gobierno estadounidense retire su reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, que fue una condición previa para la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel.

    Israel considera que el estatus de observador en la Unión Africana está en su interés nacional. La terminación de la membresía de la República Árabe Saharaui Democrática en la Unión Africana reduciría el número de miembros de la Unión Africana opuestos a la restauración de ese estatus. También serviría como represalia por acciones previas tomadas contra sus intereses nacionales por parte de Argelia y Sudáfrica.

    China, Irán y Rusia probablemente considerarían una intervención política estadounidense para apoyar la consolidación de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental como una valiosa oportunidad para intentar dividir las relaciones entre Estados Unidos y Argelia y Estados Unidos y Sudáfrica, entre otros.

    Si serían beneficiarios es otra cuestión. En un mundo de competencia entre grandes potencias, contingencias superpuestas y normas globales cambiantes, algunos actores estatales que esperarían beneficiarse probablemente se convertirían en víctimas. Esto incluye al gobierno de Estados Unidos, que sacrificaría considerable poder moral en el proceso de implementar tal intervención política. Esto pesará mucho en las mentes de la administración Biden y los miembros del Congreso.

    Las opiniones expresadas en este artículo son solo del autor y no reflejan necesariamente la posición del Instituto de Investigación de Política Exterior, una organización no partidista que busca publicar artículos bien argumentados y orientados a la política sobre la política exterior estadounidense y las prioridades de seguridad nacional.

    Michael Walsh, Senior Fellow del Programa de África del Foreign Policy Research Institute.

    Foreign Policy Research Institute, 06/12/2023

    #Marruecos #EstadosUnidos #Sahara Occidental #Polisario #Argelia #África #Sur

  • EEUU : Hyperactividad en el proceso de paz del Sáhara Occidental

    Etiquetas : Sahara Occidental, Marruecos, Polisario, Estados Unidos, Joshua Harris, Argelia,

    El subsecretario adjunto para el Norte de África, Joshua Harris ya está de nuevo en Argel, informó hoy el Departamento de Estado americano en un twit.

    « El Subsecretario Adjunto Joshua Harris llegó a Argel para iniciar una ronda de consultas con Argelia y Marruecos sobre el avance de la paz regional y la intensificación del proceso político de de la ONU en el Sáhara Occidental para lograr una solución duradera y digna sin más demora », indicó el citado twit.

    Se trata de la segunda visita en poco más de dos meses del responsable americano que un media marroquí « El señor Sahara americano ». En septiembre efectuó una gira en la región en la que incluyó los campos de refugiados saharauis de Tinduf donde se entrevistó con el president saharaui Brahim Gali y otros responsables saharauis.

    En declaraciones a la prensa, Harris subrayó « la importancia del pleno apoyo y compromiso con el Enviado Personal del Secretario General de la ONU, Staffan de Mistura, en un espíritu de realismo y compromiso, a medida que intensifica los esfuerzos para lograr una solución política duradera y digna para el pueblo del Sáhara Occidental ».

    #SaharaOccidental #Polisario #Marruecos #Argelia #EEUU #Joshua #Harris

  • Kissinger y el Sáhara Occidental

    Etiquetas : Sahara Occidental, Marruecos, Polisario, Henry Kissinger, Estados Unidos, Juan Carlos, España, Acuerdo de Madrid, Marcha Verde, Mauritania, Argelia,

    Aubrey Bloomfield

    El Sáhara Occidental, ubicado en el noroeste de África y ocupado por Marruecos desde 1975, es de lejos el más grande de los diecisiete territorios no autónomos enumerados por la ONU en los cuales el proceso de descolonización aún no se ha completado. Sin embargo, de todos los temas de política exterior cubiertos en esta serie, el papel de Estados Unidos en la anexión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos es probablemente uno de los menos conocidos. De hecho, la ocupación allí ha sufrido durante mucho tiempo por la falta general de atención internacional.

    Anteriormente conocido como el Sáhara Español, el Sáhara Occidental limita con Marruecos, Argelia, Mauritania y el Océano Atlántico. Desde finales del siglo XX, la abrumadora mayoría del territorio ha estado bajo ocupación marroquí. El Frente Polisario, el movimiento independentista del pueblo saharaui, controla el resto en forma de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Las dos áreas están separadas por un muro de arena de 2,700 kilómetros rodeado por un estimado de 9 millones de minas terrestres. Durante décadas, el compromiso estadounidense en el conflicto ha sido constante, ayudando primero a dar forma a esta situación y luego a mantenerla.

    Bajo presión de Marruecos, la ONU y un creciente movimiento independentista, España cedió el control del territorio que había mantenido desde 1884. Estados Unidos intentó presentarse como neutral en la crisis de octubre-noviembre de 1975, en la cual Marruecos (respaldado por Francia), Mauritania y el Polisario (respaldado por Argelia) competían por el control del Sáhara Occidental ante la inminente retirada española.

    Kissinger, como secretario de Estado de EE. UU., sostuvo en una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Argelia, Abdelaziz Bouteflika (quien luego se convertiría en presidente de Argelia), que Estados Unidos no favorecía a un lado en particular y había intentado mantenerse al margen de la disputa territorial. Sin embargo, Estados Unidos adoptó de hecho una postura explícitamente pro-marroquí que ha tenido consecuencias significativas que continúan resonando hasta el día de hoy.

    Mientras el pueblo saharaui esperaba librarse de su gobernante colonial y obtener la independencia, Estados Unidos estaba ayudando a instalar a Marruecos como la nueva potencia colonial.

    Intereses Estratégicos

    A pesar de repetidas promesas de un referéndum sobre la autodeterminación, los saharauis aún no han podido ejercer este derecho. Marruecos y Mauritania, ambos reclamando soberanía precolonial sobre el territorio, invadieron después de la firma de un acuerdo el 14 de noviembre de 1975, en el cual España cedió el control a Marruecos y Mauritania, incumpliendo su promesa anterior de realizar un referéndum.

    Una amarga guerra, en la que el Frente Polisario logró expulsar a las fuerzas mauritanas (Mauritania retiró su reclamación sobre el territorio en 1979) pero no a los marroquíes, terminó en un alto el fuego mediado por la ONU en 1991. Desde entonces, no se ha logrado un progreso sustancial en la resolución del conflicto, a pesar de intentos periódicos de encontrar una solución. En cambio, la ocupación marroquí se ha vuelto más arraigada, con los saharauis continuando enfrentando violaciones constantes de los derechos humanos, el exilio y la negación de su derecho a la autodeterminación.

    En cierto sentido, es correcto describir la postura de Estados Unidos como oficialmente neutral, dado que no reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental (ningún estado lo hace oficialmente), ni reconoce la reclamación de la RASD (alrededor de ochenta estados la han reconocido en varios momentos, y tanto la RASD como Marruecos son miembros de la Unión Africana). Pero esto es engañoso. La caracterización del papel de Estados Unidos como neutral solo fue realmente plausible antes del inicio del siglo veintiuno. Incluso en los pocos años siguientes a la crisis de 1975, comentarios de varios funcionarios argelinos, españoles y estadounidenses ya apuntaban a un papel más activo pero encubierto de Estados Unidos en apoyo a Marruecos.

    La posterior desclasificación de registros del gobierno de Estados Unidos de finales de la década de 1970 y documentos obtenidos bajo la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos han arrojado luz sobre las discusiones internas de Estados Unidos, así como las relaciones del país con otros actores en la disputa. Como destacó el profesor de la Universidad de Colgate, Jacob Mundy, en un artículo de 2006 para la revista « Journal of North African Studies » titulado « ¿Neutralidad o Complicidad? Estados Unidos y la Toma del Sáhara Español por Marruecos en 1975 », Kissinger y la administración Ford trabajaron activamente para apoyar los esfuerzos de Marruecos para tomar el control del Sáhara Occidental. Además, Mundy señala que incluso en los pocos años posteriores a la crisis de 1975, comentarios de varios funcionarios argelinos, españoles y estadounidenses ya apuntaban a un papel más activo pero encubierto de Estados Unidos en apoyo a Marruecos.

    Las razones estratégicas del apoyo de Estados Unidos (y Francia) al rey Hassan II de Marruecos en el contexto geopolítico de la Guerra Fría eran evidentes para los observadores, incluso antes de que se conociera mejor el papel discreto de Estados Unidos. Como escribió el periodista británico Tony Hodges en su libro de 1983 « Western Sahara: The Roots of a Desert War », Hassan era un ferviente anticomunista y un aliado tradicional de las potencias de la OTAN, gobernando un país estratégicamente ubicado en la entrada al Mediterráneo. Había permitido a Estados Unidos mantener instalaciones militares en su territorio, permitido que buques de guerra franceses y de otras potencias occidentales atracaran en sus puertos, y había intentado a lo largo de los años moderar la hostilidad árabe hacia Israel. Además, los gobiernos estadounidense y francés sabían que la estabilidad de su régimen dependía, después de las disensiones internas y las crisis de principios de los años setenta, del éxito de su cruzada en el Sáhara.

    Marruecos es uno de los aliados más antiguos de Estados Unidos, y lo que queda claro en el análisis de Mundy sobre los registros oficiales es el deseo abrumador de Estados Unidos de no poner en peligro esta relación. El derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y la validez real de la reclamación de Marruecos sobre el Sáhara Occidental importaban poco para Estados Unidos y Kissinger. Como señala Mundy, Kissinger caracterizó consistentemente la crisis ante Ford de tal manera, tergiversando las razones de Argelia para apoyar al Polisario, ignorando los derechos saharauis y exagerando la legitimidad de la reclamación de Marruecos, para justificar solo una opción política: el apoyo a Marruecos.

    Según Mundy, Estados Unidos tenía conocimiento, al menos desde principios de octubre de 1975, de que Marruecos planeaba invadir el Sáhara Occidental para afirmar su reclamación sobre el territorio. Kissinger advirtió a Marruecos que no tomara ninguna acción militar e instó a Hassan a seguir la vía diplomática, pero no expresó una oposición más fuerte a los planes de Marruecos. De hecho, Mundy argumenta que el « gobierno estadounidense hizo una especie de ‘promesa’ o ‘garantía’ a Hassan de que las cosas saldrían a su favor ». Aunque los detalles exactos no están claros, ya que algunos registros oficiales de Estados Unidos de esa época aún están clasificados, esta conclusión está en sintonía con la evidencia disponible y la política pro-marroquí de Estados Unidos.

    Un Estado gamberro

    Varios acontecimientos significativos tuvieron lugar a mediados de octubre. La ONU había ordenado una misión al Sáhara Occidental y a los países vecinos para investigar la situación política y las reclamaciones competidoras sobre el territorio. También había remitido la cuestión de las reclamaciones de Marruecos y Mauritania a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), un paso que previamente había sido solicitado por Marruecos tras la promesa de España de realizar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

    En su informe del 15 de octubre, la misión de la ONU concluyó: « la mayoría de la población en el Sáhara Español estaba manifiestamente a favor de la independencia ». Al día siguiente, la CIJ emitió su opinión. Aunque la corte señaló que existían algunos vínculos legales entre Marruecos y Mauritania, respectivamente, y el Sáhara Occidental en el momento de la colonización española, sostuvo: « los materiales e información presentados no establecen ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos o la entidad mauritana ». Además, concluyó que nada de lo que encontró alteraba el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

    Sin embargo, Marruecos, con el respaldo de sus aliados occidentales, pudo ignorar ambos desarrollos. Esto es parte de una dinámica continua en la que el apoyo de estados clave occidentales y una indiferencia internacional más amplia continúan permitiendo a Marruecos ignorar las normas internacionales respecto a la descolonización y la autodeterminación.

    A pesar de la decisión inequívoca en contra de las reclamaciones de Marruecos y Mauritania, solo unas horas después, Hassan declaró públicamente que la CIJ había determinado que el Sáhara Occidental era parte del territorio marroquí. Hassan anunció además que lideraría a 350,000 civiles marroquíes en una pacífica « Marcha Verde » hacia el Sáhara Occidental para apoderarse del territorio a España. Según Mundy, Kissinger respaldó la interpretación errónea de Hassan sobre la opinión de la CIJ, diciendo a Ford en una reunión el 17 de octubre que la corte « dijo que la soberanía se había decidido entre Marruecos y Mauritania. Básicamente, eso es lo que Hassan quería ».

    No está claro a partir de los registros disponibles si Kissinger tergiversó deliberadamente la opinión de la CIJ a Ford o simplemente la interpretó incorrectamente. De cualquier manera, dada la dinámica más amplia de la relación entre Estados Unidos y Marruecos, incluso si Kissinger hubiera caracterizado con precisión la opinión de la CIJ a Ford, parece improbable que hubiera hecho mucha diferencia en la política estadounidense.

    Era evidente que Hassan estaba decidido a tomar el Sáhara Occidental independientemente de lo que la CIJ hubiera encontrado y que Estados Unidos no iba a interponerse en su camino. En medio de los continuos esfuerzos diplomáticos para lograr una solución pacífica, Kissinger dijo en una reunión el 3 de noviembre con Ford que aunque Estados Unidos probablemente tenía el poder e influencia para alterar la trayectoria de la disputa si elegía enfrentarse directamente a Marruecos, no quería enfrentar las consecuencias. En cambio, Estados Unidos quería que la ONU se involucrara más, y Kissinger dijo más tarde que la disputa debería ser entregada « a la ONU con la garantía de que [el Sáhara Occidental] irá a Marruecos ».

    Mientras España se oponía públicamente a la Marcha Verde y resoluciones débiles del Consejo de Seguridad de la ONU (debilitadas gracias a Estados Unidos y Francia) la criticaban, Marruecos ignoró a todos y continuó el 6 de noviembre. España no ofreció resistencia. Aunque la marcha fue en gran medida simbólica, fue una clara demostración de la intención de Marruecos y para los saharauis representó la invasión y ocupación ilegal de su tierra natal. Menos de una semana después de que Hassan llamara a los marchistas de regreso el 9 de noviembre, España firmó el Acuerdo de Madrid cediendo el control a Marruecos y Mauritania.

    Los eventos de octubre y noviembre de 1975 allanaron el camino para la anexión eventual de la mayoría del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. Sin embargo, el apoyo de Estados Unidos a Marruecos mientras Kissinger estaba en el cargo no fue en absoluto una anomalía. Después de la retirada eventual de España en febrero de 1976, la resistencia del Frente Polisario a las fuerzas marroquíes y mauritanas resultó más dura de lo esperado. Con el cambio de marea militar, un aumento dramático de la ayuda militar de Estados Unidos bajo la administración de Reagan (que ya había aumentado bajo el presidente Carter) fue crucial para permitir que Marruecos luchara hasta llegar a un eventual estancamiento y el alto el fuego en 1991, dejándolo en control de la mayoría del territorio.

    Poco ha cambiado desde entonces. Alrededor de 100,000 saharauis, aquellos que huyeron de la guerra y sus descendientes, aún están atrapados en campamentos de refugiados en el sur de Argelia, con una diáspora más pequeña viviendo en países como Mauritania y España. El referéndum de autodeterminación prometido bajo los auspicios de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) aún no ha tenido lugar. Si Kissinger y Estados Unidos hubieran opuesto activamente la reclamación territorial de Marruecos, o incluso adoptado simplemente una postura neutral, las cosas podrían haber resultado muy diferentes.

    Décadas después de ayudar a posibilitar la anexión y ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, el contexto geopolítico ha cambiado, pero la dinámica subyacente del apoyo estadounidense sigue siendo la misma. La Guerra Fría ha sido reemplazada por la Guerra contra el Terrorismo, y Estados Unidos continúa viendo a Marruecos como un aliado moderado cuya estabilidad no debe ponerse en peligro al considerar seriamente la perspectiva de un Sáhara Occidental independiente. Para muchos, Marruecos probablemente se percibe como un bastión contra una amenaza terrorista vaga o como un atractivo destino turístico, pero no como una potencia ocupante.

    Desde el alto el fuego de 1991, y especialmente en la última década, los medios de comunicación internacionales y los responsables de políticas tienden a ignorar la continua lucha de los saharauis por la autodeterminación, brindándole solo breves ráfagas de atención. Dado su vasto legado de política exterior destructiva, es poco probable que Kissinger haya perdido el sueño por el papel que él y Estados Unidos desempeñaron en el Sáhara Occidental. Pero aunque él puede no haber reflexionado sobre ello, y el Sáhara Occidental a menudo se etiqueta como un problema « olvidado », el pueblo saharaui no tiene el lujo de olvidar.

    *Aubrey Bloomfield es una escritora e investigadora independiente con base en Melbourne, Australia. Ha escrito sobre el Sáhara Occidental para Africa is a Country y Jadaliyya.

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