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  • Cómo Marruecos y los Emiratos avanzan sus peones en el Sahel

    Etiquetas : Marruecos, Emiratos Arabes Unidos, Argelia, Sahel, Mali, Niger, Burkina Faso, Chad, Sudán,

    Si bien la guerra en Ucrania ya está llegando a su fase terminal, las potencias internacionales y regionales están dando forma a las próximas “eras de juego”. Y lamentablemente el Sahel es uno de ellos. Principal motor de esta estrategia de subcontratación, los Emiratos ya cuentan con su aeropuerto secreto, situado en medio del desierto, para transportar fuerzas anticonstitucionales a las zonas grises del Gran Sahara.

    Una de estas rutas utiliza el Fezzan como pista de aterrizaje para desbordarse hacia el vecino Chad. Ya no es necesario demostrar el cruce Emiratos-Haftar-Hametti; así como el transporte de las tropas de Hametti a Yemen en beneficio de Emiratos o el de las tropas de Haftar y la logística emiratí hacia Sudán.

    Pero no se trata sólo de los Emiratos y sus relevos; otras fuerzas militares están avanzando sus peones en el Sahel por otros medios. Con la retirada de Francia, y mientras Rusia se ha consolidado como el principal aliado de los regímenes militares del Sahel, los expertos han observado con atención la actuación de Turquía y Marruecos, que están incrementando sus iniciativas hacia el Sahel. Sin embargo, estos últimos podrían enfrentarse a la competencia de Irán, que, desde los golpes de Estado en Mali, Burkina Faso y Níger, ha ido incrementando sus iniciativas.

    Pero otras estrategias molestas incluyen a Turquía, Irán y Marruecos, que están aumentando las iniciativas dirigidas a los regímenes militares del Sahel para diversificar a sus socios. A principios de 2024, Mali recibió un nuevo lote de drones turcos Baykar, apreciados por sus prestaciones, lo que le valió al director general de la empresa que los fabrica, Haluk Bayraktar, ser condecorado en Uagadugú en abril de 2022 por orden del hombre fuerte de Burkina Faso. Faso, Capitán Ibrahim Traoré.

    Y si Moscú se erige como el principal aliado de los regímenes militares del Sahel, Ankara despliega una política “oportunista” que “intenta posicionarse como una alternativa a los europeos y a Rusia”, explica. El exjefe de la diplomacia turca, Mevlüt Çavusoglu, “fue la primera figura internacional de alto nivel que se reunió con la junta militar en Mali después del golpe de agosto de 2020.

    Ankara también ha adoptado una posición conciliadora con la junta en Níger, un país clave en la región para Turquía porque está situado en la frontera sur de Libia, donde Ankara tiene muchos intereses”, según el grupo de expertos italiano ISPI. Marruecos no actúa a través de su logística militar, al no tener mucho que ofrecer en este ámbito, sino a través de una economía que busca establecerse de forma sostenible en la región.

    Varios bancos ya están operativos, con líneas de crédito atractivas, asociaciones con universidades sahelianas para orientar a los estudiantes subsaharianos hacia las universidades marroquíes, etc. Pasaremos por alto la falsa llamada alianza atlántica, que quiere que los tres países objetivo, Malí, Níger y Burkina Faso, encuentren una salida para su comercio en un puerto del Atlántico.

    Una vez finalizado el anuncio, esta ilusión de asociación se vino abajo por sí sola. Pero lo que sea ! En política, las fanfarronadas son una herramienta de propaganda, incluso si sus efectos se desvanecen muy rápidamente. Los poderes actúan por sí mismos, directamente, lo cual es raro, o a través de canales, utilizando entidades feudales, como es el caso de lo que observamos hoy.

    Por ejemplo, en Libia, vecina inmediata de Argelia, una decena de países intentan colocar sus peones en los mejores lugares de cara a las elecciones presidenciales y tener un hombre a su gusto: Rusia, Turquía, Italia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Israel, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Y cada país tiene sus objetivos, su agenda, sus hombres y sus herramientas para romper el muro e insinuarse en los asuntos internos de un país que ya está desangrado…

    Source : L’Express, 18/03/2024

    #Argelia #Marruecos #EmiratosArabesUnidos #Sahel #Mali #BurkinaFaso #Niger

  • Crise avec le Mali, l’Algérie pointe du doigt le Maroc

    Etiquettes : Mali, Algérie, Maroc, Sahel, Azawad, Touregs, CMA, Niger, Burkina Faso, Tchad, Israël,

    La récente annulation de l’accord de 2015 entre l’Algérie et les groupes indépendantistes du nord du Mali par la junte au pouvoir au Mali a conduit à des accusations de l’Algérie contre le Maroc et Israël.

    Les autorités maliennes justifient leur décision en pointant la vétusté de l’accord, son « instrumentalisation » par l’Algérie, ainsi que la « multiplication des actes hostiles » et « l’ingérence » de l’Algérie dans les affaires maliennes. L’Algérie voit la main du Maroc et de son allié Israël dans cette situation et les accuse de vouloir déstabiliser l’Algérie à travers le Sahel.

    Un article de TSA relie une réunion à Marrakech le 23 décembre à ces développements. Lors de cette réunion, les ministres des Affaires étrangères des quatre pays du Sahel (Mali, Niger, Burkina Faso et Tchad) se sont réunis, le Maroc leur promettant un accès à la mer à travers ses infrastructures portuaires sur l’océan Atlantique.

    Ce projet, qui vise à relier le Sahel à l’océan Atlantique via le Sahara, transformer les économies du Sahel, améliorer la vie de ses populations et promouvoir la sécurité dans la région, est soutenu par le Maroc en rendant ses infrastructures routières, portuaires et ferroviaires disponible. Les quatre pays mettront chacun en place une « task force » pour déterminer leurs priorités et préparer la mise en œuvre du plan.

    Le quotidien algérien affirme que ce projet vise à contrer l’Algérie et sa démarche de résolution pacifique des crises et d’aide au développement de ses voisins du Sahel. L’Algérie affirme que le Maroc agit comme une influence néfaste au Mali et qu’il y a une inspiration israélienne derrière les activités du Maroc dans les pays du Sahel en général, rendant leurs actions « prévisibles ».

    #Maroc #Algérie #Sahel #Mali #Touaregs #CMA #Azawad

  • Mauritania aborta el plan saheliano de Marruecos

    Etiquetas: Mauritania, Marruecos, Sahel, Mali, Níger, Burkina Faso, Argelia, Chad, G5, Iniciativa Atlántica,

    Mauritania ha rechazado responder a la invitación del régimen marroquí para participar en la reunión de coordinación, que el Majzén describe como la implementación de la iniciativa de Mohammed VI que permite a los países del Sahel a acceder al Atlántico.

    El rey de Marruecos estuvo ausente de los eventos; en su discurso con motivo del 48º aniversario de la ocupación del Sáhara Occidental, anunció una « iniciativa » para permitir que los países del Sahel accedan a las infraestructuras de carreteras, puertos y ferrocarriles de Marruecos. Mohammed VI declaró que Marruecos estaba dispuesto a poner sus infraestructuras de carreteras, puertos y ferrocarriles a disposición de estos países para apoyar esta iniciativa.

    A simple vista, la iniciativa parece beneficiar a los países que respondieron al llamamiento de Marruecos, sin embargo sus objetivos son únicamente políticos. Por una parte, imponer su colonzación del territorio del Sahara Occidental cuyo estatuto aún está pendiente. Por otra, desafiar a Francia, potencia colonialista que acaba de ser expulsada de los tres paises sahelianos participantes en esta reunión : Mali, Niger, y Burkina Faso. Por último, intentat socavar los esfuerzos de mediación de Argelia en el conflicto de Mali que opone el gobierno de Bamako a los rebeldes tuaregs y árabes de la región de Azawad. La iniciativa de Rabat viene dos días después del anuncio de un conflicto diplomático entre Argel y su vecino del sur.

    Por mucho que los clerones del Majzén canten victoria, la verdad es que la ausencia de Mauritania se debe esencialmente al hecho de que reprocha a estos tres paises el haber abandonado la alianza del G5 que recibía subvenciones de Francia y Europa con el fin de reforzar la seguridad de la región. Mali, Niger y Burkina Faso buscan también demostrar que consiguieron salir del embargo político y económico impuesto por la CEDEAO, organización regional que reúne los paises de Afrique Occidental teledirigida por Francia. Para Mali, es una manera de contrariar a Argelia para que se aleje de las organizaciones autonomistas del Azawad.

    Un detalle fundamental podría condenar esta iniciativa al fracaso : ninguno de estos paises tiene frontera común con Marruecos o con el Sahara Occidental por lo que el boicot de Mauritania cobra una importancia capital y aborta los planes maléficos del régimen alauita.

    #Argelia #Sahel #Marruecos #Mali #Azawad #Tuaregs #gruposarmados #Atlántico

  • Occidente sumido en las arenas movedizas del Sahel

    Etiquetas : Occidente, Sahel, Niger, Mali, Burkina Faso, yihadismo, terrorismo,

    Desde hace más de diez años, la región del Sahel atraviesa una profunda crisis. De hecho, grupos armados afiliados al Estado Islámico y Al Qaida están librando allí una guerra de guerrillas que continúa desestabilizando la región. Así, hasta la fecha, sólo en Burkina Faso hay casi dos millones de desplazados internos. En Malí y luego en Burkina Faso, los regímenes vigentes no resistieron y fueron derrocados por golpes de Estado llevados a cabo por militares que se consideraban más capaces de gestionar la situación. El último incidente hasta la fecha fue el derrocamiento del Presidente Bazoum en Níger a finales de julio. Descrito como “demasiado golpe de estado” por algunos estados vecinos, incluidos Nigeria y Costa de Marfil, estos últimos amenazan con una intervención militar de la CEDEAO para restaurar el orden constitucional en Niamey.

    En este contexto asistimos también en las capitales del Sahel a la manifestación de un sentimiento particularmente hostil hacia Francia. En las marchas de apoyo a los soldados que tomaron el poder, decenas de miles de jóvenes corearon consignas antifrancesas y antioccidentales. Mientras llueven acusaciones contra el neocolonialismo occidental, las banderas rusas aparecen como un símbolo de antiimperialismo a los ojos de quienes las izan.

    Para diseñar el futuro de nuestras relaciones económicas y de nuestra cooperación al desarrollo con los países del Sahel, es importante entender cómo hemos llegado hasta aquí. Es a esta pregunta a la que intentaremos dar algunas respuestas en este análisis.

    En los orígenes de la crisis

    Muchos observadores, tanto locales como internacionales, coinciden en que el origen de la crisis en el Sahel se remonta a la caída del régimen de Gadafi en Libia. En cierto modo, la intervención de la OTAN en este país abrió una caja de Pandora que el presidente libio mantuvo, a su manera, cuidadosamente cerrada. Lejos de cantar alabanzas a Gadafi, resulta que la intervención occidental en este país, en el contexto de la Primavera Árabe, literalmente prendió fuego a la pólvora en África Occidental [i]. Las numerosas facciones rivales que estaban bajo la autoridad de Gadafi recuperaron entonces su plena autonomía. Las armas recuperadas durante el conflicto comenzaron a alimentar tráficos de todo tipo a los que se sumaron diversos movimientos yihadistas locales vinculados, directa o indirectamente, a Al Qaeda o al Estado Islámico. Níger, Chad y Mali fueron los primeros en pagar el precio.

    Así, a partir de 2012, Mali empezó a sufrir ataques de estos distintos movimientos. Su objetivo: desestabilizar el Estado mediante una guerra asimétrica, para poder continuar con total impunidad diversos tráficos de armas y drogas [ii] . En enero de 2013, mientras una columna de yihadistas se encontraba a las puertas de Bamako, el poder en Mali fue salvado en el último momento por la operación Serval del ejército francés. Sin embargo, a pesar de esta intervención y de la presencia hasta 2022 del contingente militar francés de la Operación Barkhane, los ataques puntuales a representantes de la autoridad e incluso a civiles no cesan. Por el contrario, estos movimientos irán ganando impulso progresivamente hasta llegar a la frontera norte de Burkina Faso.

    En 2015, aprovechando el cambio de régimen en el Estado burkinés, se instauraron movimientos yihadistas en este país. Procedentes de la frontera norte, los “grupos terroristas armados”, como se les llama en Burkina Faso, han extendido gradualmente su red a lo largo de la frontera con Níger, al este del país y, más recientemente, al oeste. Hoy en día, pocas zonas del país están ilesas y los enfrentamientos armados se han convertido en algo casi cotidiano.

    Las palancas internas de la crisis

    Como acabamos de ver, la crisis que atraviesa hoy el Sahel está estrechamente ligada al contexto internacional. Pero no podemos atenernos a esta lectura simplista que sugeriría que estas causas son estrictamente externas. También existen palancas internas para la desestabilización de los países de la región.

    Así, un estudio de la red de pastores Billital Maroobé publicado en 2021 [iii] , explica cómo la marginación de las comunidades de pastores en la región del Sahel ha generado un terreno fértil para los grupos armados [iv]. En resumen, las políticas de desarrollo se han centrado principalmente en las poblaciones sedentarias y, al hacerlo, han descuidado a ciertos grupos de la población. En un contexto de demografía galopante que conduce a una reducción del acceso a la tierra, y de cambio climático que reduce el acceso a los recursos naturales (pastos, reservas de agua), los ganaderos tienen cada vez menos espacio para llevar a cabo sus actividades. Su movilidad se ve obstaculizada y los conflictos con los agricultores están aumentando. En última instancia, la crisis del pastoreo alimenta el reclutamiento de jóvenes criadores por parte de grupos yihadistas armados [v], lo que a su vez alimenta la violencia de la que las comunidades de pastores son las primeras víctimas. La crisis del pastoreo entonces se duplica con el riesgo de que esto profundice aún más la crisis de seguridad.

    Del mismo modo, en el norte de Malí, los jóvenes tuaregs que se sienten abandonados por el Estado central se ven fuertemente tentados a unirse temporalmente a grupos yihadistas. Según los entrevistados “se gana muy bien trabajando para estos grupos”. Mientras que el salario mensual medio de un maliense es de 58.000 FCFA (88 euros), ser luchador de Katiba Macina, pertenecer a la red JNIM puede significar ganar tres veces esa cantidad, o 150.000 FCFA (229 euros) [vi ] .

    Ante la crisis de seguridad, las autoridades de Mali y Burkina Faso han optado por la creación en el seno de la sociedad de grupos de autodefensa o fuerzas auxiliares del ejército. Así es como en Burkina Faso las autoridades militares actualmente en el poder decidieron reclutar y movilizar a 50.000 voluntarios de defensa nacional (VDP) para poner fin a los ataques de los grupos yihadistas [vii] . Esta estrategia, que favorece la circulación de armas en manos de personas mal preparadas, conlleva sin embargo un alto riesgo de abusos [viii] y de comunalización del conflicto [ix] .

    Radicalización antioccidental

    En un contexto que se había vuelto particularmente hostil hacia ellos, los soldados franceses recibieron la orden de retirarse de Mali y luego de Burkina Faso. Esta situación se repite hoy en Níger. Está claro que el ejército francés ha perdido gran parte de su credibilidad ante los sahelianos, a pesar de los esfuerzos realizados y de la pérdida de vidas humanas dentro de su contingente. Hay que decir que para los soldados franceses que participaron en el terreno, el problema era complejo. De hecho, es difícil distinguir entre las poblaciones rurales y los yihadistas que se benefician del apoyo en determinadas aldeas. Además, para evitar rebabas, los soldados de la Operación Barkhane han optado por una paciente estrategia de inteligencia destinada a expulsar y erradicar a los terroristas escondidos en la sabana saheliana. Lamentablemente, esta manera de proceder, demasiado lenta a los ojos de algunos observadores locales, ha generado progresivamente una forma de frustración entre los franceses, sospechosos de no afrontar realmente el problema. Y de la sospecha a la teoría de la conspiración, solo hay un paso que los medios de Wagner rápidamente explotaron en las redes sociales.[x] . Así, innumerables mensajes que circulan en grupos de WhatsApp acusan a Francia de mantener la desestabilización del Sahel para explotar mejor sus riquezas. Y esto impactó a las poblaciones urbanas que no comprendían la incapacidad de uno de los ejércitos más grandes del mundo para resolver su problema rápidamente.

    Ahora que los soldados malienses y burkineses han tomado completamente el control del conflicto contra los yihadistas, su desconfianza hacia los occidentales aumenta ante la negativa de nuestros países a venderles armas. Sin embargo, esto es comprensible. Aunque nuestros gobiernos tienen todo el interés en luchar contra la expansión de los movimientos yihadistas en el Sahel, obviamente están obligados a respetar el Tratado de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Armas, que prohíbe en particular su transferencia cuando existe el riesgo de que se utilicen para ataques contra civiles y para violaciones de derechos humanos. Sin embargo, tanto en Malí como en Burkina Faso, este riesgo está desgraciadamente demostrado, como lo pone de relieve la investigación de las Naciones Unidas sobre los abusos cometidos en Moura del 27 al 31 de marzo de 2022 [xi ]. Lo mismo ocurre en Burkina Faso, donde Amnistía Internacional [xii] señala al ejército burkinés en la masacre de Karma ocurrida el 20 de abril de 2023, sobre la cual la ONU aún espera una investigación imparcial. Evidentemente, todo esto es difícil de escuchar para las poblaciones de Bamako, Uagadugú y Niamey, donde las autoridades mantienen ahora un sentimiento antioccidental quejándose repetidamente de la negativa de nuestros países a venderles armas [xiii ].

    Pero la principal causa del sentimiento antioccidental que se está gestando en las capitales del Sahel es, sin duda, la ociosidad de una gran parte de la juventud, ante la falta de perspectivas de futuro y unas desigualdades cada vez más evidentes.[xiii ]. De hecho, la gran mayoría de estos jóvenes, que representan prácticamente el 65% de la población, se enfrentan a una falta de formación profesional adaptada a las realidades de la región y, en consecuencia, sin perspectivas de trabajo remunerado. Por lo tanto, muchos de estos jóvenes sobreviven realizando pequeñas actividades comerciales informales que apenas les permiten llegar a fin de mes. Sin embargo, estos mismos jóvenes saben, a través de las redes sociales que consultan asiduamente, que más del 40% de la población del Sahel vive por debajo del umbral de pobreza mientras la región exporta oro, petróleo y uranio. Y como menciona Colette Braeckman en un reciente editorial del periódico Le Soir [xv], los jóvenes de Bamako, Uagadugú y Niamey saben que Níger goza del triste privilegio de haber sido elegido como punto de parada del éxodo del Sur, papel que antaño se confió a Libia, antes de que la eliminación de Gadafi libere a los movimientos yihadistas que ahora aterrorizan a sus países. Son conscientes del destino de los inmigrantes sumergidos en el Mediterráneo. También saben que Francia opera desde hace tiempo sus centrales nucleares con uranio extraído del subsuelo nigerino, mientras sus ciudades luchan por abastecerse de electricidad. Finalmente saben que sus países son los primeros en sufrir el impacto del cambio climático causado por los países ricos e industrializados.

    Evidentemente, no hace falta mucho más para alimentar un sentimiento de injusticia, algo que los agentes de desinformación de la milicia Wagner (que codician las minas de oro de la región) se esforzaron por hacer con especial eficacia en las redes sociales. Un sentimiento de injusticia sobre el que también navegan los nuevos regímenes golpistas para encontrar su legitimidad ante los jóvenes, argumentando en particular que Francia está maniobrando para desestabilizarlos [xvi] o que la élite que ocupa el poder en su país desde hace décadas , en la paga de los occidentales, debe ser relegada al olvido del pasado [xvii].

    En última instancia, hoy vemos en el Sahel una devaluación del ideal democrático. De hecho, los poderes existentes, más o menos bien elegidos, o no elegidos en absoluto, apoyados por sus socios occidentales, han distorsionado de tal manera la práctica de la democracia electiva mediante el fraude, la compra de conciencias y la corrupción, que hoy esta democracia A los jóvenes africanos les parece un producto importado obsoleto. Y esto es lo que significa que incluso aquellos que rechazaron los poderes dictatoriales pueden hoy vitorear a los golpistas [xviii].

    Occidente sumido en las arenas movedizas del Sahel

    Ante la situación de crisis que prevalece en el Sahel, nuestros gobiernos luchan por decidir qué actitud adoptar. Intervenir, incluso silenciosamente, para apoyar el retorno a la democracia será visto como un nuevo intento neocolonial y alimentará mecánicamente la retórica golpista. Pero apoyar a los militares recientemente instalados en el poder significa correr el riesgo de alentar regímenes represivos y ser cómplices de abusos. En última instancia, retirarse y dejar que las nuevas autoridades se las arreglen solas significa exponerse a la instalación a largo plazo de yihadistas que rápidamente utilizarán el Sahel como base de retaguardia para atacar a nuestros países como ya lo han hecho desde Siria. Así, como vemos, Occidente está hoy sumido en las arenas movedizas del Sahel. Y con cada movimiento, existe un alto riesgo de empantanarse aún más.

    [i] Au Sahel, le dérèglement climatique a bon dos – Rémi Carayol – 2021
    [ii] Racines économiques et sociales de la guerre au Sahel au Sahel – Willagri – 2020
    [iii] “Entendre la voix des Eleveurs au Sahel et en Afrique de l’Ouest” – Réseau Billital Marrobé – 2021
    [iv] Pastoralim and conflict in the Soudano-Sahel – Leif Brottem et Andrew McDonnell – Juillet 2020
    [v] Interview du Dr. Bakary Sambe – Timbuktu Institute : https://timbuktu-institute.org/
    [vi] Centre du Mali: Enjeux et dangers d’une crise négligée – Adam Thiam, Centre pour le dialogue humanitaire – 2017, p. 39.
    [vii] Burkina Faso : l’armée recrute des volontaires pour défendre la patrie – TV5 Monde – 22.11.22
    [viii] Human Right Watch – Rapport Mondial 2023
    [ix] Entretien avec Paul-Henri Damiba – RFI – 24.02.23 (Dans cet entretien, le lieutenant-colonel Paul-Henri Damiba, ancien président de transition renversé début octobre 2022 par le capitaine Ibrahim Traoré affirme qu’il avait entrepris de lutter contre cette communautarisation du conflit par une stratégie discrète de recherche de dialogue qu’il n’a pas pu mener à terme)
    [x] L’empire d’Evgueni Prigojine, patron du Groupe Wagner, mis à nu par des hackeurs – Le Monde – 21.03.23
    [xi] Rapport sur les événements de Moura – Haut-Commissariat aux Droits de l’Homme des Nations Unies – Mai 2023
    [xii] Burkina-Faso : La responsabilité de l’armée pointée dans le massacre de Karma – Amnesty International – 02.05.23
    [xiii] Des partenaires qui font des affaires au Burkina ont refusé de nous vendre des armes – le Fasonet – 30.05.23
    [xiv] Sahel : lutter contre les inégalités pour répondre aux défis du développement et de la sécurité – Oxfam – 2019
    [xv] Le Niger, autant ignoré que courtisé – Colette Braeckman – Le Soir – 09.08.23
    [xvi] La France accusée d’être derrière la décision de la Cédéao – TV5 Monde – 12.08.23
    [xvii] Au Niger, le régime militaire annonce vouloir poursuivre le président Bazoum – Le Monde – 13.08.23
    [xviii]Il est impossible aujourd’hui pour la France d’être audible au Sahel – Vincent Hugeux – France Inter – 06.08.23

    Fuente : Iles de Paix

    #Sahel #Niger #Mali #BurkinaFaso #Chad #CEDEAO

  • El Sahel y la amenaza terrorista

    Etiquetas : Sahel, Argelia, Níger, terrorismo, Mali, Burkina Faso, pobreza, crisis alimentarias,

    La región del Sahel ha enfrentado durante mucho tiempo importantes desafíos de seguridad, incluida la persistente amenaza del terrorismo y la delincuencia transfronteriza. El terrorismo se ha convertido en la principal amenaza para la paz y la seguridad en África, particularmente en la región del Sahel, según el Ministro agelino de Asuntos Exteriores y de la Comunidad Nacional en el Extranjero, Ahmed ttaf, en una intervención en una reunión ministerial de la Unión Africana.

    Argelia considera que para combatir eficazmente el terrorismo en esta región es necesario adoptar un enfoque doble, encaminado a combatir tanto las manifestaciones del terrorismo como sus causas profundas. “Aprendiendo lecciones de su amarga pero exitosa experiencia en la lucha contra este flagelo, Argelia cree firmemente que es esencial adoptar un enfoque doble para combatir tanto las manifestaciones del terrorismo como sus causas profundas en la región del Sahel y más allá. Ante una amenaza en constante evolución, ciertamente necesitamos un nuevo enfoque, un nuevo compromiso y una acción audaz. El status quo ya no es una opción ni una posición cómoda”, afirmó.

    En este sentido, « Argelia pidió la celebración de una conferencia internacional sobre el desarrollo en el Sahel así como la creación de un nuevo modelo de operaciones de paz mejor adaptado a los contextos de lucha contra el terrorismo », recordó Attaf. Esta región “se ha convertido en la más afectada y en el epicentro mundial del flagelo del terrorismo. Sólo en 2022, registró más del 43% de las muertes por terrorismo en el mundo”, continuó.

    En la región del Sahel, los países enfrentan grupos terroristas particularmente peligrosos, que están fuertemente armados y controlan vastos territorios. Estos grupos actúan como autoridades locales de facto y demuestran habilidades militares avanzadas. En Argelia ahora preferimos describir a estos grupos como “fuerzas terroristas” en lugar de “grupos terroristas”. El ministro llamó a priorizar la lucha contra los factores que han contribuido a la proliferación de esta amenaza. También señaló que los cambios inconstitucionales de gobierno han complicado la situación al debilitar las instituciones públicas y agregar obstáculos al ya frágil desarrollo económico. Malí, Burkina Faso y Níger firmaron una alianza militar conjunta denominada “Carta Liptako-Gourma” en respuesta a la creciente amenaza terrorista en África occidental, particularmente en la región del Sahel. La carta tiene como objetivo fortalecer su cooperación en materia de seguridad para abordar esta preocupante situación.

    #Argelia #Sahel #Francia #Níger #Mali #BurkinaFaso #Terrorismo

  • El imperialismo francés se desmorona en África Occidental

    Etiquettes : Francia, Africa Occidental, imperialismo, Níger, Sahel, Mali, Burkina Faso, terrorismo,

    La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés) se reunió el pasado jueves en Abuja, capital de Nigeria, para debatir cómo responder al reciente golpe de Estado en Níger. El plazo fijado por la ECOWAS para que los golpistas se hicieran a un lado y restablecieran en el poder al presidente Mohamed Bazum expiró el domingo anterior sin que se produjera la intervención militar con la que países como Nigeria habían amenazado.

    Al término de la reunión del jueves, la ECOWAS emitió un vago comunicado en el que afirmaba haber acordado reunir una fuerza militar «de reserva», pero añadió inmediatamente que la intervención militar en Níger sería el último recurso. No dieron más detalles sobre cómo sería la fuerza que pretenden reunir ni qué medidas podría tomar.

    Contradicciones y divisiones

    El presidente nigeriano y actual presidente de la ECOWAS, Bola Tinubu, se sintió avergonzado cuando su propuesta de movilizar tropas para una intervención militar en Níger fue rechazada por el Senado nigeriano. Por lo tanto, no está claro si el ejército nigeriano formaría parte de esta «fuerza de reserva», ya que el senado había votado en contra del despliegue militar.

    Lo que esta farsa demuestra claramente es que existen profundas divisiones en la clase dirigente nigeriana. Una parte de ellos entiende que la intervención militar no sería lo mejor en este momento.

    Lo que también resulta interesante es que la ECOWAS ha emitido su propia declaración, independientemente de Nigeria, afirmando que la intervención militar sólo se consideraría como último recurso. Esto demuestra aún más la división en las clases dirigentes de la región.

    La posibilidad de desplegar tropas en Níger no es muy popular en Nigeria, sobre todo entre los jóvenes. El sábado se celebraron protestas en el Estado de Kano contra la amenaza de una intervención militar. Los manifestantes corearon: «Los nigerinos son nuestros hermanos, los nigerinos son nuestra familia», y «Níger es nuestro, no queremos la guerra, la guerra contra Níger es una injusticia, un complot de las fuerzas occidentales».

    Este sentimiento está especialmente arraigado en los Estados fronterizos con Níger, donde la población comparte profundos lazos étnicos. Lo que la clase dirigente nigeriana teme especialmente es que la propia Nigeria se vea afectada por las consecuencias de una intervención militar. Las protestas juveniles de «EndSars», que comenzaron en 2020, aún están frescas en la memoria de los nigerianos. Existe la posibilidad de que esto se intensifique en caso de una intervención militar en un país vecino. Además, está la cuestión de desencadenar una inmediata crisis humanitaria y de refugiados.

    Otro factor disuasorio es que este golpe cuenta con el apoyo popular en Níger y en toda la región. Para muchos, sobre todo los jóvenes, se trata de un golpe contra el imperialismo francés. Este sentimiento está muy arraigado en toda la región francófona, especialmente en Burkina Faso, Malí, Guinea y Senegal.

    Un claro ejemplo de ello son las manifestaciones diarias en las calles de la capital, Niamey, en apoyo a los golpistas. El pasado domingo 13 de agosto, una manifestación de decenas de miles de personas se congregó en un estadio de la capital cuando expiraba el plazo fijado por Tinubu para devolver al poder al depuesto presidente Bazum.

    The Economist citó a Nassiru Mahamadu, un vendedor de verduras de Niamey indignado porque la ECOWAS se plantee siquiera enviar tropas a Níger: «Si vienen aquí, nosotros [los civiles] iremos a la guerra junto al ejército». Este sentimiento es típico y este apoyo masivo es un factor importante en la ecuación actual.

    Por lo tanto, el escenario inmediato más probable es el inicio de algún tipo de diálogo. La semana pasada, el general Abdurahmán Tchiani había aceptado en principio iniciar el diálogo con la ECOWAS tras su reunión con eruditos islámicos nigerianos.

    El odio al imperialismo francés en ebullición

    Uno de los factores subyacentes que alimentan todo el proceso en África Occidental y el Sahel es un intenso sentimiento de odio contra el imperialismo francés. Por esta razón, la intervención militar directa de Francia es muy poco probable. De hecho, esto podría incendiar todo el continente africano. Lo más probable es que los franceses prefieran capear el temporal y ganar tiempo.

    Tras la Segunda Guerra Mundial, Francia ha mantenido un estrecho control en el África francófona a través de lazos políticos, económicos y de seguridad, tanto para servir a sus intereses como para conservar un último bastión de su debilitado prestigio imperial.

    En marzo de 2008, el ex Presidente francés Jacques Chirac declaró: «Sin África, Francia descenderá al rango de tercera potencia mundial». El predecesor de Chirac, François Mitterrand, afirmó que: «Sin África, Francia no tendrá historia en el siglo XXI».

    Las consecuencias de esta política para África fueron la dependencia servil de la economía francesa; la dependencia del ejército francés; y la política de puertas abiertas a la empresa privada francesa para saquear y expoliar esta región.

    Durante décadas, catorce países de África Occidental y Central han tenido sus reservas nacionales en manos del banco central francés en virtud de acuerdos monetarios esencialmente coloniales. Se trata de Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí, Níger, Senegal, Togo, Camerún, República Centroafricana, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Chad, Congo-Brazzaville y Gabón.

    La Asamblea Nacional francesa aprobó en mayo de 2020 una ley que ratifica el fin del «franco CFA» y, con él, la obligación de los países de depositar sus reservas en el Banco de Francia. Sin embargo, en la práctica sigue existiendo la misma relación, y los críticos africanos califican las reformas de más «simbólicas» que reales.

    Se calcula que Francia tiene ahora en su tesoro cerca de 500.000 millones de dólares anuales del dinero de los países africanos. Además, los países africanos no tienen acceso a este dinero. De hecho, Francia obligó a sus antiguas colonias a depositar hasta el 65% de sus reservas de divisas en el Banco Central francés, más otro 20% para pasivos financieros, con lo que sólo tienen acceso al 15% de su propio dinero. Si necesitan más, tienen que pedir prestado su propio dinero a Francia a tasas comerciales.

    Un parásito asfixiante

    Francia ha tenido el primer derecho a comprar cualquier recurso natural hallado en el territorio de sus ex colonias. Se dieron preferencias a los intereses y empresas francesas en el ámbito de la contratación pública.

    Francia mantuvo el derecho exclusivo a suministrar equipamiento militar y formación a los militares africanos, desplegando tropas e interviniendo en países africanos para defender los intereses de Francia. Y estos países estaban obligados a aliarse únicamente con Francia en situaciones de guerra o crisis.

    En los últimos 70 años, Francia ha protegido sus intereses en África con medidas económicas, mediante acciones encubiertas y decenas de intervenciones militares. En los últimos años, Francia ha intervenido en varias ocasiones en el África subsahariana, además de recurrir a operaciones de inteligencia y vigilancia y a innumerables campañas militares semipermanentes.

    Los franceses han estado en la primera línea de la esclavización, la colonización y el saqueo del África francófona, robando su oro, sus diamantes y otros recursos naturales. En resumen, Francia ha desangrado África.

    Ha sido una sanguijuela parasitaria y asfixiante para la región. Y esto ha alimentado, en gran medida, los resentimientos acumulados contra ella a causa de su injerencia política y sus intervenciones armadas. También explica por qué la reciente serie de golpes de Estado, llevados a cabo por una capa de la casta de oficiales, es tan popular en la región.

    Una situación explosiva
    Todo ello ha creado con el tiempo una situación explosiva. No es de extrañar que los franceses sean tan impopulares. Presidentes y ministros son recibidos con protestas cuando visitan las antiguas colonias francesas en África.

    El proceso de radicalización en África Occidental dio un giro cualitativo tras las revoluciones árabes de 2010-2015. En Nigeria, asistimos al movimiento Occupy Nigeria, directamente inspirado en la revolución egipcia. En 2012 se produjo el movimiento para destituir a Abdullah Wade en Senegal. En 2014 hubo un movimiento revolucionario que destituyó a Blaise Compaorré en Burkina Faso. También hubo movimientos revolucionarios en Togo y Gabón.

    Además, Francia presionó fuertemente para que la OTAN interviniera en Libia contra Muamar Gadafi. Esto supuso otro giro en la situación. El objetivo de esta intervención era cortar de raíz la Revolución Árabe, por supuesto. Pero una consecuencia de ello ha sido la desestabilización de África Occidental y del Sahel.

    Los yihadistas se trasladaron de Libia al Sahel y a África Occidental, y la OTAN y el imperialismo francés les siguieron. Esto echó más leña al fuego de los ánimos revolucionarios en desarrollo.

    En Burkina Faso, que ha entrado en un periodo revolucionario, esto provocó un estado de ánimo insurreccional, ya que las masas se armaron para contraatacar.

    En septiembre de 2022 se lanzó una iniciativa para reclutar 50.000 voluntarios civiles de las fuerzas de defensa para luchar contra los yihadistas. La situación se estaba volviendo peligrosa para la clase dirigente. Los oficiales subalternos, que en estos países representan un barómetro sensible del estado de ánimo general, decidieron moverse.

    Lo que está muy claro es que el imperialismo francés está perdiendo el control de África Occidental. El golpe en Níger es un golpe para el imperialismo occidental. Níger era una pieza clave en la estrategia de Estados Unidos y Francia en África.

    Mohamed Bazum era un aliado clave de Occidente. Bajo su mandato, el país era un oasis de aparente estabilidad en una región profundamente inestable. Francia ha estacionado unos 1.500 soldados en Níger, la mayoría trasladados allí tras su humillante expulsión de Malí. Esta alianza abierta con Occidente fue profundamente rechazada por las masas nigerinas. Esto explica el apoyo masivo que están recibiendo los golpistas.

    Níger se ha convertido ahora en el último eslabón de una cadena de golpes de Estado que han sacudido la región del Sahel. Todos estos golpes van directamente en contra de los intereses del imperialismo francés y occidental. Burkina Faso exigió la salida de todas las tropas francesas en 2022. Mali expulsó a 2.400 soldados franceses en 2022. Estos golpes representan un cambio en las relaciones mundiales y marcan el comienzo de un nuevo periodo de realineamiento y turbulencias en la crisis del capitalismo.

    También hay que recordar que más del 60% de la población de todo el continente tiene menos de 25 años. Esto lo convierte en el continente más joven del mundo. Todas y cada una de las 10 naciones más jóvenes del mundo por edad media están en África, con Níger en primer lugar entre ellas, con una edad media de 14,8 años. Lo que estamos viendo es un proceso de radicalización cada vez más profundo, un proceso que se extenderá por todo el continente africano.

    Fuente

    #Africa #Francia #Sahel #Níger #Mali #BurkinaFaso #Colonialisme #néocolonialismo

  • Francia empujada hacia la puerta por Níger: el desaire definitivo

    Etiquetas: Francia, Sahel, Níger, Mali, Burkina Faso, Emmanuel Macron, colonias francesas, françafrique,

    – El amargo fracaso de las políticas neocoloniales

    Francia se prepara para abandonar Níger, su último aliado en el Sahel: un último desaire para París, ya expulsado de Mali y Burkina Faso, y una página que está pasando después de una década de ejército antiyihadista intervención en la región. À l’issue d’un intenable bras de fer de deux mois avec le régime militaire, le Président Emmanuel Macron a fini par céder, en annonçant dimanche le retour à Paris de l’ambassadeur et le retrait des 1.500 militaires, «d’ici el fin de año ».

    Esta retirada forzosa se produce después de la de Mali, en agosto de 2022, y de Burkina Faso, en febrero de 2023. En los tres casos, París fue expulsada por regímenes militares que llegaron al poder tras golpes de Estado, aprovechando un sentimiento antifrancés. y girar, en el caso de Malí, hacia la cooperación con el grupo paramilitar ruso Wagner.

    Hasta el golpe de Estado del 26 de julio que derrocó al presidente electo Mohamed Bazoum, Níger era uno de los últimos aliados de París en el Sahel y la pieza central de su nuevo sistema antijihadista en la región. La retirada de este país “consagra el fiasco de la política francesa en el Sahel”, comenta el investigador Yvan Guichaoua (Escuela de Estudios Internacionales de Bruselas) en X (ex-Twitter).

    Para muchos observadores, París no vio o no quiso ver los acontecimientos que se estaban produciendo en la región. “Malí ha causado sensación, sabemos que nos enfrentamos a una tendencia importante. Llevamos años viendo crecer esta ola. Francia sintió que estaba perdiendo terreno, pero permaneció en la negación y en el estupor”, estima una fuente diplomática francesa . Y esta fuente añade: “Hoy nos encontramos ante las consecuencias de la hipermilitarización de nuestra relación con África”, cuando la región del Sahel, una de las más pobres del mundo, también está asolada por crisis de seguridad, medioambientales y comunitarias.

    Al final triunfó el principio de realidad. En Níger, el embajador al que París se negó a llamar estaba recluido en la embajada francesa, sin inmunidad diplomática, con reservas de alimentos y agua que se estaban agotando.

    En la base de Niamey y en los puestos avanzados del remoto noroeste, en Ouallam y Ayolou, el reabastecimiento de las tropas se llevó a cabo en “condiciones más o menos complicadas”, según el Estado Mayor francés. Los 1.500 soldados y aviadores presentes en Níger se quedaron sin misión, sus drones, helicópteros y aviones de combate permanecieron en tierra. Además, Francia, una antigua potencia colonial que todavía tiene varias bases africanas (en Chad, Costa de Marfil, Senegal, Gabón y Yibuti), rápidamente pareció aislada.

    Sus aliados occidentales se han distanciado de su política de inflexibilidad en Níger. « Con este enésimo revés, Francia ve su influencia y su poder disminuidos como ningún otro país en África occidental, en particular, y en África, en general », opina el diario senegalés Walf Quotidien. Para el investigador Fahiraman Rodrigue Koné, del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS), “Francia no supo retirarse en el momento adecuado y quiso seguir desempeñando el papel de líder en un contexto donde el entorno sociológico tiene fuertes cambios”.

    Joseph Henrotin, politólogo belga y redactor jefe de la revista Defence and International Security (DSI), considera que « Barkhane es desgraciadamente un fracaso a nivel político-estratégico, el único que cuenta », añade sobre la X cuenta (ex-Twitter) de DSI, lamentando que las tropas francesas no hayan logrado “ser un “generador de soberanía” para los Estados de la región”.

    Niamey, la capital nigerina, reinaba ayer en calma, un día después del anuncio de Emmanuel Macron sobre la próxima partida del embajador y de los soldados franceses, una decisión celebrada por algunos residentes entrevistados por la AFP. La decisión fue bien recibida por varios nigerinos entrevistados en las calles de la capital. « Los soldados franceses deben abandonar inmediatamente (el país), ya que realmente no los necesitamos », dijo a la AFP Marzouk Doulla, en el popular barrio de Yantala, cerca de la embajada francesa.

    « Dicen que nos están ayudando », pero « no hemos visto ningún cambio », añadió, en referencia a la presencia de unos 1.500 soldados franceses en Níger, en el marco de la lucha antiyihadista. Un punto de vista compartido por otro residente, Abdoulkari Hassane Maikano. “Ha pasado mucho tiempo desde que Francia trajo su ejército aquí a Níger, pero no han podido erradicar el terrorismo”, lamenta.

    AFP

    #África #Francia #Níger #Mali #BurkinaFaso #Françafrique #Colonias_francesas #FCFA

  • Macron annonce la fin de la Françafrique

    Etiquettes : France, Françafrique, Emmanuel Macron, Niger, coopération militaire, Sahel, Mali, Burkina Faso,

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    Selon Emmanuel Macron, « il n’y a plus de Françafrique. Quand il y a des coups d’état, on n’interfère pas dans la vie politique des pays »

    « Nous avons été à la demande du Niger, du Burkina Faso, du Mali, sur leurs territoires pour lutter contre le terrorisme. Ces pays ont été frappés par des coups d’État. J’ai eu cet après-midi le président Bazoum, et qui est aujourd’hui détenu parce qu’il menait des réformes ambitieuses. Il y a au fond, des règlements de compte largement ethniques et beaucoup de lâchetés politiques », a affirmé le président français.

    Pour Macron, les putschistes sont les amis du désordre (…) « La France a décidé de rappeler son ambassadeur et mettre fin à notre coopération militaire avec le Niger ».

    #France #Macron #Niger #Mali #Burkina #Faso #Françafrique

  • De l’assassinat du leader africain Thomas Sankara et le début de l’effondrement de l’Empire français au nouveau style libertaire en Afrique de l’Ouest.

    Etiquettes : Thomas Sankara, Patrice Lumumba, Congo, Burkina Faso, France, Mali, Niger, Sahara Occidental, Maroc,

    La révolution de libération algérienne (1954-1962) a contraint les colonialistes français à rassembler leurs forces pour affronter l’Armée de libération nationale algérienne, et Paris, sous la pression armée algérienne, s’est empressé de déclarer l’indépendance formelle de ses colonies d’Afrique du Nord d’abord et de l’Ouest et du Centre. L’Afrique ensuite, à partir de 1960, par crainte de la propagation de l’infection. Pour elle, la libération nationale.

    La France a non seulement préservé ses intérêts économiques, mais a également contrôlé le destin des peuples de ses colonies en Afrique en contrôlant la politique intérieure et étrangère de ces pays dans ce que l’on appelle le néocolonialisme.

    Depuis cette date, et selon cette stratégie, la majorité des pays africains francophones sont passés sous le contrôle direct de ce qu’on appelle en France le Groupe France-Afrique, qui est un mécanisme au niveau de l’Elysée à travers lequel Paris gère les affaires de ses anciennes colonies.

    Ce mécanisme, qui a remplacé ce qu’on appelait autrefois le ministère de l’Outre-mer puis le ministère de la Coopération, constitue le véritable centre de leadership des entreprises et des différentes agences sécuritaires et administratives qui gèrent les pays francophones à travers des gouvernements locaux fantoches. qui mettent en œuvre les programmes et les instructions de Paris et de ses représentants dans ces pays, y compris les ambassadeurs, ainsi que les hommes de sécurité et les chefs de divers départements.

    La France contrôle donc les aspects de la vie économique, politique et sociale et contrôle ainsi toutes les ressources naturelles de ses anciennes colonies (pétrole, minéraux, produits agricoles). Il domine également le secteur monétaire, monétaire, bancaire et des services. Elle contrôle également les domaines de l’éducation, de la culture et de l’art à travers ses différents médias. Elle protège son emprise susmentionnée à travers des bases militaires dans tous les pays.

    Cette situation coloniale a été connue à ses débuts dans les années 1960 par l’opposition des nationalistes africains et l’affrontement de nombreux dirigeants politiques et intellectuels, dont certains ont été assassinés, comme Patrice Lumumba au Congo (ex-Zaïre) et Thomas Sankara, du Burkina Faso (ancien Haute-Volta), oOu bien les jeter en prison et les faire taire à travers des procès fictifs et des accusations fabriquées de toutes pièces (comme le cas actuel d’Ousmane Sonko au Sénégal).

    La France a ainsi tenté d’anticiper l’édition contemporaine de soulèvements et de révolutions contre ses régimes politiques dans les pays francophones souffrant de gouvernements dictatoriaux vénaux, dont les plus célèbres sont les régimes de Mobutu au Congo et d’Omar Bongo au Gabon. Dans ce contexte, des coups d’État ont été organisés et des assassinats ont été perpétrés, dont le plus célèbre a été récemment l’assassinat du leader africain Thomas Sankara, comme nous l’avons évoqué plus haut.

    Cependant, les coups d’État militaires dont sont témoins les pays africains francophones ces dernières années, dont le plus récent en République du Niger, sont le résultat inévitable d’une réalité coloniale d’exploitation, d’injustice et de domination cachée depuis des décennies sous différents noms. et des slogans.

    Les mouvements militaires en Afrique de l’Ouest (coups d’État) au Mali, en Guinée, au Burkina et au Niger sont donc en fait une rébellion contre le colonialisme français et peuvent, sans risque, être considérés comme un nouveau type de mouvement de libération pour autant que le but ultime de la libération soit c’est l’indépendance nationale.

    Il ne fait aucun doute que les peuples des anciennes colonies françaises d’Afrique ne peuvent plus tolérer l’exploitation, la domination et l’humiliation que Paris a adoptées à leur encontre. (Par exemple, les discours que vous trouverez accompagnant ce document du Premier ministre de la République du Mali, M. Abdoulaye Maiga, devant l’Assemblée générale des Nations Unies, en septembre 2022, et du président du Burkina Faso, M. Ibrahim Traoré, devant le gouvernement russe. -Sommet Africain, juillet 2023)

    Les nouveaux patriotes africains en uniforme militaire mènent aujourd’hui des transformations fondamentales visant à obtenir l’indépendance complète de leurs pays et à restaurer la souveraineté de leur peuple sur ses biens et ses richesses.

    La leçon ou la conclusion la plus importante que l’on puisse tirer de ce qui se passe en Afrique de l’Ouest est que la nuit du colonialisme doit prendre fin, peu importe le temps qu’elle prendra.

    C’est le nouveau colonialisme en Afrique francophone qui a contraint les régimes qu’il représente à se tenir aux côtés de l’occupant marocain depuis son invasion du Sahara occidental en 1975.

    La détermination du peuple de la République sahraouie et sa résistance au colonialisme et à l’occupation illégale marocaine, que la France soutient, ont créé un exemple à suivre en Afrique, dont les peuples aspirent à la liberté et à l’émancipation.

    Emhammed/Al-Bukhari, 29 juillet 2023

    #Sahara #Occidental #Maroc #Afrique #France #Niger #Mali #Burkina #Faso #Françafrique

  • Desde el asesinato del líder africano Thomas Sankara y el inicio del colapso del Imperio francés hasta el nuevo estilo libertario en África Occidental

    Etiquetas : Africa, Thomas Sankara, Patrice Lumumba, Niger, Mali, Burkina Faso, Francia, Sahel,

    La revolución de liberación de Argelia (1954-1962) obligó a los colonialistas franceses a reunir sus fuerzas para enfrentarse al Ejército de Liberación Nacional de Argelia, y París, bajo la presión armada de Argelia, se apresuró a declarar la independencia formal de sus colonias en el norte de África primero y en Occidente y Centro. Después de eso, a África, a partir de 1960, por miedo a la propagación de la infección, se le dio la liberación nacional.

    Francia no sólo preservó sus intereses económicos, sino que también controló los destinos de los pueblos de sus colonias en África controlando la política interna y exterior de esos países en lo que se conoce como neocolonialismo.

    Desde esa fecha, y según esa estrategia, la mayoría de los países africanos francófonos están bajo el control directo de lo que en Francia se conoce como Grupo Francia-África, que es un mecanismo a nivel del Palacio del Elíseo a través del cual París gestiona los asuntos de sus antiguas colonias.

    Este mecanismo, que sustituyó al antiguamente Ministerio de Ultramar y posteriormente Ministerio de Cooperación, constituye el verdadero centro de dirección de las empresas y de los distintos organismos administrativos y de seguridad que gestionan los países francófonos a través de gobiernos locales títeres. que implementan los programas e instrucciones de París y sus representantes en esos países, incluidos embajadores, hombres de seguridad y jefes de diversos departamentos.

    Francia, por tanto, controla los aspectos de la vida económica, política y social y, por tanto, controla todos los recursos naturales de sus antiguas colonias (petróleo, minerales, productos agrícolas). También domina el sector monetario, monetario, bancario y de servicios. También controla los campos de la educación, la cultura y el arte a través de sus diversos medios. Protege su control antes mencionado a través de bases militares en todos los países.

    Esta situación colonial se conoció desde sus inicios en los años 1960 por la oposición de los nacionalistas africanos y el enfrentamiento de muchos líderes políticos e intelectuales, algunos de los cuales fueron asesinados, como Patrice Lumumba (Congo, antiguo Zaire) y Thomas Sankara en Burkina Faso (antes Alto Volta) o meterlos en prisión y silenciarlos mediante juicios falsos y acusaciones inventadas (como el caso actual de Ousmane Sonko en Senegal).

    Así, Francia intentó anticipar la edición contemporánea de levantamientos y revoluciones contra sus regímenes políticos en los países francófonos que padecían gobiernos dictatoriales venales, los más famosos de los cuales son los regímenes de Mobutu en el Congo y Omar Bongo en Gabón. En este contexto se organizaron golpes de estado y se llevaron a cabo asesinatos, el más famoso de los cuales fue recientemente el asesinato del líder africano Thomas Sankara, como mencionamos anteriormente.

    Sin embargo, los golpes militares que están presenciando los países africanos francófonos en los últimos años, el más reciente de los cuales fue en la República de Níger, son resultado inevitable de una realidad colonial de explotación, injusticia y dominación que ha estado oculta durante décadas bajo diferentes nombres. y consignas.

    Los movimientos militares en África occidental (golpes de estado) en Mali, Guinea, Burkina y Níger son, de hecho, una rebelión contra el colonialismo francés y pueden, sin riesgo, considerarse un nuevo tipo de movimiento de liberación, siempre que el objetivo final de la liberación es la independencia nacional.

    No hay duda de que los pueblos de las antiguas colonias francesas en África ya no pueden tolerar la explotación, la dominación y la humillación que París adoptó contra ellos. (Los ejemplos incluyen los discursos que acompañan a este documento del Primer Ministro de la República de Malí, Sr. Abdoulaye Maiga, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, septiembre de 2022, y del Presidente de Burkina Faso, Sr. Ibrahim Traoré, ante el gobierno ruso. -Cumbre Africana, julio de 2023)

    Los nuevos patriotas africanos con uniforme militar lideran hoy transformaciones fundamentales encaminadas a lograr la independencia total de sus países y restaurar la soberanía de sus pueblos sobre sus bienes y riquezas.

    La lección o conclusión más importante que se puede extraer de lo que está sucediendo en África occidental es que la noche del colonialismo debe terminar, sin importar cuánto tarde.

    Es el nuevo colonialismo en el África francófona el que obligó a los regímenes que representa a apoyar al ocupante marroquí desde su invasión del Sáhara Occidental en 1975.

    La firmeza del pueblo de la República Saharaui y su resistencia al colonialismo y a la ocupación ilegal marroquí, que Francia respalda, ha creado un ejemplo a emular en África, cuyos pueblos aspiran a la libertad y la emancipación.

    Emhammad/Al-Bukhari, 29 de julio, 2023

    #Sahara #Occidental #Marruecos #Africa #Francia #Niger #Mali #Burkina #Faso