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  • Amar Bendjama: El principio de tolerancia, puesto a prueba por los colonizadores

    Etiquettes : Amara Bendjama, Argelia, Sahara Occidental, Palestina, colonialismo, tolerancia,

    El representante permanente de Argelia ante la ONU, el embajador Amar Bendjama, indicó el viernes, durante una conmovedora intervención en el Consejo de Seguridad, que el concepto de tolerancia se está poniendo a prueba en el actual contexto geopolítico.

    Este concepto no podría materializarse mientras el mundo sea testigo de una bárbara agresión israelí contra civiles palestinos, sin perdonar ni a mujeres ni a niños, subrayó.

    En apoyo de sus declaraciones, Bendjama afirmó que la tolerancia sería sinónimo de garantizar a los pueblos bajo ocupación en Palestina, el Sáhara Occidental y otros lugares, el derecho inalienable a la autodeterminación, sin selectividad ni imposición de hechos consumados.

    Al lanzar un llamamiento solemne para la promoción de los principios de tolerancia en las relaciones internacionales, el Embajador Bendjama declaró que los seguidores de los espíritus colonizadores y aquellos que rompen la Carta de las Naciones Unidas (en alusión al acto del representante de la entidad sionista en Nueva York), ponen en peligro el principio de tolerancia.

    Concluyó abogando por la aplicación de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la convivencia en paz, adoptada en 2017 por iniciativa de Argelia.

    #SaharaOccidental #Marruecos #Argelia #ONU

  • Francia debe dejarnos en paz (nuevo presidente senegalés)

    Etiquetas: Francia, Bassirou Diomaye Faye, Françafrique, colonialismo, neocolonialismo, Senegal, África, Mali, Chad,

    Ya es hora de que Francia levante la rodilla de nuestros cuellos y ponga fin a esta injusta opresión.

    Siglos de miseria, trata de personas, colonización y neocolonización han causado un sufrimiento inconmensurable. Es hora de poner fin a este ciclo de opresión.

    Ya es hora de que Francia nos deje en paz. Es hora de que Francia se alinee con sus vecinos europeos y aprenda una valiosa lección de independencia.

    Alemania es la primera potencia económica de Europa, superando con creces a Francia, que está clasificada como la tercera o cuarta potencia económica del mundo. Alemania no explota ningún país, ninguna colonia.

    Puedo mencionar a Italia, puedo mencionar a España, que antes tenía colonias que no explotan a nadie, que no interfieren, que no imponen líderes en sus antiguas colonias. ¿Por qué cree Francia que puede seguir imponiéndonos líderes y tomar decisiones en nuestro nombre?

    Esto debe terminar y el África emergente, la juventud africana, las elites africanas y la diáspora africana están todos unidos para decir que no, que esto no puede continuar más.

    La hipocresía de Francia es obvia y omnipresente en la vida diaria. Miremos los casos de Mali y Chad como ejemplos perfectos de esta hipocresía.

    En Chad, cuando se interrumpió el proceso constitucional, Francia fue aplaudida y su presidente visitó para consagrar oficialmente a los nuevos reyes, ceremonia de coronación.

    En Malí, donde no fue el proceso constitucional lo que se interrumpió, sino el proceso de transición, Francia condenó e incluso empaquetó sus cosas para decir que se va de Malí.

    Es hipocresía, es el doble rasero, es el doble lenguaje que utiliza Francia en sus relaciones con África.

    Durante nuestro interrogatorio al Sr. Jean-Yves Le Drian sobre la situación en Costa de Marfil y la decisión de Francia de autorizar un tercer mandato, nos dio una explicación clara. Dijo que si bien acepta el tercer mandato para Ouattara, lo rechaza para Bielorrusia. Destacó que Francia condenó la situación en Bielorrusia y alentó activamente a la Unión Europea a hacer lo mismo.

    Le Drian explica que en Bielorrusia millones de personas protestaron, a diferencia de Costa de Marfil, donde no hubo manifestaciones masivas en las calles.

    Así aborda Francia las cuestiones africanas. Personalmente, no esperamos absolutamente nada de Francia. Queremos que deje de inmiscuirse en nuestros asuntos para que el pueblo de Senegal pueda ejercer su libertad de elección en lugar de dejarse influenciar por la selección de un candidato por parte de Francia utilizando tácticas que conocemos. Comenzamos apuntando a individuos, adornándolos con las Legiones de Honor o rangos nocturnos similares, inscribiéndolos en logias masónicas e informándoles que se preparen ya que serán los siguientes en la fila. Incluso la hipótesis de que Macky Sall podría no tener éxito, sabemos quién la está preparando Francia.

    Esto debe terminar. No volverá a suceder así. Seamos claros: no tenemos absolutamente nada contra el pueblo francés. En Francia, tanto la política como las voces ciudadanas se alzan para sostener y expresar el mismo discurso que les propongo actualmente. Por ejemplo, hablan diputados como la Sra. Frédérique Dumas, que habla regularmente en la tribuna de la Asamblea y que escribe regularmente al Ministro de Asuntos Exteriores, ya que es miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores, para denunciar este comportamiento desleal de Francia hacia África. de la misma manera que nosotros. Al igual que el Sr. Jean-Luc Mélenchon, Jean-Paul Lecoq, André Chassain, todos los diputados pronuncian el mismo discurso que nosotros, y cientos y cientos de otras voces, como otras organizaciones sin fines de lucro que realizan un trabajo notable en el mismo sentido.

    Instamos encarecidamente a Francia a que escuche las voces que le hablan sobre nuestro plan para una colaboración más justa y una asociación duradera entre África y Francia. Es crucial que trabajemos juntos por un futuro equitativo, justo y consciente del medio ambiente. Si ella escucha, creo que tendremos buenos días por delante en nuestra colaboración conjunta. Si no sabe cómo cortarlo, pensando que puede seguir funcionando como en la época de nuestros abuelos, esta juventud africana ya no lo acepta.

    Francia debe prepararse para una ruptura definitiva y retirarse completamente de África. África pertenece a los africanos, no a Francia. No pertenece a nadie más. Ni a China, ni a Estados Unidos, ni a nadie más.

    Fuente :

    #Senegal #BassirouFaye #Francia #Françafrique #Colonialismo #Neocolonialismo

  • La energía renovable al servicio del colonialismo

    Etriquetas : energía renovable, colonialismo, Sahara Occidental, Marruecos, extractivismo, fosfatos, pesca, agricultura,

    Una transición injustaEnergía, colonialismo y extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo, al igual que el colonialismo, tiene muchas formas y tamaños diferentes. En el caso del Sáhara Occidental, no sólo se manifiesta en la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. En la actualidad, el extractivismo en el Sáhara Occidental también se sustenta en proyectos de energías renovables, utilizados en parte para « maquillar de verde » la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.

    Las múltiples crisis ecológicas causadas por la actividad humana están vinculadas con otros problemas políticos, sociales y económicos que atraviesa el Norte de África y, al mismo tiempo los exacerban.1 En el Sáhara Occidental estas dificultades y crisis están determinadas por su condición de colonia. El presente informe intenta aportar a las conversaciones sobre una transición justa –es decir, una transición hacia «economías prósperas que brindan medios de subsistencia dignos, productivos y ecológicamente sostenibles; gobernanza democrática y resiliencia ecológica»– en el Sáhara Occidental.2 Aborda el modo en que funciona el extractivismo en la zona del Sáhara Occidental actualmente ocupada por Marruecos. Gran parte del análisis se centra en proyectos de energía renovable, debido a que a nivel internacional se felicita a Marruecos por su compromiso con la llamada «transición hacia una energía verde».3 El presente análisis es diferente. Intenta elevar las voces de la población saharaui originaria del Sáhara Occidental. Debido a que los desarrollos en materia de energía renovable menoscaban la autodeterminación del pueblo saharaui y exacerban las desigualdades (percibidas y reales) entre saharauis y marroquíes, esos desarrollos impiden una transición justa.

    A continuación, tras describir brevemente la historia del conflicto en el Sáhara Occidental, los autores identifican, en primer lugar, las formas de extractivismo en ese territorio ocupado del Sáhara Occidental y hacen un relevamiento de quiénes contribuyen a las industrias extractivas y lucran con ellas. Si bien el foco principal del informe son los desarrollos energéticos, también se arroja luz sobre formas de extractivismo conexas, como la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. La investigación sobre el extractivismo en el Sáhara Occidental se enmarca en conversaciones en profundidad con académicos y activistas acerca de la energía y el colonialismo a nivel mundial. El informe explica además por qué los desarrollos en materia de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental deberían considerarse formas de extractivismo.

    En segundo lugar, los autores sostienen que la energía producida (potencialmente) en el Sáhara Occidental contribuye a la diplomacia del régimen marroquí en el extranjero, perpetuando así su poder colonial en el territorio ocupado.

    Por último, el informe se pregunta cómo sería una transición justa saharaui. Los autores se inspiraron en los campamentos de refugiados saharauis y en el Gobierno en el exilio ubicado cerca de Tinduf, en Argelia. Allí se analiza una pequeña muestra de iniciativas saharauis para determinar cómo podrían relacionarse con una transición justa o influir en ella.

    Una breve historia sobre el conflicto del Sáhara Occidental

    La colonización española del Sáhara Occidental comenzó en 1884, después de la Conferencia de Berlín, en la que los Estados europeos se dividieron el territorio de África entre sí y el Sáhara Occidental pasó a ser propiedad de España. En un comienzo, la presencia española en el denominado «Sáhara español» se limitaba a la pesca en aguas costeras y el comercio con tribus saharauis. Sin embargo, el descubrimiento de fosfatos, petróleo y otros yacimientos minerales en la década de 1940 alentaron a España a ampliar su dominio sobre el territorio al ámbito político, social y económico.4

    A comienzos de la década de 1960 inició una nueva era de descolonización con la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960.5 El Sáhara español (Sáhara Occidental) se incluyó en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos que se descolonizarían en 1963. En ese entonces, surgieron movimientos masivos organizados a favor de la independencia saharaui; el primero de los cuales fue la Organización de Vanguardia por la Liberación del Sáhara, creado en 1968 por Mohamed Sidi Brahim Bassiri.6 Más tarde, después de que España desapareciera a Bassiri, un grupo de estudiantes y miembros de la Organización de Vanguardia creó el Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Polisario) en 1973. En ese mismo año, iniciaron una lucha armada contra los españoles.7

    Desde la independencia de Marruecos en 1956, y debido a sus ambiciones expansionistas, el régimen marroquí ha expresado su sueño de un «Gran Marruecos», que abarcaría el Sáhara Occidental, Mauritania y partes de Argelia y Malí.8 Por lo tanto, cuando España mencionó su plan de llevar a cabo un referéndum sobre la autodeterminación de los saharauis en 1974, Marruecos y Mauritania expresaron nuevamente sus propios argumentos a favor de la soberanía territorial respecto del Sáhara Occidental. La Corte Internacional de Justicia escuchó los argumentos de los dos Estados, que alegaban que antes de la colonización española, el Sáhara Occidental había pertenecido al territorio del Gran Marruecos y la Gran Mauritania. La Corte rechazó estas afirmaciones en una opinión consultiva y exhortó a que se aplicara la resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas, que reconoce la autodeterminación de los indígenas saharaui.9 Sin embargo, España firmó un acuerdo ilegal con Marruecos y Mauritania, mediante el cual se dividió el Sáhara Occidental entre los dos países africanos y se otorgó a España un 35 por ciento de las ganancias de las reservas de fosfato del territorio, además de acceso permanente a su pesca.10

    En octubre de 1975, Marruecos y Mauritania invadieron el Sáhara Occidental.11 Decenas de miles de saharauis huyeron y se refugiaron en campamentos en Argelia. Algunos fueron bombardeados con napalm en el trayecto.12 En 1976, el Frente Polisario, con sede en los campamentos, declaró la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el exilio. Esa sería la sede de la lucha armada del Frente Polisario contra Marruecos y Mauritania hasta que las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego en 1991, que se acordó sobre la base de la promesa de que se celebraría un referéndum de autodeterminación sobre la independencia de los saharauis. El referéndum nunca tuvo lugar y el proceso diplomático estuvo estancado hasta noviembre de 2020 (véase a continuación).

    Mauritania se retiró de la guerra en 1979, tras firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario. Marruecos sigue ocupando el Sáhara Occidental. La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió «encarecidamente a Marruecos que participe también en la dinámica de paz y ponga fin a la ocupación del Territorio del Sáhara Occidental».13 El Frente Polisario controla aproximadamente una cuarta parte del territorio del Sáhara Occidental, al este de la berma construida por Marruecos, que es considerada la «mayor barrera militar del mundo».14

    En la actualidad, alrededor de 180 000 saharauis viven de ayuda humanitaria internacional en campamentos de refugiados en Argelia, mientras que Marruecos sigue aplicando políticas de colonialismo de asentamiento en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Esas políticas abarcan desde la desaparición forzada y la tortura de presos de conciencia15 hasta el traslado de los colonos marroquíes al territorio (no hay datos fiables sobre la proporción exacta de colonos en relación con los indígenas saharauis, pero el consenso es que los primeros superan ampliamente en número a los últimos), además de la apropiación cultural.16

    El alto el fuego negociado por las Naciones Unidas entre el Frente Polisario y Marruecos, que comenzó en 1991, duró 29 años, pero finalizó el 13 de noviembre de 2020, tras un incidente violento. Civiles saharauis habían erigido una barricada en un hueco de la muralla militar cerca de la localidad de Guerguerat, en una zona de amortiguación desmilitarizada en la frontera con Mauritania. Abdelhay Larachi, un saharaui que ayudó a colocar la barricada, explicó: «queríamos cerrar el pase ilegal en Guerguerat […] [es] una entrada por la cual Marruecos envía los recursos naturales que saquea a Mauritania y a otros países».17 Marruecos disparó a los manifestantes en el lugar y el Frente Polisario, declarando el quiebre del cese del fuego, disparó en respuesta.

    No es casualidad que la nueva guerra fuera provocada por el bloqueo saharaui del denominado «corredor del saqueo» en Guerguerat (mediante el cual se trasladan hortalizas del territorio ocupado para enviar al puerto de Nouadhibou, desde donde se exportan al resto del mundo). El extractivismo es una de las causas principales del conflicto y el colonialismo en el Sáhara Occidental.

    Extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo es un modo de acumulación capitalista mediante el cual algunas regiones, generalmente del Norte global, extraen recursos naturales de otras regiones, principalmente para su exportación. El extractivismo ha caracterizado la relación de Europa con las Américas, África y Asia desde la época de la conquista y la colonización.19 Hoy en día, el extractivismo en el Norte de África continúa en la forma de neocolonialismo.20 Se extraen recursos desde petróleo y gas hasta menas preciosas, productos pesqueros y agrícolas.21 El turismo y la apropiación cultural también se consideran en general formas de extracción neocolonial, en el sentido de que se explotan recursos del Sur global o indígenas, como recursos intelectuales o artísticos, para el beneficio de las poblaciones del Norte global.22

    En los últimos años ha quedado cada vez más claro que los proyectos de energía renovable también pueden perpetuar o reforzar el extractivismo. Por ejemplo, activistas locales consideraron que la fallida Iniciativa Industrial Desertec, que intentaba satisfacer alrededor del 20 por ciento de la demanda energética de Europa para 2050 mediante la construcción de parques solares y eólicos en Oriente Medio y el Norte de África, era un emprendimiento capitalista neocolonial. Desertec planteó preocupaciones sobre el posible saqueo de los ya escasos recursos hídricos, la exportación de energía a Europa sin satisfacer las necesidades energéticas locales y el lenguaje colonial utilizado para describir el desierto del Sáhara. La iniciativa finalmente fracasó por motivos financieros.23 De modo similar, sobre la base de investigación en comunidades indígenas de México, Alexander Dunlap describe los desarrollos de energía renovable a escala industrial como «combustibles fósiles+», debido a que esos proyectos empresariales de gran escala renuevan y amplían el orden explotador, capitalista y colonial de la industria de los combustibles fósiles.24 Los desarrollos de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental pueden considerarse extractivistas debido a que perpetúan modos de acumulación capitalista y utilizan recursos en formas que no reconocen los derechos humanos de las comunidades locales ni las benefician.

    Además de un parque eólico privado que suministra electricidad a una fábrica de cemento, los proyectos de energía eólica en el territorio ocupado del Sáhara Occidental son parte de la cartera de la empresa de energía eólica Nareva, que pertenece a la empresa de la monarquía marroquí, Al Mada.25 Nareva ha trabajado en asociación con la multinacional alemana de energía Siemens (y, posteriormente, con su filial española Siemens Gamesa) en todos los parques eólicos que ha desarrollado en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. El parque de Aftissat de 200 MW genera electricidad para clientes industriales, entre ellos la empresa estatal marroquí Office Chérifien des Phosphates (OCP).26 El parque eólico de Fum el Uad, de 50 MW, suministra el 95 por ciento de la energía necesaria para el funcionamiento de la mina de fosfato de OCP en Bucraa.27 Está prevista la construcción de más parques eólicos en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, que tendrán una capacidad combinada de más de 1000 MW. También hay planes de ampliar dos parques solares en el territorio y de construir un tercero. Además, se están realizando estudios sobre el potencial geotérmico del territorio ocupado.28

    Si bien este artículo se centra en proyectos de energía renovable, es necesario enmarcar esos proyectos en el contexto más amplio del extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Los fosfatos de la mina de Bucraa –para cuya extracción se secan pozos subterráneos preciados– se transportan a todo el mundo para utilizar en fertilizantes para la agricultura.29 Invernaderos de tamaño industrial producen hortalizas para el mercado de la Unión Europea (UE).30 Los ricos recursos pesqueros del Sáhara Occidental también son explotados por arrastreros de varios países y regiones, especialmente de la UE y Rusia, mediante prácticas no sostenibles para el medio ambiente.31 A nivel local, se han otorgado varios permisos de pesca a personalidades de alto perfil del makhzen marroquí (la élite en el poder).32

    Muchos juristas cuestionan la legalidad de esas actividades, dado que no se puede explotar legalmente los recursos de un territorio ocupado sin el consentimiento de su población.33 En este sentido, el Gobierno de la RASD y grupos de solidaridad con la población saharaui han entablado demandas ante varios tribunales internacionales.34

    Ocupación energética: de qué modo la energía contribuye a la diplomacia del régimen marroquí

    Los proyectos energéticos son utilizados para crear nuevas formas de dependencia de energía fuera de Marruecos. Esa energía es parcialmente suministrada por el Sáhara Occidental, lo cual genera un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación. El Sáhara Occidental está conectado a la red eléctrica de Marruecos a través de una interconexión en su capital, El Aaiún. Se está creando una interconexión de 400 kilovoltios (kV) entre El Aaiún y Dajla, una ciudad en el sur del Sáhara Occidental.35 Marruecos aspira a conectar su red a la de Mauritania a través de Dajla, con el objetivo de exportar energía al mercado de África Occidental.36 De modo similar, en las negociaciones de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP22) celebradas en Marrakech en 2016, Marruecos firmó un plan para exportar energía al mercado interior europeo.37 Estos planes y acuerdos representan fuertes obstáculos adicionales a la autodeterminación del pueblo saharaui. Si se establecen estas interconexiones, Marruecos podría crear una dependencia parcial de Europa y África Occidental respecto de la energía generada en el Sáhara Occidental.

    El régimen marroquí también utiliza la promesa de la energía para aumentar su «poder blando» (es decir, el poder de persuadir o coercionar a otros Estados para que lleven a cabo determinadas políticas o medidas) en el continente.38 Por ejemplo, el gasoducto de Nigeria y Marruecos (NMGP) es un proyecto en tierra y mar que procura suministrar gas de Nigeria a África Occidental y el Norte de África, y que podría abastecer a Europa. El NMGP es un proyecto de energía de grandes dimensiones, con enormes repercusiones políticas: si bien el régimen nigeriano tradicionalmente ha sido un fuerte defensor del Frente Polisario, el país ha suavizado su postura diplomática sobre el conflicto del Sáhara Occidental debido a este proyecto.39 Ello puede interpretarse como una forma de diplomacia energética: Marruecos hace que actores poderosos sean cómplices en la ocupación y crea alianzas para su proyecto colonial a través de sus desarrollos de sistemas energéticos.

    También se pueden analizar los proyectos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental desde la perspectiva del lavado verde. El «lavado verde» consiste en promover un producto, política o acción de manera engañosa como respetuosos del medio ambiente. Marruecos cultiva una imagen de «líder africano en el desarrollo de energía renovable».40 Ello implica un lavado verde de su ocupación del Sáhara Occidental. El impacto ambiental del gran despliegue militar, del muro que separa el país, de la explotación de fosfato y el secado de pozos de agua dulce para regar invernaderos de tamaño industrial se ocultan detrás de la imagen «verde» que el régimen marroquí se ha empeñado en promover.

    Los proyectos de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental promueven una falsa «soberanía» energética para Marruecos (falsa porque Marruecos no es el poder soberano del Sáhara Occidental), dado que le otorgan «independencia energética» de otros países de la región, mediante la expropiación de los recursos del Sáhara Occidental. En el último trimestre de 2021, Marruecos estaba intentando acelerar el proyecto del NMGP, debido a que Argelia se negó a seguir cooperando con el país, tras haber cortado relaciones diplomáticas con el reino, en gran parte debido al conflicto en el Sáhara Occidental.41 De hecho, en un contexto en el cual el reino produce un volumen insignificante de su propio petróleo y gas, los planes de energía renovable de Marruecos apuntan a que el país deje de depender de la importación de energía del extranjero. El Western Sahara Resource Watch (WSRW) informa que «la energía eólica producida en el territorio ocupado del Sáhara Occidental podría constituir el 47,2 por ciento de la capacidad eólica total de Marruecos de aquí a 2030. En ese mismo año, la proporción de energía solar generada en el territorio podría ser de entre 9,70 por ciento y 32,64 por ciento de la capacidad solar total de Marruecos, o incluso más elevada.42 Por lo tanto, Marruecos está intentando solucionar sus problemas de suministro de energía mediante la explotación colonial de los recursos del Sáhara Occidental.

    Opresión energética: perspectivas saharauis del sistema de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    Los autores reunieron datos sobre los puntos de vista de los saharaui respecto del sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental mediante la observación de participantes (2015), dos grupos de debate (2019) y 20 entrevistas en profundidad semiestructuradas (2019-2020). Los participantes de la investigación, cuyos nombres se han cambiado, eran saharauis que vivían en el territorio ocupado de El Aaiún o Bojador, que se identificaban como no activistas o activistas de bajo perfil (en relación con temas de independencia, medio ambiente y derechos humanos).43 Por «sistema energético» nos referimos a los desarrollos, la infraestructura, la transmisión, el uso y los imaginarios de energía (es decir, el entendimiento de la energía y los significados que se adjudican a la energía en una comunidad determinada). Ello abarca tanto sistemas basados en combustibles fósiles como fuentes de energía renovable.

    Los entrevistados describieron cortes de luz «frecuentes» y dieron varias explicaciones sobre las causas. Dadi dijo: «[un apagón] ocurre por motivos políticos, por ejemplo debido a las manifestaciones nocturnas». De modo similar, Hartan explicó: «cuando los detenidos políticos saharaui regresan a su territorio, las autoridades de la ocupación marroquíes cortan [la electricidad] a propósito para arruinar el evento […] Fui testigo del sufrimiento de activistas por los medios de comunicación cuando estábamos atrapados durante las manifestaciones populares que coincidieron con la visita del enviado de las Naciones Unidas Christopher Ross al territorio ocupado de El Aaiún […] Me percaté de que las baterías de sus cámaras se habían agotado, por lo que no pudieron registrar las violaciones». Mahmoud informó: «[los proveedores de energía] sostienen que los [cortes de electricidad] se deben a problemas en la red, pero sabemos que a veces cortan la electricidad a propósito cuando quieren ingresar cosas secretas a la ciudad o cuando los jóvenes salen a protestar». Con respecto a las «cosas secretas» que mencionó Mahmoud, Fadel sostuvo: «a veces cortan [la electricidad] si trasladan más soldados y armas del aeropuerto al desierto, a la berma. No quieren que la población o los activistas sepan cuántas armas, tanques y soldados están ingresando».44

    ¿Quiénes son «ellos» a los que se refiere Fadel? ¿Se trata de los proveedores de energía y del Estado marroquí? ¿O solamente de este último? La necesidad de formular esta pregunta pone de manifiesto que los participantes de la investigación confunden a unos con otros. Esa confusión es común en los contextos neocoloniales y tiene amplias repercusiones en el modo en que los ciudadanos perciben a los Estados. Como sostiene Idalina Baptista, cuando los proveedores de servicios son asociados estrechamente con el Estado, la relación entre el proveedor y el cliente pasa a entenderse como un reflejo de la relación entre el Estado y la sociedad.45 De modo similar, Charlotte Lemanski sostiene que el acceso de la población a la infraestructura pública marca su identidad como ciudadanos y su relación con el Estado.46 En el Sáhara Occidental, las experiencias de los participantes de la investigación en relación con los sistemas energéticos profundizó el antagonismo que sentían hacia el Estado marroquí.

    Los entrevistados consideraron que los distritos con mayor proporción de personas de origen étnico saharaui, como el distrito de Maatalla en la ciudad de El Aaiún, tendían a sufrir más cortes de luz. Algunos participantes también destacaron que ocurría lo mismo con el agua corriente. Por ejemplo, Ali, de 31 años de edad, nos contó: «Estos cortes de luz son habituales en Maatalla y otros barrios saharauis, pero los colonos pueden bañarse sin problemas».47 Consideraba que la infraestructura –tanto hídrica como eléctrica, en este caso– era una herramienta utilizada por los colonizadores para diferenciar a los colonos de los nativos. Al igual que en situaciones coloniales, la infraestructura energética histórica y real está al servicio de la segregación étnica.48 Además, se deberían tener en cuenta las dimensiones de género de los cortes de electricidad. En la sociedad saharaui, la carga (o el placer) del cuidado de los hijos y del hogar recae en forma desproporcionada en las mujeres y niñas. Por lo tanto, el impacto de los cortes de luz en el hogar tiene dimensiones de género. En palabras de Mahmoud, «como nómada [un corte de electricidad] no me afecta. Estoy acostumbrado. Pero a veces realmente necesitamos la electricidad, especialmente mi esposa y mis hijos».49

    Todos los participantes de la investigación que estaban conectados a la red consideraron que sus facturas de electricidad eran «costosas» y en la mayoría de los casos el gasto les provocaba mucha ansiedad. Salka dijo a los autores que gastó más de la mitad de sus ingresos mensuales para pagar la cuenta de electricidad.50 Los participantes de la investigación también informaron que varias familias, especialmente en los asentamientos del este de El Aaiún, no tenían electricidad. Vale la pena citar las palabras de Zrug, ya que ponen de manifiesto el sentimiento de injusticia vinculado con el elevado costo de la energía, la importancia de la soberanía popular respecto de los recursos energéticos y la cuestión política más amplia de la explotación de los recursos naturales:

    «Es 2019 y en unos días será 2020. Sé que hay muchas personas que no tienen electricidad en sus hogares. Muchas empresas han iniciado grandes proyectos de energía y, no muy lejos de esos proyectos, la población de El Aaiún vive sin electricidad […] Hubo una protesta en el barrio de Al Matar sobre los cortes de agua y electricidad […] Los parques eólicos, etcétera, están empobreciendo a los pobres y enriqueciendo a los ricos. Se está exportando energía verde del Sáhara Occidental a otras partes de África y del mundo. Aunque esta actividad es ilegal porque la realiza la ocupación marroquí, me siento orgulloso ya que muchas personas de otras partes podrán utilizar la electricidad para alumbrarse y para otras actividades. Necesitan la electricidad al igual que yo. Estoy de acuerdo en que las personas tengan beneficios en todas partes y puedo sacrificar mis derechos por ellos para producir luz para las personas pobres, pero con una condición: debe ser gratuita, no debe venderse».51

    Varios participantes afirmaron que los proveedores de energía les habían cobrado de más. Por ejemplo, Mahmoud afirmó: «en ocasiones nos envían facturas con montos equivocados. En nuestro hogar no tenemos muchos artefactos eléctricos, de modo que sabemos cuánta energía utilizamos». Esa desconfianza expresada por los participantes de la investigación respecto de los proveedores también está presente en su percepción de quienes gestionan y son propietarios de la energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Nguia consideró que los productores de energía eran «empresas extranjeras inhumanas». Afirmó: «el poder de la ocupación está permitiendo a otros países invertir aquí para que reconozcan la soberanía marroquí respecto del Sáhara Occidental». Dadi comentó: «estas empresas contribuyen a la colonización marroquí y apoyan su presencia en forma permanente». Salka informó que «la ocupación marroquí y las empresas extranjeras se quedan con todas las ganancias».52

    Todos los entrevistados expresaron su deseo de seguir protestando contra los proyectos de energía, pero algunos tenían mucho miedo de llevarlo a cabo. Quienes participaron en las protestas contra los proyectos de energía informaron que fueron golpeados por la policía o sufrieron alguna otra forma de represalia, como la pérdida de sus beneficios de seguridad social o despidos, amenazas contra familiares y prohibición de viajar. A pesar de que organizaciones no gubernamentales lideradas por saharauis tienen prohibido registrarse en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, hay dos ONG saharauis no registradas que han centrado su labor en realizar campañas contra la explotación de los recursos naturales del territorio, incluido el ámbito de la energía. Una de ellas es la Liga Saharaui por los Derechos Humanos y los Recursos Naturales, dirigida por Sultana Khaya; la otra es el Comité de Protección de los Recursos Naturales del Sáhara Occidental (CSPRON), cuyo presidente es Sidahmed Lemjeyid. Ambos han sufrido violaciones graves de los derechos humanos por parte del Estado marroquí como consecuencia de su trabajo: Lemjeyid actualmente cumple cadena perpetua en una cárcel marroquí,53 mientras que Khaya está bajo arresto domiciliario, tras haber perdido un ojo como consecuencia de tortura policial.54 La policía recientemente intentó violarla; violaron a su hermana en el hogar de la familia de Khaya, en represalia contra el activismo de Sultana.55 Ello ocurre en medio de un patrón más amplio y arraigado de repercusiones de género contra activistas saharauis: el Estado marroquí ha utilizado formas de tortura con motivaciones de género contra presas políticas saharaui desde 1975, como el abuso sexual, la humillación sexual y obligar a las presas a mantener relaciones sexuales entre sí.56 Por lo tanto, el sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental está claramente vinculado a violaciones graves de los derechos humanos por motivo de género.

    ¿Cómo sería una «transición justa» liderada por la población saharaui? Inspiración y preguntas de los campamentos

    En los debates de alto perfil sobre el futuro de los sistemas energéticos a menudo no se invita a participar a voces indígenas.57 En esta sección, los autores desean destacar algunas iniciativas saharauis que arrojan luz sobre lo que podría ser una transición justa saharaui. Ellas incluyen la hidroponia de baja tecnología para la producción de alimentos sostenibles, la construcción de viviendas a partir de plástico reciclado y planes para el suministro de energía renovable en localidades de un Sáhara Occidental libre. No obstante, debemos ser conscientes de que esos casos de «buenas prácticas» de los campamentos no son, en sí mismos, una garantía de que, si se produjera una descolonización, el Gobierno llevaría a cabo una transición verdaderamente justa en un Sáhara Occidental independiente. Aunque, como hemos visto en la sección anterior, la autodeterminación es una condición necesaria para una transición justa saharaui, no es una condición suficiente para garantizarla. En esta sección los autores también desean destacar las cuestiones que deberían abordarse en un Sáhara Occidental independiente para asegurar una transición del extractivismo hacia un sistema justo, equitativo y regenerativo.

    El ingeniero Taleb Brahim ha desarrollado hidroponia de baja tecnología para que ciudadanos refugiados cultiven hortalizas y pienso para sus animales. La hidroponia es un tipo de horticultura en la cual se cultivan plantas sin utilizar tierra. De «baja tecnología» se refiere a tecnologías que, según Brahim, son accesibles y asequibles para ciudadanos refugiados. Este método es diseñado para que sea accesible para todas las personas, de modo que hasta las familias más pobres pueden acceder a alimentos autoproducidos, saludables y nutritivos. Las unidades hidropónicas reciclan agua y utilizan fertilizantes naturales. Como señala Brahim: «si insistes en que los plaguicidas y los fertilizantes artificiales son necesarios para la agricultura, entonces dependerás de las multinacionales». Brahim explicó que se inspira en la ética de «la sostenibilidad, la autosuficiencia y la independencia para los saharauis». Cree que es la primera persona en el mundo que ha desarrollado hidroponia de baja tecnología en condiciones consideradas «extremas» en cuanto al clima y la disponibilidad de recursos. El Programa Mundial de Alimentos ahora está poniendo a prueba su modelo en varios países con poblaciones de refugiados y 1 200 saharauis en campamentos han recibido la formación necesaria para reproducir su innovación.58

    El ingeniero Tateh Lehbib ha creado un nuevo método de construcción que genera temperaturas más bajas en las viviendas y una mayor resistencia a vientos e inundaciones (las viviendas tradicionales son construidas con adobe, que se desmorona con la lluvia). Su método se basa en la utilización de materiales baratos –botellas de agua recicladas– y es fácil de reproducir. La cúpula cóncava de estas viviendas mantiene más baja la temperatura interior que las viviendas cuadradas tradicionales. Los refugiados especialmente vulnerables, como las personas mayores y las personas con problemas de salud, han sido los primeros en beneficiarse del nuevo tipo de vivienda de Lehbib.59

    Aunque Brahim y Lehbib han liderado innovaciones que permiten vivir de forma más sostenible, cómoda y saludable en los campamentos, otros ciudadanos refugiados reflexionan sobre el futuro de la zona controlada por el Frente Polisario en el Sáhara Occidental. El arquitecto e ingeniero Hartan Mohammed Salem Bechri diseñó una ciudad sostenible del futuro o, como la denomina, un «hábitat sostenible permanente» para los seres humanos y sus compañeros no humanos (camellos y cabras), teniendo en cuenta la zona controlada por el Frente Polisario. Su diseño incluye zonas donde vivirían los ciudadanos sedentarios, al igual que zonas con servicios para los nómadas que visitan y los animales. La ciudad funcionaría totalmente a partir de energía renovable.60

    Las innovaciones de Bechri, Lehbib y Brahim están relacionadas de varias maneras con una transición justa. Para una transición justa se necesita la redistribución igualitaria de los recursos.61 Las innovaciones de Lehbib y Brahim ponen de manifiesto la preocupación respecto de la asequibilidad y la autosuficiencia. Los dos ingenieros han desarrollado formas de asegurar que las familias más pobres tengan acceso a refugio y alimentos saludables, sin tener que depender de la materia prima de las multinacionales. Sus innovaciones procuran ser sostenibles desde el punto de vista económico (para las propias familias) y ambiental. Los diseños de Lehbib, aunque aún están en etapa de planificación, tienen en cuenta más que los seres humanos como parte de su visión de un futuro saharaui en un Sáhara Occidental independiente. La mayoría de los marcos para una transición justa hacen hincapié en la importancia de cuidar «la naturaleza más allá de los seres humanos», así como las comunidades humanas. En el caso saharaui, ello está en consonancia con las tradiciones nómadas. Las prácticas saharauis tradicionales conscientes del medio ambiente y la ecología se remontan al menos al siglo XVIII62 y también hay registros de la importancia tradicional y el cuidado de los camellos.63 La contribución determinada a nivel nacional de la RASD al Acuerdo de Clima de París ilustra la intención del Gobierno de aportar a conversaciones mundiales más amplias para abordar la crisis climática y mantener estas prácticas tradicionales cuidadosas de la ecología.64

    En lo más inmediato, el Departamento de Energía de la RASD tiene planes de instaurar energía renovable en la zona del Sáhara Occidental bajo su control. Ello incentivaría el regreso de los refugiados a esa zona. El departamento ha realizado un estudio exploratorio y está buscando financiación para poner a prueba algunas recomendaciones del estudio, que calcula la energía solar y eólica que será necesaria para suministrar electricidad para infraestructura pública esencial, como hospitales, y hace un relevamiento de la infraestructura existente, como los pozos comunales, que actualmente funcionan con turbinas eólicas, utilizadas por la población nómada. El estudio también analiza opciones de energía para uso residencial. El ingeniero eléctrico y coautor del estudio exploratorio Daddy Mohammed Ali, junto con su equipo, ha contemplado la opción de grandes parques solares. Sin embargo, se pregunta si un modelo de ese tipo se podría adaptar lo suficiente a los estilos de vida nómadas. Por lo tanto, el equipo consideró la posibilidad de suministrar a cada familia saharaui su propia tecnología solar independiente y portátil. Mohammad Ali explica: «Las familias en la zona liberada suelen viajar, por lo que es conveniente que tengan su panel independiente, que puedan transportarlo y que incluso tengan su propia red independiente».65 Esa preocupación de mantener estilos de vida no sedentarios sería una parte fundamental de una transición justa saharaui, que asegure espacios inclusivos para las prácticas nómadas.

    Los planes recientes de un futuro renovable trazados por el Departamento de Energía del Gobierno de la RASD se alejan drásticamente de planes anteriores de la Autoridad de Petróleo y Minas. Mediante llamados a la solicitud de licencias en 2005, la RASD firmó acuerdos de garantías con cuatro empresas internacionales para la concesión de derechos de exploración en el Sáhara Occidental cuando la región sea independiente.66 La Autoridad de Petróleo y Minas afirma que realizó amplias consultas a la sociedad civil antes de lanzar los llamados para la concesión de licencias.67 Sin embargo, una investigación de jóvenes activistas saharauis concluyó que algunos grupos de la sociedad civil apoyaban los acuerdos (porque cuestionaban los esfuerzos de Marruecos de explotar petróleo) y otros criticaban los planes sobre la base de que la energía solar era preferible por motivos ambientales.68 Esto plantea la cuestión de la soberanía popular –integral en toda transición justa– y cómo se adoptarían las decisiones sobre energía en un Sáhara Occidental libre. ¿Se explotaría el petróleo a pesar de la crisis climática y su impacto desproporcionado en las comunidades que viven en climas cálidos, como los saharauis? ¿Se nacionalizarían los parques eólicos y solares en el territorio ocupado del Sáhara Occidental? Para lograr una transición justa y poner fin a la extracción de combustibles fósiles se necesita un proceso de adopción de decisiones democrático y participativo y el beneficio igualitario de los recursos energéticos.

    Por otro lado, hay aspectos reconfortantes en la política energética actual del Gobierno de la RASD en los campamentos. Por ejemplo, cuando surgieron oportunidades limitadas para disponer de electricidad a partir de energía solar en los campamentos a finales de la década de 1980 (en gran medida a través de financiación de ONG suizas y españolas), el Gobierno priorizó a tres instituciones públicas en la electrificación: hospitales y farmacias, escuelas primarias y centros de educación y formación de mujeres.69 Sin duda, esa priorización refleja el compromiso de la RASD con la igualdad de género.70 Como han sostenido los autores en la sección anterior, el modelo energético vigente en el territorio ocupado del Sáhara Occidental ha afectado en forma desproporcionada a mujeres y niñas, debido a los frecuentes cortes de luz y la opresión por motivo de género de quienes se oponen al modelo energético extractivista. Una transición justa saharaui debe ser feminista.71

    Conclusión

    El sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental conecta físicamente a Marruecos y el Sáhara Occidental mediante líneas de transmisión y cables. Además de brindar a Marruecos la oportunidad de lavar la imagen de la ocupación, los desarrollos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental le otorgan una falsa «soberanía» energética, lo cual disminuye su dependencia energética de países vecinos, como Argelia. Además, estos desarrollos se utilizan para crear nuevas formas de dependencia fuera de Marruecos de energía que proviene, al menos parcialmente, del Sáhara Occidental. Estos desarrollos energéticos sin duda generan un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación.

    Para los saharauis, el sistema energético vigente en el Sáhara Occidental es una herramienta opresiva y colonial. Para los saharauis que viven en el territorio ocupado, la justicia energética está inextricablemente ligada a la independencia y la descolonización. Ese es también el caso de los saharauis que viven en el Estado en el exilio y los campamentos de refugiados en Argelia, donde se han puesto a prueba innovaciones basadas en la sostenibilidad, la autosuficiencia y la autodeterminación. No obstante, persisten preguntas sobre la política energética en un Sáhara Occidental libre e independiente. Mientras que poner fin a la ocupación marroquí y la descolonización total es fundamental para una transición justa saharaui, la capacidad del Gobierno de la RASD de asegurar la soberanía popular respecto de los recursos energéticos del Sáhara Occidental también será fundamental.

    Acerca de los autores

    Joanna Allan es catedrática del departamento de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Northumbria. También es activista de Western Sahara Campaign Reino Unido y de Western Sahara Resource Watch.

    Mahmoud Lemaadel es investigador independiente y activista de los medios de comunicación. Es cofundador de la plataforma de medios locales y derechos humanos Nushatta Foundation for Media and Human Rights, ubicada en el territorio del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y los campamentos de refugiados saharauis en el suroeste de Argelia.

    Hamza Lakhal es estudiante de doctorado en Antropología por la Universidad de Durham. Es poeta saharaui y activista por la independencia del Sáhara Occidental.

    Créditos

    Corrección de estilo: Rosanna Peveroni

    Notes and sources

    1. Basem Aly. (10 de enero de 2019) ‘5 key security challenges for North Africa in 2019’. Africa Portalhttps://www.africaportal.org/features/5-key-security-challenges-north-africa-2019/# (consultado el 28 de septiembre de 2021).
    2. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    3. Véase, por ejemplo, un artículo recientemente publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que caracteriza a Marruecos como «pionero» en la transición a la energía verde: IRENA (2021) ‘Morocco and IRENA partner to boost renewables and green hydrogen development’. https://www.irena.org/newsroom/pressreleases/2021/Jun/Morocco-and-IRENA-Partner-to-Boost-Renewables-and-Green-Hydrogen-Development [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    4. Para más información sobre la historia de explotación española de recursos en el Sáhara Occidental, véase Martínez-Milán, J. (2017) ‘La larga puesta en escena de los fosfatos del Sahara Occidental, 1947-1969’, Revista de Historia Industrial 26 (69): 177-205.
    5. Asamblea General de las Naciones Unidas, Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, 14 de diciembre de 1960, A/RES/1514(XV) https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/156/42/PDF/NR015642.pdf?OpenElement [consultado el 28 de septiembre de 2021].
    6. Tony Hodges. (1983) ‘The origins of Saharawi nationalism’, Third World Quarterly 5: 28-57. pág. 49.
    7. Para más información sobre la historia del nacionalismo saharaui, véase San Martín, P. (2010) Western Sahara: The refugee nation. Cardiff: University of Wales Press.
    8. San Martín (2010) Western Sahara. p. 66.
    9. Corte Internacional de Justicia (1975) Sáhara Occidental: Opinión consultiva de 16 de octubre de 1975. Disponible en inglés y francés en: https://www.icj-cij.org/en/case/61 [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    10. Para más información sobre el Acuerdo Tripartito, véase el capítulo 1 de Zunes, S. y Mundy, J. (2010) Western Sahara: War, nationalism and conflict irresolution. Nueva York: Syracuse University Press.
    11. La denominada «Marcha Verde» de Hassan II, en la cual 350.000 ciudadanos marroquíes descendieron en el Sáhara español armados únicamente con ejemplares del Corán, suele describirse como «pacífica». No obstante, soldados marroquíes habían cruzado hacia el Sáhara español desde el verano anterior y en octubre de 1975 Marruecos había lanzado una «invasión militar total, en la que participaron varios miles de soldados» (San Martín 2010: 104). Como observan Stephen Zunes y Jacob Munday, varios grupos conocidos de derechos humanos publicaron crónicas detalladas de los fuertes ataques contra poblaciones civiles y las violaciones sistemáticas de los Convenios de Ginebra y el derecho de la guerra (Zunes y Mundy 2010: 114).
    12. La fuerza aérea marroquí bombardeó campamentos de refugiados civiles en Guelta Zemmour y Um Draiga (ambos en el Sáhara Occidental) en febrero de 1976 y utilizó napalm en cuatro ocasiones de las que se tiene conocimiento (Zunes y Munday 2010: 114).
    13. Véase Asamblea General de las Naciones Unidas, Cuestión del Sáhara Occidental, 21 de noviembre de 1979, A/RES/34/37. https://digitallibrary.un.org/record/10608/files/A_RES_34_37-ES.pdf?ln=es [consultado el 29 de septiembre de 2021]. La gran mayoría de juristas que trabajan en el caso del Sáhara Occidental también consideran que Marruecos es una «potencia ocupante». Véase Allan, J. y Ojeda, R. (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara: new research directions’, Journal of North African Studies. págs. 4-13. https://tinyurl.com/y2x257u5 [consultado el 24 de septiembre de 2021].
    14. Geoffrey Jensen y Lovelace, D. C. (2013) War and Insurgency in the Western Sahara. Strategic Studies Institute and U.S. Army War College. pág. 10.
    15. Véase especialmente Amnistía Internacional (1996) ‘Human rights violations in Western Sahara’, MDE/29/04/96. https://www.amnesty.org/en/documents/MDE29/004/1996/en/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    16. Robert F. Kennedy Human Rights, Collective of Sahrawi Human Rights Defenders, et al. (2015) ‘Report on the Kingdom of Morocco’s violations of the International Covenant on Economic Social and Cultural Rights in the Western Sahara’. https://tinyurl.com/2p8ye556 [consultado en octubre de 2021].
    17. Entrevista telefónica con Abdelhay Larachi, 19 de noviembre de 2020.
    18. Alberto Acosta. (2013) ‘Extractivism and neoextractivism: two sides of the same curse’, en M. Lang y D. Mokrani (eds.) Beyond Development: Alternative visions from Latin America. Quito y Ámsterdam: Rosa Luxemburg Foundation y Transnational Institute. pág. 62.
    19. Ibíd. pág. 62.
    20. Hamza Hamouchene. (2019). ‘Extractivism and resistance in North Africa’. Ámsterdam: Transnational Institute.
    21. Ibíd. pág. 4.
    22. Sobre turismo, véase Hamouchene (2019: 4). Sobre apropiación cultural, véase Juhn, S. y Ratté, E. (2018) ‘Intellectual extractivism: The dispossession of Maya weaving’. Intercontinental Cryhttps://intercontinentalcry.org/intellectual-extractivism-the-dispossession-of-maya-weaving/
    23. Hamouchene. (2015) ‘Desertec: The renewable energy grab?’ New Internationalisthttps://newint.org/features/2015/03/01/desertec-long [consultado el 21 de septiembre de 2021].
    24. Alexander Dunlap. (2019) Renewing Destruction: Wind energy development, conflict, and resistance in a Latin American context. Londres: Rowman y Littlefield.
    25. Para más información sobre los vínculos entre la familia real marroquí y los proyectos de energía en el Sáhara Occidental, véase WSRW (2021) ‘Greenwashing the occupation: How Morocco’s renewable energy projects in Western Sahara prolong the conflict over the last colony in Africa’. Bruselas: WSRW. pág. 25. https://tinyurl.com/26nt63kp [consultado el 12 de octubre de 2021].
    26. WSRW (2020) ‘Dirty green energy on occupied land’. https://wsrw.org/en/news/renewable-energy [consultado el 22 de septiembre de 2021].
    27. Ibíd.
    28. Ibíd. WSRW, Greenwashing Occupation [consultado el 12 de octubre de 2021].
    29. WSRW (2021) ‘P for plunder: Morocco’s exports of phosphates from occupied Western Sahara’. Bruselas: WSRW. https://tinyurl.com/yckpt8by [consultado el 23 septiembre de 2021].
    30. WSRW (2012) ‘Label and liability’. Stockholm: WSRW y Emmaus Stockholm. https://wsrw.org/files/dated/2012-06-17/wsrw_labelliability_2012.pdf [consultado el 23 de septiembre de 2021].
    31. Saharawi Campaign against the Plunder (SCAP) (2013) ‘Saharawis: Poor people in a rich country’. Tindouf: SCAP. http://www.hlrn.org/img/documents/snrw_report_eng2013.pdf [consultado el 23 de septiembre de 2021].
    32. Observatorio de Derechos Humanos y Empresas en el Mediterráneo (ODHE) (2019) ‘Los tentáculos de la ocupación’. Barcelona: ODHE. http://www.odhe.cat/es/los-tentaculos-de-la-ocupacion/ [Consultado el 23 de septiembre de 2021].
    33. Véase la sección jurídica en Allan y Ojeda (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara’.
    34. Allan y Ojeda García (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara’.
    35. Neimat Khatib et al. (2018) ‘Country Profile: Morocco 2018’. Renewable Energy Solutions for the Mediterranean and Africa. pág. 4. https://tinyurl.com/3mynh655 (consultado el 4 de octubre de 2021).
    36. Office National de l’Electricité et de l’Eau Potable (2016) ‘ONEE au Maroc et en Afrique: Activité électricité’. http://www.one.org.ma/FR/pdf/Brochure_ONEE_Africa_VF_COP22_V2.pdf (consultado el 4 de octubre de 2021). 
    37. Comisión Europea. Declaración Conjunta sobre el Establecimiento de una Hoja de Ruta para un Comercio de Electricidad Renovable entre Marruecos y el Mercado Interior Europeohttps://ec.europa.eu/energy/sites/ener/files/documents/2016_11_13_set_roadmap_joint_declaration-vf.pdf (consultado el 2 de noviembre de 2021).
    38. Amine Bennis. (2019) ‘Morocco’s contemporary diplomacy as a middle power’, Journal of International Affairs. https://jia.sipa.columbia.edu/online-articles/moroccos-contemporary-diplomacy-middle-power (consultado el 4 de octubre de 2021); North Africa Post (2019) ‘Morocco reaps diplomatic gains of soft power in Africa’. https://northafricapost.com/29771-morocco-reaps-diplomatic-gains-of-soft-power-in-africa.html (consultado el 4 de octubre de 2021).
    39. North Africa Post (2019) ‘Morocco reaps diplomatic gains of soft power in Africa’.
    40. Boris Ngounou. (20 de diciembre de 2018) ‘Morocco: Sharing experience in renewable energy with Africa’. Afrik 21. https://tinyurl. com/yckpdjpn (consultado el 4 de octubre de 2021).
    41. Ediallo, P. (5 de septiembre de 2021). ‘Morocco-Algeria dispute: a challenge for the kingdom’s energy supply’. Africa Logistics Magazinehttps://www.africalogisticsmagazine.com/?q=en/content/morocco-algeria-dispute-challenge-kingdoms-gas-supply [consultado el 4 de octubre de 2021]; Zoubir, Y. (12 de septiembre de 2021) ‘Why Algeria cut diplomatic ties with Morocco: and implications for the future’. The Conversationhttps://tinyurl.com/m5sj4sfk [consultado el 4 de octubre de 2021].
    42. WSRW (2021) ‘Greenwashing Occupation’. pág. 3.
    43. Joanna Allan, Mahmoud Lemaadel y Hamza Lakhal. (2021) ‘Oppressive energopolitics in Africa’s last colony: energy, subjectivities, and resistance’. Antipode. pp. 44-63, https://doi.org/10.1111/anti.12765. [consultado el 26 de septiembre de 2021].
    44.  Ibíd.
    45. Idalina Baptista. (2016) ‘Maputo: Fluid flows of power and electricity – prepayment as mediator of state-society relationships’, in A. Luque-Ayala and J. Silver (eds.) Energy, Power, and Protest on the Urban Grid: Geographies of the electric city. Londres: Routledge. págs. 112-132.
    46. Charlotte Lemanski. (2020) ‘Infrastructural citizenship: the everyday citizenships of adapting and/or destroying public infrastructure in Cape Town, South Africa’, Transactions of the British Institute of Geographers 45(3): 589-605.
    47. Allan et al. (2021) ‘Oppressive energopolitics’.
    48. Connor M. Harrison. (2016) ‘The American South: electricity and race in Rocky Mount, North Carolina, 1900-1935’, en A. Luque-Ayala y J. Silver (eds.) Energy, Power, and Protest on the Urban Grid: geographies of the electric city. Londres: Routledge. págs. 21-44.
    49. Entrevista con Mahmoud (pseudónimo), El Aaiún, territorio ocupado del Sáhara Occidental, 27 de mayo de 2019.
    50. Allan et al. (2021) ‘Oppressive energopolitics’.
    51. Ibíd.
    52.  Ibíd.
    53. Tone Moe. (2017) ‘Observer report: the 2017 trial against political prisoners from Western Sahara’. https://ssrn.com/abstract=3050803 (consultado el 28 de junio de 2021).
    54. Allan. (2016) ‘Natural resources and intifada: oil, phosphates, and resistance to colonialism in Western Sahara’, Journal of North African Studies 21(4): 645-666 (p. 656).
    55. Amnistía Internacional (2021) ‘Saharawi activist at risk of further assault’, MDE 29/4198/2021. https://tinyurl.com/ 59637afb [consultado el 12 de octubre de 2021].
    56. Joanna Allan. (2019). Silenced resistance: women, dictatorships, and genderwashing in Western Sahara and Equatorial Guinea. Madison: Wisconsin University Press.
    57. Tristan Loloum, Simone Abram y Nathalie Ortar. (2021) ‘Politicising energy anthropology’, en T. Loloum, S. Abram y N. Ortar (eds.) Ethnographies of Power: a political anthropology of energy. Nueva York: Berghahn. págs. 1-23.
    58. Entrevista con Taleb Brahim, campamento de Smara, 11 de octubre de 2019.
    59. Ibíd.
    60. Hartan Mohammed Salem Bechri. (2017) Towards a Nature-Friendly Durable Permanent Habitat in Western Sahara. Master’s dissertation, Hadj Lakhdar University; Entrevista de Joanna Allan a Harten Mohammed Salem Bechri, campamento de El Aaiún, 15 de octubre de 2019. 
    61. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase: https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    62. La documentación más antigua que los autores hallaron es Pierre Raymond de Brisson y Saugnier. (1792) Voyages to the Coast of Africa by Mess. Saugnier and Brisson, Containing an Account of their Shipwreck on Board Different Vessels, and Subsequent Slavery, and Interesting Details of the Manners of the Arabs of the Desert. Londres: G.G.J. y J. Robinson. pág. 35. El Sr. Saugnier, víctima de un naufragio, «secuestrado» en Boujdour (actualmente el Sáhara Occidental) por «árabes que deambulaban», queda maravillado por las prácticas ecológicas saharauis, como su insistencia en utilizar solamente madera muerta para leña, en vez de arbustos vivos.
    63. Gabriele Volpato y Patricia Howard. (2014) ‘The material and cultural recovery of camels and camel husbandry among Sahrawi refugees of Western Sahara’, Pastoralism 4(7). https://doi.org/10.1186/s13570-014-0007-4 [consultado el 13 de octubre de 2021].
    64. WSRW. (2021) “Saharawi Government Launches Climate Plan,” https://tinyurl.com/3mmy94kd.
    65. Entrevista con Daddy Mohammed Ali, 9 de octubre de 2019.
    66. Fadel Kamal. (2015) ‘The role of natural resources in the building of an independent Western Sahara’, Global Change, Peace & Security 27(3): 345-359.
    67. Randy Irwin. (2019) Derivative States: Property rights and claims-making in a non-self-governing territory. Thesis, Doctor of Philosophy, the New School for Social Research. pág. 79.
    68. Ibíd. p. 79.
    69. Grupos de discusión con el director y varios funcionarios públicos del Departamento de Energía de la RASD, campamento Rabuni en Tinduf, 7 de octubre de 2019.
    70. Para más información sobre los discursos oficiales nacionalistas saharauis sobre igualdad de género, véase Allan, J. (2010) ‘Imagining Saharawi women: the question of gender in POLISARIO discourse’, Journal of North African Studies 15(2): 189-202.
    71. Para más información sobre la necesidad de una transición justa feminista, véase Steinfort, L. (2018) ‘Ecofeminism: fueling the journey to energy democracy’. https://www.tni.org/en/article/ecofeminism-fueling-the-journey-to-energy-democracy [consultado el 13 de octubre de 2021].
  • Nostalgismo hacia el régimen colonial

    Etiquetas : Nostalgismo, régimen, colonialismo, España, Marruecos, chiujs, jefes tribales, tribalismo, Frente Polisario, Sahara Occidental,

    Nuestros coches llevan matrículas con las letras SH y GSH tal y como fue durante la época colonial española. ¿Por qué nuestras autoridades no adoptaron otro modelo diferente del modelo colonial para las placas de nuestros vehículos oficiales y particulares? ¿ Es a causa de falta de imaginación o por nostalgia al régimen colonialista español?

    La imitación de los colonialistas también se ha incrustado en nuestra política interna a pesar de nuestros aires liberacionistas y revolucionarios. Cuando una parte de los jefes de las tribus (chiujs) se incorporaron a las filas del Frente Polisario cuando Marruecos invadió el Sáhara Occidental, nuestras autoridades los encuadraron inmediatamente en una entidad fundada para mantener sus privilegios y su presunta autoridad : El Consejo Nacional. Incluso algunos fueron nombrados ministros.

    De esta manera, los responsables del Frente Polisario adoptaron el sistema colonialista basado en la cuota tribal que los españoles habían inventado para controlar a la población mediante los jefes tribales que desempeñaban un papel fundamental como informadores y agentes de los servicios de inteligencia y de los que algunos chiujs tenían fama de chivatos. Gracias a la nomenclatura tribal, la administración colonial española estaba al corriente de todo lo que acontecía en la sociedad saharaui.

    Desde el principio, nuestra política interna se caracterizó por la contradicción. Al mismo tiempo que pretendíamos combatir el tribalismo y condenábamos todo aquel que osaba simpatizar con él, elevábamos al más alto rango los jefes tribales cuya gran mayoría eran fieles siervos del colonialismo. Peor todavía, impulsamos a sus hijos a los más altos cargos del Estado, embajadas y representaciones.

    Y por si fuera poco, cuando los ancianos perecieron a causa de la longevidad del conflicto, sus hijos estaban ahí para convertir nuestro sistema en una especia de monarquía hereditaria dentro de una « república » que prentede ser « árabe » y « democrática ». Incluso aquellos que después de la retirada española no dudaron en colaborar con el invasor marroquí fueron adulados y homenageados, como es el caso de Mohamed Ali Sid El Bachir, que fue liberado en la batalla de Smara en 1979 siendo diputado en el parlamento marroquí. Ahora, uno de sus hermanos lleva una eternidad como ministro y su hijo es el actual embajador en Kenia.

    En Smara, todo el mundo conocía a Brahim Ehmoim por su mala fama como delator. Su hijo, Adda, el actual ministro de Aguas, se incorporó al Frente Polisario contra su voluntad. Llegó a Rabuni secuestrado por militantes saharauis hartos de sus fechorías con el colonialista español. Hasta hoy nos preguntamos cómo es posible que lleva 40 años como ministro. No es el único caso. Como él, son muchos :

    • Salec Baba Hasana, ministro de sanidad
    • Emboiric Ehmudi, embajador en el ministerio de asuntos exteriores a pesar de su escándalo en Brasil
    • Abba Malainin, nieto de Moulay Beibbat
    • Etc, etc.

    La lista es larga a pesar de que levanta una barrera ante la contribución de las nuevas generaciones en el avance de la causa.

    España se ha ido pero nos ha dejado un legado que obstruye nuestro progreso y la consecución de los objetivos de nuestra eterna lucha.

    #SaharaOccidental #FrentePolisario #Colonialismo #Tribalismo

  • El marxismo y los movimientos de liberación

    Etiquetas : Marxismo, Africa, colonialismo, movimientos de liberación, lucha, imperialismo, Palestina,

    La causa palestina, con su historia de conflicto y lucha por la autodeterminación, se cruza significativamente con la ideología marxista. El marxismo, una ideología económica y política concebida por Karl Marx y Friedrich Engels, aboga por el derrocamiento de los sistemas capitalistas y enmarca las estructuras sociales como una lucha entre el opresor (burguesía) y los oprimidos (proletariado), con el objetivo de establecer una sociedad sin clases con derechos comunales. propiedad de la producción. Evolucionó para influir en los movimientos de liberación global. La adaptación del marxismo en diferentes regiones, especialmente en naciones poscoloniales, se ha utilizado como lente para interpretar y responder a las influencias imperiales y coloniales. Este cambio ideológico de la lucha de clases económica a una resistencia antiimperialista más amplia es crucial para comprender el papel del marxismo en la causa palestina. A mediados del siglo XX, el marxismo se convirtió en un faro para varios movimientos anticoloniales en Asia, África y América Latina. En estas regiones, la ideología marxista se utilizó para adaptarla al contexto de las luchas de liberación nacional. Para el movimiento palestino, el marxismo ofrecía no sólo una crítica económica sino un marco integral para la resistencia. Su narrativa de lucha contra estructuras opresivas atrajo a quienes se enfrentaban a lo que veían como una ocupación y colonización por parte de las fuerzas israelíes. Esta adopción ideológica fue parte de una tendencia más amplia en la que los movimientos de liberación de todo el mundo buscaron alinearse con los principios socialistas como medio para oponerse al imperialismo occidental y forjar una nueva identidad arraigada en el autogobierno y la independencia.

    Facciones palestinas e influencia marxista

    Dentro del movimiento de liberación palestino, facciones como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) abrazaron explícitamente la ideología marxista. El FPLP, una organización secular marxista-leninista, vio la lucha palestina a través del lente de la lucha de clases internacional y el antiimperialismo. Esta orientación secular y socialista, que contrasta con facciones de orientación religiosa como Hamás, enfatiza la diversidad dentro del movimiento palestino y la influencia de las ideologías izquierdistas globales. El marxismo islámico, una combinación única de pensamiento islámico y principios marxistas, también encontró resonancia dentro de algunas facciones palestinas. Grupos como los Hermanos Musulmanes en Egipto inicialmente mostraron una inclinación hacia los principios socialistas, mezclados con enseñanzas islámicas. Esta postura ideológica, si bien distinta del marxismo ortodoxo, compartía el espíritu antiimperialista y anticolonial que caracterizó a los movimientos de liberación marxistas. La integración de los valores islámicos en los marcos socialistas reflejó el intento de contextualizar la ideología marxista dentro de las realidades sociopolíticas del mundo árabe. Esta mezcla de ideologías allanó el camino para que surgieran facciones extremistas, adoptando una ideología híbrida que combinaba elementos de resistencia marxista con enseñanzas islámicas radicales. Estas facciones justificaron sus actos terroristas como parte de una lucha más amplia contra la opresión y el imperialismo percibidos, alineándose con los principios marxistas de derrocar los sistemas opresores. Esas justificaciones se utilizaron para legitimar acciones violentas, que consideraban necesarias en la lucha contra la influencia occidental y los regímenes locales percibidos como títeres de las potencias imperialistas.

    Identidad palestina

    Los contornos de la identidad nacional palestina tal como se reconoce hoy han sido esculpidos por el liderazgo de Yasser Arafat y la infusión de ideología marxista. El papel de Arafat al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fue fundamental para unificar varias facciones palestinas, previamente fragmentadas por diferentes objetivos y métodos. Este proceso de unificación estuvo respaldado por la filosofía marxista, que enfatizaba la lucha de clases y la resistencia contra la opresión percibida. Semejante ideología proporcionó una plataforma común que trascendió las tradicionales divisiones religiosas y faccionales dentro de la sociedad palestina. Sin embargo, esta configuración de la identidad bajo preceptos marxistas, si bien unifica en un aspecto, ha incorporado ciertas cuestiones críticas en el tejido del nacionalismo palestino. La adopción de una narrativa marxista transformó la lucha palestina en una lucha más amplia contra la opresión, girando en torno a la resistencia continua como núcleo. Este replanteamiento fue decisivo para crear un sentido de unidad, pero también consolidó una postura combativa como piedra angular de la identidad palestina. Este énfasis constante en la resistencia, influenciado por la ideología marxista, ha tenido profundas implicaciones. Fomentó una identidad reactiva, que se define principalmente en oposición a factores externos, en particular el Estado de Israel. Al hacerlo, se corría el riesgo de simplificar demasiado la compleja dinámica sociopolítica de la región y convertirla en una lucha binaria. Además, esta identidad, impregnada de una narrativa de lucha perpetua, ha obstaculizado el desarrollo de visiones alternativas para el futuro de la sociedad palestina que no se basen en el conflicto.

    El apoyo de la izquierda internacional

    El apoyo de la izquierda internacional a la causa palestina está en parte arraigado en esta narrativa de liberación y resistencia de influencia marxista. Los grupos izquierdistas de todo el mundo, particularmente aquellos influenciados por ideologías socialistas y comunistas, históricamente han visto la lucha palestina como parte de una lucha más amplia contra el imperialismo y el colonialismo occidentales. Este punto de vista ha llevado a un apoyo generalizado entre organizaciones e individuos de izquierda a la autodeterminación palestina y a la oposición a las políticas israelíes. Este apoyo pasa por alto todas las complejidades del conflicto entre Israel y Palestina, descuidando hechos históricos importantes y reduciéndolo a un binario simplista de opresor versus oprimido. Esta visión reduccionista es producto de la herencia marxista de los movimientos de liberación, que enmarca los conflictos en términos de dinámicas de poder global y lucha de clases.

    Narrativas « descolonizadoras »

    Las narrativas « descolonizadoras », fuertemente influenciadas por teorías marxistas y poscoloniales, enmarcan de manera similar los conflictos en términos de binarios morales, creando un ambiente donde la resistencia contra los percibidos opresores se considera un medio justificable y necesario para lograr la liberación. La retórica de la descolonización, con su énfasis en el desmantelamiento de las estructuras de poder existentes, justifica medidas extremas en pos de objetivos de liberación. La lógica inherente a las narrativas de descolonización (que los grupos oprimidos tienen derecho a resistir por cualquier medio necesario, incluida la violencia) genera preocupación sobre posibles resultados genocidas. Esta lógica, cuando se lleva a los extremos, desemboca en violencia y agitación social, que recuerda a los genocidios históricos en los que un grupo intentó eliminar por completo a otro basándose en la opresión percibida. Un ejemplo de retórica de « descolonización » con objetivos genocidas explícitos, como los esbozados inicialmente en los estatutos de Hamas que piden la erradicación completa de Israel, a menudo escapan al escrutinio crítico bajo la amplia bandera de la resistencia. Estos objetivos radicales son descartados o incluso legitimados por algunos, bajo el argumento de que son una forma de resistencia contra la opresión. La falta de una condena generalizada por la retórica explícitamente violenta y genocida refleja un aspecto preocupante de cómo las narrativas de descolonización son simplemente coberturas para agendas extremas y destructivas.

    Perspectivas de paz

    La cristalización de la identidad palestina, influenciada por las narrativas marxistas de liberación y resistencia, plantea desafíos inherentes para lograr la paz. y la coexistencia con Israel. Esta identidad, formada en oposición a la opresión percibida, tiende a solidificar actitudes de confrontación, haciendo de la reconciliación una tarea compleja. Centrarse en una lucha continua por la liberación limita completamente el espacio para el compromiso, ya que cualquier forma de concesión se considera una traición a los principios fundamentales de su causa. Además, esa narrativa justifica acciones extremas en nombre de la resistencia, lo que complica los esfuerzos por generar confianza y entablar negociaciones pacíficas. Con la identidad palestina tan profundamente entrelazada con una narrativa de resistencia y oposición inquebrantables, surge la pregunta: ¿Es la búsqueda de la paz una causa perdida, condenada al fracaso por una ideología que considera el compromiso como una traición?

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    #Marxismo #movimientos #liberación #africa #Palestina

  • Kiev y Niamey, dos caras de la misma batalla

    Etiquetas : Ucrania, Niger, Estados Unidos, Occidente, Rusia, Francia, colonialismo, guerra,

    por Abdelkader Guérine*

    Kiev y Niamey, dos capitales que ocupan la primera plana de la actualidad internacional. Dos ciudades disímiles en todos los puntos de vista, pero similares por un destino común, el de la guerra.

    Los dos conflictos, generados por separado en estas regiones geográficamente distantes, son profusamente similares en sus formas de clan y en el complejo componente de sus respectivos partidos opuestos. En cualquier caso, los tambores de guerra que se están escuchando corren el riesgo de envolver no sólo a Europa del Este o la región del Sahel, sino que el alcance de la violencia está efectivamente en situación de extenderse a varios continentes. Así, el inicio de una Tercera Guerra Mundial se confirma como un resultado inevitable con el extravagante aumento de los enfrentamientos armados y los inhóspitos rumores de formidables declaraciones políticas que brotan de todas partes. Aunque el resurgimiento de la tensión en Kiev, capital de Ucrania, y en Niamey, la principal ciudad de Níger, Al igual que razones geoestratégicas y económicas, la presión de la beligerancia hostil se deriva de la profunda progresión de los acontecimientos históricos en estos dos puntos calientes del mundo. Si bien Ucrania sigue siendo parte de la herencia moral de la ex Unión Soviética, Níger también es un país que no logra deshacerse de la hegemonía del colonialismo francés a pesar de la formalización de su autonomía política.

    De hecho, Ucrania es una nación considerada una república todavía vinculada al Imperio ruso, especialmente porque una gran parte de su población es de obediencia de habla rusa. La ambición del gobierno ucraniano de unirse a la Comunidad Europea, y por tanto a la OTAN, fue el último motivo que desencadenó la intervención militar del vecino ruso. Aunque Ucrania es un Estado soberano y dueño de sus decisiones, su adhesión a la Unidad Europea es percibida por los funcionarios del Kremlin como una provocación occidental directa, como un intento de interferencia de los europeos en sus fronteras éticas y un sistema de provocación al que los rusos tuvieron que responder con las armas. Peor aún, los rusos han decidido cortar el suministro de gas natural e hidrocarburos a Europa para expresar su descontento con la idea de occidentalizar Ucrania.

    La invasión formal de Ucrania por parte del ejército ruso causó un revuelo extraordinario en el campo político internacional. La resistencia de los ucranianos al ataque del monstruo ruso cuenta con el apoyo armamentista de los estadounidenses y las potencias europeas. Rusia, por su parte, se enfrenta a la coalición de fuerzas occidentales gracias al apoyo de los miembros de la organización BRICS, entre ellos China y la India, así como de un buen número de otros países supuestamente “del tercer mundo”. Además, el último foro « África Rusia » atestigua la alianza perfecta entre la mayoría de los países africanos y los rusos.

    Otras formaciones militares bajo la tutela del poder central en Moscú, como el ejército checheno y la organización militar de Wagner, participan francamente en la lucha junto a los rusos. Estos últimos desafían el poder de las fuerzas de la OTAN amenazando con recurrir a las armas nucleares hasta obtener el resultado deseado, es decir, el alineamiento de Ucrania en el campo socialista. Estas advertencias mediáticas forman parte de la guerra psicológica disuasoria, pero la posibilidad del uso de armas atómicas no es un logro despreciable si el conflicto no encuentra una solución a tiempo. En este caso, las consecuencias de esta guerra podrían ser fatales para toda la humanidad.

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    Sin embargo, la asociación plural de fuerzas antagónicas recuerda, eminentemente, el período de tensiones geopolíticas que se inició al final de la Segunda Guerra Mundial entre las superpotencias del bloque capitalista de Occidente y las de la constitución socialista del Este. Muchos observadores consideran que la disensión militar que hace estragos entre Rusia y Ucrania no tiene una dimensión regional restringida, pero esta guerra encaja bien en la permanencia de la guerra fría que terminó momentáneamente con la caída del régimen soviético. En consecuencia, la rivalidad entre los dos polos poderosos no es sólo territorial, conociendo la importancia estratégica de la posición geográfica de Ucrania, que constituye el puente que conecta la región de los Balcanes con Europa con aberturas en el Mar Negro y en los países de Asia Menor. Además de su consideración geoestratégica, la rigurosa competencia armada en torno a Kiev también tiene detrás una pesada historia de razones históricas, políticas e ideológicas racionales.

    En Niamey, el escenario de discordia militar es casi el mismo que el de Kiev, ya que la disputa enfrenta a las mismas potencias rivales, capitalistas y socialistas, con el centro de la crisis en el nuevo gobierno nigerino, instalado en el poder tras el destronamiento por el fuerza del presidente oficial del país. Para tener una idea clara de los entresijos de este derrocamiento excepcional, un acto que desató una intensa fiebre diplomática y anticipó la posibilidad de recurrir a la guerra, es necesario volver a la historia de Níger porque, como en Ucrania, el Los fundamentos de esta tensión muscular también tienen raíces profundas en el tiempo.

    Por tanto, cabe recordar que la población de Níger es originalmente un grupo de tribus tuareg. Parcialmente arabizado después de la islamización de esta región subsahariana, el país continúa un vínculo paternal con el África negra del Sur. Tras la campaña de colonización del continente africano por los europeos en el siglo XIX, Níger quedó oficialmente integrado en Francia desde 1890 hasta la proclamación de su independencia en 1960. Sin embargo, la independencia de Níger, como la de la totalidad de los países africanos descolonizados en el mismo período, resultó obsoleto porque el país siempre ha dependido de la paternidad francesa. El francés sigue siendo el idioma administrativo oficial del país. A pesar de la riqueza de su suelo, este país saheliano nunca ha experimentado la emancipación económica o social, Precisamente porque su política siempre ha estado dictada por la injerencia de Francia en sus asuntos internos. Así, la colonización de Níger continúa a distancia a través de la empresa económica neocolonial que permite a Francia explotar los recursos naturales de este país y de todas sus antiguas colonias. Esto explica por qué, como en el caso de Kiev, Niamey nunca ha logrado liberarse de las garras de su antiguo poseedor y que la retirada de los franceses de esta posesión sea sólo una virtual formalidad diplomática. La colonización de Níger continúa a distancia a través de la empresa económica neocolonial que permite a Francia explotar los recursos naturales de este país y de todas sus antiguas colonias. Esto explica por qué, como en el caso de Kiev, Niamey nunca ha logrado liberarse de las garras de su antiguo poseedor y que la retirada de los franceses de esta posesión sea sólo una virtual formalidad diplomática. La colonización de Níger continúa a distancia a través de la empresa económica neocolonial que permite a Francia explotar los recursos naturales de este país y de todas sus antiguas colonias. Esto explica por qué, como en el caso de Kiev, Niamey nunca ha logrado liberarse de las garras de su antiguo poseedor y que la retirada de los franceses de esta posesión sea sólo una virtual formalidad diplomática. De hecho, la mayoría del personal civil y militar francés destinado en Níger son misioneros encargados de extraer minerales del subsuelo y proteger las inconmensurables reservas naturales del país, en particular el preciado uranio, esencial para el funcionamiento de las centrales energéticas francesas.

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    La gran riqueza de que dispone Níger apenas beneficia a su pueblo, que vive en extrema precariedad, por no decir en un estado primitivo. El capital natural beneficia los intereses de los franceses en el contexto de pactos de cooperación vagos y sesgados. Sólo los gobernadores oligárquicos, corruptos y puestos a la cabeza del país por Francia, a la que prestan total lealtad, disfrutan de algunos favores superficiales a cambio de la explotación de los bienes que inicialmente pertenecen a los nigerinos. Esta situación injusta es la misma en todos los países africanos llamados “francófonos”. Algunos de ellos ya han expresado su hastío ante esta forma de colonización indirecta. En consecuencia, los franceses fueron finalmente expulsados ​​de Mali y Burkina Faso. Esta acción liberadora se multiplicó en el vecino Níger cuando un grupo de soldados de la Guardia Presidencial se amotinó, derrocando al presidente de su cargo y expulsando a los misioneros franceses de su territorio. Toda la población de Níger aplaudió esta resolución política, que debía haberse hecho hace mucho tiempo. Francia, que ha perdido sucesivamente importantes recursos mineros y un punto de apoyo en una parte de África, corre el riesgo de sufrir repercusiones fatales para su economía y un deterioro perjudicial de su posición diplomática en el mundo. Las autoridades parisinas reaccionaron rápidamente ante esta conmoción inesperada expresando su indignación tras el golpe de Estado en Níger y la destitución de su presidente electo, según ellas, de forma democrática. Otras opiniones describen este golpe como un motín ilegítimo al que hay que poner fin. Los soldados sin experiencia y sin formación política no pueden gestionar un país atrapado en una crisis multidimensional como Níger. El país necesita habilidades tecnocráticas e intelectuales para salvar la integridad del Estado. Un sistema de gobierno militar llevado a la cabeza del país por la fuerza sólo conducirá a la nación hacia una posible perdición, según otros observadores. Pero el pueblo de Níger ve el evento de manera diferente. Para él, ya sea militar, democrático o republicano el sistema que rige sus asuntos, lo más importante es, en primer lugar, luchar definitivamente contra la hegemonía de Francia y los gobernadores nigerinos que le son leales. Los soldados sin experiencia y sin formación política no pueden gestionar un país atrapado en una crisis multidimensional como Níger. El país necesita habilidades tecnocráticas e intelectuales para salvar la integridad del Estado. Un sistema de gobierno militar llevado a la cabeza del país por la fuerza sólo conducirá a la nación hacia una posible perdición, según otros observadores. Pero el pueblo de Níger ve el evento de manera diferente. Para él, ya sea militar, democrático o republicano el sistema que rige sus asuntos, lo más importante es, en primer lugar, luchar definitivamente contra la hegemonía de Francia y los gobernadores nigerinos que le son leales. Los soldados sin experiencia y sin formación política no pueden gestionar un país atrapado en una crisis multidimensional como Níger. El país necesita habilidades tecnocráticas e intelectuales para salvar la integridad del Estado. Un sistema de gobierno militar llevado a la cabeza del país por la fuerza sólo conducirá a la nación hacia una posible perdición, según otros observadores. Pero el pueblo de Níger ve el evento de manera diferente. Para él, ya sea militar, democrático o republicano el sistema que rige sus asuntos, lo más importante es, en primer lugar, luchar definitivamente contra la hegemonía de Francia y los gobernadores nigerinos que le son leales. Un sistema de gobierno militar llevado a la cabeza del país por la fuerza sólo conducirá a la nación hacia una posible perdición, según otros observadores. Pero el pueblo de Níger ve el evento de manera diferente. Para él, ya sea militar, democrático o republicano el sistema que rige sus asuntos, lo más importante es, en primer lugar, luchar definitivamente contra la hegemonía de Francia y los gobernadores nigerinos que le son leales. Un sistema de gobierno militar llevado a la cabeza del país por la fuerza sólo conducirá a la nación hacia una posible perdición, según otros observadores. Pero el pueblo de Níger ve el evento de manera diferente. Para él, ya sea militar, democrático o republicano el sistema que rige sus asuntos, lo más importante es, en primer lugar, luchar definitivamente contra la hegemonía de Francia y los gobernadores nigerinos que le son leales.

    Francia, apoyada por sus aliados occidentales, incluso amenazó con usar las armas contra los golpistas militares en Níger para restablecer al presidente derrocado en sus funciones y restaurar el orden en su curso natural. Por su parte, la CEDEAO -Comunidad Económica de los Estados de África Occidental-, organización creada en 1975 que agrupa a 15 países africanos -entre ellos Mali, Burkina Faso y Níger, recientemente suspendidos por su rebelión- también se mostró indignada por este golpe contra un sistema legal. autoridad. La CEDEAO se puso del lado de Francia después de una reunión extraordinaria con los miembros restantes de su comunidad, quienes lanzaron un ultimátum a los generales “insurgentes” para que entraran en razón. Sin que, Se lanzará una posible ofensiva militar para rehabilitar al presidente nigerino que fue depuesto arbitrariamente de su contrato constitucional. Las fuerzas armadas de la coalición de miembros de la CEDEAO se dicen dispuestas a intervenir en Níger, sólo esperan la autorización de los gobernadores de esta confederación para actuar.

    Sin embargo, ni los rumores autoritarios de Francia y sus socios, ni el discurso amenazador de la CEDEAO lograron influir en los nuevos dirigentes de Níger, militares que ya han formado un gobierno provisional, a la espera de la preparación de la elección de un nuevo presidente dentro de un plazo. no superior a tres años. Los insurgentes no tienen la culpa ya que, por un lado, su acción ha recibido la aprobación general del pueblo de Níger. Miles de jóvenes se movilizan en solidaridad con los nuevos líderes ofreciéndose como voluntarios para defender su país contra una posible intervención, sea cual sea su origen.

    Por otra parte, este cambio de política en Níger es felicitado por muchos países del mundo, encabezados por Rusia, China y Argelia, que han prometido su ayuda material a los nigerinos y responderán con la fuerza si alguna vez Níger es atacado, como lo hicieron Francia y La CEDEAO lo ha declarado abiertamente a través de sus funcionarios.

    Para los franceses, considerados los grandes perdedores tras su abrupta salida de su último bastión en África, no hay nada mejor que la CEDEAO como punta de lanza ideal para generar el enfrentamiento entre africanos. Además, tienen una larga experiencia en la manipulación de masas tribales y en la creación de conflictos entre los partidos opuestos en este continente, sólo para sembrar los problemas y perpetuar su dominio sobre las riquezas de sus antiguas colonias.

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    Mientras se esperan consecuencias aceptables que puedan beneficiar a todos los actores de las depresiones que azotan a Ucrania y Níger, la opinión internacional espera alcanzar un resultado pacífico y evitar así una probable catástrofe con armas de destrucción masiva, una conflagración general no beneficiará en última instancia a nadie. Sin embargo, el diálogo establecido para recurrir a la paz parece mudo ante el rumor de los bombardeos en Kiev y las advertencias del espectro de la guerra en Niamey. En Europa, como en África, la guerra se confirma cada vez más como un final inevitable; su alcance y sus consecuencias siguen siendo una frustrante incógnita hasta entonces. Las dos potencias rivales, capitalistas y socialistas, se encuentran enfrentadas en una guerra que promete ser larga y fratricida en dos ámbitos diferentes. Las dos potencias rivales, capitalista y socialista, se enfrentan en lo que promete ser una guerra larga y fratricida en dos escenarios diferentes, cada uno con su propio clima político y medioambiental distinto y con apuestas económicas y estratégicas dispares.

    A raíz de reflexiones y análisis que diseccionan la calidad de las afrentas de Kiev y Niamey, algunos politólogos partidarios de la teoría de la conspiración creen que la similitud que caracteriza estas dos querellas no es una coincidencia. Sería ingenuo creer que estas dos colisiones son una coincidencia accidental, dada su magnitud catastrófica, su simultaneidad temporal, los mismos actores que se enfrentan, las cuestiones similares que las impulsan, la posibilidad del uso de armas nucleares aquí y allá. y los desafortunados pronósticos idénticos que pueden resultar de ello. Estos observadores sospechan que se trata de un plan político a gran escala, probablemente vinculado a la carrera por comandar el nuevo orden mundial.

    Si realmente existe una conspiración y estas dos guerras son parte de la ejecución intencionada de un programa deliberado implementado en paralelo en dos regiones sensibles, ¿cuáles son sus perspectivas? ¿Quiénes son los verdaderos patrocinadores? ¿A quién pueden realmente beneficiar estos problemas? ¿Es un intento del movimiento BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) de competir con el grupo G7 (Francia, UE, Reino Unido, Alemania, Japón, Italia y Canadá), que constituye los países más industrializados que gobiernan los asuntos del mundo. ¿Por qué la aplicación de este plan agresivo se produce en este preciso momento? ¿Conociendo el clima ya tenso de las relaciones internacionales y las innumerables y tortuosas complicaciones que hoy avergüenzan a todos los países? Muchas otras preguntas surgen sobre estas intrigantes operaciones que involucran a todos los Estados del planeta.

    ¿Puede el irrazonable arrebato de algunos dirigentes fuertes por la posesión de tecnologías punteras llegar hasta el uso de armas nucleares en estos puntos febriles o en otros lugares? No hay ninguna razón válida para tolerar tal exceso de violencia que pone en peligro la existencia misma de la humanidad. Si la veracidad de esta circunstancia resulta ser un resultado real, será difícil imaginar la calidad de vida de la especie humana después de un desastre tan grande, al menos en las regiones objetivo de los ataques. El grado de daño dependerá del número de explosiones, su magnitud y el lugar de su deflagración. Sin embargo, podemos adivinar que las repercusiones de la ruptura de una envoltura atómica serán dramáticas para los seres vivos y calamitosas para el medio en el que evolucionan.

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    Otras opiniones que creen en las especulaciones de la conspiración creen que en realidad se trata de una conspiración secreta que tiene como objetivo la adquisición del poder del nuevo orden político y económico y, por tanto, el control de los recursos naturales de toda la tierra. ¿Qué les importa a los occidentales si Kiev está gobernada por ucranianos o entregada al dominio ruso? ¿Y qué le importa a Rusia si Níger sigue siendo una colonia francesa o si se libera del control de su antiguo colonizador? Para ambos, lo esencial es garantizar los intereses de sus naciones y el logro de los objetivos que persigue esta empresa bélica. Para bombardear Kiev o cualquier otro lugar de Occidente, Es un riesgo que puede perjudicar gravemente a la civilización moderna, dado que esta parte del globo es el centro neurálgico del crimen organizado universal. Un empate tan peligroso en Europa puede paralizar fácilmente los circuitos comerciales, confundir el transporte aéreo y marítimo, deconstruir las redes de comunicación y, por tanto, , afectan los intereses íntimos de los propios patrocinadores de esta aventurera ofensiva. Los estadounidenses, los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Dado que esta parte del globo es el centro neurálgico de la especulación universal, una atracción tan peligrosa en Europa puede fácilmente paralizar los circuitos comerciales, confundir el transporte aéreo y marítimo, perturbar las redes de comunicación y, por tanto, alterar los intereses íntimos de los propios patrocinadores de esta ofensiva aventurera. . Los estadounidenses, los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Dado que esta parte del globo es el centro neurálgico de la especulación universal, una atracción tan peligrosa en Europa puede fácilmente paralizar los circuitos comerciales, confundir el transporte aéreo y marítimo, perturbar las redes de comunicación y, por tanto, alterar los intereses íntimos de los propios patrocinadores de esta ofensiva aventurera. . Los estadounidenses, los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Un empate tan peligroso en Europa puede fácilmente paralizar los circuitos comerciales, confundir el transporte aéreo y marítimo, perturbar las redes de comunicación y, por tanto, afectar los intereses íntimos de los propios patrocinadores de esta ofensiva aventurera. Los estadounidenses, los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Un empate tan peligroso en Europa puede fácilmente paralizar los circuitos comerciales, confundir el transporte aéreo y marítimo, perturbar las redes de comunicación y, por tanto, afectar los intereses íntimos de los propios patrocinadores de esta ofensiva aventurera. Los estadounidenses, los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo. Los europeos y los rusos son lo suficientemente conscientes como para evitar una lucha nuclear a sus puertas. Este deslizamiento corre el riesgo de romperlos y debilitarlos ante los chinos, indios, turcos o iraníes que seguramente aprovecharán su caída para ascender en la jerarquía de los gobernantes del mundo.

    La guerra está en vigor en Ucrania desde hace meses, pero no se han disparado proyectiles nucleares a pesar de las repetidas insinuaciones de utilizar esta arma diabólica. ¿Sería posible utilizarlo en Niamey? ¿Será Níger escenario de una Tercera Guerra Mundial? Porque no. Desencadenar una guerra atómica entre potencias mundiales en África, más específicamente en el Sahel, sería una suposición plausible debido a su lejanía del epicentro de la civilización contemporánea. Mover el campo de batalla entre los dos eternos antagonistas de Kiev a Niamey sería un acierto. El terreno en Níger es más adecuado porque los daños serán sin duda menos graves que en otros lugares, en comparación con los grandes espacios desérticos vacíos y pobres en cultivos agrícolas. de la escasa densidad demográfica o de la privación de infraestructuras industriales en este país que se estanca en un estado de atraso salvaje. Para los occidentales, llevar la guerra a otra parte es también una estrategia para protegerse de posibles consecuencias impredecibles. Perder Níger, o toda África, no es una gran fatalidad para ellos, ya que este continente es considerado pobre y ausente del avance de la civilización moderna. Su población improductiva depende del esfuerzo industrial europeo que le asiste en sus necesidades menos básicas. Su único favor son sus riquezas subterráneas que sólo son utilizadas por fábricas extranjeras, ya que los africanos no tienen las tecnologías necesarias para transformar este tesoro de materias primas en productos cotidianos. Los capitalistas beligerantes de Occidente y sus enemigos socialistas del Este bien podrían optar por Níger como campo de batalla neutral. El vencedor de la batalla de Niamey seguramente obtendrá la posesión de la ciudad de Kiev.

    Además, una guerra con armas atómicas en Níger permite a sus usuarios probar en un entorno real sus innovaciones en este ámbito; los estudios que analizarán los efectos de este golpe arrojarán conclusiones auténticas sobre el impacto de estas bombas en una verdadera sociedad humana. . Los europeos obtendrán otros beneficios de esta escalada surrealista. Saben que la solución del conflicto llevará mucho tiempo, por lo que tendrán otras décadas a la vista para explotar el subsuelo de esta zona en guerra. Seguramente se producirá la erradicación de una parte de la población africana, como lo exigen las condiciones necesarias para el establecimiento del nuevo orden económico mundial. En Níger, la guerra será una barrera para el impresionante flujo de inmigrantes que atraviesa este país para llegar a Europa, sabiendo que el número de candidatos a la emigración es cada vez más engorroso e insoportable para la sociedad hospitalaria occidental. Cabe señalar también que los enfrentamientos masivos en el Sahel tendrán como objetivo eliminar a los grupos armados yihadistas que ocupan la parte norte y a las formaciones extremistas nigerianas de Boko Haram que abundan en la parte sur. A la espera de la evolución de los acontecimientos, todos los supuestos siguen siendo alternativas probables. Para los nigerinos, asumir la supremacía francesa es un gran paso hacia un futuro mejor. Se reúnen en masa alrededor de su nuevo gobierno, listos para defender a sus países sea cual sea la naturaleza del enemigo. No les preocupa en absoluto la guerra que tiene lugar en Europa, e ignoran por completo que la ofensiva declarada contra su país podría ser el reverso de la misma batalla que tiene lugar en Kiev.

    *Escritor

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    #Niger #Ucrania #EEUU #Rusia #OTAN #CEDEAO

  • Con la normalización de Marruecos, Israel revive una peligrosa política en África

    ETIQUETTES : MARRUECOS, ISRAEL, AFRICA, NORMALIZACION, PALESTINA, COLONIALISMO,

    Incapaz de reconciliar su diplomacia pública con el colonialismo en casa, Israel ha vuelto a cortejar a socios africanos clave a través de vínculos militares y de inteligencia.

    El 17 de julio, el gobierno israelí expresó su apoyo oficial al reclamo de soberanía de Marruecos sobre el territorio ocupado del Sáhara Occidental. El mismo día del anuncio, que probablemente allanará el camino para un intercambio de embajadores, luego de meses de estancamiento diplomático, Israel nombró a su primer agregado militar en Rabat y propuso abrir un consulado permanente en Dakhla, una ciudad controlada por Marruecos en el Sahara Occidental. Según el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, el reconocimiento de las reivindicaciones de Marruecos promete “fortalecer las relaciones entre los países” y sentar las bases para la “paz y la estabilidad” en toda la región.

    Según +972Magazine, en realidad, sin embargo, la medida señala una nueva y peligrosa dirección en la política exterior de Israel en la región. Desde 2016, los sucesivos gobiernos han intentado centrar sus energías en cortejar públicamente la opinión política y popular en toda África. En 2021, Israel se convirtió en miembro observador de la Unión Africana (UA) y se comprometió con proyectos económicos, sociales y militares en varios países.

    Sin embargo, a medida que las políticas cada vez más autoritarias de Israel continúan atrayendo críticas en la UA, el gobierno de Netanyahu puede estar abandonando sus intentos de construir relaciones multilaterales y de poder blando y, en cambio, poniendo un mayor énfasis en los lazos de seguridad e inteligencia con socios africanos controvertidos.

    Esta política tiene un largo precedente en la historia de Israel. Al Primer Ministro Netanyahu le gusta inspirarse en el legado de la “edad de oro” de la diplomacia africana de Israel, enmarcando su alcance como parte de un “regreso a África” triunfante. Entre 1958 y 1967, diplomáticos como Ehud Avriel se basaron en el rápido desarrollo económico de Israel y en las historias de resistencia sionista al dominio británico para presentar al Estado como un aliado natural de las naciones poscoloniales. A cambio, los israelíes esperaban que las relaciones sólidas en toda África pudieran brindar seguridad en la periferia del mundo árabe y obtener apoyo diplomático en las Naciones Unidas.

    Al mismo tiempo, sin embargo, los funcionarios israelíes utilizaron la fachada de la diplomacia formal para construir lazos encubiertos con grupos militares y de inteligencia en todo el continente. Estas redes a menudo tenían un costo humano significativo. Los funcionarios movilizaron al ejército israelí para entrenar tropas de élite para dictadores como Grégoire Kayibanda en Ruanda y Mobutu Sese Seko en Zaire. En el apogeo de los autoritarios « años de plomo » de Marruecos en la década de 1960, los agentes israelíes entrenaron a los guardaespaldas reales y compartieron inteligencia que se utilizó para identificar a los disidentes antigubernamentales. Israel también comenzó a cooperar con el ejército sudafricano mientras suavizaba su oposición a su régimen de apartheid en el escenario internacional.

    Estos lazos fueron, en última instancia, más duraderos que las relaciones diplomáticas formales de Israel. Después de la toma del Sinaí por parte de Israel en la guerra de 1967 y la continuación de la ocupación de la península después de la guerra de Yom Kippur de 1973, muchos diplomáticos africanos criticaron a Israel como una fuerza de ocupación colonial y dieron un renovado apoyo a la causa palestina. A fines de 1974, todas las naciones africanas, excepto cuatro, habían cortado relaciones diplomáticas con Israel.

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    Sin embargo, los vínculos clandestinos de Israel con los líderes políticos y militares africanos permitieron que el Estado conservara su influencia. En 1978, Marruecos proporcionó los canales secundarios que permitieron a los funcionarios israelíes y egipcios comunicarse en los meses previos a los Acuerdos de Camp David, firmados más tarde ese año bajo los auspicios de Estados Unidos. En 1982, tras recibir una oferta de ayuda militar de Jerusalén, el Zaire de Mobutu se convirtió en el primer país subsahariano en restablecer lazos con Israel.

    Tensiones con la Unión Africana

    Con el reconocimiento de los reclamos de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, hay indicios de que el gobierno de Netanyahu tiene la intención de revivir esta forma de diplomacia militarizada. La ocupación marroquí es un tema controvertido en el ámbito internacional. El Sáhara Occidental fue colonia española hasta 1975, cuando la dictadura franquista accedió a ceder el territorio al control marroquí. Sin embargo, la transferencia de poder fue rechazada por grupos anticoloniales dentro del propio Sáhara Occidental, que declararon su independencia como República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en 1976.

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    En respuesta, el gobierno marroquí invadió el territorio, lo que provocó una guerra civil entre los militares y el Frente Polisario de la RASD. Desde 1979, el gobierno marroquí también se ha involucrado en un programa de asentamientos masivos destinado a aumentar la población marroquí del territorio y reforzar sus reivindicaciones políticas. A partir de 2023, el 80 por ciento de la región está bajo control marroquí.

    Es probable que el respaldo de Israel a los reclamos marroquíes perjudique sus intereses en la Unión Africana, que durante mucho tiempo ha apoyado la causa saharaui. Dicho esto, esas relaciones ya han estado en duda durante más de un año.

    En febrero de 2022, la UA anunció la creación de un panel de ocho jefes de estado para determinar el futuro de Israel en la organización. En enero de 2023, Sharon Bar-Li, de la División de África del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, fue expulsada de la cumbre de la UA en Addis Abeba. El comité ejecutivo del grupo dio a entender más tarde que el estatus de observador de Israel había sido suspendido indefinidamente, y la cumbre aprobó una declaración inusualmente contundente denunciando el “sistema de colonialismo y apartheid” de Israel y afirmando el apoyo del grupo a Palestina.

    Por el contrario, la relación de Israel con Marruecos se ha profundizado significativamente. En diciembre de 2020, bajo la administración Trump, Estados Unidos se convirtió en la primera nación en reconocer los reclamos de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de su participación en los Acuerdos de Abraham. En noviembre de 2021, Israel y Marruecos firmaron un acuerdo de cooperación mutua en inteligencia y seguridad. Como Ministro de Relaciones Exteriores en marzo de 2022, Yair Lapid sugirió que Israel ayudaría a hacer retroceder los “intentos de debilitar la soberanía y la integridad territorial de Marruecos”. En junio de 2023, el presidente de la Knesset, Amir Ohana, también expresó su apoyo al reconocimiento de los reclamos marroquíes y al fortalecimiento de los lazos de seguridad con el país.

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    Una vez más, sin embargo, es probable que esta relación fortalecida incurra en un alto precio. Israel ya exporta aviones de combate, drones y sistemas de defensa antimisiles a Marruecos. En junio de 2023, miembros del batallón de reconocimiento Golani de élite del ejército israelí participaron en African Lion , un ejercicio de entrenamiento militar conjunto organizado por Marruecos y Estados Unidos. A medida que el conflicto entre el ejército marroquí y el Frente Polisario alcanza una nueva fase mortal , es probable que estos lazos militares se profundicen.

    El Ministerio de Defensa israelí también otorgó licencias de tecnología de ciberinteligencia israelí a las autoridades de inteligencia marroquíes. Las investigaciones de Amnistía Internacional revelaron que se había instalado software espía producido por NSO Group en los teléfonos del abogado de derechos humanos Abdessadak El Bouchattaoui y de los activistas de derechos civiles Maati Monjib y Omar Radi; la tecnología permite a los usuarios acceder de forma remota al micrófono, la cámara, los mensajes y los datos de ubicación de los teléfonos infectados. Desde entonces, los tres individuos han sido acusados ​​en los tribunales penales marroquíes, y Radi actualmente cumple una pena de prisión por cargos de espionaje.

    En este sentido, la política de Netanyahu marca un “regreso a África”, pero debe tanto a la política de seguridad de los años 70 y 80 como a la imagen idealizada de una “edad de oro” israelí. Aislado a nivel diplomático e incapaz de reconciliar su diplomacia africana con su colonialismo en casa, Israel parece estar a punto de abandonar sus relaciones más amplias en el continente por el bien de los lazos militares y de inteligencia específicos con socios clave.

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    Hasta ahora, sin embargo, esto ha demostrado ser exitoso. El intercambio de embajadores con Marruecos sería sin duda un logro significativo para el gobierno de Netanyahu y el establecimiento de inteligencia militar de Israel. Pero esta política también está siendo reclamada cada vez más por los activistas de derechos humanos, la sociedad civil y el público en general que sufren esos costos. Mientras Israel presta su sello de aprobación a la ocupación de Marruecos, los límites de su compromiso con la “paz y la estabilidad” en la región se vuelven cada vez más claros.

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