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  • Qatargate : Pagados por Bruselas y los Emiratos

    Tags : Corrupción, Parlamento Europeo, derechos humanos,

    Asalariados en Bruselas y en los Emiratos: cómo el eurodiputado se abre a los regímenes autocráticos

    Los contactos entre eurodiputados y países de fuera de la UE están bajo la lupa debido a una investigación sobre corrupción en Bélgica. El problema es mucho mayor que este asunto, según una gira de 20 eurodiputados y personal de la Eurocámara.

    Las luces de la noria se reflejan en la piscina. A lo lejos se ve la playa del Golfo, exclusiva para los huéspedes del Caesars Palace de Dubai. Según su página web, el hotel ofrece « una escapada de lo ordinario ». Las suites aquí cuestan normalmente cinco mil euros por una noche. Pero los políticos internacionales que asistan a la conferencia de Sir Bani Yas en noviembre de 2021 serán mimados gratis durante días.

    Uno de ellos es el eurodiputado democristiano Radoslaw Sikorski. El destacado portavoz de Exteriores y ex ministro polaco de Asuntos Exteriores, viaja a Emiratos Árabes Unidos unas dos veces al año, para estancias gratuitas en complejos de lujo. Y no sólo eso: Sikorski incluso cobra de sus anfitriones. Además de su sueldo como eurodiputado, de 7.646 euros netos al mes, recibe otros 100.000 dólares (93.000 euros) anuales de los Emiratos, por asesorar sobre la conferencia.

    Bajo una lupa

    Los contactos entre políticos europeos y Estados extranjeros están bajo la lupa ahora que ha salido a la luz un importante escándalo de sobornos. Desde principios de diciembre, tres (antiguos) eurodiputados y asistentes, del grupo socialdemócrata, han sido detenidos. Recibieron sobornos de Marruecos y Qatar, según la fiscalía belga, para asegurarse intereses europeos de esos países.

    El escándalo golpeó Bruselas como una bomba y aún resuena: la semana pasada se levantó de nuevo la inmunidad a dos eurodiputados en relación con la investigación. Pero quien pregunta en el MEP también escucha: el problema es mucho más amplio que este asunto. El Parlamento está abierto a la influencia de todo tipo de regímenes autocráticos, que intentan pulir su blasón de derechos humanos en Bruselas, según revela una visita de 20 eurodiputados y miembros de su personal.

    Un análisis de NRC sobre el historial de voto de Sikorski muestra que mantiene posiciones favorables a Emiratos y a su aliado más acérrimo, Arabia Saudí, en su mayoría en línea con las de su grupo democristiano. En el Parlamento Europeo, por ejemplo, Sikorski apoyó la oposición a detener el suministro de armas a esos países, que se están utilizando en una guerra devastadora en Yemen. También apoyó un intento de suavizar una resolución sobre las condenas a muerte saudíes.

    Casi todos los sospechosos del caso de corrupción que salió a la luz a finales del año pasado están vinculados a una comisión: la de derechos humanos. Esta comisión elabora mensualmente resoluciones sobre violaciones de los derechos humanos en otros países. Las resoluciones no son jurídicamente vinculantes, pero tienen un efecto determinante en la agenda. Su importancia no puede subestimarse, afirma Claudio Francavilla, de Human Rights Watch. « Los regímenes autocráticos no quieren que sus crímenes salgan a la luz », afirma Francavilla. « Una reputación empañada dificulta a estos gobiernos el establecimiento de relaciones comerciales más estrechas con la UE. En última instancia, el daño a la reputación también les afecta económica y políticamente. Por eso los gobiernos que se portan mal están dispuestos a llegar lejos para evitar las críticas ».

    Grupos de amistad


    Para influir en la política europea de derechos humanos, los gobiernos necesitan el apoyo del Parlamento Europeo. Una herramienta probada para ello son los « grupos de amistad ». Se trata de clubes informales de eurodiputados que mantienen relaciones con países de fuera de la UE al margen de los procedimientos normales. Los miembros de un grupo de este tipo viajan regularmente al país en cuestión; los gastos de transporte y alojamiento suelen reembolsarse íntegramente.

    En estos viajes, los eurodiputados son utilizados a veces como vehículos de relaciones públicas. Por ejemplo, el principal sospechoso en el asunto de los sobornos, Antonio Panzeri, viajaba regularmente a Marruecos en calidad de presidente del comité de Marruecos. Durante esas visitas, elogió en los medios de comunicación locales los esfuerzos del gobierno marroquí por salvaguardar los derechos humanos, mientras activistas y periodistas desaparecían simultáneamente entre rejas.

    Los viajes pagados hacen vulnerables a los parlamentarios, afirma Tineke Strik, eurodiputada de Izquierda Verde. Durante una reunión introductoria con el embajador marroquí de la UE a finales de 2019, le ofreció un viaje para ver paneles solares en Marruecos. Strik no aceptó. A finales de diciembre del mismo año, recibió un paquete de productos de lujo de la representación marroquí, entre ellos un costoso bolso de piel y una botella de aceite de oliva. Strik devolvió el paquete. Poco después, tras plantear en una reunión cuestiones críticas sobre el trato de Marruecos a los migrantes, cesó el contacto. « Al parecer », dice Strik, « están intentando ver quién está interesado. Algunos colegas podrían dedicarse a esto ».

    « Sin duda los hay », afirma un miembro de un grupo de presión de Bruselas. « Algunos eurodiputados están abiertos a ofertas, a veces incluso las piden », afirma. « Conozco conversaciones en las que los eurodiputados han dejado caer que estaban buscando otro destino para sus vacaciones familiares, o que su hijo o hija está buscando trabajo. Hay interlocutores de fuera de la UE que siguen dispuestos a facilitarlo ».

    Ofrecer viajes (de estudios) es una forma de ganarse apoyos, según el lobista. « No es que se compre influencia directa con ella », dice. « Es simplemente una forma de establecer contacto y crear así una vía de influencia ».

    Resolución sobre Bahréin

    Por ejemplo, Bahréin, un país muy represivo del Golfo. A la cabeza del Grupo de Amigos de Bahréin está el checo Tomás Zdechovsky. Visitó el Estado petrolero en 2021 y 2022 y habló con funcionarios del gobierno. Más adelante, en 2022, se presentará ante el Parlamento una resolución que pide la liberación de un activista de derechos humanos que, según observadores internacionales, ha sido detenido por motivos dudosos y torturado. Zdechovsky está redactando su propia resolución para su Partido Popular Europeo (los Demócrata-Cristianos): en ella no se pide la liberación, sino que se describe al disidente bahreiní como antiguo miembro de un grupo « terrorista », que quería desalojar de su trono al « califa reinante ». La resolución no lo consigue, pero llama la atención porque el texto coincide plenamente con la opinión del gobierno bahreiní.

    Zdechovsky dijo en una respuesta que quería que su resolución adoptara una « posición equilibrada » sobre el preso. Las visitas pagadas a países son, dice, « una forma bien establecida de diplomacia », y está « orgulloso » de la transparencia que da al respecto.

    Emiratos Árabes Unidos también tiene un grupo de amigos. Con el español Antonio López-Istúriz White, tienen un presidente influyente: también es secretario general de los democristianos, el grupo más numeroso del Parlamento Europeo. Cuando da una recomendación de voto, tiene mucho peso.

    Este López-Istúriz Blanco se encuentra a menudo en el estado del Golfo. En esas visitas, no habla de que Emiratos es uno de los países menos libres del mundo, donde los blogueros críticos desaparecen en la cárcel. O sobre la guerra que Emiratos libra en Yemen, que ha provocado la mayor crisis humanitaria actual. Sin embargo, el español elogia sistemáticamente al país por su « lucha contra el terrorismo », por ejemplo en una rueda de prensa que da en Abu Dahbi en 2017. En los Emiratos, se interpreta como una aprobación de los actos de guerra en Yemen. El Parlamento Europeo « nos apoya » en Yemen, escriben los periódicos tras la visita.

    Diplomacia a través del « poder blando

    Pero el miembro más conocido del grupo de amistad es Radoslaw Sikorski. Ex ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, aparece regularmente en los medios de comunicación occidentales para advertir de la amenaza de Rusia. También goza de fama por su matrimonio con la galardonada periodista estadounidense Anne Applebaum. Sikorski lleva años en nómina de Emiratos, según un estudio del Parlamento polaco. Recibe 100.000 dólares al año del país por asesorar en la conferencia de Sir Bani Yas. Esta conferencia fue creada por Emiratos hace poco más de 10 años como una forma de llevar a cabo la diplomacia internacional a través del poder blando. Además de Sikorski, se pidió a destacados (ex) políticos que formaran parte del consejo asesor, entre ellos Kevin Rudd y Carl Bildt, ex primeros ministros de Australia y Suecia respectivamente. A la conferencia en sí, por su parte, asiste un grupo privado de unos 150 políticos y analistas, entre ellos el año pasado el responsable de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. La prensa no es bienvenida; todo se desarrolla bajo normas de reclusión.

    El propio Sikorski habla de « la conferencia más renombrada sobre Oriente Medio ». Forma parte del consejo asesor desde 2017, lo que ya le ha permitido recibir casi medio millón de euros del Ministerio de Asuntos Exteriores de Emiratos. Sikorski no reveló al Parlamento Europeo que asistió a la conferencia celebrada en los Emiratos a finales del año pasado, a expensas de ese país. Los eurodiputados están obligados a informar de estos viajes. Según Sikorski, esto no era necesario en su caso porque no realizó el viaje en calidad de eurodiputado. « Formaba parte de mis actividades externas remuneradas », dijo.

    Para averiguar si los generosos pagos, permitidos por las normas del PE, influyen en sus opiniones como eurodiputado, NRC analizó el comportamiento de voto de Sikorski. Aunque no puede probarse la influencia directa, parece que Sikorski mantiene posiciones que convienen a los Emiratos. El principal enemigo de Emiratos, Irán, es blanco habitual de Sikorski por la opresión que el régimen ejerce sobre sus propios ciudadanos. Hace campaña a favor de sanciones más duras contra Irán. Recientemente, en 2020, comparó a un ministro iraní con un dirigente nazi.

    Más indulgencia con Emirates

    Pero para los regímenes represivos de Emiratos y su aliado Arabia Saudí, Sikorski es más suave. Esto es evidente, por ejemplo, cuando el Parlamento Europeo quiere pedir a los Estados miembros que dejen de suministrar armas a Arabia Saudí tras el asesinato del periodista saudí Jamal Kashoggi en Estambul en 2020. Sikorski vota en contra del boicot de armas.

    En 2021, se opone a una petición de acción contra Emiratos por la detención de un bloguero crítico.

    Ese mismo año, apoya un intento de mitigar una resolución sobre las condenas a muerte en Arabia Saudí. Aunque la resolución pretende denunciar el hecho de que el país permita la ejecución de disidentes, Sikorski apoya una propuesta para que el texto afirme que los saudíes han dictado cada vez menos condenas a muerte en los últimos años. Esa propuesta también incluye una petición para añadir que otros países, como China e Irán, son incluso peores que Arabia Saudí.

    En estas cuestiones, Sikorski vota junto con sus compañeros de partido, del derechista Partido Popular Europeo, que incluye al CDA. Por lo tanto, Sikorski cree que no hay conflicto de intereses. « En todas las cuestiones sobre estos países, he votado de acuerdo con las recomendaciones de mi grupo político », respondió Sikorski a las preguntas de NRC. « De ahí se deduce que mi pertenencia al consejo asesor del Foro Sir Bani Yas no afecta a mi voto como eurodiputado ».

    Sospechas sobre el comportamiento electoral

    Aun así, su comportamiento en las urnas, combinado con los pagos, levanta sospechas entre sus colegas, según revelan las entrevistas con antiguos y actuales políticos europeos, la mayoría de los cuales se mostraron dispuestos a hablar sólo bajo condición de anonimato. Y no sólo de Sikorski. En líneas generales pintan el mismo cuadro: que nunca han presenciado sobornos, pero sí cuestionan a algunos colegas que parecen querer perdonar a ciertos regímenes autocráticos.

    La forma en que se producen las resoluciones, nos dicen los implicados, ofrece mucho margen de influencia. Esto empieza en cuanto se redacta el primer borrador. ¿Qué está incluido y qué no? Los acuerdos se alcanzan en la trastienda, y a menudo es imposible determinar después quién influyó en qué.

    El año pasado, por ejemplo, la Vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, ahora sospechosa de corrupción que resultó esconder maletas llenas de dinero, puso su nombre a una resolución que, a primera vista, era muy crítica con Irán. Pero, según supo el NRC por boca de los directamente implicados, entre bastidores Kaili se esforzó por hacer que el texto fuera lo más indulgente posible con Irán. Aunque la resolución se refería a la ejecución en masa de manifestantes por parte del gobierno iraní, Kaili quería que el texto hiciera hincapié en que las sanciones de Estados Unidos, en particular, también son responsables de la situación del pueblo iraní. Kaili también quiso suprimir un pasaje crítico sobre el régimen iraní. Debido a la contrapresión de su grupo, no se salió con la suya. Sin embargo, deja a los interesados con interrogantes: ¿con qué motivo intentó influir en el texto? ¿Es ideología? ¿Política? ¿O autoenriquecimiento?

    Organizaciones turbias

    También desconfían de algunas oscuras organizaciones de derechos humanos. « Hay ONG que operan aquí y llaman la atención del Parlamento sobre los abusos de un país concreto, pero guardan silencio sobre los abusos de otros países », afirma un miembro del personal que trabaja en la Comisión de Derechos Humanos.

    Las ONG forman parte de una guerra por poderes en el Golfo, donde Qatar fue aislado por Emiratos, Baréin y Arabia Saudí en 2017. Los dirigentes de esos países se sienten amenazados por la Hermandad Musulmana, respaldada por Qatar, que ya ha hecho tambalearse a más dictadores de la región.

    No por casualidad, muchas nuevas ONG se incorporaron a Bruselas ese año. Los emiratíes crearon clubes con nombres como « Instituto Bussola » u « Ojo Europeo a la Radicalización », que centraron la atención en el peligro de los Hermanos Musulmanes. A la inversa, Qatar también creó ONG para ensuciar a sus rivales. La Comisión de Derechos Humanos debatió el pasado mayo un informe sobre la influencia emiratí. Esto suscitó grandes interrogantes a posteriori, ya que el informe se centraba únicamente en los Emiratos, y había sido elaborado por una ONG hasta entonces desconocida que no quiso decir cómo se había financiado.

    Las normas para evitar conflictos de intereses en el propio parlamento no son vinculantes. Por ejemplo, los políticos europeos pueden tener ingresos paralelos ilimitados, siempre que los declaren. Un análisis realizado por Transparencia Internacional en 2021 reveló que entre todos ganan hasta 11,5 millones de euros extra al año. El organismo de control de la corrupción también concluyó que muchas descripciones de ingresos complementarios son tan vagas que sigue sin estar claro qué implican exactamente y, por tanto, si existe un conflicto de intereses.

    Lo mismo ocurre con la forma en que el polaco Radoslaw Sikorski registró sus ingresos accesorios. Registró que todos sus ingresos accesorios, desde la conferencia de Sir Bani Yas hasta conferencias y actividades empresariales, no sumaban más de 10.000 euros al mes. De ello no se deduce que reciba casi una tonelada anual de los Emiratos Árabes Unidos.

    La obligación de los eurodiputados de declarar los viajes pagados en el plazo de un mes también está lejos de cumplirse. Desde que salió a la luz el escándalo de corrupción, muchos han añadido repentinamente a su lista de viajes pagados en las últimas semanas.

    Así pues, la falta de normas, de cumplimiento y de ejecución hace que los eurodiputados sean vulnerables a las influencias. Cada vez está más claro que los regímenes autocráticos también eran conscientes de ello.

    Fuente

    #Qatargate #Marocgate #EAU #Corruption #Parlement_Européen

  • USA, Emirats, Bahreïn et le Maroc se rencontrent en Palestine

    USA, Emirats, Bahreïn et le Maroc se rencontrent en Palestine

    USA, Emirats, Bahreïn et le Maroc se rencontrent en Palestine – Antony Blinken, normalisation, Israël,

    L’entité sioniste a annoncé vendredi la tenue d’une rencontre « historique » à l’occasion de la visite prévue du secrétaire d’Etat américain Antony Blinken, avec les Emirats arabes unis, le Maroc et Bahreïn, trois pays arabes ayant récemment normalisé leurs relations avec l’Etat hébreu

    « A l’invitation du ministre des Affaires étrangères Yaïr Lapid, ce dimanche et lundi, un sommet diplomatique historique se tiendra en Israël », a indiqué son bureau dans un court communiqué. « Le secrétaire d’Etat américain et les ministres des Affaires étrangères des Emirats arabes unis, du Maroc et de Bahreïn arriveront en Palestine occupée pour une série de rencontres diplomatiques », est-il précisé.

    Les Emirats arabes unis et Bahreïn ont été les premiers pays arabes du Golfe à normaliser publiquement leurs relations avec l’entité sioniste en septembre 2020, sous l’impulsion de Donald Trump, alors président des Etats-Unis.

    Le Maroc et le Soudan ont ensuite établi des accords similaires.

    Wassim Benrabah

    Source

    #Palestine #USA #Israel #EAU #Bahrein #Maroc

  • Les « accords d’Abraham »: Une « royale mésaventure »

    Tags: Maroc, Israël, EAU, Emirats, Soudan, Bahrein, normalisation, accords d’Abraham-Les « accords d’Abraham »: Une « royale mésaventure »

    Le contexte. Alors que la Chine, la Russie et l’Iran croient l’heure venue de liquider l’hégémonie occidentale, les Etats-Unis et leurs alliés européens n’ont guère d’autre option stratégique que de soutenir l’axe entre Israël et les Etats arabes signataires des accords d’Abraham, souligne dans une tribune au « Monde », Jean-Sylvestre Mongrenier, chercheur associé à l’Institut Thomas More.

    Le 15 septembre 2020, les Emirats arabes unis, Bahreïn et Israël signaient à Washington les accords d’Abraham. En clair, il s’agissait d’instaurer des relations officielles entre les deux émirats du golfe arabo-persique et l’Etat hébreu, un triangle diplomatique consacré par un accord trilatéral. Non sans lucidité, les Emirats arabes unis initient ce processus.

    Dans leur sillage, le Soudan et le Maroc ont depuis normalisé leurs relations avec Israël. Malgré les inclinations du prince héritier, l’Arabie saoudite n’a pas encore rallié cette initiative. « Protecteur des lieux saints de l’Islam », le roi Salman se montre prudent. Il entend aussi conserver cette carte pour négocier avec l’administration Biden.

    Cela dit, les convergences israélo-saoudiennes sont effectives, avec de discrètes coopérations dans le renseignement et la sécurité. Voilà plusieurs années qu’un axe géostratégique entre Israël et les Etats du Golfe a pris forme. Il a pour objectif de contenir les ambitions irano-chiites au Moyen-Orient, du golfe Arabo-Persique au bassin Levantin, avec des implications en mer Rouge et jusqu’en Méditerranée occidentale.

    Dans un premier temps, les accords de normalisation avec l’entité sioniste n’ont ramené aucun bénéfice aux pays arabes, loin s’en faut. Ces accords ont été fait sur le dos des Palestiniens et des Sahraouis. Alger a refusé la combine, dès le début de ce processus secret de normalisation, dont seulement quelques bribes ont été divulguées au grand public.

    Le Maroc « bombe le torse »
    Comme l’exprime si bien le politologue espagnol Ignacio Combrero, les accords d’Abraham ont fait croire au Maroc qu’il possédait désormais une puissance parmi les nations du monde. Cette illusion politique l’avait poussé à surmultiplié les actes belliqueux, notamment envers son voisin algérien. El Guerguerat, Pagasus, les actions diplomatiques hostiles, les liens avec le Mak, etc. ont été autant de motifs qui ont fait grincer Alger des dents.

    Quelques mois après l’adhésion du Maroc à l’accord de Trump, la diplomatie marocaine commence déjà à déchanter face à un recalibrage de la politique étrangère de la part de Biden et une diplomatie disruptive menée par Tel Aviv.

    Les problèmes internes qui se forment au Maroc, l’hostilité sociale envers l’entité sioniste, les limites politiques et économiques de la normalisation, etc. vont, au court terme, contraindre le roi Mohammed VI que les « accords d’Abraham, dits « accords du siècle » ont été une mésaventure royale et méprise magistrale sur les conséquences qu’il encourrait.

    Genèse des accords secrets
    Les accords d’Abraham sont deux traités de paix entre Israël et les Émirats arabes unis d’une part et entre Israël et Bahreïn d’autre part. Le premier, entre Israël et les Émirats arabes unis, est annoncé le 13 août 2020 par le président des États-Unis Donald Trump. Ils sont signés le 15 septembre 2020 à la Maison-Blanche à Washington, accompagnés d’une déclaration tripartite signée aussi par le président américain en tant que témoin.

    Ces accords témoignent d’une évolution stratégique des États du Golfe accentuant, dans le contexte géopolitique global du Moyen-Orient, la césure entre les États sunnites et l’Iran chiite, et traduisant la faiblesse des Palestiniens pour obtenir que se concrétise la solution à deux États — un État israélien et un État palestinien comprenant une partie de la Cisjordanie, la bande de Gaza et Jérusalem-Est — soutenue par la plus grande partie de la communauté internationale.

    Contexte et chronologie
    Le 13 août 2020, le président américain, Donald Trump, annonce qu’Israël et les Émirats arabes unis normaliseront pleinement leurs relations diplomatiques et commenceront une coopération dans un large éventail de domaines, notamment le tourisme, l’éducation, la santé, le commerce et la sécurité. Le ministre d’État des Affaires étrangères des Émirats arabes unis, Anwar Gargash confirme l’accord des Émirats arabes unis pour normaliser leurs relations avec Israël, affirmant que son pays voulait faire face aux menaces qui pèsent sur la solution à deux États, en particulier l’annexion des territoires palestiniens, et exhorter les Palestiniens et les Israéliens à revenir à la table des négociations. Il indique aussi qu’il ne pensait pas qu’il y aurait une ambassade à Jérusalem avant qu’il y ait un accord final entre les Palestiniens et les Israéliens. De son côté, le Premier ministre israélien Benyamin Netanyahou déclare que l’annexion des territoires palestiniens est simplement en pause.

    Le 31 août, un « premier vol commercial El Al direct » entre Tel Aviv et Abou Dhabi permet à une délégation officielle américano-israélienne dirigée par Jared Kushner et dont fait partie le conseiller israélien à la sécurité nationale Meir Ben Shabbat, de rejoindre les Emirats arabes unis pour continuer les négociations. Leur objectif est de chercher des moyens de renforcer la coopération dans plusieurs domaines (aviation, tourisme, commerce, santé, énergie, sécurité). Jamal al-Musharakh, directeur du département de planification des politiques du ministère des Affaires étrangères émirati déclare que son gouvernement avait reçu « l’assurance » qu’Israël ne progresserait pas dans son plan d’annexion de larges zones de la Cisjordanie6.

    Le 11 septembre, le président américain Donald Trump annonce l’instauration de relations diplomatiques entre Israël et Bahreïn.

    Le 15 septembre est organisée à Washington la cérémonie formelle de signature à laquelle se joint Bahreïn. Lors de cette cérémonie, le ministre des Affaires étrangères des Émirats arabes unis remercie Netanyahou d’avoir « arrêté » les plans d’annexion de la Cisjordanie dans le cadre de l’accord8 alors que le Premier ministre israélien déclare par ailleurs que l’annexion est simplement « reportée » et qu’Israël n’y a « pas renoncé ».

    Les accords ont été rédigés par Jared Kushner, gendre de Donald Trump et organisateur de la cérémonie10. Dans le contexte de la tenue de l’élection présidentielle américaine dans moins de deux mois, la Maison-Blanche publie le 15 septembre une déclaration qui affirme que ces accords sont le résultat des efforts diplomatiques du président Trump la normalisation des relations d’Israël avec ses voisins va se poursuivre

    Par ces accords, les Émirats arabes unis et Bahreïn sont les troisième et quatrième pays arabes, après l’Égypte en 1979 et la Jordanie en 1994, à normaliser leurs relations avec Israël, et les premiers pays du golfe persique à le faire. D’un enjeu géopolitique important, cet accord acte notamment la suspension des plans d’annexion de territoires occupés en Cisjordanie/Judée-Samarie. Cet accord fut établi grâce à d’intenses mais néanmoins discrètes tractations diplomatiques entre plusieurs États.

    Parallèlement à ces accords, les États-Unis se sont engagés à vendre des avions de chasse furtifs F35 aux Émirats arabes unis, malgré l’opposition israélienne finalement levée en octobre 2020. Cela montrerait que ces accords sont aussi l’aboutissement d’une coalition anti-iranienne10. Toutefois, l’administration Biden suspend temporairement la vente des F35 aux Émirats en janvier 2021.

    Contenu des accords
    Les accords d’Abraham — du nom du patriarche des trois religions monothéistes — regroupent :

    Une déclaration trilatérale entre Israël, les Émirats arabes unis et Bahreïn, nommée « Déclaration des Accords d’Abraham (Abraham Accords Declaration) » à laquelle le président américain Donald Trump appose sa signature en tant que témoin.

    -Un « traité de paix » bilatéral entre Israël et les Émirats arabes unis.

    -Une « déclaration de paix » bilatérale entre Israël et Bahreïn.

    -Ces accords ont été imprimés en trois langues : anglais, arabe et hébreu.

    -La « Déclaration des Accords d’Abraham » promeut le dialogue interreligieux et interculturel entre les trois religions abrahamiques et toute l’humanité. Elle proclame la liberté de religion.

    Traité de paix entre les Émirats arabes unis et Israël
    Le préambule du traité de paix fait état du conflit israélo-palestinien, rappelle les traités de paix israélo-égyptien de 1979 et israélo-jordanien de 1994, affirme que les deux parties au traité reconnaissent « que les peuples arabe et juif sont les descendants d’un ancêtre commun, Abraham, et aspirent à favoriser une vision réaliste d’un Moyen-Orient où vivent musulmans, juifs, chrétiens et peuples de toutes confessions, dénominations, croyances et nationalités dans un esprit de coexistence, de compréhension mutuelle et de respect mutuel ».

    Dans cet esprit, les deux parties « s’engagent à poursuivre leurs efforts pour parvenir à une solution juste, globale, réaliste et durable du conflit israélo-palestinien », et à travailler ensemble « pour parvenir à une solution négociée au conflit israélo-palestinien qui réponde aux besoins et aux aspirations légitimes des deux peuples, et pour faire progresser la paix, la stabilité et la prospérité globales au Moyen-Orient ».

    Le traité ne fait pas mention explicitement d’axes de solution au conflit israélo-palestinien que les deux parties partageraient. L’article 7 dispose simplement que « suite aux accords d’Abraham, les parties sont prêtes à se joindre aux États-Unis pour développer et lancer un « Agenda stratégique pour le Moyen-Orient » afin d’étendre la coopération régionale diplomatique [et] commerciale ».

    Le traité de paix établit des relations diplomatiques entre les Émirats et Israël et prévoit l’échange d’ambassadeurs, sans que le lieu d’installation des futures ambassades ne soit précisé.

    Le traité dispose que les deux États établiront des accords bilatéraux de coopération dans de nombreux domaines, parmi lesquels : finance et investissement, aviation civile, relations commerciales et économiques, santé, science, technologie et utilisations pacifiques de l’espace extra-atmosphérique, énergie, arrangements maritimes, agriculture et eau.

    Le traité mentionne que les deux parties « s’engagent à prendre les mesures nécessaires pour empêcher toute activité terroriste ou hostile l’un contre l’autre sur ou depuis leurs territoires respectifs, ainsi qu’à refuser tout soutien à de telles activités à l’étranger ou à autoriser un tel soutien sur ou depuis leurs territoires respectifs ». À ce stade, ce traité ne constitue pas un pacte complet d’assistance et de sécurité mutuelle.

    Déclaration de paix entre Bahreïn et Israël
    Outre l’établissement des relations diplomatiques, commerciales, économiques et culturelles, la déclaration entre Israël et Bahreïn mentionne l’engagement des deux parties à « une solution juste, complète, et durable au conflit israélo-palestinien ». Les relations diplomatiques entre les deux pays sont formalisées le 18 octobre 2020.

    Réactions internationales et suites
    Après l’annonce de l’accord israélo-émirati, le premier ministre israélien, Benyamin Netanyahou remercie le président égyptien al-Sissi et les gouvernements d’Oman et de Bahreïn pour leur soutien à l’accord de paix historique.

    L’Autorité palestinienne dénonce pour sa part une « trahison méprisable » car il montre que le retrait d’Israël de toute la Cisjordanie n’est plus un préalable à la reconnaissance d’Israël par les pays arabes.

    L’Europe et les États-Unis (le président Trump comme son opposant Joe Biden) saluent en général cet accord que condamnent, outre l’Autorité palestinienne et le Hamas, l’Iran et la Turquie.

    Ces accords sont suivis en octobre 2020 de l’annonce par Donald Trump d’un accord de normalisation des relations diplomatiques entre Israël et le Soudan puis en décembre de l’annonce d’un accord de normalisation des relations diplomatiques entre Israël et le Maroc. L’accord entre Israël et le Soudan est signé le 6 janvier 2021 à Khartoum tandis qu’une déclaration conjointe entre Israël, le Maroc et les États-Unis, prévoyant l’établissement de relations diplomatiques entre le Maroc et Israël et la réouverture des bureaux de liaison à Rabat et à Tel-Aviv, est signée le 22 décembre 2020 à Rabat.

    Mise en œuvre
    L’accord entre Israël et les Émirats arabes unis se concrétise dès la fin 2020 par une collaboration dans de multiples domaines tels la technologie, les médias, le football, les services financiers, le tourisme, la recherche, l’énergie, la cyber sécurité et le transport aérien.

    En novembre 2021, la compagnie aérienne Emirates annonce que le 6 décembre 2021 sera lancée la première liaison aérienne directe entre les Émirats arabes unis et Israël, « alors que les Emirats et Israël continuent de développer une plus grande coopération économique» et pour «encourager les flux commerciaux entre les deux pays ».

    Israël : un an après les accords d’Abraham, « la question palestinienne reste présente »
    Le chef de la diplomatie américaine Antony Blinken a réuni virtuellement, vendredi 17 septembre, ses homologues d’Israël, des Émirats arabes unis, de Bahreïn et du Maroc. Dans la réalité, peu de choses ont changé un an après les accords de normalisation, malgré les craintes d’un effacement de la cause palestinienne, explique le chercheur au Middle East Institute de Singapour, Jean-Loup Samaan.

    Pour Jean-Loup Samaan : Les accords d’Abraham, c’est avant tout un grand pas en avant pour la diplomatie d’Israël. Le pays a toujours aspiré à normaliser ses relations avec son voisinage. Le dernier accord de normalisation datait de 1994 avec la Jordanie. En 2020, ce sont deux nouveaux pays arabes – les Émirats arabes unis et Bahreïn – qui reconnaissent l’État israélien. Le pays n’est plus isolé. Le Soudan et le Maroc ont suivi quelques mois après. Cela a permis d’enclencher une véritable dynamique vers d’autres pays, mais qui s’est vite arrêtée dès l’année suivante.

    « Israël partage avec les Émirats arabes unis et Bahreïn les mêmes dossiers sécuritaires dans la région : la perception de la menace iranienne, ainsi que de celle de l’islam politique du salafisme et des Frères musulmans. Il y a également une dimension économique à ces accords, avec d’énormes retombées possibles en termes de coopération technologique, d’armement comme touristiques. Mais celles-ci sont encore difficile à mesurer en raison du covid.

    Quels changements ont-il entraîné au Moyen-Orient ?

    « Cela n’a pas été une révolution géopolitique pour autant : ces accords n’ont fait que rendre public ce qui était déjà en gestation. Cela faisait déjà près d’une décennie qu’existaient des échanges officieux entre Israël et les pays du Golfe. L’accord a été publiquement présenté comme historique, pour ne pas dire révolutionnaire, mais les Émirats arabes unis et Bahreïn se sont montrés très prudents dès le début.

    Sur la photo de la signature à Washington figurent Donald Trump, Benyamin Netanyahou (alors premier ministre israélien) et seulement les ministres des affaires étrangères émirien et barheïni : pas le roi du Bahreïn ni le prince héritier d’Abou Dhabi, Mohammed Ben Zayed. D’ailleurs les deux pays n’ont joué aucun rôle dans la résolution du conflit avec Gaza, quelques mois plus tard ; ce sont le Qatar et l’Égypte qui ont fait office de médiateurs.

    « Certaines rumeurs parlent de rapprochements avec l’Arabie saoudite, mais je ne pense pas non plus que ce soit à l’ordre du jour, du moins pas de manière ostentatoire comme pour le cas marocain. Le conflit avec Gaza, en mai, a eu un impact très important sur les populations du Golfe et les expatriés arabes dans cette région. Les hostilités ont commencé en plein mois de ramadan. Et le Hamas, qui dirige la bande de Gaza, a été assez fort pour mobiliser les opinions autour de la question de Jérusalem et de la mosquée Al-Aqsa, troisième lieu saint de l’islam.

    Quelles conséquences pour le conflit israélo-palestinien ?
    « Le président de l’Autorité palestinienne, Mahmoud Abbas, a condamné les accords lors de leur signature. Pareil pour les Palestiniens, qui l’ont vécu comme une trahison. Ces accords imprimaient l’idée que la question palestinienne était reléguée au second rang, qu’il ne fallait plus considérer le processus de résolution du conflit israélo-palestinien comme seule porte d’entrée pour régler le problème dans la région, comme cela avait été pensé avec les accords d’Oslo en 1995.

    Les accords d’Abraham sont moins des accords de paix que des accords stratégiques. Le silence d’Abou Dhabi et de Manama pendant le conflit avec Gaza l’a bien montré. La question palestinienne reste présente, d’une façon ou d’une autre.

    L’Express, 12/11/2021

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