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  • Biden alterará la retórica, pero no cambiará de rumbo sobre el Sáhara Occidental

    El presidente de Estados Unidos, Biden, correrá el riesgo de alienar a Marruecos, un aliado confiable, si revierte el acuerdo de la administración Trump.

    Durante su audiencia de confirmación ante el Senado de los Estados Unidos, se le preguntó al recién nombrado Secretario de Defensa sobre su opinión sobre el Sáhara Occidental. El secretario general Lloyd Austin respondió tentativamente: « Ese es un tema que ciertamente me gustaría analizar más de cerca antes de darles una respuesta detallada ». 
    El reconocimiento de Washington de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental fue uno de varios cambios importantes en la política exterior anunciados por el ex presidente Donald Trump poco antes de su partida. El caso de Marruecos, sin embargo, es notable porque el apoyo estadounidense a las reclamaciones del reino sobre el territorio se cambió por el compromiso de Rabat de normalizar las relaciones con Israel. 
    Sin embargo, las rápidas acciones que siguieron a este acuerdo, el primer vuelo directo entre Israel y Marruecos y la visita de altos diplomáticos estadounidenses a Dakhla en preparación para un consulado estadounidense, se han detenido después de la toma de posesión del presidente Biden. 
    Los comentarios del secretario Austin no brindan indicios de cómo la administración Biden planea avanzar y parecen indicar que el tema está lejos de estar en la cima de la lista de prioridades. Mientras tanto, el silencio de la administración Biden sobre el asunto ha asustado a Marruecos: según algunas fuentes , el reino está esperando la apertura tanto del consulado estadounidense en el Sahara Occidental como de las oficinas de enlace israelíes antes de tomar más decisiones sobre las futuras relaciones Marruecos-Israel. 
    Mientras tanto, el Frente Polisario presuntamente lanzó cuatro cohetes contra Guerguerat, una de las zonas de amortiguación de la ONU ubicada en la frontera entre Marruecos y Mauritania. El ataque es una escalada del continuo intercambio de disparos entre el ejército marroquí y el Frente Polisario que se ha informado desde mediados de noviembre. El momento de este evento no es una coincidencia; Hay mucho en juego para que el Frente Polisario deje clara su oposición al cambio de política de Washington. 
    Sin embargo, a pesar del silencio del presidente Biden hasta el momento, así como la promesa de su administración de ‘un regreso a la normalidad’ de la era Trump, es poco probable que Biden cambie de rumbo en el tema. 
    Washington considera a Rabat un aliado confiable, con diferentes niveles de participación, en la promoción de sus intereses regionales. A Biden no le interesa renegar del reconocimiento de los Estados Unidos de las afirmaciones de Marruecos y perder el favor de Rabat. 
    Si bien Trump anunció la nueva postura de Estados Unidos sobre el Sáhara Occidental de manera abrupta y casual, el quid pro quo había sido cuidadosamente negociado por partes israelíes, marroquíes y estadounidenses durante años. De hecho, Washington había comenzado a cambiar su postura sobre el Sáhara Occidental a favor de Rabat mucho antes de la administración Trump. Existe cierto desacuerdo sobre cuándo exactamente Washington pasó de apoyar la neutralidad positiva y el alto el fuego negociado por la ONU, a presionar por el lenguaje en las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental para priorizar las negociaciones diplomáticas. 
    Sin embargo, a lo largo de los años, Washington ha allanado el camino para una solución de la disputa que no se base en un referéndum. La administración Biden tomará sus decisiones no basándose en la espontaneidad percibida de los tuits de Trump, sino más bien en la relación de larga data de Washington con Rabat y un cambio de política que ha estado en marcha durante décadas. 
    La administración Biden se enfrenta ahora a una situación en la que su postura sobre el Sáhara Occidental está directamente vinculada a su relación con Israel. El quid pro quo diplomático significa que cualquier retroceso por parte de Washington afectará negativamente a su aliado más cercano en la región. Si Estados Unidos no logra construir un consulado en Dakhla, por ejemplo, Rabat no continuará con el acuerdo de normalización. 
    Mientras Israel impulsaba este tratado, así como acuerdos similares con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Sudán, cualquier obstáculo importante en su capacidad para llegar a buen término sería visto negativamente por el gobierno israelí y el lobby de Israel en Estados Unidos. Con la administración Biden de menos de un mes, no quiere tener que reconstruir los términos de la compleja relación Marruecos-Israel desde cero. 
    Además, el asesor de seguridad del presidente Biden Jake Sullivan expresó recientemente que Estados Unidos espera aprovechar el « éxito » de estos acuerdos de normalización en los esfuerzos políticos futuros. La administración Biden, por lo tanto, se sentirá motivada a cumplir sus compromisos dentro de los acuerdos de normalización existentes para garantizar su legitimidad en el futuro. 
    El presidente Biden también ha expresado su opinión sobre volver a comprometerse con las instituciones internacionales. Las Naciones Unidas no apoyan los reclamos de soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Esta realidad probablemente influirá en la administración de Biden no en el contenido de sus políticas, sino más bien, en la redacción pública de las mismas. Si bien habrá actores dentro de la ONU que criticarán la posición de Washington, es difícil imaginar un escenario en el que esta presión sea suficiente para influir en la política estadounidense. 
    Como resultado, podemos esperar ver un cambio de tono en la retórica de la nueva administración sobre el Sáhara Occidental. Sin embargo, la reintroducción del lenguaje diplomático debe analizarse junto con las acciones de la administración. 
    Si bien es poco probable que Biden cambie el rumbo del Sáhara Occidental, ciertamente hay factores indeterminados que pueden influir en el futuro de esta política. El reciente lanzamiento de cohetes es un conmovedor recordatorio de que el alto el fuego de la ONU ya no se aplica por completo al conflicto; un mayor aumento de la violencia puede desestabilizar la región y mostrarle al gobierno de Biden que la política de la última era de Trump servirá mejor a los intereses de Washington solo mientras no se vean arrastrados a una guerra. 
    Si esta escalada aumenta drásticamente, la nueva administración puede encontrarse reconsiderando lo que más valora en su esfuerzo por la « normalidad ». 
    TRT World, 26 jan 2021
    #SaharaOccidental #WesternSahara #Polisario #Marruecos #Morocco #DonaldTrump #JoeBiden #Normalizacion #israel
  • Etats-Unis: Biden suspend des ventes d’armes à Ryad et de chasseurs F-35 aux Emirats

    La mesure est spectaculaire car elle concerne notamment des munitions de précision promises à l’Arabie saoudite, et des F-35 vendus aux Emirats arabes unis en échange de la reconnaissance par ce pays du Golfe de l’Etat d’Israël, sous l’égide de Donald Trump.

    Le nouveau gouvernement américain de Joe Biden a suspendu des ventes d’armes à l’Arabie saoudite et de chasseurs F-35 aux Emirats arabes unis afin de « réexaminer » la décision prise sous la présidence de Donald Trump, a-t-on appris mercredi du département d’Etat américain.
    Washington « suspend temporairement la mise en œuvre de certains transferts et ventes en cours de matériel de défense américain », « pour permettre aux nouveaux dirigeants de les réexaminer », a assuré un responsable interrogé par l’AFP. Il s’agit de « faire en sorte que les ventes d’armes par les Etats-Unis répondent à nos objectifs stratégiques », a-t-il ajouté, évoquant « une mesure de routine administrative typique de la plupart des transitions ».
    La mesure est toutefois spectaculaire car elle concerne notamment des munitions de précision promises à l’Arabie saoudite, et des F-35 vendus aux Emirats arabes unis en échange de la reconnaissance par ce pays du Golfe de l’Etat d’Israël, sous l’égide de Donald Trump.
    Ryad, très proche allié des Etats-Unis notamment sous l’administration Trump, dirige une coalition militaire en soutien du gouvernement du Yémen dans le conflit qui l’oppose aux rebelles Houtis, appuyés par l’Iran. Les Emirats en font aussi partie. Or les démocrates et certains républicains dénoncent depuis longtemps le soutien américain à cette coalition, accusée de nombreuses bavures contre les civils.
    Le Soir.be, 27 jan 2021
    Tags : Etats-Unis, Arabie Saoudite, Emirats Arabes Unis, EAU, UAS, Joe Biden, armes, F-35,
  • La fin de la diplomatie libérale

    22 janv.2021
    SHLOMO BEN-AMI

    Alors que Joe Biden a raison de rejeter de nombreux aspects de la présidence toxique de Donald Trump, il devrait éviter de jeter le bébé avec l’eau du bain. Ce n’est qu’en reconnaissant les faiblesses des normes diplomatiques libérales que l’administration Biden peut faire progresser la diplomatie innovante et efficace dont le monde a désespérément besoin.

    TEL AVIV – Le 11 décembre, le président de l’époque, Donald Trump, a proclamé que les États-Unis reconnaîtraient la souveraineté du Maroc sur le Sahara occidental contesté, une récompense apparente pour la décision du pays d’établir des relations diplomatiques avec Israël. Cette décision a été rapidement condamnée comme une violation flagrante des normes diplomatiques. Mais, avec son approche facile des conflits prolongés, Trump a par inadvertance fait valoir un point important: l’empereur – l’approche diplomatique dominante – n’a pas de vêtements.

    Certes, Trump s’est lui-même tenu nu sur la scène mondiale, comme lorsqu’il a affirmé avoir atteint une percée avec la Corée du Nord ou vanté la « proposition de paix » invraisemblable de son administration au Moyen-Orient . Mais aucun de ses prédécesseurs – aux États-Unis ou ailleurs – n’a résolu ces conflits non plus, malgré le respect de normes diplomatiques vénérées.

    Ces normes sont inextricablement liées à l’ordre mondial libéral qui a émergé après la Seconde Guerre mondiale. La doctrine de la «responsabilité de protéger» (R2P) – l’engagement du monde, adopté à l’unanimité par l’Assemblée générale des Nations Unies en 2005, à protéger les populations contre le génocide, les crimes de guerre, le nettoyage ethnique et les crimes contre l’humanité – illustre cette diplomatie libérale.

    Mais, au cours des deux dernières décennies, tout a été en baisse pour cette vision. En Libye – le premier cas où le Conseil de sécurité de l’ONU a autorisé une intervention militaire basée sur la R2P – les envoyés de l’ONU vont et viennent, mais l’avenir du pays est décidé par des puissances étrangères agissant unilatéralement. Et, avec le Conseil de sécurité dans l’impasse, la R2P n’a pas été invoquée pour justifier une intervention militaire depuis, malgré plusieurs atrocités de masse notables perpétrées par les propres gouvernements du peuple.

    L’échec répété du système de sécurité collective de l’ONU peut être en partie attribué au déclin de l’ordre mondial libéral lui-même. Bien avant Trump, l’Amérique était devenue de plus en plus réticente à agir en tant que garant de l’ordre (en Libye, le président Barack Obama avait juré que les États-Unis «dirigeraient par derrière»). Ajoutez à cela le révisionnisme agressif de la Russie, l’abandon par la Chine de son «ascension pacifique» et la préoccupation de l’Union européenne pour sa propre survie.

    Mais bon nombre des plus grands défis diplomatiques du monde – du conflit israélo-palestinien au différend sur le Sahara occidental – sont antérieurs à ces facteurs. Même à son apogée, la diplomatie libérale ne pouvait pas les résoudre, notamment parce qu’elle traitait trop souvent la politique comme un art expressif, détaché d’une réalité en constante évolution.

    Prenons la lutte pour le Sahara occidental – le plus long différend territorial en Afrique. En 1975, alors que l’Espagne était sur le point de céder le contrôle du territoire, la Cour internationale de justice a rejeté la demande du Maroc à son égard et a statué que la population locale, les Sahraouis, avait droit à l’autodétermination. Mais le Maroc a rapidement envahi et annexé le territoire.

    Depuis, la situation a radicalement changé. Le Sahara occidental est l’un des territoires les moins peuplés du monde, avec seulement environ 70 000 habitants en 1975, et peut-être 550 000 aujourd’hui, vivant dans une région deux fois plus petite que l’Espagne. Les deux tiers de la population sont des Marocains, beaucoup y ont déménagé après l’annexion.

    Dans ce contexte, les arguments en faveur de l’autodétermination du Sahara occidental sont douteux. Une approche plus appropriée, qui reflète la réalité sur le terrain, consiste à accorder l’autonomie du Sahara occidental au sein du Royaume du Maroc – exactement le plan approuvé par Trump. (En 2013, Obama a soutenu la même approche dans une déclaration conjointe avec le roi du Maroc Muhammed VI.)

    Assurer le contrôle politique d’un territoire occupé en modifiant sa démographie n’est pas nouveau. Quelque 600 000 Israéliens vivent actuellement en Cisjordanie, aux côtés de 2 750 000 Palestiniens. L’Iran a repeuplé de vastes régions de Syrie avec des musulmans chiites. Près de 46 ans après que la Turquie a envahi le nord de Chypre, les colons de Turquie continentale représentent environ la moitié de la population du territoire.

    Un tel comportement ne devrait jamais être approuvé. Mais prétendre que cela ne se produit pas n’aidera pas non plus. Lorsque les acteurs sont dans un état prolongé de limbes diplomatiques, le non-respect de l’équilibre réel des pouvoirs ou de la durée du conflit perpétue un fait accompli en faveur du côté le plus fort. Cela est aussi vrai du différend Maroc-Sahara occidental que du conflit israélo-palestinien, où l’engouement pour le paradigme trompeur des deux États a rendu la paix pratiquement impossible.

    En fait, lorsque les États arabes ont rejeté les accords avec Israël, ils se sont généralement retrouvés avec moins. Les Palestiniens l’ont fait au moins à deux reprises. De même, la Syrie est dans une pire situation pour avoir rejeté l’offre d’Israël en 2000 de restituer le plateau du Golan: en 2019, l’administration Trump a officiellement reconnu la souveraineté israélienne.

    Alors que la décision de Trump était injustifiable au regard du droit international (même si l’on pense qu’Israël était justifié dans son recours à la force pendant la guerre des Six jours en 1967), il est indéniable que l’échec prolongé de la diplomatie libérale l’a rendu possible. Et cela fait partie d’un schéma plus large d’annexions unilatérales.

    Par exemple, la récente éruption du conflit vieux de plusieurs décennies entre l’Arménie et l’Azerbaïdjan au sujet de l’enclave du Haut-Karabakh s’est terminée par un accord négocié par la Russie qui a légitimé l’annexion par l’Azerbaïdjan d’une grande partie du territoire. Les forces de maintien de la paix russes ont été dépêchées pour faire appliquer l’accord. L’ONU était introuvable.

    Trump a beaucoup à répondre, diplomatiquement et autrement. Mais le fait est que les normes diplomatiques dont il n’a pas tenu compte ne produisaient pas de résultats dans nombre des conflits les plus anciens du monde. Et, aussi imprudentes que ses actions aient souvent été, elles pourraient bien faire progresser des conflits apparemment insolubles – notamment le conflit israélo-arabe vieux d’un siècle.

    Après tout, à cause de Trump, le Maroc, Bahreïn, les Émirats arabes unis et le Soudan ont rejoint l’Égypte et la Jordanie pour normaliser leurs relations avec Israël. (Trump a offert à l’ Indonésie des milliards de dollars d’aide pour faire de même, mais le pays a rejeté l’accord.) Trump a également négocié la paix entre ses rivaux arabes dans le Golfe cherchant à contrer l’approfondissement des relations du Qatar avec l’Iran et la Turquie.

    Alors que le président Joe Biden a raison de rejeter de nombreux aspects de la présidence toxique de Trump, il ferait bien de sauvegarder ses quelques réalisations. Mais pour relancer la diplomatie libérale, une alliance transatlantique revigorée – avec une UE beaucoup plus cohésive acquérant le hard power qui lui fait maintenant défaut – est d’une importance vitale.

    Shlomo Ben-Ami, ancien ministre des Affaires étrangères israélien, est vice-président du Toledo International Center for Peace. Il est l’auteur de Scars of War, Wounds of Peace: The Israel-Arab Tragedy .

    Project Syndicate, 22 jan 2021

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Etats-Unis, Donald Trump, Joe Biden, Palestine, Syrie, Proche Orient,

  • Maroc-Sahara Occidental : La Maison Blanche a bel et bien supprimé la proclamation de Trump

    PRÉTENDUE MAROCANITÉ DU SAHARA : La Maison Blanche a bel et bien supprimé la proclamation de Trump

    S’il y a une information qui a jeté le palais royal dans la panique, comme révélée ce jeudi, c’est bien celle relative à la suppression du communiqué officiel portant décision de l’ex-président américain, Donald Trump, inhérente à sa reconnaissance d’une supposée souveraineté du maroc sur le Sahara occidental, du site web de la Maison Blanche. Lors de l’annonce de la décision le 10 décembre dernier, l’administration de Trump a publié le communiqué de la proclamation sur son site web, dont le lien est le suivant : https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/proclamation-recognizing-sovereignty-kingdom-morocco-western-sahara/
    Sauf que, depuis quelques jours, une simple recherche de cette adresse fera constater que le communiqué a disparu des radars, sinon du site officiel de la Maison Blanche, comme annoncé effectivement. N’en déplaise au Makhzen, qui a déployé de nouveau sa machine de propagande pour dire le contraire de ce qu’un « fact checking » d’amateur en révélera l’authenticité, le communiqué a bel et bien été supprimé. Non seulement, puisque le texte officiel de Trump a même été retiré du site du département d’Etat américain. 
    En effet, depuis son investiture à la tête des États-Unis, mercredi dernier, Joe Biden s’est engagé à revenir sur de nombreuses décisions prises alors par son prédécesseur. C’est ainsi qu’il a procédé, au premier jour même de sa prise de fonction dans le bureau ovale à la signature de quelque 17 décrets présentiels allant dans le sens de supprimer les décisions controversées de Donald Trump. C’est d’autant plus que le nouveau locataire de la Maison Blanche veut effacer du revers de la main le lourd contentieux, cet héritage empoisonné que lui a légué son prédécesseur, que la décision de proclamation de la « souveraineté » du Maroc sur les territoires occupés du Western Sahara l’ait mis dans l’embarras pour une décision qui a jeté l’opprobre sur la politique étrangère américaine. À ce stade, autrement à peine qu’il entame sa mission à la Maison Blanche, Joe Biden donne le ton de ce que sera la nouvelle vision de sa doctrine diplomatique.
    Farid Guellil
    Tags : Sahara Occidental, Maroc, USA, Etats-Unis, Joe Biden, Donald Trump, normalisation, 
  • Communiqué de presse de l’EUCOCO concernant la nouvelle position de l’administration Biden sur le conflit au Sahara occidental

    La Task Force de la Coordination des Comités européens de soutien au peuple sahraoui (EUCOCO) se réjouit de la décision du nouveau Président des Etats-Unis J. Biden de geler la décision prise par son prédécesseur de reconnaitre la souveraineté du Royaume du Maroc sur le Sahara Occidental.

    Pour mémoire, le 10 décembre 2020, Donald Trump a annoncé que les États-Unis reconnaissent la souveraineté du Maroc sur le Sahara Occidental, en affirmantqu’ « un Etat sahraoui indépendant n’est pas une option réaliste pour résoudre le conflit ». Cette position du gouvernement états-unien constitue une flagrante violation du droit international car le Sahara Occidental est inscrit sur la liste des territoires non autonomes, établie par les Nations Unies, et son peuple doit bénéficier du droit à l’autodétermination, comme l’ont reconnu de nombreuses résolutions de l’Assemblée générale des Nations Unies (notamment la résolution 2229 du 20 décembre 1966), ainsi qu’un avis de la Cour Internationale de Justice rendu en 1975. En violation de ces principes, la majeure partie du territoire du Sahara Occidental a été envahie militairement par le Maroc en 1975. Cette présence marocaine a été qualifiée d’« occupation » par l’Assemblée générale de l’ONU (résolution 34/37 du 21 novembre 1979).
    Aujourd’hui, nous actons la « marche arrière » de la nouvelle administration états-unienne et espérons qu’il s’agit là d’un témoignage de son retour vers le respect de la légalité internationale et des droits fondamentaux du peuple sahraoui.
    Le large mouvement international de solidarité avec le peuple sahraoui appelle le Président Biden à annuler définitivement la décision prise par l’ancien président D. Trump, et à concourir à la mise en œuvre du droit inaliénable du peuple sahraoui à l’autodétermination. 
    Fait à Bruxelles, le 21 janvier 2021
    Tags : Sahara Occidental, Etats-Unis, Donald Trump, Joe Biden, Western Sahara, Israël, Normalisation,
  • Trump s’en va en laissant derrière lui une épaisse fumée

    Les Etats-Unis d’Amérique ont peur d’eux-mêmes

    Pour la première fois, les Etats-Unis d’Amérique ont peur d’eux-mêmes et de leur volonté de puissance depuis qu’ils se sont incarnés en un nouveau Néron : Donald Trump.

    En attisant le feu de la discorde parmi ses concitoyens et en créant un climat qui fait craindre une nouvelle guerre de sécession entre ses blancs et ses coloriés, Donald Trump a en quelque sorte brûlé l’Amérique.

    Même si, aujourd’hui, Joseph Robinette Biden entrera victorieux à la Maison Blanche en tant que 46e président des Etats-Unis, il mettra du temps à dissiper les fumées des incendies, même symboliques, que son prédécesseur a allumés ici et là.

    Son incroyable pays qui est né dans la guerre, a grandi dans la guerre et s’est imposé par la guerre, a, pour la première fois de son histoire, peur de sa force puisqu’elle risque de se retourner, à tout moment, contre lui.

    Même s’il est abusif de croire à un début de guerre civile ou interraciale aux Etats-Unis, il est évident que le God Bless America ne fait plus vibrer les cœurs à l’unisson et à la même fréquence dans les cinquante et un Etats de l’Union.

    Une chose s’est brisée aux tréfonds de la nouvelle Rome. Une grande partie de ses habitants a été traitée, pendant quatre ans, comme un ramassis de barbares. Depuis la fin de la ségrégation, aucun président américain ne s’est permis de croiser le fer avec des citoyens qui n’avaient pas la même couleur que lui, les mêmes croyances que lui.

    Pour conquérir le pouvoir et tenter de le conserver, Donald Trump a tout au long de ses deux campagnes électorales et de son mandat gratté des accords dissonants sur les cordes de la suprématie d’un groupe au détriment des autres.

    L’a-t-il fait de manière consciente pour servir un agenda politique ? A-t-il répondu à l’appel profond qui traversait les 75 millions de poitrines qui lui ont donné leur voix ? Est-il fou ? Ou est-il, à son insu, le signe avant-coureur d’une période de violence planétaire qui gonfle à l’horizon ?

    Quoi qu’il en soit, le passage de l’ouragan Trump qui a connu son épilogue avec l’émergence d’une autre catastrophe, la pandémie du coronavirus, a répandu un parfum d’étrangeté sur la Terre.

    La décennie qui commence pâtira des retombées des deux bouleversements et bien malin celui qui sait ce que demain nous réserve.

    Mohamed Badaoui

    La Nation, 19 jan 2021

    Tags : Etats-Unis, Donald Trump, Joe Biden, républicains, démocrates, racisme,

  • L’Amérique de Biden à l’épreuve de la légalité

    L’Amérique retient son souffle. Elle est suspendue à l’investiture de son 46e Président, marquée à jamais par le sceau de l’infamie de son prédécesseur, coupable du viol de la démocratie américaine et de la légalité internationale. L’image d’une Amérique forte et unie a été gravement ternie par les errements du «trumpisme», privilégiant l’unilatéralisme et le mépris des institutions nationales et multilatérales. 

    L’assaut lancé contre le temple de la démocratie, gravé à jamais dans la conscience américaine, et le deal de la honte en violation du principe fondateur de l’autodétermination, chère à l’Amérique souveraine et libre, sont les manifestations d’une dérive qui a porté atteinte aux symboles de la démocratie et de l’Etat de droit. Au cœur du Capitole en état de siège, le nouveau Président s’emploie, sous le signe de «l’Amérique unie», à restaurer une démocratie vacillante dans une Amérique divisée et affaiblie par une gestion chaotique de la pandémie.
     L’héritage est lourd pour la nouvelle Administration démocrate, appelée en urgence à mettre fin aux violences raciales, à s’engager dans une campagne massive de vaccination et à faire face aux retombées de la crise économique et sociale. Mais l’«Amérique de retour», proclamée par le président Biden, le 24 novembre, lors de la présentation des responsables qui conduiront la politique étrangère, traduit une volonté réelle de restaurer «le leadership moral et mondial» intimement lié au respect de la légalité internationale et à la gestion consensuelle des questions internationales. 
    La nouvelle Administration est prioritairement interpellée par la décision de Trump de reconnaître la prétendue souveraineté marocaine sur le Sahara occidental, unanimement dénoncée par les hauts responsables et personnalités influentes, les écrivains, les chercheurs et les organisations internationales et mondiales, telles l’ONU, l’Union africaine et l’Union européenne. 
    L’expression d’un consensus massif milite pour une annulation pure et simple de la proclamation de son prédécesseur. «Nous espérons simplement que l’Administration Biden défera cette violation historique du droit international», a déclaré le représentant du Front Polisario à Washington, Mouloud Saïd, espérant le retour d’une Amérique «sensible à la liberté, la démocratie et le droit fondamental de l’homme à l’autodétermination». Il s’agit, surtout, d’un retour à la légalité internationale en vecteur de la paix, de la stabilité dans une région des défis sécuritaires et des perspectives de coopération multiforme.
    Horizons, 19 jan 2021
    Tags : Sahara Occidental, Etats-Unis, Joe Biden, Donald Trump, Maroc, 
  • USA : Trump quitte la Maison Blanche sur un dernier sondage défavorable

    Donald Trump quitte la Maison Blanche sur un ultime sondage défavorable, avec 34% de bonnes opinions sur son action, selon une enquête de l’institut Gallup publiée lundi dernier, le plus mauvais chiffre d’un mandat qui a profondément divisé les Américains. Selon cette enquête, menée entre le 4 et le 15 janvier auprès de 1.023 personnes, la cote de popularité du président américain sortant a atteint un plus bas historique à quelques jours de l’investiture de son successeur, l’ex-vice-président Joe Biden. 

    Plusieurs fois en 2017, il avait atteint un plancher à 35% d’opinions favorables, notamment après les violences meurtrières lors d’un rassemblement, à l’été, de l’extrême-droite américaine à Charlottesville, en Virginie. L’institut Gallup, qui mesure depuis 1938 la popularité des hôtes de la Maison Blanche au long de leurs mandats, souligne que Trump est le seul à n’avoir jamais atteint la barre des 50% d’opinions favorables sur son travail. 
    Sous prétexte de «fraudes», le républicain a refusé de concéder sa défaite. S’il a échoué à convaincre les tribunaux, il a semé le doute dans l’esprit de millions de ses supporteurs dont les plus ardents se sont lancés à l’assaut du Capitole le 6 janvier. Accusé d’avoir encouragé ces violences, Donald Trump doit être jugé par le Sénat. Il a passé hier sa dernière journée à la Maison Blanche, une fin de mandat marquée par une profonde division des Etats-Unis. Lundi dernier, il a annoncé la levée prochaine de l’interdiction d’entrée pour les voyageurs européens et brésiliens afin de lutter contre le coronavirus, une mesure immédiatement rejetée par son successeur, Joe Biden. 
    Le démocrate entre demain (mercredi) à la Maison Blanche, au moment où plus de 3.000 Américains meurent chaque jour du Covid. Et l’apparition du nouveau variant britannique fait craindre le pire. Une immense campagne de vaccination a débuté à la mi-décembre mais elle avance bien plus lentement que prévu. 
    Joe Biden a promis d’enclencher la vitesse supérieure pour atteindre 100 millions d’injections au 100e jour de sa présidence, «Je suis convaincu qu’on peut y arriver», a-t-il dit. «La santé de la Nation est en jeu !»
    Horizons, 19 jan 2021
    Tags : Donald Trump; Joe Biden, Etats-Unis, USA, démocrates, républicains, investiture,
  • USA: Trump entre son arrogance et «impeachment»

    Accusé par les démocrates d’avoir «incité à l’insurrection», c’est un Donald Trump combatif, contestant toute responsabilité dans l’assaut contre le Capitole mené par ses partisans, qui affrontera cette semaine une deuxième procédure historique d’«impeachment».

    Par Mourad M.

    Une semaine après les violences du 6 janvier, qui ont fait cinq morts à Washington, un vote est prévu vers 15h00 (20h00 GMT) sur son acte d’accusation à la Chambre des représentants.

    Soutenu par un grand nombre de démocrates, qui contrôlent la chambre basse, et avec l’appui notable d’une poignée de républicains, il devrait être facilement adopté.

    Le 45e président américain devrait ainsi devenir cette semaine le premier de l’Histoire à être deux fois mis en accusation au Congrès («impeached») dans une procédure de destitution.

    Le tempétueux président s’est néanmoins encore montré convaincu mardi que personne ne précipiterait sa sortie de la Maison-Blanche avant la fin de son mandat, le 20 janvier.

    Depuis Alamo, au Texas, il a tenté d’adopter une posture moins agressive que la semaine dernière, évoquant le temps «de la paix et du calme». Il a aussi essayé de réduire la procédure le visant à une manœuvre des démocrates, une nouvelle «chasse aux sorcières».

    Son vice-président, Mike Pence, a plus tard définitivement écarté l’autre menace qui pesait sur sa fin de mandat, en refusant d’invoquer le 25e amendement de la Constitution qui lui aurait permis de démettre le président sortant, en le déclarant inapte à exercer sa fonction.

    Malgré cette fin de non-recevoir, la Chambre des représentants, à majorité démocrate, a approuvé une résolution, désormais symbolique, pour l’exhorter à invoquer cet amendement.

    Mais si cette dernière n’a été soutenue que par un républicain, l’acte d’«impeachment» pourrait recevoir l’accolade d’un plus grand nombre de membres du «Grand Old Party».

    Déjà cinq avaient annoncé leur soutien mardi soir. Parmi eux, Liz Cheney, l’une des chefs de la minorité républicaine à la Chambre et fille de l’ancien vice-président américain.

    «Rien de tout cela ne serait arrivé sans le président», a-t-elle estimé dans un communiqué au vitriol. La puissante présidente démocrate de la Chambre, Nancy Pelosi, a elle révélé les noms de son équipe de «procureurs», qui sera chargée de porter le dossier jusque devant le Sénat, à majorité républicaine, pour le procès en destitution.

    Lors de son départ de Washington, mardi matin, Donald Trump avait dénoncé cette procédure, la jugeant «totalement ridicule» et affirmant qu’elle suscitait «une immense colère» à travers les Etats-Unis.

    Et il avait encore obstinément refusé de reconnaître la moindre responsabilité dans l’assaut contre le Capitole, jugeant que son discours avait été «tout à fait convenable».

    Malgré son assurance affichée et le soutien de certains élus très loyaux, Donald Trump est plus isolé que jamais après une série de démissions dans son gouvernement et des critiques cinglantes.

    YouTube a suspendu temporairement mardi soir sa chaîne et supprimé une vidéo en affirmant qu’elle enfreignait ses règles sur l’incitation à la violence. Twitter avait fermé définitivement son compte la semaine dernière. Selon le «New York Times», Mitch McConnell, président de la majorité républicaine au Sénat, a dit à ses proches qu’il voyait d’un bon œil la mise en accusation initiée par les démocrates, jugeant que cela aiderait le parti républicain à tourner définitivement la page Trump. Cet habile stratège, très influent, tient peut-être ainsi la clé de l’issue de cette procédure historique. Car une seule parole publique pourrait encourager des sénateurs républicains à condamner le 45e président des Etats-Unis.
    Les démocrates prendront le contrôle de la chambre haute le 20 janvier mais auront besoin du ralliement de nombreux républicains pour atteindre la majorité des deux tiers nécessaire à la condamnation.

    Le procès risque, d’autre part, d’entraver l’action législative des démocrates au début de la présidence Biden, en monopolisant les séances au Sénat.
    Joe Biden prêtera serment sous haute garde le 20 janvier, justement sur les marches du Capitole, siège du Congrès américain.

    Critiqué pour avoir tardé, mercredi dernier, à envoyer la Garde nationale, le Pentagone a cette fois autorisé le déploiement de 15 000 soldats pour la cérémonie d’investiture.

    Mobilisés à l’origine pour offrir un soutien logistique à la police, ses membres ont commencé à porter des armes tard mardi, selon un photographe de l’AFP. «Je n’ai pas peur malgré les risques de nouvelles manifestations pro-Trump», avait déclaré Joe Biden lundi.
    M. M.

    Le Jour d’Algérie, 13 jan 2021

  • Sahara occidental: La décision de Trump battue en brèche

    Les appels de la classe politique américaine à annuler la décision de Donald Trump sur la question du Sahara occidental se poursuivent. Des appels qui se font en direction du prochain locataire de la Maison Blanche, afin de le convaincre de l’erreur commise pour de simples considérations diplomatiques en faveur de l’entité sioniste.

    Des politologues, des diplomates et observateurs expliquent sur les plateaux de télévision ou à travers les médias, que le président américain élu Joe Biden “ne pourra pas aller à contre-courant et contredire, dans sa future politique, les résolutions onusiennes et africaines relatives au statut juridique du Sahara occidental, de même qu’il ne pourra pas renier des décennies d’une politique américaine claire concernant la situation dans la région”.

    Selon leurs analyses, le nouveau président ne pourra pas occulter les résolutions onusiennes, notamment la résolution 2229 de 1966 de l’Assemblée générale de l’ONU, qui affirme le droit du peuple sahraoui à l’autodétermination.

    Ainsi, l’ancien conseiller américain à la sécurité nationale, John Bolton, a appelé l’administration Biden à annuler la proclamation du président sortant, Donald Trump, relative à la reconnaissance de la prétendue souveraineté marocaine sur le Sahara occidental.

    “L’abandon par l’administration Trump des engagements concernant la question du Sahara occidental est une erreur que l’administration Biden devrait corriger”, a-t-il déclaré au cours d’une conférence de presse au Foreign Press Association. L’annonce du président sortant, faite le 10 décembre dernier, était liée à la normalisation des relations entre le Maroc et l’entité sioniste.

    M.Bolton qui a rappelé avoir travaillé avec l’ancien envoyé personnel du SG de l’ONU, James Baker, en vue d’organiser un référendum d’autodétermination au Sahara occidental a estimé que les Etats-Unis ne devraient pas ouvrir un consulat dans les territoires occupés.

    Il a également indiqué que les Etats-Unis ne devaient plus parler, lors de leurs interventions à l’ONU, de “l’autonomie” du Sahara occidental mais plutôt de l’autodétermination du peuple sahraoui, un objectif “pour lequel a été créé la Minurso ( Mission des Nations unies pour l’organisation d’un référendum au Sahara occidental) en 1991”.

    Dans une tribune publiée, le 16 décembre dernier, dans le magazine en ligne, Foreign Policy, John Bolton a assuré que “la meilleure chose à faire pour Biden dès son investiture serait d’annuler la décision (sur la question sahraouie). Ce ne sera pas facile étant données les attentes, mal inspirées, du côté de Rabat et (d’Israël). Si Biden veut faire un revirement de 180 degrés, il devra le faire immédiatement après son installation, cela minimisera les dégâts”.

    Pour Bolton, la décision de Trump mine dangereusement des décennies d’une politique américaine soigneusement mise au point, indiquant que l’approche de Trump provoquera d’importants problèmes de stabilité au Maghreb.

    Le Jeune Indépendant, 12 jan 2021

    Tags : Etats-Unis, Donald trump, Joe Biden, Sahara Occidental, Israël,