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  • CIA : Juan Carlos entregó el Sáhara para salvar su trono

    Sahara Occidental, Marruecos, España, Juan Carlos de Borbón, Marcha Verde, Hassan II, Henry Kissinger, Estados Unidos, CIA, documentos desclasificados,

    Juan Carlos pudo haber pactado en secreto los términos de la Marcha Verde con Hassan II

    El entonces príncipe acordó el repliegue de las tropas y la entrada de 50 marroquíes en El Aaiún. La revelación de un mediático lío de faldas con una vedette habría sido una cortina de humo para tapar el impacto de la desclasificación de documentos de la CIA que probarían el papel de Juan Carlos.

    Esta semana se ha procedido a la desclasificación de nuevos documentos de la CIA. Unas 12.500 entradas tienen por objeto España y albergan informes secretos de la inteligencia americana sobre la Transición, el rey Juan Carlos y la política interior del país hasta los años 90.

    En esta documentación se hallan las conversaciones entre el Rey Juan Carlos y el Embajador de EE UU, Wells Stabller. Según los periodistas de El Español Araluce y Sainz, quedaría probado que el rey emérito no se limitó a mediar en el grave conflicto de la retirada del Sáhara del Ejército español, sino que habría pactado con EE UU y Marruecos los términos de la Marcha Verde. ¿Motivos? Asegurarse su corona. La reciente salida a la luz de un lío de faldas con una vedette se habría orquestado para que este dato, de una relevancia infinitamente mayor, pasara desapercibido.

    El conflicto saharaui es uno de los capítulos de historia reciente que más avergüenza a muchos españoles. Una vergüenza política, militar y que supuso el cruel abandono de los ciudadanos de la 53 provincia del estado, un pueblo con DNI español acogido a sus leyes y a su protección.

    España, acatando las órdenes de Juan Carlos, se doblegó ante un ejército muy inferior y abandonó cobardemente el campo de batalla sin pegar un solo tiro y entregando a su enemigo acuartelamientos y armamento.

    Luis Rodríguez de Viguri, secretario general del Gobierno del territorio hasta la salida de España, afirmaba: « Ya sólo se puede pensar en responsabilidades históricas. Ha primado el interés de liquidar las aventuras colonialistas a costa del genocidio de los autóctonos, que es el caso del pueblo saharaui ».

    La Marcha Verde

    Franco había anunciado en 1974 que celebraría un referéndum de autodeterminación. Marruecos puso en marcha toda su maquinaria para evitarlo y ante la disputa, la ONU encargó un dictamen en el Tribunal de la Haya. Conclusión: el Sáhara Occidental no tenía vínculos de soberanía ni con Marruecos ni con Mauritania. El 6 de octubre de 1975, los servicios de Inteligencia del Ejército español habían informado a Franco, ya muy enfermo, de los planes del rey de Marruecos de apropiarse del Sahara. Un territorio vital desde el punto geoestratégico, rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas.

    Franco moribundo y el Príncipe Juan Carlos asumía en funciones la jefatura de Estado. La situación era crítica. A Juan Carlos le preocupaba la situación en el Sahara, cando estaba muy reciente el caso portugués. Si no lo gestionaba bien, podría perder su corona antes de ceñirla.

    Hasta la fecha, había fundadas sospechas que Juan Carlos habría pedido en esta crisis la mediación de Estados Unidos. Kissinger habría aceptado e intercedido ante Hassan II y de esta petición surgiría un pacto secreto por el que Juan Carlos se comprometería a entregar el Sahara español a Marruecos a cambio del total apoyo político americano en su próxima andadura como rey de España. Hechos que los documentos desclasificados podrían corroborar y que podrían calificar el comportamiento del rey emérito de Alta Traición.

    Y es que la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal contempla en el título XXIII: de los delitos de traición y contra la paz o la independencia del estado y relativos a la defensa nacional., los artículos 581 y 582 capítulo I: delitos de traición. a una potencia extranjera a declarar la guerra a España o se concertare con ella para el mismo fin, será castigado con la pena de prisión de quince a veinte años ». Artículo 582. El español que facilite al enemigo la entrada en España, la toma de una plaza, puesto militar, buque o aeronave del Estado o almacenes de intendencia o armamento.

    Desde la Ley de Sucesión Don Juan Carlos intentaba asegurarse la lealtad del ejército con el que mantenía una magnífica relación. Pero apenas horas antes del episodio, no tuvo reparo en fingir con los militares allí destacados, “España no dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauis a ser libres” . Para mayor escarnio dijo “No dudéis que vuestro comandante en jefe estará aquí, con todos vosotros, en cuanto suene el primer disparo”. Horas después, podríamos hablar de una traición al pueblo español, a los saharauis y a la propia ONU.

    El hábil Hasan Hasan II, decidido a apropiarse el territorio, organiza un movimiento masivo de miles de ciudadanos marroquíes forzados para invadir el Sáhara Occidental, conocido como  »Marcha Verde » que se harían pasar por antiguos habitantes de la zona. Con un marcado carácter religioso y patriótico exhibían banderas marroquíes, retratos de su rey, Hasan II, y el Corán,..: « No nos queda más que recuperar nuestro Sáhara, cuyas puertas se nos han abierto ».. dijo Hassan con cierta sorna. De hecho, había pactado que entrarían sólo 50.

    Al tiempo que los civiles de la marcha se movilizaban bajando por Tarfaya, 25.000 soldados marroquíes de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) penetraron por el este. Detalles que pueden consultarse en los libros de José Luis Rodríguez Jiménez  » Agonía, Traición Huída. El final ded Sahara español » de José Ramón Diego Aguirre, « Guerra en el Sáhara » o el de Tomás Bárbulo « Historia prohibida del Sahara español ».

    La ONU, incómoda y sin saber qué sucedía, urgía a Hassan II a retirarse y a respetar la legalidad internacional. Mientras España asistía atónita y, el ejército estaba desconcertado. Pero el Principe quería asegurarse su corona y ya había pactado con el alauita. Hasta envió al Ministro de la Presidencia en visita de cortesía a los campamentos marroquíes de la Marcha Verde.

    Por fin, el 14 de noviembre de 1975: La Declaración de Madrid hace entrega a Marruecos toda la parte norte de la antigua provincia española: 200.000 Kms cuadrados de gran importancia geoestratégica, muy ricos en toda clase de minerales, gas y petróleo. A Mauritania (que los abandonara presionada por Marruecos) se le transfieren 70.000 Kms cuadrados del sur, pobres e improductivos.

    El 26 de febrero de 1976 España retira sus tropas y abandona a la población saharaui que pasa a ser de dominio marroquí. Marruecos ocupó inmediatamente el Sahara. Huyeron 70.000 saharauis hacia los territorios de Tindouf, que está a 800 kilómetros de desierto. Les bombardearon con napalm, a mujeres, niños y ancianos. Otros quedaron en el Sáhara Occidental, donde el régimen marroquí sigue imponiendo una férrea ocupación militar.

    Algunos militares y decenas de legionarios no los abandonaron y, permanecieron en el Sáhara tras la traición y lucharon junto al Polisario hasta que finalizó la guerra en 1991”. Y la ONU que prometió un referéndum de autodeterminación que llevan esperando 25 años.

    Pérdidas para España, a corto y largo plazo

    La conclusión de Rodríguez Jiménez es que la huida de España del Sáhara fue una decisión poco favorable a los intereses de nuestro país, con « consecuencias económicas, diplomáticas y en materia de seguridad y defensa ».

    Con el abandono de la ex colonia, « España perdió un gran aliado », afirma Rodríguez Jiménez. “Un aliado cuyos lazos de amistad hubieran asegurado acceso a los ricos recursos naturales del territorio: « fosfatos [allí se encuentran los yacimientos más importantes del mundo], el banco de pesca, minas de uranio, cobre y oro, además de petróleo, pues ya había prospecciones con indicios positivos », « Los acuerdos con la nación saharaui podrían haber sido como los de la Commonwealth. Nos habría beneficiado en materia de seguridad, pudiendo ser un Estado de contención del islamismo radical y un aliado en materia de migración ». Pero sobre todo, hubierámos ahorrado a nuestros antiguos compatriotas décadas de sufrimiento.

    Situación actual

    El rey marroquí ha desoído recurrentemente las resoluciones del máximo órgano de jurisdicción universal (la ONU) y en cierta manera presiona y chantajea permanentemente a los dirigentes españoles. Tiene todas las cartas a su favor: el apoyo que recibe del EEUU, la hostilidad de la izquierda a incrementar nuestra potencia militar y últimamente amenaza con dejar de contener las masas de inmigrantes en la frontera ,Por todo ello se le conceden todo tipo de prebendas en materia de colaboración y desarrollo.

    Junto a esto, la infiltración masiva de marroquíes en territorio saharaui y la evolución demográfica de éstos que harían ya que de plantearse el referendum, ganara Marruecos.

    Testimonios de militares en el conflicto

    En palabras de militares destinados entonces en la zona como Diego Camacho, capitán de las tropas nómadas del Sahara “ Fue la página más vergonzosa que nuestra nación haya suscrito en materia internacional”,

    José Taboada, actual presidente de CEAS Sahara y soldado en El Aaiún en la tropa de Ingenieros. “Fue una traición para el pueblo saharaui que todavía hoy sigue sufriendo con la ocupación y el exilio la falta de dignidad de España” y “Una humillación para los militares que estábamos allí destinados y que habíamos convivido codo con codo con los saharauis, nuestros hermanos y amigos”.

    « Los soldados estábamos convencidos de que defenderíamos el Sáhara frente al ejército marroquí, de hecho pusimos 60.000 minas para evitar que la Marcha Verde entrara en el territorio, pero luego recibimos la orden de retirarlas“, cuenta Taboada.

    La revista Le nouvel Afrique Asie ha publicado que el Rey Juan Carlos I llegó a ofrecer en 1979 al difunto Hassán II la “entrega” de Ceuta a Marruecos cuando Gibraltar fuese transferido a España por Londres. El artículo fue firmado por el periodista marroquí Selim Malek. Destacar que en Marruecos nadie osa publicar noticias relacionadas con la monarquía alauita sin su aquiescencia.

    El Rey Juan Carlos y Hassan II cultivaron durante años una profunda amistad. Todavía se recuerdan las palabras que exclamaba entre lágrimas en su entierro: « Hassan II era mi hermano mayor ».

    María Fidalgo Casares
    Doctora en Historia, analista social y crítica de Arte y Literatura. Doctora en Historia por la Universidad de Sevilla, escribe en MUNDIARIO y es académica de la Historia de Andalucía.

    Mundiario, 26/01/2017

    #SaharaOccidental #Marruecos #España #CIA #Documentosdesclasificados #JuanCarlos #MarchaVerde

  • Morocco: What the CIA thought of Crown Prince Sidi Mohamed

    Morocco: What the CIA thought of Crown Prince Sidi Mohamed

    Morocco, Hassan II, Mohammed VI, CIA,

    Under the title « Morocco: The Question of Succession », the CIA drew a detailed portrait of the life of the then Crown Prince and now King of Morocco Mohammed VI. The report was written in 1982 and declassified in 2008. Here are some excerpts on Prince Sidi Mohamed.

    We believe that Sidi Mohamed would follow his father’s moderate, pro-Western stance in the early years of his reign. At least, initially, loyalists of Hassan’s palace clique are likely to dominate Sidi Mohamed’s group pf advisers. Their subsequent jockeying for power, however, could weaken Sidi Mohamed’s control of the instruments of power.
    (…)

    A fundamentalist revolutionary regime is the least likely government to come to power after Hassan dies. Althoug the extremist religious groups would challenge the legitimacy of Sidi Mohamed, they lack a strong charismatic leader and are not sufficiently well organized to make a successful bid for power.
    (…)

    Sidi Mohamed has been rigourously groomed since childhood to be the heir to the Moroccan throne, according to US Embassy Reporting, He frequently appears in public with his father and sometimes performs ceremonial fonctions by himself. During the past two years, Sidi Mohamed has been eased slowly into more important official functions; the Crown Prince attended the Fez and OAU summits in 1981 and has been sent occasionally as special envoy in 1981 and has been sent occasionally as special envoy to deliver personnal messages from his father.

    Sidi Mohamed has been educated at the palace school, which provides a careful mix of royal children and selected commoners from proper families. The school appears to revolve primarily around the education of the Crown Prince, as a new grade level is added when Sidi Mohamed is promoted; According to US Embassy, the pupils work hard and are in class almost all day.

    The Regency Council members a year later formalized the succession arrangements and was intended to allay public concern regarding the transition. Hassan Priobably believed a broadly representativ » council including key interest groups would preserve popular support for the monarchy if the council ever exercised any power.

    Loyal service to the Alaouite throne is the shared hallmark of the council members. Most have been close confidants of Hassan for at least 20 years, and two are distant relatives; In our view, General Ahmed Dlimi; Hassan’ senior military and intelligence adviser, is the only member likely to be a strong, independent political figure; We believe that Hassan may hope that real power and control during a transition period would remain with Dlimi and his closest political adviser, Ahmed Reda Guedira, with the others acting as a rubberstamp to show broad support for the new monarch.

    #Morocco #HassanII #MohammedVI #CIA

  • Maroc: Ce que la CIA pensait du prince héritier Sidi Mohamed

    Maroc: Ce que la CIA pensait du prince héritier Sidi Mohamed

    Maroc, Hassan II, Prince Sidi Mohammed, Mohammed VI, CIA,

    Sous le titre de « Maroc : La question de la succession », la CIA dressait un portrait détaillé de la vie du prince héritier à l’époque aujourd’hui roi du Maroc Mohammed VI. Le rapport a été rédigé en 1982 et déclassifié en 2008. Voici quelques extraits sur le prince Sidi Mohamed.

    Nous pensons que Sidi Mohamed suivra la position modérée et pro-occidentale de son père pendant les premières années de son règne. Au moins, dans un premier temps, les loyalistes de la clique du palais de Hassan sont susceptibles de dominer le groupe de conseillers de Sidi Mohamed. Toutefois, leurs luttes ultérieures pour le pouvoir pourraient affaiblir le contrôle de Sidi Mohamed sur les instruments du pouvoir.

    (…)
    Un régime révolutionnaire fondamentaliste est le gouvernement le moins susceptible de prendre le pouvoir après la mort de Hassan II. Bien que les groupes religieux extrémistes remettent en question la légitimité de Sidi Mohamed, ils n’ont pas de leader charismatique fort et ne sont pas suffisamment bien organisés pour réussir à prendre le pouvoir.
    (…)

    Sidi Mohamed a été rigoureusement préparé depuis son enfance pour être l’héritier du trône marocain, selon les rapports de l’ambassade américaine. Il apparaît fréquemment en public avec son père et accomplit parfois seul les fonctions cérémonielles. Au cours des deux dernières années, Sidi Mohamed a été progressivement initié à des fonctions officielles plus importantes ; le prince héritier a assisté aux sommets de Fès et de l’OUA en 1981 et a été envoyé occasionnellement en tant qu’envoyé spécial en 1981 et a été envoyé occasionnellement en tant qu’envoyé spécial pour délivrer des messages personnels de son père.

    Sidi Mohamed a été éduqué à l’école du palais, qui fournit un mélange prudent d’enfants royaux et de roturiers sélectionnés issus de bonnes familles. L’école semble tourner principalement autour de l’éducation du prince héritier, car un nouveau niveau scolaire est ajouté lorsque Sidi Mohamed est promu. Selon l’ambassade des États-Unis, les élèves travaillent dur et sont en classe presque toute la journée.

    Les membres du Conseil de régence, un an plus tard, ont officialisé les dispositions relatives à la succession et visaient à apaiser les inquiétudes du public concernant la transition. Hassan probablement pensait qu’un conseil largement représentatif, incluant les principaux groupes d’intérêt, préserverait le soutien populaire à la monarchie si le conseil exerçait un jour un quelconque pouvoir.

    La loyauté envers le trône alaouite est la marque commune des membres du conseil. La plupart d’entre eux sont de proches confidents d’Hassan depuis au moins 20 ans, et deux sont des parents éloignés. Selon nous, le général Ahmed Dlimi, conseiller principal d’Hassan pour les questions militaires et de renseignement, est le seul membre susceptible d’être une figure politique forte et indépendante. Nous pensons qu’Hassan espère peut-être que le pouvoir et le contrôle réels pendant une période de transition resteront entre les mains de Dlimi et de son conseiller politique le plus proche, Ahmed Reda Guedira, les autres membres agissant comme des bouche-trous pour montrer un large soutien au nouveau monarque.

    #Maroc #HassanII #MohammedVI #AhmedDlimi

  • Hassan II: « Donnez-moi le Sahara, je vous donne les GIA »

    Hassan II: « Donnez-moi le Sahara, je vous donne les GIA »

    Hassan II: « Donnez-moi le Sahara, je vous donne les GIA » – Maroc, Algérie, terrorisme, Ammar Belhimer,

    Ammar Belhimer évoque la question des frontières avec le Maroc : « l’Algérie n’était pas responsable de cette situation ».

    La réouverture ou non des frontières (terrestres) algéro-marocaines fermées depuis 1994 continue de susciter un vif débat des deux côtés donnant lieu à un malaise diplomatique entre les deux pays .

    Une situation envenimée aussi par les incessantes demandes officielles marocaines pour la réouverture (du côté algérien) des frontières terrestres fermées depuis 1994. Des sollicitations sans trop d’échos du côté algérien car comme rappelé plusieurs fois par les plus hautes autorités algeriennes, la question des frontières est liée surtout au préalable des excuses que le Maroc devrait d’abord présenter à son voisin. Le dossier du sahara occidental étant officiellement une affaire de l’ONU.

    «La demande de la réouverture des frontières par les responsables marocains ne suffit pas, car ces derniers doivent avoir de bonnes intentions et prendre les mesures nécessaires pour cesser les atteintes et les crimes à l’encontre de l’Algérie aux frontières, notamment le trafic des armes et de la drogue» a fait savoir Ammar Belhimer, ministre de la Communication, porte-parole du Gouvernement dans un entretien à Arabi Post paru ce samedi 10 avril rappelant que « l’Algérie n’était pas responsable de cette situation ».

    A propos des agriculteurs et paysans marocains exploitant des terres algériennes dans la wilaya de Bechar, auxquels l’Algérie a demandé d’évacuer les lieux, le ministre de la Communication, a mis en avant que l’Algérie «possède un droit souverain absolu pour disposer de ses terres, dont la récupération des régions exploitées illégalement par des étrangers».

    Quoique les frontières communes entre les deux pays soient transformées en «des issues préférées pour la contrebande», «des mesures ont été prises à cet effet pour mettre fin à ces pratiques dangereuses visant la sécurité et la stabilité de l’Algérie», a soutenu le ministre, rappelant que «ces citoyens marocains, bien qu’ils exploitent des terres algériennes depuis des années sans la moindre contrepartie, ils payent, en revanche, les impôts pour leur pays».

    Tout a commencé en août 1994. Déjà l’Algérie affrontait à l’époque un terrorisme sanguinaire et la situation économique et sécuritaire particulièrement difficile. Cet état de fait n’a pas empêché le royaume marocain à lâcher son voisin et le charger d’accusations gravissimes.

    Ainsi après un attentat à Marrakech, le royaume rendait responsables les services de renseignements algériens et fermait ses frontières. Alger décidait alors de fermer sa longue frontière de 1 500 km avec le royaume.

    Une décennie durant laquelle, l’Algérie, s’est retrouvée entièrement isolée y compris de la part de ses voisins. Une décennie durant laquelle l’Algérie, a combattu, à elle seule, oui, à elle seule les affres du terrorisme.
    Aussi, il est bien judicieux de rappeler aux Marocains, à moins qu’ils fassent semblant de l’ignorer, qu’au moment où l’Algérie « était en feu et en sang », qu’ils étaient directement impliqués dans l’appui au Groupe islamique armé (GIA)» durant les années 1990 en Algérie, selon les révélations faites en 2019 par un ancien directeur de la chaîne qatarie, El Jazeera.

    Bien avant cela, feu Hassan II, avait exercé « un chantage » sur l’Algérie en négociant la remise aux autorités algériennes du terroriste du GIA, Abdelhak Layada, contre… le Sahara Occidental. «Donnez-moi le Sahara, je vous donne les GIA », avait-il lancé, sans scrupule aucun.

    Le responsable terroriste n’a été remis aux autorités algériennes que six mois après son arrestation à Oujda, localité frontalière où il avait élu domicile, sans trop s’inquiéter.

    Les temps passent, les écrits restent. Mais force est de constater que les Marocains ne s’en remettent que rarement…à leur passé.

    Y.O

    ABNews, 10 mai 2022

  • Affaire Ben Barka: Documents révélés par le hacker Coleman

    Affaire Ben Barka: Documents révélés par le hacker Coleman – Maroc, Israël, Mossad, Hassan II, Miloud Tounzi, services secrets,

    Courrier de Maître Ralph Boussier du 08 décembre 2010:

    —– Message transféré —-
    De : Ralph BOUSSIER <RBOUSSIER@galilex.com>
    À : aaamine145@yahoo.fr
    Envoyé le : Mer 8 décembre 2010, 16h 59min 24s
    Objet : 20071097 – TOUNZI – CONSULTATION

    Cher monsieur,

    Conformément à la stratégie arrêtée lors de notre dernier rendez vous général voici la déclaration d’appel qui fut régularisé par maitre Clément.

    J’ajoute que le greffe de la Cour d’appel lui a indiqué que depuis 34 ans que dure cette instruction et en dépit des 11 juges d’instructions qui se sont succédés dans ce dossier , jamais la Cour n’avait connu de ce dossier.

    Décidément c’est curieux.

    Cordialement.

    Ralph BOUSSIER

    S.C.P. NORMAND &  Associés

    www.normand-associes.fr

    Tel : 00.33.1.47.20.30.01

    Membre de :

    www.ialawfirms.com

    Pièce jointe en PDF :

    ————————————————————–

    RALPH BOUSSIER
    Avocat à la Cour
    SCP Normand & Associés
    7, place de Valois-75001 PARIS

    De : Ralph BOUSSIER <RBOUSSIER@galilex.com>
    À : aaamine145@yahoo.fr
    Envoyé le : Ven 24 décembre 2010, 15h 00min 07s
    Objet : note de lecture livre de me Buttin

    cher monsieur,
    merci de transmettre cette note à monsieur le Directeur général.
    bien entendu e suis à son entière disposition pour lui commenter de vive voix à sa convenance.
    cordialement

    RALPH BOUSSIER
    AVOCAT A LA COUR
    SCP NORMAND
    FRANCE
    +33 1 47 20 30 01
    +33 1 47 20 06 01
    +33 6 76 86 91 50

    NOTE DE LECTURE DU LIVRE DE MONSIEUR MAURICE BUTTIN

    1. sur cette publication :

    il convient de souligner d’ores et déjà et en introduction que cet ouvrage est édité chez KARTHALA qui est une société d’édition très confidentielle qui ne produit que des ouvrages très particuliers à audience restreinte.

    Pour preuve s’agissant de celui-ci, il n’est pas encore à ce jour diffusé chez les libraires ou les grandes enseignes de diffusion d’ouvrage et il convient d’aller l’acquérir chez l’éditeur lui-même.

    1. présentation générale de l’ouvrage :

    Ce livre est en réalité un prétexte pour son auteur de réaliser une biographie en se dissimulant derrière un titre particulièrement accrocheur puisqu’il utilise le nom de trois personnalités à très forte notoriété que sont feu sa majesté HASSAN II, le Général DE GAULLE et BEN BARKA.

    Le titre et la première de couverture indiquent clairement que l’essentiel du livre concerne le dossier qui aura occupé presque toute la vie professionnelle de cet avocat à savoir l’affaire BEN BARKA ;

    Au travers de 479 pages, dont 430 sont consacrés à Mehdi BEN BARKA, il est retracé les premières années de l’Indépendance jusqu’à la disparition de Mehdi BEN BARKA en ce mois d’octobre 1965.

    L’aspect témoignage politique n’est pas l’objet de la présente et j’en fais l’économie. C’est pourquoi je vais directement à ce qui est intitulé « l’affaire BEN BARKA » et qui est la troisième partie du livre qui comprend trois sous-parties que sont :

    • la première plainte (1965-1975)
    • la deuxième plainte (1975-2010)
    • « les responsables ».
    1. l’analyse de la troisième partie :
    1. la première plainte et sa gestion de 1965 à 1975 :

    Au travers de cette première sous-partie, il est essentiellement décrit tout d’abord l’influence supposée de Mehdi BEN BARKA, puis les éléments politiques qui auraient conduit à sa disparition et enfin l’impact de sa disparition au sein du Royaume du Maroc.

    Cette partie se termine bien entendu par les éléments fondamentaux que sont les procès de 1966 et 1967 et il faut d’ores et déjà souligner que de façon très contrastée l’auteur relève que si l’instruction de cette affaire n’a pas été bâclée par le Juge ZOLLINGER, en revanche elle aurait été réalisée dans un délai beaucoup trop court pour, comme cela est indiqué : « (…) dégagées toutes les mailles du filet (…) » (Cf. page 297).

    Afin de fonder son propos, Maître BUTTIN reprend l’interview qu’avait donnée le Juge d’instruction le 21 mars 1990 dans une émission d’enquête de Charles VILLENEUVE où ce magistrat à la retraite avait répondu :

    « je ne pouvais plus rien ajouter. Toutes les portes étaient fermées, tous les verrous poussés (…) ».

    Pour achever l’illustration de cette première thèse, il est cité un extrait du journal suisse La Liberté Fribourg du 4 avril 1966 qui aurait affirmé que le dossier du juge fut d’autant plus rapidement clos qu’il était visible que le pouvoir avait hâte d’en finir avec un dossier plus volumineux que lumineux.

    C’est sur ces appréciations donc que s’ouvre la relation du procès de 1966 qui, et il n’est pas neutre de la souligner, s’appelle pour le commun des mortels « l’affaire BEN BARKA », nom de la victime, et non du nom des accusés, ce qui est plus habituel en matière criminelle.

    Dans cette première affaire l’audience durera 17 semaines, six accusés sont présents dans le box. Ils sont accusés d’arrestation illégale et de séquestration et pour le Roy Finville de non dénonciation de crime.

    Bien entendu, cette première partie de procès sera interrompue par l’arrivée de Monsieur DLIMI, ce qui renverra le procès et conduira à une deuxième session d’assises.

    Pour synthétiser l’essentiel du procès, en tout cas de cette première partie du procès, il faut reprendre la citation qui est faite par Maître BUTTIN s’agissant de la plaidoirie de l’un de ses confrères qui relève qu’ « il est regrettable que beaucoup de gens n’ait connu l’existence de BEN BARKA, ce leader du Maroc et du Tiers-Monde, qu’à propos de son enlèvement (…) » (Cf. page 299) nous sommes manifestement dans une tribune politique et non dans une enceinte de justice.

    Il faut relever qu’avec une certaine franchise, Maître BUTTIN note que cette première série de journées d’audience est très décousue, que les témoignages sont contradictoires et qu’il est tellement impliqué dans le dossier que le Président va même jusqu’à s’interroger, s’adressant à lui, en lui disant :

    « (…) êtes-vous témoin ou avocat ? (…) »ceci est intéressant pour la situation actuelle de ce dossier et des agissements du juge Ramael.

    La réflexion du Président de la Cour d’Assises de Paris résulte de l’interrogatoire de EL MAHAI qui est pris à partie par Maître BUTTIN lorsqu’il déclare qu’il est étudiant, alors qu’il l’aurait reçu précédemment au Ministère de l’Intérieur à Rabat en lieu et place du Général OUFKIR.

    D’ores et déjà, on s’aperçoit que Maître BUTTIN est arc-bouté sur le fait de savoir qui est Monsieur CHTOUKI.

    En effet, il explique au Président que pour sa cliente Madame BEN BARKA, il a besoin de savoir qui est ce personnage, qui est selon lui la charnière du dossier et que personne n’a pu retrouver.

    Le Président en bon magistrat lui coupe la parole et lui dit :

    « (…) se sont des appréciations je voudrai que vous posiez votre question (…) » (Cf. page 301)

    Il n’est pas neutre non plus de relever avec quelle insistance LOPEZ est interrogé afin d’identifier CHTOUKI et la seule information qui ait pu avoir la Cour d’Assises est que cette personne existait puisque Monsieur EL MAHAI le connaissait.

    Monsieur EL MAHAI va jusqu’à dire qu’il l’a connu comme Commissaire de police et que son prénom était Miloud.

    Monsieur EL MAHAI va être très disert puisqu’il va définir le rôle de DLIMI auprès d’OUFKIR et il identifie le cabinet 1 puis fait référence à la Villa MOKRI. (page 303)

    Manifestement, les débats se tendent et le Président menant de façon ferme et respectueuse du Code de procédure criminelle ceux-ci, va jusqu’à suspendre l’audience compte-tenu de la volonté qu’ont certains avocats des parties civiles de transformer en tribune politique l’audience.

    Ces incidents d’audience vont aller jusqu’à ce que le Président interdise à Maître BUTTIN d’intervenir à tout bout de champ et il ne se retirera pas de ce procès à la demande de Abderrhaman YOUSSOUFI qui lui demande de se maintenir pour pouvoir plaider.

    Pour illustrer la tension qui existait, il est fait référence à un article paru le 30 septembre 1966 dans le journal Combat qui relevait que :

    « Lorsque le 30 septembre, le Président PEREZ a osé censurer le témoignage du Bâtonnier YOUSSOUFI, la partie civile a menacé de se retirer, (…), il ne s’agissait pas d’un chantage. Et c’est pourquoi soudain apeuré le Président, après une courte suspension d’audience a platement battu en retraite, (…), mais je crois comprendre que la partie civile a désormais perdu toute illusion, le pouvoir de Matignon a prévalu sur celui de l’Elysées, (…), la partie civile est revenue pour la forme à la barre. Moralement elle s’est retirée. Le procès des assassins de BEN BARKA peut se poursuivre maintenant sur un autre plan que le judiciaire. L’affaire ne fait que commencer. Le mort aura la vie dure. Le mort aura le dernier mot (…). »

    Cette position et cette relation des faits, en un mot ce témoignage, sont particulièrement importantes dans la situation actuelle puisqu’on s’aperçoit qu’en réalité les parties civiles n’auront de cesse à partir de ce moment là que « ..d’affirmer que cette tragique et ténébreuse affaire à la double responsabilité marocaine et française, ne peut avoir de conclusion puisque les verrous mis par les complices français à une instruction complète et le silence obstiné des accusés et des autres personnes vraisemblablement au courant, empêche que le sort réservé à la victime ne soit connu… » (Cf. page 308)

    La position deviendra éminemment politique, à tel point que les journaux retiennent que Maître BUTTIN fait œuvre de militant en faisant plaidoirie essentiellement centrée sur la politique marocaine pour aboutir à la théorie du complot.

    De façon curieuse, Maître BUTTIN règle le réquisitoire de l’Avocat général TOUBAS en deux lignes en indiquant qu’il est implacable mais qu’il se garde bien de mettre en cause le souverain marocain.

    C’est donc au terme de 37 jours d’audience que le verdict doit être rendu mais un coup de théâtre intervient le 19 octobre, puisque le Directeur général de la Sûreté Nationale Ahmed DLIMI se présent au Palais de justice et se constitue prisonnier.

    Cette arrivée, certes spectaculaire, permet à Maître BUTTIN de retenir que « … le pouvoir marocain en joueur avisé s’sacrifia une pièce importante de son jeu, ce qu’il qualifie être le troisième pilier du régime selon ce qu’aurait écrit le Bâtonnier YOUSSOUFI dans son ouvrage intitulé L’Evènement paru en novembre 1966 page 22. … »(page 311).

    Bien entendu le procès est ajourné et après avoir rappelé la tragique série de décès des confrères de la partie civile, Pierre STIBBE, le Bâtonnier THORP et Michel BRUGUIER Maître BUTTIN une nouvelle fois va extrapoler et à indiquer que tous trois seraient décédés épuisés par les semaines de travail, de présence aux audiences, de tension et de passion lors du procès BEN BARKA.

    Certains seraient même allés jusqu’à parler de la malédiction qui s’abattait sur les avocats de la partie civile.

    Ceci renvoie au 17 avril 1967 où le même Président, à savoir le Président PEREZ ouvre la nouvelle session d’Assises qui est l’objet d’entrée de jeu d’un incident des parties civiles qui souhaiteraient qu’elle soit tenue plus tard.

    Les parties civiles savent que cette demande de renvoi du procès à un mois n’est bien entendu pas acceptable pour le Président.

    Ceci conduit Maître BUTTIN à affirmer qu’à compter de ce jour, Madame BEN BARKA a décidé de consacrer désormais sa vie et ses moyens à la recherche de la vérité, et c’est face au refus de cette demande de renvoi que la partie civile quitte l’audience et deviendra un spectateur silencieux. (Cf. page 315).!

    Faisant manifestement l’objet d’une orchestration et d’une organisation particulière qui avaient pour seul but, dès cette époque là, de montrer que dans cette affaire l’instruction dans un premier temps puis le procès dans un second ne sont pas normalement menés, la partie civile va avoir le beau rôle de quitter les débats et sera soutenue par une partie de la presse française comme par exemple le Canard Enchaîné qui écrit le 19 avril 1967 :

    « Dieu merci, la mort, puis le Président PEREZ ont finalement réussi à écarter cette inconvenante partie civile du prétoire, où elle jetait le trouble. Désormais, le linge sale de l’affaire BEN BARKA se lavera, comme il se doit, en famille. Tous les espoirs sont permis (…) Quant à Monsieur le Président PEREZ, le voici réduit au silence. Son rôle principal consistait, en effet, à dire « la question ne sera pas posée » et l’on saura enfin la vérité, comme toute la vérité, comme l’a promis DE GAULLE à la mère de BEN BARKA ».

    Fort de cette position de témoin silencieux, Maître BUTTIN va ensuite dans son ouvrage faire sa plaidoirie, en disant « si j’avais pu plaider les débats auraient été différents ».

    Comme vous le savez le verdict est rendu le 5 juin 1967. Monsieur SOUCHON est condamné à six ans, LOPEZ à huit ans de réclusion criminelle. Maître BUTTIN rappelle que l’Avocat Général avait requis 20 ans contre le premier et 15 ans contre le second. Tous les autres accusés sont acquittés et c’est ainsi que seront clôturés 70 journées d’audience.

    L’auteur nous livre également une citation parue dans la revue L’Evènement sous la plume de K. Archibald qui écrivit que :

    « en rendant leur verdict, les jurés n’ont fait que rendre au Tribunal la monnaie de sa pièce. Les faiblesses du dossier, les références sempiternelles au secret professionnel et à l’acte de gouvernement, leur ont fait comprendre qu’ils n’avaient pas droit à la vérité mais aux quelques parcelles que la raison d’état jugeait bon de leur livrer. Dans ces conditions, ils ont estimé qu’ils n’avaient pas à juger (…) ».

    Mais la Cour rendit également le même jour un deuxième arrêt pour condamner par contumace OUFKIR, CHOUKI et les quatre truands français dans cet arrêt Ahmed DLIMI est acquitté, OUFKIR condamné par contumace. Ainsi se clôture la première partie de cette affaire.

    Maître BUTTIN renvoie à des appréciations politiques en faisant référence notamment au livre « Les officiers de sa Majesté » mais ce n’est pas particulièrement dirimant.

    1. deuxième plainte de 1975 à 2010 :

    Comme nous le savons, Maître BUTTIN a régularisé une plainte contre X le 21 octobre 1975 pour assassinat, complicité d’assassinat et toute autre infraction que l’instruction révèlerait.

    Cette plainte est motivée par le fait que les arrêts du 5 juin 1967 n’ont pas fait justice. (Cf. page 339)

    Il ne me semble pas très pertinent de faire des développements sur l’introduction afférente à cette deuxième plainte puisqu’il s’agit essentiellement d’appréciation de Monsieur BUTTIN et le premier élément intéressant développé visé les mandats d’arrêt en page 352.

    Ce qui ne sera pas pour nous surprendre, il retient que le Juge RAMAEL a incontestablement adopté une attitude plus offensive que ces prédécesseurs et cette offensive bien entendu prend la forme des cinq mandats d’arrêt d’octobre 2007 qui sont motivés uniquement pour entendre les survivants de l’époque « et non à priori pour les mettre en examen comme certains médias l’ont soutenu » (page 352).

    Il rend également hommage au courage du journaliste Joseph TUAL et relève que cette décision du Juge RAMAEL est une première depuis le dépôt de la nouvelle plainte.

    Ensuite, il est rappelé que manifestement les mandats d’arrêt internationaux n’ont pas gêné dans ses déplacements le Général BENSLIMANE et qu’en juin 2009 lorsque Michèle ALLIOT-MARIE devient Ministre de la justice et des libertés, après qu’elle ait été saisie par lettre, s’étonnant de la non exécution par le Maroc des commissions rogatoires internationales, il aura reçu une réponse le 28 août, lui indiquant qu’elle saisissait immédiatement le Directeur des affaires criminelles et des grâces et à mi-septembre, la décision est prise de diffuser les mandats d’arrêt.

    Il est relevé que moins de 24 heures après, une décision contraire intervient.

    Fort de cela, et de ces errements quant à l’exécution des mandats d’arrêts ou des commissions rogatoires internationales, Maître BUTTIN rappelle que le 2 octobre 2008 il avait été reçu au quai d’Orsay par trois représentants du Président de la République française et qu’on lui aurait proposé un marché, à savoir d’échanger l’exécution des commissions rogatoires internationales contre la mise à néant des mandats d’arrêts internationaux. Marchandage auquel il se serait refusé.

    Il termine ce chapitre en apothéose en citant in extenso la lettre écrite le 7 octobre 2009 par le Juge RAMAEL au Procureur de la République en lui indiquant :

    « (…) Interpol revendique le blocage des diffusions sollicitées selon des procédures internes confidentielles qui tiennent compte des intérêts politiques et diplomatiques. En conséquence, j’estime inutile et hypocrite de fournir de plus amples éléments afin de permettre d’apprécier s’il s’agit d’une affaire mettant en cause des responsabilités étatiques. Manifestement l’affaire BEN BARKA continue de déranger 44 ans après, (…) ».

    L’auteur ajoute que le Juge renouvelle alors les quatre mandats d’arrêt et ajoute un cinquième visant Monsieur EL ASSOUNI puisque semble-t-il il vient d’obtenir l’identité complète de celui-ci.

    L’auteur s’exclame en conclusion que le Maroc refuse d’exécuter les commissions rogatoires internationales et que la France s’oppose à l’exécution des mandats d’arrêt. Une fois de plus la raison d’état et des Etats l’a emporté sur l’exigence de justice. (page 354)

    A partir des pages suivants, il s’agit plus d’un travail d’enquête qui est mené par l’auteur, qui a reconstitué certains éléments à partir soit des pièces pénales soit d’auditions récentes de personnes qui subitement se présentent chez le Juge RAMAEL, tel un agent d’Orly Monsieur Daniel TROUBLE qui, le 18 juin 2009, va déclarer au Juge d’instruction :

    « Lorsque je suis arrivé comme jeune agent des services commerciaux aux frets d’Orly, en 1969, j’ai entendu parler les anciens et je suis venu vous livrer mon témoignage (…). Il se disait qu’un dimanche, me semble-t-il, vers 5 heures du matin, l’employé de permanence pour la taxation des colis avait vu arriver en personne Maurice PLAGIAS, chef du centre de fret, et deux autres personnes. La présence de ces deux responsables ce jour là et à cette heure là, était totalement inhabituelle.

    Ils étaient venus faire taxer un colis parallélépipédique, identique à ceux servant à transporter les cercueils, d’un poids de 125 à 140 kg, supposé contenir des pièces détachées à destination de Casablanca.

    Ce colis a été embarqué dans un DC3 qui n’aurait embarqué rien d’autre (…). Le lendemain, deux gendarmes sont venus récupérer la souche de la LTA, qui est le titre de transport d’une marchandise et l’ont emportée. Là aussi c’est étrange (…), quelques semaines plus tard PLAGIAS et FOSSATI ont été muté tous les deux. Il faut dire que les rumeurs de leur appartenance au SDECE allaient bon train (…) ».

    Tout à l’avenant jusqu’à la fin de l’ouvrage et sur le dernier chapitre afférent aux responsabilités de façon paradoxale et peut-être consensualiste, on peut relever que quatre pays semblent avoir une responsabilité aux yeux de Maître BUTTIN, à savoir le Maroc, la France, Israël et les Etats-Unis.

    Dans le cadre de cet ouvrage et au regard de ce qui nous intéresse plus particulièrement, je souhaite relever l’attention du lecteur sur la page 251.

    Je reviens sur celle-ci car elle me semble essentielle sur la relation des faits et l’analyse qui en est faite par Maître BUTTIN au regard du mandat d’arrêt international visant Monsieur Miloud TOUNZI.

    Bien entendu, de façon lapidaire et sans que ceci soit nullement fondé, bien au contraire tout permet de contester cette affirmation, l’auteur fait un amalgame entre Miloud TOUNZI et Miloud CHTOUKI.

    Je rappelle que le mandat d’arrêt international vise un homicide volontaire à l’encontre de Monsieur Miloud TOUNZI et donc suppose que celui-ci ait à tout le moins rencontré l’hypothétique victime dans le cadre de sa présence à Paris le 30 octobre 1965.

    Or, ce samedi 30 octobre 1965, Maître BUTTIN a semble-t-il collationner dans le premier dossier généré par la première plainte des informations chronologiques très précises qui conduisent à pouvoir affirmer que Monsieur CHTOUKI n’a jamais rencontré Mehdi BEN BARKA à Paris à cette date là.

    Par voie de conséquence, juridiquement le mandat d’arrêt, bien entendu passée la difficulté première de faire un amalgame et une parfaite superposition de personne, succomberait à l’analyse juridique puisque Maître BUTTIN affirme :

    « (…) OUFKIR arrive à son tour à Orly à 17 heures. Accueilli par CHTOUKI, EL MAHI et LOPEZ. Il se fait conduire par celui-ci à Fontenay le Vicomte où DLIMI l’accueille vers 18 heures. Le Général a confié sa valise à EL MAHAI et lui a demandé de lui prendre une chambre à l’hôtel ROYAL ALMA et de l’y attendre avec CHTOUKI. Tous deux patienteront une partie de la nuit en vain. OUFKIR n’occupera à aucun moment la chambre, mais fera chercher sa valise. EL MAHI passe plusieurs coups de fils chez BOUCHESEICHE et chez LOPEZ sans réponse (…) ».

    Donc cette reconstitution, si on la retient comme étant juste, et il n’y a aucune raison de ne pas le faire, atteste incontestablement d’une impossibilité physique de rencontre entre Mehdi BEN BARKA et le sieur CHTOUKI.

    Bien entendu, cet ouvrage peut donner lieu à d’autres réflexions mais j’ai volontairement cantonné mon analyse à cette partie du dossier afférente à Monsieur Tounzi.

    ***

    En conclusion, il faut retenir que cet ouvrage n’aura sans doute pas beaucoup de lecteurs. Toutefois il est une note de synthèse très intéressante même si elle est à charge puisqu’elle dissimule certainement des éléments à décharges contenus dans le premier dossier pénal qui nous sont inconnus, tout comme des éléments contenus dans le deuxième dossier pénal et qui viendraient les uns comme les autres asseoir incontestablement la position selon laquelle les mandats d’arrêt internationaux qui ont été relancés en octobre 2007 à l’encontre des quatre personnes susnommés, n’ont aucun fondement et ne sont, comme Maître BUTTIN le dit lui-même dans son ouvrage, que des ballons sondes qui ont uniquement comme ambitions d’obtenir des informations qu’ils ignorent encore aujourd’hui après plus de 35 ans d’instruction et 11 juges d’instruction.!

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    LA DISPARITION DE BEN BARKA DANS LA PRESSE FRANÇAISE

    Le Monde : Révélations en Israël sur l’implication du Mossad dans l’affaire Ben Barka
    Deux journalistes viennent de publier une enquête sur le rôle des services de renseignements israéliens dans la disparition de l’opposant marocain, cinquante ans après son enlèvement à Paris.

    Entretien. Quel rôle a joué le Mossad dans l’affaire Ben Barka ?

    L’enlèvement de l’opposant marocain en plein Paris, le 29 octobre 1965, puis son assassinat, ont fait l’objet d’innombrables thèses, rumeurs et conclusions plus ou moins fiables. Le corps de Mehdi Ben Barka n’a jamais été retrouvé, mais l’implication de plusieurs parties a été établie. En 1966, deux journalistes israéliens avaient été arrêtés pour avoir publié dans l’hebdomadaire Bul un article laissant entendre que les Israéliens auraient été mêlés à l’enlèvement, devant la brasserie Lipp. L’hebdomadaire, aussitôt retiré de la circulation par les autorités, mettait en cause le général Meïr Amit, chef du Mossad à l’époque. En 1987, le Haaretz écrivait que le gouvernement israélien (dirigé alors par Lévi Eshkol) avait été tenu dans l’ignorance de cette opération.

    Le 20 mars, deux journalistes du quotidien Yediot Aharonot, Ronen Bergman et Shlomo Nakdimon, ont publié une enquête fleuve dévoilant les coulisses de l’implication logistique du Mossad, en

    soutien des assassins marocains de l’opposant. Une enquête qui a été soumise, comme l’exige la loi en Israël, à la relecture de la censure militaire. Les journalistes ont mis au jour les détails de l’incroyable conflit politique survenu en Israël, entre le chef du Mossad, le premier ministre et celui qui fut chargé d’enquêter sur cette affaire d’État, Isser Harel. Mort en 2003, Harel fut une figure mythique des services israéliens, d’abord fondateur du Shin Bet (renseignement intérieur) après l’établissement de l’Etat en 1948, puis directeur du Mossad entre 1952 et 1963. L’enquête s’appuie sur les minutes des rencontres entre ces trois hommes, ainsi que sur des témoignages de certains des acteurs.

    Ronen Bergman, célèbre journaliste d’investigation en Israël, spécialisé dans les questions militaires et les services de renseignement, revient sur les coulisses d’une opération du Mossad à

    l’issue non préméditée, qui s’est fini en désastre. Ronen Bergman met actuellement la dernière main à un livre sur l’histoire du Mossad.

    Pouvez-vous revenir sur les circonstances dans lesquelles le Mossad s’est retrouvé impliqué dans l’affaire Ben Barka ?

    Le Mossad ne souhaitait pas être impliqué. Cela apparaît clairement dans les documents et les rencontres entre les dirigeants de l’époque.

    Le service voulait parvenir à l’impossible : ne pas être partie prenante, tout en parvenant à satisfaire leurs homologues marocains, en leur fournissant ce qu’ils souhaitaient. Les relations secrètes avec les Marocains étaient considérées comme stratégiques, de la plus haute importance. Elles relevaient de ce que le Mossad appelait la théorie de la périphérie, consistant à développer des relations avec des pays entourant Israël et les ennemis d’Israël, comme l’Iran, l’Ethiopie, la Turquie, et donc le Maroc. Le Maroc représentait un grand défi car c’est un pays arabe, aux très fortes relations avec la Ligue arabe, et n’entretenant pas de conflit avec une partie du monde arabe, comme l’Iran. Le Mossad a réussi à créer des intérêts communs avec le roi Hassan II et ses services. Cela a commencé en convainquant le roi de laisser les juifs de son pays émigrer vers Israël. Puis Israël a fourni une aide militaire et en matière de renseignement. En échange, on a obtenu un accès à des informations par le Maroc.

    Un mois et demi avant l’enlèvement de Ben Barka, il y a un sommet crucial de la Ligue arabe à Casablanca…

    Effectivement, il y a eu un sommet arabe en septembre 1965, lors duquel le Mossad a obtenu la possibilité d’observer. Les Marocains ont fourni au Mossad des documents décrivant les délibérations. Je en peux m’appesantir sur le détail de ces activités car elles sont en partie

    couvertes par le secret militaire. Mais le contenu des discussions a été qualifié comme étant le plus grand succès en matière de renseignement de notre histoire. L’un des sujets du sommet était de

    savoir si les pays présents étaient prêts à une nouvelle guerre contre Israël. Les informations obtenues ont été une des bases de la confiance en eux des chefs militaires israéliens, au moment de la guerre des Six jours, en 1967. Pourtant, à l’époque, beaucoup pensaient que le pays serait rayé de la carte.

    Mais cet accès privilégié a eu un prix…

    Oui. Trois jours après le sommet, les Marocains ont réclamé le paiement pour ces informations : il s’agissait d’aider à localiser et à tuer Ben Barka. Il y a eu des versions divergentes sur ce sujet. Selon le professeur Yigal Bin-Nun, que nous citons dans l’article, qui a beaucoup travaillé sur l’affaire et recueilli de nombreux témoignages auprès des services marocains et israéliens, le plan initial était d’enlever Ben Barka, de l’amener au Maroc et de lui faire une proposition qu’il ne pouvait refuser : accepter un poste de ministre sous peine d’être poursuivi pour haute trahison.

    Je ne suis pas sûr que ce soit vrai. Les documents rapportant les entretiens entre le directeur du Mossad, Meïr Amit, et le premier ministre, Lévi Eshkol, suggèrent clairement qu’Amit avait appris des Marocains qu’ils voulaient le tuer. Par ailleurs, dans le cadre de leur aide logistique, le Mossad s’est vu demander à deux reprises de fournir aux Marocains des poisons différents. Pourquoi demander du poison si on ne veut pas le tuer ?

    Quelle est la nature des documents que vous citez, concernant les rencontres officielles ?

    Ce sont les minutes, rédigées par l’un des plus proches conseillers du premier ministre, au moment de ces rencontres. Ils sont très secrets. On nous les a montrés. Ils ne sont pas publics. Ce genre de document était scellé, selon la loi, pour cinquante ans. Il y a cinq ans, je me suis adressé à la Cour suprême pour obtenir la publication de toutes les archives confidentielles antérieures à cinquante ans. Le gouvernement a fait savoir à la Cour que le délai était dorénavant porté de cinquante à soixante-dix ans.

    Vous citez une rencontre, le 4 octobre 1965, entre le premier ministre et Meïr Amit, le directeur du Mossad, qui dit : « Le roi Hassan a donné l’ordre de tuer Ben Barka ».

    Amit comprend qu’ils veulent le tuer. Mais ça laisse une question en suspens : pourquoi ne pas assassiner Ben Barka en pleine rue à Paris ?

    Ça serait bien plus simple que de le conduire dans un appartement, de le torturer, si ce n’est pour leur plaisir personnel. Les Marocains avaient donc peut-être d’autres objectifs, même s’ils envisageaient de le tuer à la fin.

    Amit et peut-être le premier ministre avaient l’impression que l’opération n’aurait pas lieu, que les Marocains laisseraient les choses en l’état. Amit pensait pouvoir recueillir le bénéfice de la coopération, en apparaissant comme un bon partenaire, sans être impliqué dans un assassinat. Il ne ment pas quand il rapporte au premier ministre que le Mossad n’est pas impliqué directement dans l’assassinat de Ben Barka. Ce ne sont pas des mains israéliennes qui ont serré le cou, le Mossad n’était pas présent au moment des faits et n’a pas autorisé sa mise à mort. Mais il minimise le rôle joué par le service.

    Quelle a été l’implication logistique du Mossad ? On sait que, dans la phase initiale, ils avaient aidé à repérer Ben Barka en Suisse, à Genève…

    Ils ont ensuite aidé en fournissant de faux documents pour louer des voitures et ils ont donné des passeports aux Marocains et aux mercenaires français pour pouvoir prendre rapidement la fuite après les faits. Il est clair aussi que le Mossad a fourni un appartement, une cache aux Marocains, mais on’est pas certain que ce fut celui où Ben Barka a été conduit.

    Et le corps de Ben Barka ?

    Quelques minutes après le drame, Ahmed Dlimi [adjoint du ministre de l’intérieur, Mohammed Oufkir] a appelé le Mossad de l’appartement en disant : « Je ne voulais pas, il est mort. » Selon

    certains témoignages de premier ordre dont nous disposons, le Mossad s’est chargé d’évacuer le corps de l’appartement, puis de s’en débarrasser. Les agents connaissaient une forêt près de Paris, très prisée pour les pique-niques familiaux. Le service a eu l’idée de dissoudre le corps avant de l’enterrer avec de l’acide, à base de produits chimiques achetés dans plusieurs pharmacies. Cette nuit-là, il a plu. La pluie a accéléré le processus. C’est l’aspect le plus visuel, le plus dramatique de l’implication du Mossad. Le service était très réticent à l’idée d’être impliqué dans l’opération. Au début des années 1960, Ben Barka avait été en contact avec les Israéliens, notamment les services, qui n’avaient aucune hostilité contre lui. Mais ils avaient une énorme dette envers les Marocains.

    Quel a été le rôle d’Issa Harel, figure mythique de la communauté du renseignement israélienne, dans la crise politique qui s’est nouée après l’assassinat, en Israël même ?

    Il faut rappeler le contexte. Harel avait dû démissionner comme directeur du Mossad deux ans plus tôt. Il y avait eu une dispute très sévère entre lui et David Ben Gourion [alors premier ministre]. Il

    pensait que Ben Gourion ne pourrait gérer le Mossad sans lui. Mais Ben Gourion a accepté sa démission et a nommé le chef du renseignement militaire, Meïr Amit, à la tête du service. Harel était convaincu que le Mossad, c’était lui, et qu’Israël, c’était le Mossad.

    Par la suite, il y a eu un clash interne au sein du camp travailliste, pour capter l’héritage de Ben Gourion, entre Eshkol, Golda Meir et d’autres. Harel, lui, voulait se venger et prouver que son successeur était incompétent. Il a alors entendu parler de l’affaire Ben Berka.

    Nommé conseiller du premier ministre Eshkol, il lui a dit qu’il devait virer Amit. Eshkol a refusé. Harel lui a dit alors : vous devez démissionner vous-même ! Il menaçait, dans le cas contraire, de tout dire en public et de causer un énorme tourbillon.

    Est-il possible d’imaginer que le premier ministre n’ait pas été au courant de l’opération Ben Barka ?

    Je ne suis pas sûr qu’il était courant de tout. Quand on compare ce que savaient les acteurs sur le terrain et ce que Amit rapportait à Eshkol, il y a une grande différence. Cela concerne le degré d’implication du Mossad, ses contacts directs avec les Marocains avant et après l’assassinat de Ben Barka, les informations fournies aux Marocains pour pouvoir localiser Ben Barka, le fait que le Mossad était derrière le piège destiné à attirer Ben Barka à Paris (un projet de documentaire sur lui). Je n’ai trouvé aucun rapport d’Amit au premier ministre détaillant le niveau d’implication du Mossad. Eshkol a fini par demander l’ouverture d’une enquête sur cette affaire, une enquête extrêmement superficielle. Deux feuilles manuscrites, après un travail de trois jours.

    Piotr Smolar (Jérusalem, correspondant)

    Le Monde, 23 mars 2015 via Academia

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    El Watan : Français et Israéliens derrière la disparition de Ben Barka

    Un nouveau témoignage, cette fois d’un homme du «système» marocain, accable de nouveau les services de renseignement français (DGSE) et israéliens (Mossad) de l’enlèvement et l’assassinat du célèbre opposant marocain, Mehdi Ben Berka, à Paris en 1965, sur demande des services secrets marocains. Le voile sera-t-il un jour levé sur l’affaire Mehdi Ben Barka, grand opposant au régime marocain et un des leaders du mouvement tiers-mondiste et panafricaniste ? Avec le temps, les langues se délient.

    Des révélations sont attendues sur l’affaire liée à l’assassinat, en France, de l’opposant marocain, Mehdi Ben Barka, à l’occasion de la présentation, hier à Rabat, par l’ancien Premier ministre marocain, Abderrahmane Youssoufi, de ses Mémoires, dans lesquels il atteste de l’implication des services secrets marocains, français et israéliens dans ce crime politique.

    Dans son ouvrage intitulé Récits du passé, l’ancien Premier ministre du gouvernement de l’Alternance marocain (1998-2002), a décidé, au crépuscule de sa vie (94 ans), de donner sa version des événements vécus par le Maroc le long de la deuxième moitié du siècle passé. Chacune des trois parties, le Maroc, la France et Israël, avait «un intérêt particulier à faire taire Ben Barka», selon l’homme politique marocain. Abderrahmane Youssoufi, ancien militant du parti Istiqlal, avait été chargé de suivre le dossier de l’assassinat de Mehdi Ben Barka auprès de la justice française.

    Depuis sa disparition à Paris, le 29 novembre 1965, le corps de l’opposant de Hassan II n’a jamais été retrouvé et l’affaire n’a jamais été élucidée. Il fut l’un des principaux opposants socialistes au roi Hassan II et le chef de file du mouvement tiers-mondiste et panafricaniste. De son vivant, il avait initié de nombreuses mobilisations populaires au Maroc.

    L’ex-président français, François Hollande, avait décidé, en mai 2017, quelques jours avant de quitter ses fonctions, de lever le secret défense sur 89 documents relatifs à l’affaire de l’assassinat, en France, de la figure de la gauche marocaine, dont le corps n’a jamais été retrouvé. Ces documents englobent les rapports, notes de synthèse, bulletins de renseignement, procès-verbaux, auditions, questionnaires, fiches, biographies, des photos et lettres détenus. Mais un document est resté bloqué dans cette déclassification et la CSDN a refusé de lever le secret-défense.

    Selon les médias français, il s’agit d’un document qui se trouvait, en 2010, dans les locaux de la Direction générale de la sécurité extérieure et dont on ignore le contenu. L’auteur de Récits du passé, qui a tenu à faire coïncider la parution de ses Mémoires avec son 94e anniversaire, Abderrahmane Youssoufi en l’occurrence, regrette à ce titre que son pays «n’ait pas pu amorcer un virage démocratique pour plusieurs raisons». Parmi ces causes, «l’incapacité» de l’élite politique marocaine elle-même à opérer cette transformation. A cela s’ajoutent une «mauvaise gouvernance» et «une administration archaïque».

    Ont été évoqués notamment, outre son enfance, les dessous de son retrait de la vie politique en 2003, des épisodes du mouvement national marocain, des premières heures de l’aube de l’indépendance, ses liens avec feu Mehdi Ben Barka, son opposition au régime, sa prise de commande de l’Union socialiste des forces populaires (USFP) et sa pratique politique au sein du gouvernement de l’Alternance marocain.

    Divisés en trois parties, les Mémoires, rédigés par son compagnon de route M’barek Boudarqa, seront présentés au théâtre Mohammed V de Rabat, qui coïncide avec son 94e anniversaire.

    Alhadith fi ma jara (Récits du passé) est une compilation en trois tomes d’éléments biographiques, d’entretiens et de discours de l’ancien opposant et chef du gouvernement. L’ouvrage sortira en librairie le lendemain de sa présentation au public au théâtre Mohammed V à Rabat, une présentation à laquelle prendra part Abderrahmane Youssoufi, en compagnie de nombreuses personnalités marocaines et internationales de la politique.

    El Watan, 09 mars 2018

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    Europe1 : Comment le Mossad a aidé les services secrets marocains à éliminer l’opposant Mehdi Ben Barka ?

    Au micro de Patrick Cohen sur Europe 1, Ronen Bergman, qui publie « Lève-toi et tue le premier : l’histoire secrète des assassinats ciblés commandités par Israël », revient sur l’assassinat de l’opposant marocain Mehdi Ben Barka, auquel les services secrets israéliens auraient participé.
    INTERVIEW
    Près de 1.000 pages et de multiples révélations. Ronen Bergman, journaliste au New York Times et investigateur israélien, publie aux éditions Grasset Lève-toi et tue le premier : l’histoire secrète des assassinats ciblés commandités par Israël, un livre événement qui revient sur les nombreuses exécutions réalisées par le Mossad, l’agence de renseignements de l’État hébreu. Dans « C’est arrivé demain », le journaliste raconte sur Europe 1 comment les services secrets israéliens ont aidé le gouvernement marocain à éliminer Mehdi Ben Barka, l’un des principaux opposants au Roi Hassan II dans les années 1950.

    « Dans le monde du renseignement, il n’y a rien de gratuit »
    « Ce n’est pas simplement que le Mossad a œuvré, c’est beaucoup plus que cela », explique Ronen Bergman. « Le service de renseignements du Maroc a rendu service énorme aux Israéliens en donnant au Mossad la capacité d’écouter les conversations les plus secrètes des dirigeants arabes », affirme le journaliste du New-York Times. « Mais ils voulaient quelque chose en échange, car dans le monde du renseignement, il n’y a rien de gratuit. »

    Si des Français étaient déjà impliqués dans l’élimination de l’anticolonialiste Mehdi Ben Barka, le Maroc demande aussi au Mossad de l’aider, raconte Ronen Bergman. Le 29 octobre 1965, le leader panafricain se rend à un rendez-vous à la brasserie Lipp à Paris, mais les services secrets israéliens l’ont traqué afin que les Marocains l’enlèvent. L’opposant socialiste au roi Hassan II est alors torturé et tué par les services secrets marocains. « Le Mossad aide les assassins à se débarrasser du corps et à l’enterrer sous ce qui est aujourd’hui le musée Louis Vuitton, dans le bois de Boulogne », poursuit Ronen Bergman.

    « L’utilisation quasi systématique des éliminations a changé de nombreuses fois l’histoire en bien »
    Interrogé par Patrick Cohen sur les conséquences des éliminations commanditées par le Mossad, Ronen Bergman se veut nuancé. « Ça change l’histoire, parfois du bon, parfois du mauvais côté », affirme-il. « Mais après huit ans de recherches, je peux affirmer que l’utilisation quasi systématique des éliminations a changé de nombreuses fois l’histoire en bien », explique Ronen Bergman, prenant en exemple les éliminations qui ont suivi les attentats de Munich.

    Europe1, 09 fév 2020

    #Maroc #Mossad #Israël #BenBarka #Services_secrets #HassanII

  • Israël: Révélations sur l’implication du Mossad dans l’affaire Ben Barka

    Israël: Révélations sur l’implication du Mossad dans l’affaire Ben Barka – Maroc, Hassan II, Meïr Amit, Lévi Eshkol, Yediot Aharonot, Ronen Bergman, Shlomo Nakdimon,

    Entretien. Quel rôle a joué le Mossad dans l’affaire Ben Barka ? L’enlèvement de l’opposant marocain en plein Paris, le 29 octobre 1965, puis son assassinat, ont fait l’objet d’innombrables thèses, rumeurs et conclusions plus ou moins fiables. Le corps de Mehdi Ben Barka n’a jamais été retrouvé, mais l’implication de plusieurs parties a été établie. En 1966, deux journalistes israéliens avaient été arrêtés pour avoir publié dans l’hebdomadaire Bul un article laissant entendre que les Israéliens auraient été mêlés à l’enlèvement, devant la brasserie Lipp. L’hebdomadaire, aussitôt retiré de la circulation par les autorités, mettait en cause le général Meïr Amit, chef du Mossad à l’époque. En 1987, le Haaretz écrivait que le gouvernement israélien (dirigé alors par Lévi Eshkol) avait été tenu dans l’ignorance de cette opération.

    Le 20 mars, deux journalistes du quotidien Yediot Aharonot, Ronen Bergman et Shlomo Nakdimon, ont publié une enquête fleuve dévoilant les coulisses de l’implication logistique du Mossad, en soutien des assassins marocains de l’opposant. Une enquête qui a été soumise, comme l’exige la loi en Israël, à la relecture de la censure militaire. Les journalistes ont mis au jour les détails de l’incroyable conflit politique survenu en Israël, entre le chef du Mossad, le premier ministre et celui qui fut chargé d’enquêter sur cette affaire d’État, Isser Harel. Mort en 2003, Harel fut une figure mythique des services israéliens, d’abord fondateur du Shin Bet (renseignement intérieur) après l’établissement de l’Etat en 1948, puis directeur du Mossad entre 1952 et 1963. L’enquête s’appuie sur les minutes des rencontres entre ces trois hommes, ainsi que sur des témoignages de certains des acteurs.

    Ronen Bergman, célèbre journaliste d’investigation en Israël, spécialisé dans les questions militaires et les services de renseignement, revient sur les coulisses d’une opération du Mossad à l’issue non préméditée, qui s’est fini en désastre. Ronen Bergman met actuellement la dernière main à un livre sur l’histoire du Mossad.

    Pouvez-vous revenir sur les circonstances dans lesquelles le Mossad s’est retrouvé impliqué dans l’affaire Ben Barka ?

    Le Mossad ne souhaitait pas être impliqué. Cela apparaît clairement dans les documents et les rencontres entre les dirigeants de l’époque. Le service voulait parvenir à l’impossible : ne pas être partie prenante, tout en parvenant à satisfaire leurs homologues marocains, en leur fournissant ce qu’ils souhaitaient. Les relations secrètes avec les Marocains étaient considérées comme stratégiques, de la plus haute importance. Elles relevaient de ce que le Mossad appelait la théorie de la périphérie, consistant à développer des relations avec des pays entourant Israël et les ennemis d’Israël, comme l’Iran, l’Ethiopie, la Turquie, et donc le Maroc. Le Maroc représentait un grand défi car c’est un pays arabe, aux très fortes relations avec la Ligue arabe, et n’entretenant pas de conflit avec une partie du monde arabe, comme l’Iran. Le Mossad a réussi à créer des intérêts communs avec le roi Hassan II et ses services. Cela a commencé en convainquant le roi de laisser les juifs de son pays émigrer vers Israël. Puis Israël a fourni une aide militaire et en matière de renseignement. En échange, on a obtenu un accès à des informations par le Maroc.

    Un mois et demi avant l’enlèvement de Ben Barka, il y a un sommet crucial de la Ligue arabe à Casablanca… Effectivement, il y a eu un sommet arabe en septembre 1965, lors duquel le Mossad a obtenu la possibilité d’observer. Les Marocains ont fourni au Mossad des documents décrivant les délibérations. Je ne peux m’appesantir sur le détail de ces activités car elles sont en partie couvertes par le secret militaire. Mais le contenu des discussions a été qualifié comme étant le plus grand succès en matière de renseignement de notre histoire. L’un des sujets du sommet était de savoir si les pays présents étaient prêts à une nouvelle guerre contre Israël. Les informations obtenues ont été une des bases de la confiance en eux des chefs militaires israéliens, au moment de la guerre des Six jours, en 1967. Pourtant, à l’époque, beaucoup pensaient que le pays serait rayé de la carte.

    Mais cet accès privilégié a eu un prix… Oui. Trois jours après le sommet, les Marocains ont réclamé le paiement pour ces informations : il s’agissait d’aider à localiser et à tuer Ben Barka. Il y a eu des versions divergentes sur ce sujet. Selon le professeur Yigal Bin-Nun, que nous citons dans l’article, qui a beaucoup travaillé sur l’affaire et recueilli de nombreux témoignages auprès des services marocains et israéliens, le plan initial était d’enlever Ben Barka, de l’amener au Maroc et de lui faire une proposition qu’il ne pouvait refuser : accepter un poste de ministre sous peine d’être poursuivi pour haute trahison.

    Je ne suis pas sûr que ce soit vrai. Les documents rapportant les entretiens entre le directeur du Mossad, Meïr Amit, et le premier ministre, Lévi Eshkol, suggèrent clairement qu’Amit avait appris des Marocains qu’ils voulaient le tuer. Par ailleurs, dans le cadre de leur aide logistique, le Mossad s’est vu demander à deux reprises de fournir aux Marocains des poisons différents. Pourquoi demander du poison si on ne veut pas le tuer ?

    Quelle est la nature des documents que vous citez, concernant les rencontres officielles ?

    Ce sont les minutes, rédigées par l’un des plus proches conseillers du premier ministre, au moment de ces rencontres. Ils sont très secrets. On nous les a montrés. Ils ne sont pas publics. Ce genre de document était scellé, selon la loi, pour cinquante ans. Il y a cinq ans, je me suis adressé à la Cour suprême pour obtenir la publication de toutes les archives confidentielles antérieures à cinquante ans. Le gouvernement a fait savoir à la Cour que le délai était dorénavant porté de cinquante à soixante-dix ans.

    Vous citez une rencontre, le 4 octobre 1965, entre le premier ministre et Meïr Amit, le directeur du Mossad, qui dit : « Le roi Hassan a donné l’ordre de tuer Ben Barka ». Amit comprend qu’ils veulent le tuer. Mais ça laisse une question en suspens : pourquoi ne pas assassiner Ben Barka en pleine rue à Paris ? Ça serait bien plus simple que de le conduire dans un appartement, de le torturer, si ce n’est pour leur plaisir personnel. Les Marocains avaient donc peut-être d’autres objectifs, même s’ils envisageaient de le tuer à la fin.

    Amit et peut-être le premier ministre avaient l’impression que l’opération n’aurait pas lieu, que les Marocains laisseraient les choses en l’état. Amit pensait pouvoir recueillir le bénéfice de la coopération, en apparaissant comme un bon partenaire, sans être impliqué dans un assassinat. Il ne ment pas quand il rapporte au premier ministre que le Mossad n’est pas impliqué directement dans l’assassinat de Ben Barka. Ce ne sont pas des mains israéliennes qui ont serré le cou, le Mossad n’était pas présent au moment des faits et n’a pas autorisé sa mise à mort. Mais il minimise le rôle joué par le service.

    Quelle a été l’implication logistique du Mossad ? On sait que, dans la phase initiale, ils avaient aidé à repérer Ben Barka en Suisse, à Genève… Ils ont ensuite aidé en fournissant de faux documents pour louer des voitures et ils ont donné des passeports aux Marocains et aux mercenaires français pour pouvoir prendre rapidement la fuite après les faits. Il est clair aussi que le Mossad a fourni un appartement, une cache aux Marocains, mais on’est pas certain que ce fut celui où Ben Barka a été conduit.

    Et le corps de Ben Barka ?

    Quelques minutes après le drame, Ahmed Dlimi [adjoint du ministre de l’intérieur, Mohammed Oufkir] a appelé le Mossad de l’appartement en disant : « Je ne voulais pas, il est mort. » Selon certains témoignages de premier ordre dont nous disposons, le Mossad s’est chargé d’évacuer le corps de l’appartement, puis de s’en débarrasser. Les agents connaissaient une forêt près de Paris, très prisée pour les pique-niques familiaux. Le service a eu l’idée de dissoudre le corps avant de l’enterrer avec de l’acide, à base de produits chimiques achetés dans plusieurs pharmacies. Cette nuit-là, il a plu. La pluie a accéléré le processus. C’est l’aspect le plus visuel, le plus dramatique de l’implication du Mossad. Le service était très réticent à l’idée d’être impliqué dans l’opération. Au début des années 1960, Ben Barka avait été en contact avec les Israéliens, notamment les services, qui n’avaient aucune hostilité contre lui. Mais ils avaient une énorme dette envers les Marocains.

    Quel a été le rôle d’Issa Harel, figure mythique de la communauté du renseignement israélienne, dans la crise politique qui s’est nouée après l’assassinat, en Israël même ?

    Il faut rappeler le contexte. Harel avait dû démissionner comme directeur du Mossad deux ans plus tôt. Il y avait eu une dispute très sévère entre lui et David Ben Gourion [alors premier ministre]. Il pensait que Ben Gourion ne pourrait gérer le Mossad sans lui. Mais Ben Gourion a accepté sa démission et a nommé le chef du renseignement militaire, Meïr Amit, à la tête du service. Harel était convaincu que le Mossad, c’était lui, et qu’Israël, c’était le Mossad. Par la suite, il y a eu un clash interne au sein du camp travailliste, pour capter l’héritage de Ben Gourion, entre Eshkol, Golda Meir et d’autres. Harel, lui, voulait se venger et prouver que son successeur était incompétent. Il a alors entendu parler de l’affaire Ben Berka. Nommé conseiller du premier ministre Eshkol, il lui a dit qu’il devait virer Amit. Eshkol a refusé. Harel lui a dit alors : vous devez démissionner vous-même ! Il menaçait, dans le cas contraire, de tout dire en public et de causer un énorme tourbillon.

    Est-il possible d’imaginer que le premier ministre n’ait pas été au courant de l’opération Ben Barka ? Je ne suis pas sûr qu’il était courant de tout. Quand on compare ce que savaient les acteurs sur le terrain et ce que Amit rapportait à Eshkol, il y a une grande différence. Cela concerne le degré d’implication du Mossad, ses contacts directs avec les Marocains avant et après l’assassinat de Ben Barka, les informations fournies aux Marocains pour pouvoir localiser Ben Barka, le fait que le Mossad était derrière le piège destiné à attirer Ben Barka à Paris (un projet de documentaire sur lui). Je n’ai trouvé aucun rapport d’Amit au premier ministre détaillant le niveau d’implication du Mossad. Eshkol a fini par demander l’ouverture d’une enquête sur cette affaire, une enquête extrêmement superficielle. Deux feuilles manuscrites, après un travail de trois jours.

    Piotr Smolar (Jérusalem, correspondant)

    Le Monde, 23.03.2015

    #Maroc #Israël #BenBarka #HassanII #Mossad

  • Bin-Nun: Relations entre Hassan II et Ben Barka avec le Mossad

    Bin-Nun: Relations entre Hassan II et Ben Barka avec le Mossad

    Bin-Nun: Relations entre Hassan II et Ben Barka avec le Mossad – Maroc, Israël, Yigal Bin-Nun,

    Le professeur Yigal Bin-Nun, un Israélien d’origine marocaine, « spécialiste des relations SECRÈTES » entre l’Etat hébreu et le royaume du Maroc, a publié récemment une rectification au travail de deux journalistes israéliens paru dans le quotidien Yediot Aharonot sur l’implication du Mossad dans l’assassinat de Mehdi Ben Barka. L’enquête de Yediot Aharonot avait été reprise par le quotidien Le Monde.
    La rectification de Bin-Nun, qui est passée totalement inaperçue, fourmille pourtant d’informations non publiées par Yediot Aharonot et Le Monde. Il conclut dans ce papier, que nous publions ci-dessous, avoir rencontré, par l’intermédiaire de l’ancien ministre et ambassadeur Ahmed Ramzi (décédé en 2012), le général Hamidou Laânigri, alors patron de la DST marocaine, à Paris.
    Yigal Bin-Nun explique avoir révélé à Laânigri la véritable identité du fameux Chtouki, l’un des auteurs de l’enlèvement et assassinat de Ben Barka.
    Bin-Nun, qui a rencontré plusieurs agents du Mossad qui ont participé à l’opération, assure qu’il va publier prochainement un livre sur l’affaire Ben Barka. Une annonce qu’il avait déjà faite en 2004 dans Le Journal hebdomadaire Demain.

    Les agents du Mossad et la mort de Mehdi Ben Barka

    Voici quelques rectifications à l’article de Yediot Aharonot sur les circonstances de la mort de Mehdi Ben Barka.

    Je n’ai jamais dit aux journalistes qu’Israël était impliqué dans l’assassinat de Ben Barka mais qu’il avait été sollicité par Ahmed Dlimi de la Sécurité nationale marocaine, pour faire disparaitre sa dépouille. En outre, à mon avis le roi Hassan II n’a pas donné l’ordre de tuer Ben Barka et ni Dlimi ni son patron Mohamed Oufkir n’ont dit aux Israéliens qu’ils avaient l’intention de tuer Ben Barka, qui d’ailleurs, avait d’excellentes relations avec les Israéliens.

    Selon les protocoles des entretiens entre le chef du Mossad Meir Amit le premier ministre Levy Eshkol, les Israéliens n’auraient jamais accepté de collaborer à un projet de ce genre. La mort du leader marocain n’a été causée que par un excès de zèle de la part de Dlimi, et Oufkir n’était pas impliqué dans ce meurtre. Ben Barka ne constituait aucun danger pour Israël, bien au contraire, il a longtemps soutenu la diplomatie israélienne dans les pays du tiers monde et avec Abderrahim Bouabid, il œuvra pour la sauvegarde des droits des Juifs du Maroc.

    Le 28 mars 1960, Golda Meir, ministre des Affaires étrangères avait même dépêché à Ben Barka un émissaire spécial, Yaacov Caroz, bras droit du chef du Mossad Isser Harel. Ben Barka demanda à cette occasion aux Israéliens une aide financière pour son parti. Durant son deuxième exil en Europe il reçut un salaire mensuel d’Israël par l’intermédiaire d’Alexandre Easterman du Congrès juif mondial. Mais les relations entre Ben Barka et Israël se détériorèrent lorsque Ben Barka osa demander à Caroz des armes qui seraient utilisées par son parti lorsqu’il déciderait de prendre le pouvoir par la force. A partir de cet entretien, Golda Meir conseilla à son ambassade à Paris de se méfier de l’exilé et de privilégier les contacts avec l’entourage financier du prince héritier Moulay Hassan. On peut comprendre le discours antiisraélien de Ben Barka au Caire par la décision d’Israël de minimiser ses relations avec lui (y compris le salaire) au profit du Palais. Sur les relations entre Ben Barka et Israël. Voir mon article

    La coopération officielle entre le Maroc et Israël, dans le domaine politique, sans rapport avec l’émigration juive du Maroc, débuta en février 1963. Elle fut précédée par « l’accord de compromis » conclu au début août 1961. Contrairement à ce qui a été publié en mon nom, Oufkir n’avait aucun rapport avec cet accord pour le départ collectif des Juifs du Maroc moyennant une indemnisation de 50 à 250$, sous couvert de l’organisme humanitaire d’émigration HIAS (Hebrew Sheltering and Immigrant Aid Society). Il s’est même prononcé contre les conditions de cet accord. Voir mon article

    Oufkir effectua quatre visites en Israël

    Les relations secrètes israélo-marocaines s’inscrivent dans le cadre de « la politique de la périphérie » préconisée par le premier ministre David Ben Gourion. Des contacts étroits furent établis surtout avec le roi Hussein de Jordanie, avec le général Qasim d’Irak, ainsi qu’une alliance spéciale (Kalil) entre Israël, l’Iran et la Turquie, et une autre alliance entre Israël, l’Éthiopie et le Soudan. Sans compter les relations avec les pays d’Afrique occidentale.

    La première rencontre officielle entre les deux pays eut lieu entre le bras droit de Isser Harel – Yaacov Caroz, le général Mohamed Oufkir et le commissaire de police français, délégué à l’Interpol, Émile Benhamou, à son domicile de Paris, rue Victor Hugo, suivie d’une série de rencontres entre Oufkir et David Shomron, du Mossad, dans les hôtels genevois Beau Rivage (quai du Mont-blanc 13) et Cornavin (23 boulevard James-Fazy). Oufkir avait reçu précédemment le feu vert de Hassan II.

    À la mi-février, Ahmed Dlimi, l’adjoint d’Oufkir, effectua un voyage en Israël et participa à des réunions de travail avec le Mossad. Le 12 avril 1963, l’ambassadeur d’Israël à Paris, Walter Eitan, rencontra son homologue marocain en France, Mohamed Cherkaoui. Oufkir effectua quatre visites en Israël, la première en janvier 1964 et rencontra Golda Meir et Meir Amit. À partir de ces rencontres, les agents du Mossad qui se succédèrent au Maroc s’entretinrent souvent avec le roi, Oufkir, Dlimi et avec d’autres personnalités marocaines

    Contrairement à certaines publications, le premier directeur du Mossad, Isser Harel, n’a jamais effectué de voyage officiel au Maroc et n’a jamais rencontré Hassan II. Il est arrivé au Maroc à quatre reprises, clandestinement, dans le cadre de l’émigration clandestine des juifs du Maroc. Ce n’est que son successeur, Meir Amit, qui effectua un voyage officiel au cours du mois d’avril 1963 et fut reçu par Hassan II et le général Oufkir, dans un petit pavillon du palais de Marrakech. La visite officielle du chef du Mossad le général Meir Amit et de son adjoint Yaacov Caroz au roi et à Oufkir n’était en fait que la conséquence de l’échec des négociations entre Hassan II et le président algérien Ahmed Ben Bella à Alger concernant les problèmes frontaliers entre le Maroc et l’Algérie.

    Quelques mois avant la Guerre des sables qui opposa les armées marocaines et algériennes, Oufkir sollicita l’aide d’Israël pour une aide militaire, stratégique et sécuritaire. La classe dirigeante marocaine détestait Nasser et le Palais ne faisait confiance ni aux Américains ni aux Français. C’est pour cela que les Marocains préférèrent solliciter l’aide d’Israël.

    Pendant le deuxième exil de Ben Barka en Europe, Israël accepta de surveiller les déplacements et rencontres de l’exilé à la demande de Dlimi, mais se retira de cette filature, le Mossad s‘étant rendu compte que d’autres services secrets surveillaient ces déplacements. Selon un protocole gouvernemental Meir Amit avait reçu le feu vert du premier ministre Levi Eshkol d’effectuer cette filature uniquement après que le chef du Mossad lui eût promis que le but était d’éviter que Ben Barka ne tombe dans le piège d’un service qui décide de l’éliminer.

    Hassan II, de toute évidence, n’avait pas l’intention de tuer Ben Barka. Il avait même dépêché à Paris son ministre Réda Guedira pour proposer à l’exilé de rentrer au Maroc avant la Conférence tricontinentale qui devait se tenir à la Havane. Mais Ben Barka préféra ne retourner au pays qu’après cette conférence. On peut alors se demander, si les Marocains avaient prémédité l’élimination de Ben Barka pourquoi l’aurait-on enlevé en pleine journée à Paris au coin de la rue de Rennes et du boulevard Saint Germain ? On lui aurait plutôt tiré une balle dans le dos dans une rue déserte à Genève ou au Caire. Durant neuf mois, Ben Barka habita au domicile du couple Jacques Givet et Isabelle Vichniac, au 18 rue Beaumont à Genève.

    Comment Ben Barka trouva la mort?

    D’après divers témoignages que j’ai recueillis à partir de 1996, il s’avère de sources irréfutables que Ben Barka est mort noyé après qu’un groupe de marocains avec à leur tête Ahmed Dlimi et Miloud Tounsi, alias Chtouki, aient commis la bavure d’immerger sa tête dans une baignoire pleine d’eau, qui entraîna sa mort. Tout de suite après, Dlimi appela le responsable du Mossad à Paris, Emanuel Tadmor, lui raconta ce qui s’était passé et sollicita son aide dans deux domaines : débarrasser les Marocains du corps de Ben Barka et leur fournir de faux. Malgré sa consternation par la mort de Ben Barka, ami d’Israël, l’agent Emanuel Tadmor reçut l’ordre du chef du Mossad Meir Amit d’aider « nos amis marocains ».

    Voici le déroulement des faits tels que me les a rapportés l’agent du Mossad Eliezer Sharon-Sudit (alias Qabtsen) l’été 1998 dans son domicile (en présence de Ami Perets, un autre agent du Mossad): Dlimi, est arrivé le 28 octobre 1965 à Paris et fut reçu à l’aéroport Orly par Naftali Keinan, chef de la section Tevel du Mossad. Après quelques propos, ils préférèrent se revoir à la Porte de Saint-Cloud. Leur rencontre fut surveillée par Eliezer Sharon et Zeev Amit (cousin du chef du Mossad Meir Amit, mort pendant la Guerre de Kippour). Dlimi demanda à Keinan de rester en état d’alerte à portée d’un téléphone dans l’appartement de service du Mossad à Paris pour lui communiquer le déroulement des faits. Deux jours après, Dlimi affolé appela Keinan et lui demanda de l’aider à faire disparaître le corps de Ben Barka. Tout de suite après Dlimi vint lui remettre les clés de l’appartement où Ben Barka trouva la mort. Keinan demanda à Tadmor d’envoyer en urgence une équipe de quatre personnes, couverts par d’autres agents, planqués dans deux voitures diplomatiques, pour s’occuper de la dépouille.

    Les agents du Mossad l’ont enterré

    Eliezer Sharon, Zeev Amit et Rafi Eitan se rendirent à l’étage d’un petit appartement à Paris, prirent le corps de Ben Barka de l’intérieur d’une baignoire, l’enveloppèrent, le mirent dans le coffre d’une voiture diplomatique appartenant à Shalom Barak et se dirigèrent vers le périphérique pour quitter la capitale française. Le corps de Ben Barka fut enterré la nuit dans un bois dans le nord-est de Paris, un lieu où les agents du Mossad avaient l’habitude de faire des pique-niques avec leurs familles. Ils enterrèrent le corps dans un bois et versèrent au dessus et en dessous du cadavre un produit chimique acheté par des agents du Mossad en petites quantités dans plusieurs pharmacies de Paris. Ils versèrent de la chaux sur la dépouille puis recouvrirent le corps. Quelques heures plus tard, il plut et au contact de l’eau les produits chimiques le corps fut dissous.

    Contrairement à ce que prétend un des deux journalistes de Yediot Aharonot, Ben Barka n’a pas été enterré dans un jardin public, traversé par une route. Avant sa mort, Eliezer Sharon ne m’a pas dit que le lieu de l’enterrement était la forêt de Saint-Germain. Ce n’est qu’une de mes déductions personnelles, suite à une série de questions que je lui avais posées sur le lieu de l’enterrement. Sharon a répondu à toutes mes suggestions par la négative en indiquant seulement une forêt au nordouest de Paris. J’en ai déduit que probablement ça pouvait être la forêt de Saint-Germain.

    Les détails de ce témoignage m’ont été confirmés plus tard par Emanuel Tadmor. Le témoignage de David Shomron, premier chef de la station du Mossad au Maroc, que j’ai recueillis le 28 juillet 1998 et le 15 septembre 2003 dans son domicile à Ra’anana, confirment ceux de Sharon et de Tadmor. Quelques mois après les faits, Dlimi avoua à Shomron que Ben Barka était mort dans ses bras. Selon Shomron : « Dlimi immergeait la tête de sa victime dans l’eau d’une baignoire et pour voir s’il respirait encore, il lui pinçait les fesses. Si ses muscles raidissaient, il fallait sortir sa tête de l’eau. Au bout d’un moment, la tête de Ben Barka resta trop longtemps dans l’eau sans respirer et il mourut asphyxié ». Selon Shomron, Dlimi n’a utilisé ni les revolvers ni d’autres objets que lui avait fournis le Mossad à sa demande. Il précise que la mort de Ben Barka n’est que le résultat d’un excès de zèle de la part de Dlimi et que Oufkir n’avait eu aucun rôle dans cette affaire. Après la débâcle de l’opération, Hassan II demanda à Oufkir de se rendre à Paris pour s’informer du comportement de Dlimi.

    En fait le roi voulait « impliquer » Oufkir dans cette affaire devant la justice française. A la fin, Dlimi qui était le responsable du meurtre de l’opposant a été acquitté par la justice française et Oufkir, qui n’était impliqué ni dans l’enlèvement ni dans la mort de Ben Barka, a été jugé et condamné par contumace à la prison à vie par cette même cour de justice. Oufkir fut éliminé par le palais après une tentative de coup d’état en 1973 et Dlimi trouva la mort en 1984, dans un probable accident de voiture.

    Peu d’officiels marocains étaient au courant de la présence du Mossad au Maroc. A part Oufkir et Dlimi, on peut noter les noms de Hosni Benslimane, et les ministres Abdelkader Benjelloun, Bensalem Guessous, Mohammed Laghzaoui et quelques autres. Dans les stages militaires à la base militaire de Dar El Baïda à Meknès, les Israéliens étaient présentés comme des Américains ou des Allemands.

    J’ai transmis l’essentiel de ces révélations à Bachir Ben Barka et à son frère à Paris en octobre 1998. A Zakya Daoud en juillet 1997 et septembre 1998, ainsi qu’à l’avocat Maurice Buttin le 30 mars 2004. Plus tard, Me Buttin m’a demandé par courrier si j’étais prêt à témoigner sur l’affaire devant le juge Patrick Ramaël. J’ai posé deux conditions : que ce ne soit pas un témoignage mais l’avis d’un expert et que cet avis soit recueilli en Israël et non pas à Paris. On ne m’a plus recontacté.

    Le 27 décembre 2014 Me Buttin a renouvelé sa requête de témoigner devant le nouveau juge d’instruction Cyril Percaux.

    Par l’intermédiaire de l’ancien ministre Ahmed Ramzi, le chef des services de sécurité marocains Hamidou Laânigri accepta de me rencontrer. L’entretien a eu lieu en septembre 1998 à Paris au Drugstore des Champs Elysées, et je l’ai averti que j’allais publier le résultat de mes travaux sur l’affaire Ben Barka. A sa demande, je lui ai révélé le vrai nom de Chtouki. Le reste sera publié dans mon prochain livre.

    Yigal Bin-Nun est historien et spécialiste des relations SECRÈTES israélo-marocaines.

    Source : Academia

    #Maroc #Israël #BenBarka #Mossad

  • Juifs marocains-le prix de l’exile

    Juifs marocains-le prix de l’exile

    Juifs marocains-le prix de l’exile – Maroc, Israël, Yigal Bin Nun, évacuation des juifs, Hassan II,

    Dans un récent article, l’historien Yigal Bin Nun révèle les dessous de la négociation entre l’Etat d’Israël et les autorités marocaines pour l’évacuation des juifs du Maroc.

    «L’histoire des juifs du Maroc après l’Indépendance est marquée par l’évacuation presque totale d’un quart de million de juifs en direction d’Israël ». Comment une population enracinée dans une terre depuis près de 2000 ans a-t-elle été amenée à la quitter en si peu de temps ? La question continue de préoccuper des chercheurs tels que Yigal Bin Nun, convaincus que des pans entiers de cette histoire restent à découvrir. Les raisons du départ massif des juifs ne sont pas simples à élucider. Seule une conjonction de facteurs – culturels, socio-économiques et historiques – permet de rendre compte de l’état d’esprit qui a poussé cette population au départ.

    Un avenir incertain. Dans son dernier article intitulé «La négociation de l’évacuation en masse des juifs du Maroc», ce professeur de l’Université Paris VIII dresse le catalogue des raisons de ce départ. Pour l’historien, «une des photos roger violet Le prix deJuifs mar■ La fin du judaïsme en terres d’islam, sous la direction de Shmuel Trigano. Ed. Denoël. raisons que l’on n’évoque jamais mais qui reste primordiale est le changement démographique» : un processus qui avait débuté bien avant le XXe siècle et qui avait conduit la population juive à migrer des campagnes vers les petites villes, ou des petites villes vers les grandes villes. Ces migrations intérieures expliquaient pourquoi, à l’indépendance, Casablanca concentrait plus de la moitié de la population juive du Maroc. Tout était prêt en quelque sorte pour faciliter une émigration de masse. «La grande majorité des juifs qui ont quitté le Maroc l’ont fait pour améliorer leurs conditions de vie et leur situation socio-économique», explique Bin Nun. Un autre facteur de taille qui a facilité le départ des juifs est l’occidentalisation rapide de la communauté. Celle-ci fréquente, en effet, depuis 1864, les écoles de l’Alliance universelle israélite où l’accès au savoir se fait par la langue française – devenue vecteur de la modernité. Imprégnés de la culture républicaine, les juifs aspirent désormais à l’assimilation avec les Français. Cependant, la nationalité ne leur sera jamais accordée comme en Algérie, et les lois antisémites de Vichy pendant la guerre finiront de décevoir les espérances françaises dont certains se berçaient. Cependant, l’éducation qu’ils ont reçue n’en a pas moins contribué à creuser un fossé entre eux et la majorité des musulmans.

    Sentiment d’asphyxie. Dès 1948, avec la création de l’Etat d’Israël, les exactions contre les juifs se multiplient au Maroc comme dans les autres pays arabes. En juin 1948, un mois seulement après la création d’Eretz Israël, ont lieu les événements sanglants de Jerada et d’Oujda qui feront 43 morts. Un autre incident, bien qu’il n’ait pas de lien direct avec le conflit israélo-arabe, est à déplorer le 3 août 1954 à Petit-Jean (Sidi Kacem) : six commerçants juifs sont tués. Quoi qu’il en soit, le panarabisme, en plein essor à cette époque, ajoute au malaise de la communauté. Vient alors l’époque de l’Indépendance et son lot d’espoirs. Une certaine euphorie s’empare de la communauté. Un juif, Léon Benzaquen, est nommé ministre. Mais cet enthousiasme ne durera guère. En cause, pour l’auteur, la politique du jeune Etat indépendant marocain. Même si, d’après lui, «le Maroc est le seul pays où les choses se sont passées différemment. Dans la plupart des pays arabes (Libye, Syrie, Liban), les juifs ont été expulsés». Cependant, certaines de ses premières décisions en tant nouvel Etat indépendant ne pouvaient pas rester sans conséquence. Plus particulièrement la promotion, dans les discours, de l’arabisation fera craindre aux juifs de perdre leurs avantages acquis grâce à leur maîtrise de la langue française sous le Protectorat (la connaissance de la langue française était un atout pour travailler dans l’administration). Mais surtout, le Maroc va commettre l’erreur stratégique de bloquer l’octroi de passeports à ses citoyens juifs. Jusqu’en 1956, l’émigration vers Israël s’organisait sous l’égide de Qadima (organisation créée par le Mossad), qui avait des bureaux dans plusieurs villes importantes du Royaume. Mais la politique de blocage de l’octroi des passeports va pousser les juifs candidats au départ à entrer dans la clandestinité. Pour l’ensemble de la communauté, cette atteinte à la liberté de circulation crée un sentiment d’asphyxie, aggravé par la rupture unilatérale des relations postales avec l’Etat d’Israël à l’occasion de l’adhésion à l’union postale arabe. Finalement, ce sont des facteurs d’ordre psychologique – la crainte d’une «catastrophe» – qui seront à l’origine de ces départs, plus que la réalité des événements eux-mêmes.

    Opération Yakhin. 1961 marquera un tournant. L’année commence avec le naufrage du Pisces – un bateau transportant des juifs qui émigraient clandestinement – le 11 janvier et qui fait 43 morts. A cette occasion, le Mossad organise une opération de communication comprenant la distribution de tracts dénonçant la politique de blocage des passeports. Quelques jours auparavant, la visite de Nasser, qui s’est accompagnée de nombreuses exactions commises par la police sur les juifs, a traumatisé la communauté (voir extrait). 1961, c’est aussi l’année de l’accession au trône de Moulay Hassan, plus pragmatique sur la question et assez ouvert à la possibilité d’une émigration «légale» dont il comprend qu’il peut tirer un bénéfice politique. Tous ces changements annoncent l’avènement d’une troisième étape dans l’histoire de l’émigration juive marocaine, celle de l’opération Yakhin (1961-1966) qui succède à celle de l’époque de Qadima (1948- 1956), et celle, clandestine, de la Misgeret (1956- 1961). C’est grâce à une longue série d’entretiens et de contacts entre agents israéliens et proches du Palais par l’intermédiaire de juifs marocains que tout cela a été rendu possible.

    Dès mai 1961, «commencèrent les premiers préparatifs pour contacter le ministre du Travail Abdelkader Benjelloun et le prince Moulay Ali Alaoui, tous deux proches du roi», écrit Bin Nun. Depuis le naufrage du Pisces, Israël est convaincu de l’intérêt de mener des négociations pour débloquer la situation. Le raisonnement de l’Etat juif est le suivant : puisque «le départ des juifs du pays porterait atteinte à son économie (…) par conséquent le Maroc devait être indemnisé». Deux personnalités de la communauté seront chargées d’établir des contacts avec les autorités marocaines : Sam Benazeraf et Isaac Cohen Olivar. Entre la mi-juin et fin juillet, une série de pourparlers ont lieu entre les protagonistes. Un accord de compromis est trouvé. Cet accord secret – conclu oralement – prévoyait le versement d’un montant variant entre 100 et 250 dollars par émigrant juif aux autorités marocaines. L’organisation logistique de l’évacuation est assurée par la HIAS, au moyen de passeports collectifs.

    Ainsi, entre novembre 1961 et la fin de 1966, ce sont 97005 juifs qui sont évacués. Selon Yigal Bin Nun, les autorités marocaines auraient reçu pour les 26 000 premiers migrants 100 dollars par personne puis ce montant serait passé à 200 dollars, puis 250 dollars. Plusieurs personnalités marocaines d’envergure auraient été impliquées dans cette transaction : des ministres – dont bien évidemment Benjelloun – mais aussi le cousin du roi Moulay Ali. L’article de Bin Nun évoque notamment les avantages qu’ont pu en tirer certains hauts fonctionnaires dont le directeur de cabinet d’Oufkir Abdelwahab Lahlali et des personnalités possédant des intérêts dans le secteur des transports. Au total, cette évacuation, qui a été menée en un temps record, aurait coûté à Israël entre 20 et 30 millions de dollars de l’époque. Une telle précipitation était-elle vraiment nécessaire ? Pour l’auteur, «les juifs marocains ne couraient aucun danger. Tôt ou tard, ils auraient quitté le Maroc mais cela aurait pu se faire plus doucement». Le contexte troublé de la seconde moitié du XXe siècle explique peut-être une telle frénésie.

    MAJDA FAHIM

    ———————————————–

    «Ce sont les juifs marocains eux-mêmes qui ont fait pression sur les émissaires pour partir» (Yigal Bin-Nun Auteur de «La négociation de l’évacuation en masse des juifs du Maroc». Historien, Professeur à l’Université Paris VIII)

    Vous parlez d’«évacuation» plutôt que de «départ» pour évoquer l’émigration des juifs marocains. Pourquoi ?

    A partir de novembre 1961, l’émigration juive est orchestrée et financée et elle bénéficie de l’organisation par une agence – en l’occurrence l’HIAS (Hebrew sheltering and Immigrant Aid Society). Il ne s’agit donc plus de départs – d’ailleurs les juifs vivant dans les petits villages du sud marocain ne pouvaient pas partir d’eux-mêmes.

    Qu’apporte de nouveau votre travail ?

    Je raconte ici toute l’histoire de l’accord de compromis, reconstituée à partir des archives de l’HIAS, du ministère israélien des Affaires étrangères, du Mossad et de l’Agence juive. Une indemnisation par tête de 100 à 250 dollars a été offerte à l’Etat marocain.

    Parmi les motivations des juifs à émigrer, vous évoquez la crainte de l’arabisation. Pourquoi ? Le bagage culturel arabomusulman était-il défavorable aux juifs ?

    J’ai relevé la récurrence dans la presse marocaine de propos antijuifs. Ils n’étaient pas extrêmement virulents mais il y en avait beaucoup. Des attaques, des insinuations. L’assimilation systématique des juifs et des israéliens. En 1962, le journal Akhbar Dounia publie la photo d’un homme présenté comme un officier israélien en promenade à Casablanca. Cet homme portait en fait l’habit officiel des croquemorts juifs… On a reproché au Grand rabbin de ne pas avoir assisté à la cérémonie de réception de Nasser en 1961.

    Mais il n’avait tout simplement pas été invité ! Plus que l’islam et le panarabisme en tant que tels, c’est la peur de l’avenir dans un pays non démocratique, sur fonds de guerres israéloarabes, qui a été déterminante.

    Est-ce à dire qu’il n’y avait pas d’acculturation des juifs à la société marocaine ? Vous évoquez à plusieurs reprises l’assimilation des juifs à la culture française sous le Protectorat…

    Il est vrai qu’avec les écoles de l’Alliance israélite, on a négligé la langue arabe. Sans doute les juifs marocains maîtrisaient toujours un arabe parlé. Mais le fait est que l’on a privilégié le français, ce qui n’a pas manqué de créer un clivage avec le reste de la population. Après la Seconde guerre mondiale, l’arabe devient même deuxième langue étrangère dans les écoles de l’Alliance ! Pourtant, il y avait encore beaucoup d’arabisants dans ces écoles, certains juifs étaient même professeurs d’arabe.

    Vous n’évoquez que très peu la part de l’idéologie sioniste dans les raisons du départ…

    C’est un mythe. Il est faux de croire qu’il y aurait eu une propagande sioniste et que les Israéliens auraient voulu convaincre les juifs du Maroc de partir. S’ils sont partis ce n’est pas pour des raisons idéologiques ni religieuses mais soit parce qu’ils nourrissaient une grande admiration pour Israël, soit, pour ceux qui sont allés au Canada ou en Europe, par souci de mettre en valeur leurs compétences. D’ailleurs, si des émissaires israéliens avaient été envoyés, ce n’était que pour la protection de la communauté, pour le cas où elle aurait couru certains dangers. Mais force a été pour eux de reconnaître qu’au Maroc, la communauté vivait, selon leurs dires, un «âge d’or». Ce sont les juifs marocains eux-mêmes qui ont fait pression sur les émissaires pour partir.

    Vous écrivez : «Bien que les Israéliens eussent établi des relations étroites avec le dirigeant de l’opposition Ben Barka (…) ils préférèrent en fin de compte négocier avec le jeune roi»…

    En effet, en Israël, tous étaient convaincus en 1959 que la gauche était sur le point de prendre le pouvoir. Les organismes juifs internationaux, qui entretenaient des contacts réguliers avec les partis politiques et le Palais, ont donc joué sur les deux tableaux. Ben Barka leur en a fait voir : il recevait un paiement mensuel du Mossad, et tous les jours il appelait l’ambassade d’Israël à Paris. Il avait besoin d’argent pour son action politique. Un jour, Israël s’est rendu compte que Ben Barka ne serait pas en mesure de tenir ses promesses. Ils ont alors changé de tactique et se sont tournés vers Moulay Hassan. Dès 1960, ont lieu les premiers échanges. Bensalem Guessous est envoyé comme émissaire auprès de Golda Meir pour initier une négociation. En août 1961, un accord de compromis pour l’émigration des juifs marocains est trouvé grâce à plusieurs personnalités dont Moulay Ali, cousin du roi Hassan II.

    Une transaction financière aurait été conclue, que vous évaluez à 20-30 millions de dollars. Avez-vous une idée de ce qu’il serait advenu de cet argent ?

    Je ne sais pas. Les Israéliens n’ont jamais dit que cet argent devait aller dans le compte personnel de Hassan II. Cela est d’ailleurs improbable car trop de personnes étaient impliquées. D’ailleurs, les Israéliens avaient exigé une certaine officialisation de la chose. Hassan II l’avait annoncé à son gouvernement, en présence de plusieurs de ses ministres.

    Vous semblez dire dans l’article que la transaction a aidé des juifs marocains à quitter le pays pour d’autres pays qu’Israël…

    Dans la communauté juive, il ne fallait pas parler d’Israël. Alors on disait qu’on partait au Canada. Tout cela facilitait les choses pour le Palais, qui craignait que Ben Barka ne l’accuse de mener une politique pro-israélienne parce qu’il assouplissait les conditions pour le départ des juifs. Il a d’ailleurs fallu qu’Israël verse des sommes importantes à Ben Barka pour qu’il n’y ait pas de résolution de son parti contre Hassan II dans le domaine de l’émigration juive.

    Vous affirmez que Ahmed Réda Guédira aurait reçu de l’argent de l’Etat juif pour le journal de son parti Les Phares…

    En tant que ministre de l’Intérieur, il pouvait avoir une influence sur les départs. Au lieu d’accepter directement l’argent d’Israël, il a préféré qu’il soit versé à son journal. Guédira n’est pas le seul à avoir récolté de l’argent à cette occasion. Oufkir, en revanche, avait la réputation d’être incorruptible aussi sans doute n’a-t-il jamais été approché.

    PROPOS RECUEILLIS PAR M. F.

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    El Fassi et les jeunes filles juives*

    Au début des années soixante, alors que l’émigration était déjà légale bien que discrète, un phénomène nouveau vint ébranler la vie de la classe moyenne juive au Maroc. Ce furent quelques cas de conversions de jeunes filles juives à l’Islam. Ces cas seraient passés inaperçus si le nouveau ministre des affaires islamiques, le chef du parti de l’Istiqlal Allal El Fassi, fervent partisan du panarabisme et défenseur de l’Islam, n’avait décidé d’en tirer politiquement profit. Dans l’organe arabe de son parti, Al Alam, il publia quotidiennement les noms et les photographies de jeunes juives qui se convertissaient à l’Islam. Il alla même jusqu’à consacrer le stand de son ministère à la Foire internationale de Casablanca à une exposition de ces photographies, incitant par cet acte d’autres jeunes à se convertir. Les dirigeants de la communauté ne tardèrent pas à réagir durement contre les méthodes de ce héros du Mouvement national marocain, dont certaines opinions inquiétaient déjà la rue juive. La Voix des communautés, rédigé par Victor Malka, consacra trois numéros à ce problème et en fit son cheval de bataille contre le ministre. David Amar ameuta l’opinion publique en publiant un supplément de l’organe des communautés en arabe, destiné aux dirigeants politiques arabisants. Il accusa le ministre de vouloir tirer profit sur ses adversaires politiques sur le compte de la communauté, au lieu de s’occuper des mosquées, des prêches et des pèlerinages. Il s’adressa au ministère de la Justice pour arrêter la publication de ces photographies dont quelques-unes, avec onze noms de jeunes juives, furent reproduites dans l’organe de la communauté.

    *extrait «La fin du judaïsme en terres d’islam», sous la direction de Shmuel Trigano.

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    Le test de la visite de Nasser à Casablanca*

    L a visite du président égyptien à Casablanca fut un événement traumatisant pour la communauté. Il était le symbole du réveil nationaliste panarabe et de l’effondrement de plusieurs régimes monarchiques. Cette tendance ne manqua pas d’inquiéter le régime marocain qui dut s’aligner, contre son gré, sur les tendances pro-nassériennes de son opinion publique. La politique anti-israélienne de Nasser rapprocha le conflit israélo-arabe du cœur des Marocains, ce qui renforça leur nationalisme arabe et suscita une certaine hostilité envers l’Occident, imperceptible auparavant. Les juifs, de leur côté, attendaient avec angoisse l’ennemi d’Israël, pour voir comment sa visite pouvait avoir une influence sur leurs relations avec les musulmans. Nasser atterrit au Maroc le 2 janvier 1961 mais, dès la veille, des témoignages avaient fait état d’exactions policières contre des passants juifs. Des policiers insultèrent des vieillards, des femmes et des enfants dans la rue parce qu’ils portaient des vêtements avec un mélange de couleurs bleue et blanche, rappelant, à leur avis, le drapeau israélien. On leur reprocha aussi de porter des vêtements noirs, comme signe de deuil envers l’ennemi d’Israël. Des policiers insultaient le Premier ministre israélien Ben Gourion. On entendit parallèlement des policiers glorifier Nasser, le dirigeant du monde arabe. Il est nécessaire de noter à ce sujet que cette atmosphère n’avait rien de spontané. Elle est la conséquence, au moins en partie, de la propagande panarabe diffusée dans la presse en langue arabe des partis politiques, à la veille de la visite.

    *extrait «La fin du judaïsme en terres d’islam», sous la direction de Shmuel Trigano

    Source : Le Journal Hebdomadaire du 04 au 10 avril 2009

    #Maroc #Israël #Juifs_marocains #Evacuation #Opération_Yakhin #HassanII

  • Comment le Mossad a aidé Hassan II à éliminer Mehdi Ben Barka

    Comment le Mossad a aidé Hassan II à éliminer Mehdi Ben Barka – Maroc, Israël, services secrets marocains,

    Au micro de Patrick Cohen sur Europe 1, Ronen Bergman, qui publie « Lève-toi et tue le premier : l’histoire secrète des assassinats ciblés commandités par Israël », revient sur l’assassinat de l’opposant marocain Mehdi Ben Barka, auquel les services secrets israéliens auraient participé.

    Près de 1.000 pages et de multiples révélations

    Ronen Bergman, journaliste au New York Times et investigateur israélien, publie aux éditions Grasset Lève-toi et tue le premier : l’histoire secrète des assassinats ciblés commandités par Israël, un livre événement qui revient sur les nombreuses exécutions réalisées par le Mossad, l’agence de renseignements de l’État hébreu. Dans « C’est arrivé demain », le journaliste raconte sur Europe 1 comment les services secrets israéliens ont aidé le gouvernement marocain à éliminer Mehdi Ben Barka, l’un des principaux opposants au Roi Hassan II dans les années 1950.

    « Dans le monde du renseignement, il n’y a rien de gratuit »

    « Ce n’est pas simplement que le Mossad a œuvré, c’est beaucoup plus que cela », explique Ronen Bergman. « Le service de renseignements du Maroc a rendu service énorme aux Israéliens en donnant au Mossad la capacité d’écouter les conversations les plus secrètes des dirigeants arabes », affirme le journaliste du New-York Times. « Mais ils voulaient quelque chose en échange, car dans le monde du renseignement, il n’y a rien de gratuit. »

    Si des Français étaient déjà impliqués dans l’élimination de l’anticolonialiste Mehdi Ben Barka, le Maroc demande aussi au Mossad de l’aider, raconte Ronen Bergman. Le 29 octobre 1965, le leader panafricain se rend à un rendez-vous à la brasserie Lipp à Paris, mais les services secrets israéliens l’ont traqué afin que les Marocains l’enlèvent. L’opposant socialiste au roi Hassan II est alors torturé et tué par les services secrets marocains. « Le Mossad aide les assassins à se débarrasser du corps et à l’enterrer sous ce qui est aujourd’hui le musée Louis Vuitton, dans le bois de Boulogne », poursuit Ronen Bergman.

    « L’utilisation quasi systématique des éliminations a changé de nombreuses fois l’histoire en bien »
    Interrogé par Patrick Cohen sur les conséquences des éliminations commanditées par le Mossad, Ronen Bergman se veut nuancé. « Ça change l’histoire, parfois du bon, parfois du mauvais côté », affirme-il. « Mais après huit ans de recherches, je peux affirmer que l’utilisation quasi systématique des éliminations a changé de nombreuses fois l’histoire en bien », explique Ronen Bergman, prenant en exemple les éliminations qui ont suivi les attentats de Munich.

    Europe1, 09/02/2020

    #Maroc #Israël #Mossad #MehdiBenBarka

  • Maroc. Au lit avec Hassan II

    Maroc, Etchika Choureau – Maroc. Au lit avec Hassan II

    Fin connaisseur du royaume, le journaliste Ignace Dalle vient de signer la plus intime biographie du plus absolu des rois du Maroc.
    Douze ans après sa disparition, Hassan II ne laisse toujours pas indifférent. Loin de là. De nombreux ouvrages, dont celui célèbre Notre ami le roi de Gilles Perrault, ont retracé le très long et tumultueux règne de cet exceptionnel témoin de son siècle, marqué par tant de tragédies et d’histoires extraordinaires.

    L’imposante biographie —un pavé de 700 pages— que lui consacre cette année le journaliste Ignace Dalle se lit comme un roman où l’on découvre un sultan des temps modernes, qui a élevé le raffinement dans la cruauté gratuite au rang de style de gouvernance, et avec qui seuls les grands mafieux, esthètes du crime et de la luxure, peuvent rivaliser. Et c’est probablement là où le travail de biographe de l’extrême, abattu avec brio par Dalle, trouve tout son intérêt.

    Petites fripouilleries et esprit canaille
    A la lecture de cette exploration fascinante des facettes les plus secrètes d’Hassan II, on y retrouve un Louis XI, pour son flair politique et pour son sens aigu de l’Etat, un Louis XIV dont le bon plaisir dictait seul la conduite de la cour, ou encore un Bonaparte pour ses stratégies de conquêtes du pouvoir. Il tenait de tous, mais aussi des sultans ottomans se délectant d’un monde secret et oppressant, celui des palais et de ses intrigues d’alcôve vénitiennes, notamment lorsqu’il s’éprend de la comédienne française Etchika Choureau, un temps égérie du réalisateur Antonioni et pour laquelle il a failli perdre le trône de ses ancêtres.

    «Etchika s’est éprise de Moulay Hassan, autre “prince oriental” selon la presse people. Elle l’a rencontré à Cannes, où le prince se remet fastueusement d’une pénible ablation des amygdales. Un amour compliqué! Elle reprend le travail en 1958, avec deux films tournés aux Etats-Unis, qui font un flop. Le succès ne reviendra plus. Elle disparaît ensuite pendant quelques années, passant le plus clair de son temps au Maroc en compagnie du prince héritier. Ainsi, en ce milieu de l’année 1960, non seulement Etchika est enceinte mais, selon ce qui est rapporté au souverain, elle se bercerait d’illusions et se verrait déjà reine! Mohammed V se doit, lui, de veiller au respect des coutumes de la dynastie alaouite. Il tente de ramener son fils à la raison, menace de le destituer au profit de son jeune frère Moulay Abdellah.»

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    ETCHIKA CHOUREAU : LE GRAND AMOUR DE HASSAN II

    Il était une fois une vedette de cinéma et un prince héritier qui vécurent une grande histoire d’amour.

    Une liaison passionnelle et rocambolesque, digne des plus grandes romances du septième art. Dans le rôle de l’actrice qui fait chavirer les cœurs: Etchika Choureau, l’étoile montante du cinéma français. Révélée en 1953 par le réalisateur italien Michelangelo Antonioni, cette blonde incendiaire aux yeux vert émeraude enchaîne les tournages et les couvertures de magazine.

    Dans le rôle de l’amoureux transi: Moulay Hassan, un jeune prince fougueux, connu du grand public français et destiné à devenir roi du Maroc. Tout les sépare ou presque. Etchika Choureau, née Jeannine Paulette Verret, à Paris en 1929, est française, chrétienne et divorcée de Max Choureau, un apiculteur. Le prince Moulay Hassan est marocain, musulman et son pays, qui lutte depuis des années contre la présence coloniale française, est en train de négocier âprement son indépendance. On dit que l’amour ne prévient pas. Alors que Moulay Hassan est à Cannes pour une ablation des amygdales en 1956, il rencontre la fringante Etchika au cours de sa convalescence.

    Très vite, il tombe sous le charme de celle que les critiques qualifient déjà de « nouvelle Danielle Delorme », une autre actrice française célèbre. Les deux amants se voient chaque jour et sillonnent La Croisette à bord de la Chevrolet décapotable du prince, au grand dam des paparazzis qui ne parviennent pas à les prendre en photo ensemble. Quelques mois plus tard, les deux tourtereaux sont rattrapés par la réalité. Le Maroc vient d’obtenir son indépendance et le prince héritier se doit d’être aux côtés de son père pour l’aider à gouverner un pays où tout reste à faire.

    Le feu de la passion

     L’idylle ne prend pas fin, bien au contraire. Les sentiments des deux amants ne font que croître avec la distance. Malgré ses responsabilités, Moulay Hassan parvient toujours à se libérer pour sa dulcinée. Quand ce n’est pas une escapade de deux ou trois jours auprès d’elle, ils passent d’interminables heures au téléphone. « Chaque nuit, ils se racontaient des banalités entrecoupées de je t’adore par-ci et de je t’aime par-là», se souvient Midhat Bourequat, chargé à l’époque de sécuriser toutes les communications de la famille royale. Au palais, le prince héritier ne cache rien de son histoire d’amour, tout le monde est au courant. Il donne même des consignes officielles à l’ambassade du Maroc à Paris.

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    Récit des frères Bourequat : Hassan 2 et Etchika Choureau (par Midhat et Ali Bourequat)

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=c4F1dY96t4k&w=560&h=315]

    Il l’a répudiée un jour et c’est Hassan qui est venu demander à ma mère en lui disant que Sidi les a répudiés
    Elle s’est installée chez La Forêt et lui faisait pression.
    Elle lui demandait s’il n’a pas perdu la tête. Elle ne comprenait pas qu’on l’ai répudiée à un âge pareil

    La deuxième fois c’était l’affaire d’Etchika
    Lors de l’affaire d’Etchika il allait les rayer définitivement
    C’était un grand réquisitoire de ma mère et mon père
    C’est Oufkir qui était allé dire à Mohamed V que Hassan II sort avec une femme « légère » qui habite chez lui
    Moi j’étais allé l’accompagner. Mohamed V a dit: « Si Abderrahmane, tu sais des choses et tu me les caches? »
    Il a dit: « Le prince héritier a une femme légère chez lui et tu ne me l’as pas dit? »
    « Une femme légère occidentale »
    Mon père lui a répondu ne pas être au courant et lui a promis d’enquêter pour lui
    Il est reparti en colère

    Quand Mohamed V est ressorti, mon père m’a dit qu’il attendra que les choses se calment avant d’en parler à Mohamed V
    car si je lui parle maintenant il explosera
    Il m’a dit: « tu voulais que je lui réponde oui effectivement je sais c’est qui et je sais à quoi elle ressemble? »
    Quand on est revenu voir Mohamed V mon père lui a expliqué que c’est une artiste de cinéma et pas une femme légère
    mon père a ajouté: « après tout c’est un homme, et un homme a besoin d’une femme »
    Qu’elle soit arabe ou occidentale, et alors?
    Mon père a rassuré Mohamed V en lui expliquant que ce n’est pas une relation sérieuse
    On m’a demandé quand le film de cette actrice sera diffusé
    Alors j’ai conduit Mohamed V voir le film ou apparaît cette actrice
    On a regardé le film de cette actrice, un film dont toute la ville parlait
    L’histoire du film était que cette actrice est tombée enceinte n’étant pas mariée et sa mère aussi avait un bébé
    Il m’a dit: « Elle ressemble à un chaton » Elle était mignonne, très jolie
    Traduction de Norhane Kayane

    CINEVEDETTE:

    Après un film de guerre, quelques photos « pin-up » hollywoodienne comme il est d’usage pour les jeunes premières fraîchement signées par un studio ( et avoir fait chavirer le coeur du très beau Tab Hunter), Etchika Choureau disparaît littéralement de la circulation cinématographique en 1958.

     Et pour cause: Elle vit une folle passion avec un prince, le futur héritier du trône du Maroc Hassan II.

    le couple vit une folle passion même s’ils la savent condamnée. Etchika est une chrétienne divorcée impensable sur le trône du Maroc! Ils savent tous deux que lorsque le prince deviendra roi ce sera la fin de leur belle histoire. En attendant, c’est une succession de fêtes et pluies de cadeaux, Hassan n’aime rien tant que de couvrir Etchika de bijoux et des plus somptueuses créations Dior aussi décolletées soient-elles.

    Le jour fatidique pour leur relation viendra en 1962 où Hassan succède à son père Mohamed V sur le trône et range ses amours dans les tiroirs de ses souvenirs.

    #Maroc #HassanII #Etchika_Choureau