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  • El Sáhara Occidental, « un agujero negro de la información » (activistas)

    Etiquetas : Sahara occidental, Marruecos, información, black-out, violaciones de los derechos humanos, prensa, periodistas,

    Sometido a un bloqueo militar y mediático desde su invasión por Marruecos en 1975, el Sáhara Occidental se ha convertido en « un agujero negro de la información », lamenta el grupo de trabajo sobre derechos humanos en los territorios ocupados, en su informe sobre las violaciones de derechos humanos documentadas en el Sáhara Occidental ocupado durante el año 2023.

    « Además de la prohibición total de facto para los observadores y periodistas extranjeros de ingresar al territorio, los periodistas locales que se desvían de la línea oficial son castigados y perseguidos, convirtiendo al Sáhara Occidental en un agujero negro de la información », destaca el grupo de trabajo establecido en respuesta a las medidas represivas observadas en estos territorios después de la ruptura del alto el fuego en noviembre de 2020 por parte del ocupante marroquí.

    Según este grupo de trabajo encargado de documentar y denunciar las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario en los territorios ocupados, « este muro de silencio absoluto impuesto por el Reino de Marruecos contra la libertad de prensa convierte al periodismo en una profesión clandestina ».

    El grupo, compuesto por defensores de derechos humanos saharauis locales que representan a la sociedad civil saharaui y activistas internacionales, explica en este contexto que el artículo 267-591, introducido en el Código Penal marroquí en 2016, criminaliza cualquier expresión que pueda ser percibida como una amenaza para la integridad territorial del Reino, lo que en el sistema judicial marroquí incluye los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

    « Este artículo implica que los periodistas que cuestionan el estatus jurídico del Sáhara Occidental pueden enfrentar la suspensión y el bloqueo de los medios de comunicación, así como penas de prisión de 6 meses a 2 años y/o multas de 20,000 a 200,000 dirhams », detalla el grupo en su informe.

    El mismo artículo especifica que las penas pueden aumentar a dos a cinco años de prisión y una multa de 50,000 a 500,000 dirhams, « si los hechos mencionados se cometen a través de declaraciones hechas en reuniones o lugares públicos, carteles, o mediante la distribución de panfletos u otros soportes impresos o electrónicos », añade la misma fuente.

    Este bloqueo mediático continúa, continúa diciendo el grupo, « castigando implacablemente el ejercicio del periodismo local en el Sáhara Occidental y bloqueando el acceso a medios de comunicación extranjeros », a través de « torturas, arrestos, malos tratos, persecuciones, acoso, difamación, sabotaje tecnológico y severas penas de prisión en condiciones deplorables que son el día a día de los periodistas saharauis ».

    Los principales objetivos del ataque a la libertad de prensa son medios como « Equipe Média, compuesto por unos treinta periodistas y activistas de vídeo, RASD TV, Nushatta Foundation for Media and Human Rights, Smara News y Al Gargarat, cuyos miembros son frecuentemente hostigados, amenazados, arrestados o ya han sido encarcelados, así como blogueros y blogueras ».

    Además, el grupo de trabajo sostiene que desde que Marruecos reforzó su control en 2014, al menos 309 juristas, abogados, académicos, defensores de derechos humanos, periodistas y parlamentarios independientes han sido prohibidos de entrar o expulsados de Marruecos o el Sáhara Occidental ocupado por intentar investigar violaciones del derecho internacional humanitario.

    Entre estos casos, al menos tres ocurrieron en 2023, agrega el grupo de trabajo, que menciona los casos de la profesora y activista catalana Nuria Bota, expulsada en febrero de Dajla, el investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona Roberto Cantoni, expulsado de El Aaiún en mayo, y las abogadas españolas María Dolores Travieso e Inés Miranda, expulsadas también de El Aaiún en junio.


    APS

    #SaharaOccidental #Marruecos #Prensa #Información #Perdiodistas #Blackout

  • En el Sáhara Occidental: visitando a un pueblo olvidado

    Etiquetas : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, refugiados saharauis, UPES, escritores, periodistas, medios, prensa, comunicación,

    Al sur de la ciudad argelina de Tinduf, en la frontera con el Sáhara Occidental, hay cinco campos de refugiados. Los campos son el hogar del pueblo saharaui del Sáhara Occidental y son administrados por su movimiento de libertad Polisario, que lucha para liberar su patria de Marruecos.

    La vida en los campamentos del desierto deja una profunda impresión y da testimonio de un pueblo que, a pesar de las limitaciones, ha logrado construir una sociedad bien organizada en condiciones difíciles. “Nosotros los saharauis éramos originalmente un pueblo nómada que solía viajar en camellos y se establecía en diferentes lugares dentro y alrededor del Sáhara Occidental. No había fronteras que nos impidieran trasladarnos a lo que hoy es Mauritania o Argelia”, dijo Jadiya, que es traductora.

    En la era colonial, las potencias europeas llegaron a África para apoderarse de territorios, explotar la mano de obra y extraer recursos naturales. En el Sáhara Occidental, los portugueses y franceses fueron rechazados por primera vez por la población local antes de que España lograra colonizar el área en 1884. En 1973, el pueblo indígena saharaui estableció el movimiento de libertad Polisario para liberar su tierra del imperio español.

    El Sáhara Occidental siguió siendo una colonia española hasta 1975, cuando el gobierno marroquí organizó la llamada “Marcha Verde” con 350.000 manifestantes marchando hacia el Sáhara Occidental para reclamar la tierra. Los manifestantes presionaron a España para que abandonara el Sáhara Occidental, que entonces ocupaba Marruecos. Hoy en día, el Sáhara Occidental sigue ocupado por Marruecos y, por tanto, se considera la última colonia de África.

    Campamentos en el desierto

    En Wilayah de Bojador, el más pequeño de los cinco campos de refugiados en la frontera con el Sáhara Occidental, hace entre 35 y 40 grados centígrados. Mis pies hierven en mis zapatos, pero caminar descalzo no es una opción. La arena está demasiado caliente. Según Filipe, un ingeniero saharaui formado en la Unión Soviética, han pasado entre cinco y seis años desde la última vez que llovió en los campos. “Ni una sola gota del cielo”, afirma.

    En los campos de refugiados, la gente vive en sencillas chozas con techos de chapa o en « getouns », tiendas cuadradas con entradas por todos lados y una gran alfombra de colores como suelo. Los esqueletos de automóviles despojados de ruedas, puertas, ventanas, asientos y todas las partes interiores me recuerdan a programas de televisión apocalípticos. Las puertas de los coches se reutilizan como vallado para las numerosas cabras del pueblo, que a menudo se ven deambulando en rebaños por las colinas de arena del campamento. Sin embargo, las numerosas estructuras de los automóviles funcionan bien como áreas de juego para niños que de otro modo no tendrían acceso a toboganes, columpios o estructuras para trepar.

    El muro de la vergüenza

    El Sáhara Occidental está dividido en tres zonas. Está la región del Sáhara Occidental donde está en el poder la potencia ocupante Marruecos. Están las zonas liberadas del Sáhara Occidental, donde el movimiento por la libertad Polisario está en el poder. Y luego están los campos de refugiados en Argelia, donde el Polisario también está en el poder. Para separar las diferentes zonas entre sí y mantener el control sobre la ocupación, la monarquía marroquí construyó un muro de 2.700 kilómetros a través del Sáhara Occidental.

    El “Muro de la Vergüenza”, como lo llaman los saharauis, puede compararse fácilmente con el muro del apartheid de Israel en Palestina, ya que ambos fueron construidos por potencias ocupantes y efectivamente obligan a las familias indígenas y otras comunidades a vivir separadas unas de otras.

    Aunque el Muro de la Vergüenza está construido de arena, “es el muro más peligroso del mundo”, dice un soldado del Polisario. El muro está dividido en varias líneas: alambre de púas, perros, un foso, el muro mismo, 150.000 soldados y ocho millones de minas terrestres. La línea más exterior son las numerosas minas. Además de dificultar la penetración de los soldados del Polisario, los civiles nómadas o el ganado local suelen volar por los aires al pisar las minas.

    Una situación temporal

    Como resultado de la ocupación marroquí, miles de saharauis huyeron en los años 1970 a los campos de refugiados en Argelia, cuyo gobierno permitió al Polisario administrar los campos como parte de los territorios liberados.

    Los cinco campos de refugiados de Argelia llevan el nombre de ciudades del Sáhara Occidental. Por ejemplo, Wilayah de Bojador lleva el nombre de la ciudad de Bojador, que se encuentra en una de las zonas gobernadas por Marruecos. “Cada campamento lleva el nombre de una de nuestras ciudades para indicar que son temporales. Es para demostrar que algún día volveremos a nuestras ciudades reales”, afirma el ingeniero Filipe.

    Wilayah de Bojador puede ser el más nuevo y el más pequeño de los cinco campos de refugiados administrados por el Polisario. Pero cuando estoy en la cima de la colina más grande del campamento, puedo ver casas y tiendas de campaña a lo lejos en el horizonte. Alrededor de los campos está la bandera del Sáhara Occidental, que con sus colores negro, blanco, verde y rojo es muy similar a la bandera palestina. La única diferencia es que la bandera del Sáhara Occidental tiene una media luna roja y una estrella en el medio. “El color negro simboliza la ocupación. Hoy el color negro está arriba, pero cuando alcancemos nuestra libertad, a partir de ese día volaremos el color negro abajo”, dice Filipe.

    Una sociedad bien organizada

    A pesar del acceso limitado a los recursos, los saharauis han logrado de muchas maneras construir una sociedad bien organizada. Por ejemplo, cada campo (que se considera una región) se divide en varios distritos pequeños. Cada distrito tiene una pequeña clínica de salud y cada campamento tiene un hospital regional. Además, existe un campamento administrativo donde se ubica el hospital principal. “Si estás enfermo, primero acudes a la clínica de salud de tu distrito. Si no pueden ayudarte, acude al hospital regional. Si tampoco pueden ayudarte, vas al hospital administrativo del campo, luego al hospital de la cercana ciudad argelina de Tinduf, luego a Argel, la capital de Argelia, y finalmente a España”, dice Filipe. « Está muy bien organizado ».

    Alrededor de la Wilayah de Bojador hay pequeñas tiendas donde se pueden comprar alimentos como arroz, pasta, patatas y atún enlatado. En el campamento encuentro de todo, desde una escuela, una guardería, una asociación de mujeres y una biblioteca hasta una peluquería, un mecánico y pequeños puestos de venta de tabaco o perfumes.

    Un camión recorre los caminos estrechos y llenos de baches de casa en casa, llenando bolsas (del tamaño de trampolines inflables) con agua para que las familias puedan beber, bañarse y lavar su ropa. Según la ONG Comité Noruego de Apoyo al Sáhara Occidental , los observadores internacionales describen los campos de refugiados saharauis como “los campos de refugiados mejor organizados del mundo”.

    Una vida fuera del campo

    Los saharauis y el Polisario están haciendo lo mejor que pueden para crear una vida digna para la gente en los campos de refugiados. Pero no está libre de desafíos. Según Fátima, miembro de la Unión Juvenil Saharaui, uno de los mayores desafíos hoy en día es que hay una generación mayor que puede recordar una vida antes de los campos, mientras que una gran generación más joven ha vivido toda su vida en los campos.

    “Para evitar que los niños de los campos crezcan sin conocer la vida fuera de los campos, hemos creado un plan por el que los niños son enviados a España para vivir con una familia durante un tiempo. De esta manera, se convierten en embajadores del Sáhara Occidental en España y ven que hay vida fuera de los campos”, afirma Fátima. Cuando Fátima tenía seis años formó parte del programa. “Nunca en mi vida había visto un pez ni tantos árboles verdes en el mismo lugar. Pensé que era algo que se veía en las películas. Que no era real. Pero en España aprendí que es real”, recuerda.

    Desafíos

    Todavía hay problemas que el Polisario y la población local en los campos luchan por resolver. Varios jóvenes dicen que las oportunidades laborales varían y que a menudo están desempleados. Incluso los hombres y mujeres empleados en hospitales y comisarías sólo reciben un salario una vez cada tres meses, y el salario no es alto. Muchos jóvenes saharauis desempleados deben viajar al extranjero para encontrar trabajo. Mientras tanto, se ofrecen como voluntarios en los campos para realizar diversas tareas prácticas.

    Los campos de refugiados dependen de donaciones internacionales de organismos como la ONU o de otros países. Cuando un autobús en España sufre daños y ya no cumple con los requisitos de seguridad nacionales, puede ser enviado al Sáhara Occidental. Aquí los autobuses, muy parecidos a los autobuses urbanos daneses, circulan por la arena con pasajeros. Pero en muchos sentidos, los saharauis viven una vida limitada en los campos de Tinduf. Durante toda mi estadía no vi ni un solo bote de basura. La falta de un sistema de recogida de residuos significa que paquetes de cigarrillos, botellas de plástico y otros tipos de basura están esparcidos por el campo.

    Se corta la luz con frecuencia y la conexión a Internet suele ser un problema. Esto último se considera un problema importante para los saharauis, que quieren conectarse con personas de todo el mundo para atraer la atención internacional a su lucha de resistencia.

    Promoviendo la causa

    Los saharauis están interesados ​​en llamar la atención sobre su causa. En el desierto, han creado un museo llamado Museo de la Resistencia, donde se lleva a los turistas en un viaje desde la vida nómada original de los saharauis a través del período colonial y la ocupación marroquí hasta la lucha del Polisario por la liberación. El museo incluye una versión en miniatura del Muro de la Vergüenza y varios de los tanques y armas que los soldados del Polisario han logrado arrebatar al ejército marroquí. En el desierto también encontrará una casa de medios donde los periodistas se sientan detrás de computadoras de escritorio, escriben artículos y actualizan el sitio web del Polisario y las redes sociales con noticias de los campos. Hay salas insonorizadas, micrófonos y cajas de resonancia para grabar transmisiones de radio, y estudios con pantallas verdes y cámaras de video para grabar noticias de televisión. El Polisario tiene su propio canal de televisión.

    Además, los saharauis organizan el renombrado festival internacional de cine FiSahara , que reúne a gente de todo el mundo. Muchos de los invitados internacionales al festival de cine proceden de España. El presidente saharaui, Brahim Ghali, se reunió con los periodistas en el festival. Criticó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por cambiar la posición de su país respecto a la ocupación de Marruecos; En 2022, Sánchez escribió al rey Mohammed VI de Marruecos para decirle que estaba de acuerdo con la opinión de que el Sáhara Occidental debería ser autónomo pero bajo dominio marroquí. « Hemos congelado nuestras relaciones con el gobierno español, pero todavía tenemos buenas relaciones con el pueblo español », dijo el presidente saharaui Ghali.

    Por Marc B. Sanganee

    Biografía del autor: este artículo fue producido por Globetrotter . Marc B. Sanganee es editor en jefe de Arbejderen , un periódico en línea de Dinamarca.

    Source : Scoop Media, 24 de mayo de 2024

    #SaharaOccidental #Marruecos #UPES #escritores #perdiodistas #saharauis

  • Estancia en los campamentos saharauis relatada por un perdiodista turco

    Etiquetas : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, UPES, periodistas, escritores, saharauis, prensa, comunicación, medios,

    Por Ali Riza Taşdelen

    Entre el 1 y el 5 de mayo de 2024, pasamos cuatro días en el campo de refugiados de Boujdour del Frente Polisario en suelo argelino, cerca de la frontera con el Sáhara Occidental. Como representantes del periódico Aydınlık y Ulusal Kanal de Türkiye, asistimos a la reunión organizada por el Sindicato de Periodistas Saharauis con el tema “Una perspectiva de los medios sobre la cuestión y la evolución del Sáhara Occidental”. Al encuentro fueron invitados periodistas de Rusia, Cuba, Venezuela, Egipto, Jordania, Túnez, Líbano, Canadá, Italia, Francia, Alemania y Suiza. En la reunión participaron también una veintena de periodistas de periódicos, radio y televisión argelinos.

    El pueblo olvidado del Sáhara Occidental

    Sáhara Occidental: La tierra del pueblo saharaui, un nombre sin país. El 85% de ella está bajo ocupación marroquí desde hace 50 años. Casi 3 millones de saharauis viven en el territorio ocupado. 185.000 de ellos se encuentran en cinco campos de refugiados bajo la administración del Frente Polisario, ubicados alrededor de la ciudad de Tinduf, en la frontera con el Sáhara Occidental de Argelia. Los campamentos están situados en medio del desierto, donde las temperaturas alcanzan los 50 grados en verano. No se ven árboles ni vegetación. La gente vive en tiendas de campaña o casas improvisadas hechas de ladrillos de barro y bloques de hormigón. Argelia proporciona electricidad y agua y ha construido carreteras en un área de 6.000 kilómetros cuadrados para conectar los campos. En los campos sólo existen escuelas primarias y secundarias. Sólo uno de ellos cuenta con escuela secundaria y centro de salud.

    Estamos hablando de un pueblo que lleva 50 años resistiendo la ocupación. Y desde hace 50 años viven en condiciones miserables y primitivas en campos de refugiados en suelo argelino.

    Recibidos en casas de refugiados.

    A nuestra llegada al campamento, todos los invitados fueron asignados a hogares de refugiados para su alojamiento. Nos hospedamos como huéspedes por tres noches, compartiendo desayuno, almuerzo y cena con nuestros anfitriones. Probamos por primera vez la carne de camello. Después de cada comida, disfrutamos del té verde con menta meticulosamente preparado, que nos dejaba un sabor persistente en la boca. Nos quedamos con dos periodistas argelinos.

    La reunión comenzó a las 9 de la mañana y terminó a la 1 de la tarde, ya que era un desafío permanecer afuera en el calor del desierto. La sesión de la tarde comenzó a las 15.00 horas y concluyó a las 22.00 horas. La vida cotidiana y la vestimenta aquí se adaptaron al calor extremo.

    El Frente Polisario y el Estado saharaui

    En los últimos tiempos, el pueblo saharaui tuvo que valerse por sí mismo. Sin el apoyo de Argelia, desaparecerían. Sin embargo, no han perdido la esperanza y siguen viviendo por la independencia de su país. Fundado en 1973, el Frente Polisario libró inicialmente una lucha armada contra el colonialismo español y luego contra la ocupación de Marruecos y Mauritania. Después de la retirada de España en 1975, el Sáhara Occidental quedó dividido entre Marruecos y Mauritania. Tras la retirada de España, el Frente Polisario declaró el establecimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) el 27 de febrero de 1976. Mauritania llegó a un acuerdo con la RASD y se retiró de la región en 1979. Posteriormente, Marruecos ocupó el 85% del país. Desplazados por la guerra, los saharauis buscaron refugio en los actuales campos de refugiados.

    “Vengo de la tierra de Mustafa Kemal Atatürk”

    El presidente del Sindicato de Periodistas Saharauis, el escritor Nafi Ahmed Mohamed, pronunció el discurso de apertura del encuentro. El Ministro de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Sidati, el Ministro de Educación, el Ministro de Información, miembros del buró político del Polisario, profesores, periodistas, escritores de varios países, representantes del Frente Polisario de las regiones ocupadas de Marruecos y soldados del frente militar. Participó y pronunció discursos durante dos días.

    Como periodista turco que representa al periódico Aydınlık, también pronuncié un discurso. Me sentí profundamente conmovido. Yo venía de un país que había experimentado la ocupación y, bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Atatürk, había resistido al imperialismo y obtenido la independencia. Expresé estos sentimientos y les aseguré que el pueblo saharaui lograría la victoria contra Estados Unidos, Israel y Francia, que apoyan la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. También agregué que nos solidarizamos con ellos. Prometí presentar al público turco la lucha del pueblo saharaui por la independencia.

    El objetivo del encuentro era arrojar luz sobre la situación del pueblo saharaui, la vida en los campos y la lucha del Frente Polisario contra la ocupación marroquí. Fuimos llamados a contar la lucha de este pueblo olvidado al público de nuestros respectivos países.

    Solidaridad de los periodistas con el pueblo saharaui

    Durante su discurso de clausura, el presidente del Sindicato de Escritores y Periodistas, Nafi Ahmed Mohamed, afirmó que organizaron este encuentro “para acompañar los esfuerzos mediáticos de la República Árabe Saharaui Democrática y fortalecer los esfuerzos de apoyo a todos los niveles”. Nafi dijo: “Uno de nuestros objetivos es documentar la situación actual y enviar periodistas y profesionales de los medios de comunicación a los campos de refugiados, las zonas liberadas y los territorios ocupados del Sáhara Occidental para transmitir la voz, la imagen y las historias del pueblo saharaui al pueblo saharaui. mundo ». Tampoco se olvidó de recordar a la audiencia los sacrificios de los periodistas palestinos que fueron mártires debido al “ataque sionista a Gaza”.

    Al finalizar la conferencia, las agencias de prensa argelinas, cubanas y saharauis decidieron unir sus esfuerzos a nivel global para formar una federación internacional de medios. Y la declaración final, que fue leída y aplaudida en árabe, francés y español, fue aceptada por unanimidad. La declaración enfatizó el objetivo de resistir la influencia de los lobbies marroquíes y sus partidarios, establecer una red internacional para monitorear los acontecimientos relacionados con la cuestión saharaui, garantizar la difusión de información precisa y exponer y frustrar los planes de Marruecos para engañar a la opinión pública.

    A lo largo de la conferencia, los periodistas turcos recibieron una atención significativa. Casi diez corresponsales de televisión, radio y periódicos argelinos nos entrevistaron a mí y a mis amigos. También nos agregaron a un grupo de WhatsApp formado por periodistas que apoyan al pueblo saharaui en todo el mundo y nos presentaron a los líderes del Frente Polisario.

    Presidente Ghali: “Estamos en guerra”

    El tercer y último día nos llevaron al campamento de Auserd para el “Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental”. Vimos bailes locales realizados por hombres, mujeres y niños con atuendos coloridos.

    Nos emocionó saber que el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Ibrahim Gali, asistiría al festival y haría declaraciones a la prensa internacional. Tuve la oportunidad de reunirme con el Presidente en la sala de conferencias de prensa. Cuando le dije que era periodista turco y le expresé mi solidaridad con el pueblo saharaui, se alegró mucho y me agradeció. Luego asistimos a la rueda de prensa.

    En la conferencia de prensa, el presidente Gali afirmó: “Ahora estamos en guerra y continuaremos. Como africanos, solíamos creer que Europa representaba la ley, la justicia y los valores. No volveremos a caer en la misma trampa. (…) Como frente popular y república, estamos dispuestos a poner fin al conflicto, a entablar negociaciones incondicionales sobre las bases proporcionadas por la comunidad internacional para recuperar nuestros derechos. Nuestra lucha es por la liberación del colonialismo”.

    Salimos del Campamento con una inspiración renovada de lucha junto con nuevos amigos.

    Fuente : United World, 24/05/2024

    #SaharaOccidental #Marruecos #UPES #Escritores #periodistas #saharauis #prensa #medios

  • Ebbaba Hameida, la jóven saharaui que honora al periodismo español

    RSF España renueva los cargos de la organización y elige a Ebbaba Hameida como vicepresidenta segunda

    Reporteros Sin Fronteras (RSF) España anuncia la renovación de los cargos directivos de la organización y la elección de la reportera de RTVE Ebbaba Hameida como vicepresidenta segunda, en sustitución de Edith Rodríguez Cachera, que asume la vicepresidencia primera de la organización. El cambio se produce tras la renuncia por motivos profesionales de la directora de Contenidos Digitales Informativos de RTVE, Pilar Bernal, cuya encomiable labor en el equipo directivo de la ONG ha sido destacada por la unanimidad de la junta. El mandato de Pilar Bernal se ha caracterizado por su gran compromiso en el ámbito de la colaboración con las universidades, la formación y acceso de estudiantes a la organización, y su papel clave en la evacuación de periodistas de Afganistán, tras la llegada al poder de los talibanes, en 2021. Edith Rodríguez Cachera es vicepresidenta del Consejo Internacional de RSF y miembro del Consejo de Administración de la ONG a nivel global.

    Alejandra Agudo, periodista de El País —y, como Ebbaba Hameida, vocal de la junta directiva desde 2020– relevará a la redactora jefa de El Periódico de Catalunya, Marta López, como tesorera, que por motivos personales, abandona la junta. RSF España agradece su dedicación a la organización.

    Ebbaba Hameida es actualmente redactora en el medio digital de RTVE, con colaboraciones y apariciones en los telediarios de TVE, los programas “Objetivo Igualdad” y “Cámara Abierta”, así como los Servicios de Informativos de Radio Nacional de España y Radio 3. Ha realizado varias coberturas internacionales, entre las que destacan: la guerra de Ucrania, la situación de la hambruna en Somalia, la crisis migratoria en Melilla, Ceuta e Islas Canarias, pero también en países de tránsito como Marruecos, Túnez o el declive de la situación económica y social en Líbano. Ha publicado en la sección de internacional de El País, Planeta Futuro, Revista 5W, el Diario.es, La Marea, FronteraD y Prisa Radio Internacional.

    Su trabajo ha recibido diversos reconocimientos como el premio INJUVE -Periodismo Digital 2021- por la serie ‘En la ruta canaria’—, el XVI premio Paco Rabal de periodismo cultural en la categoría Joven Promesa y el premio Ondas a la mejor cobertura otorgado a RTVE por la cobertura de la guerra de Ucrania durante el año 2022. En diciembre de 2022 se doctoró en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid por su tesis: “La autonomía, la identidad y la visibilidad de las mujeres en países de mayoría musulmana”.

    Alejandra Agudo Lazareno es actualmente reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible, con énfasis en los derechos de las mujeres y pobreza extrema. Durante la última década ha cubierto en terreno la situación de las personas más vulnerables del planeta en el llamado Sur Global, desde América Latina y el Caribe hasta Asia y, sobre todo, en África subsahariana. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este periódico, siempre cubriendo temas sociales, desde 2012, una labor por la que ha sido reconocida con el Premio Solidarios 2012, el XII Premio de Periodismo sobre Medio Rural de la Asociación de la Prensa de Guadalajara, el Premio Tiflos de Periodismo Social de la ONCE en la categoría Digital 2021, y el Gerda Taro por la igualdad de género 2023, este último por un trabajo conjunto.

    Anteriormente, trabajó en gabinetes de comunicación, en publicaciones económicas, locales y del Tercer Sector, así como en Radio Nacional y la Cadena Ser. Se unió a la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras en 2020, aunque ya era voluntaria de la organización desde 2013. Es Licenciada en periodismo por la UCM y Máster de Periodismo UAM-El País.

    A la espera del nombramiento de nuevas y nuevos vocales que se realizará en los próximos meses, el resto de profesionales que componen la estructura de RSF España se mantiene, quedando la composición de la Junta Directiva de la siguiente manera:

    Presidente: Alfonso Bauluz (Agencia EFE)
    Vicepresidenta primera: Edith Rodríguez Cachera (RSF International)
    Vicepresidenta segunda: Ebbaba Hameida (RTVE)
    Secretario General: Carlos Sánchez (El Confidencial)
    Tesorera: Alejandra Agudo (El País – Planeta Futuro)
    Vocales:

    Laura Losada (AECID)
    Lydia Aguirre (Re-Imagine Europa/Periodista)
    Rosaura Romero (Fremantle)
    María Navarro (RTVE)

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    #RSF #España #RTVE #Ebbaba #Hameida #Sahara #Occidental #SaharaOccidental

  • Los cargos penales por difamación contra un editor ponen de relieve el clima represivo en Marruecos

    Etiquetas : Marruecos, represión, libertades, prensa, periodistas,

    Reporteros sin Fronteras (RSF) pide la retirada de todos los cargos contra el editor de un sitio web de noticias de Oujda, capital de la región oriental del noreste de Marruecos, que se enfrenta a la posibilidad de varios años de prisión por difamar al wali (prefecto) de la región. en un juicio que se iniciará mañana (19 de octubre) en Oujda.

    Abdelmajid Amyay, editor de Chamspost, sitio web que cubre noticias generales regionales, y ex corresponsal regional del ahora cerrado diario nacional Akhbar El Youm, fue detenido en un café de Oujda el 5 de octubre y trasladado inmediatamente a la jefatura de la policía regional para ser interrogado.

    Sus abogados, Mourad Zibouh, Mohamed El Ayadi, Mourad Mokhtari y Zakaria Souidi, tuvieron que esperar horas antes de que se les permitiera visitarlo. Finalmente fue puesto en libertad bajo fianza después de pasar más de 24 horas bajo custodia policial.

    Amyay está siendo procesado en virtud de dos artículos del código penal de Marruecos. Uno de ellos es el artículo 447-2, según el cual « difamar y difundir o distribuir información relativa a la vida privada de personas sin su consentimiento » se castiga con penas de entre seis meses y tres años de prisión. El otro es el artículo 263, según el cual « la intención de menoscabar el honor o la honradez o el respeto debido a su autoridad, o el desacato en el ejercicio de sus funciones » se castiga con pena de un mes a un año de prisión.

    Fue detenido tras una publicación en Facebook en la que compartía la foto de un artículo del diario nacional Al Ahdath titulado « El Escobar del Sahara » y acusaba al presidente del consejo de la región Oriental de prácticas corruptas. Unos días antes, publicó en Facebook un contenido que, sin dar nombres, criticaba la gestión de la región Oriental.

    Según uno de sus abogados, Mourad Mokhtari, está siendo procesado en relación con estas publicaciones en Facebook a raíz de una denuncia presentada por el wali de la región de Oujda, aunque el propio wali no fue el objetivo de las publicaciones.

    « Es evidente que estas disposiciones del Código Penal se interpretan de manera extremadamente elástica y draconiana. El periodista Abdelmajid Amyay se mostró prudente y comedido en sus mensajes críticos con la gestión de la región oriental, ya que compartir un artículo periodístico no puede constituir en modo alguno un delito. Reiteramos nuestros llamados al respeto de la libertad de expresión, que se ve cada vez más socavada por el constante acoso judicial a quienes critican y hablan (Khaled Drareni
    Representante de RSF en el Norte de África).

    Mokhtari dijo a RSF: « El proceso iniciado contra el periodista Abdelmajid Amyay en relación con sus publicaciones en el blog constituye un paso atrás respecto de los últimos avances en la ley de prensa y publicaciones, y una perpetuación del proceso de restricción de la libertad de prensa en Marruecos. Su equipo de defensa considera inválida la acusación e insiste en su inocencia ».

    Amyay no es el único periodista actualmente sometido a procedimientos judiciales intimidatorios por parte de las autoridades marroquíes. Hanane Bakour, ex editora del sitio de noticias AlYaoum24, está siendo demandada por difamación por Aziz Akhannouch, el actual primer ministro, en relación con publicaciones críticas en Facebook. Después de 11 aplazamientos en dos años, el caso debe ser visto ante un tribunal de Rabat-Salé el 11 de diciembre.

    Fuente : Publicnow, 18.10.2023

    #Israel #Hamas #Palestina #Gaza

  • RSF : Los cargos contra Amyay ponen de relieve el clima represivo en Marruecos

    Etiquetas : Marruecos, Uxda, Abdelmajid Amyay, prensa, periodistas, Chamspost,

    Reporteros sin Fronteras (RSF) pide que se retiren todos los cargos contra el redactor jefe de un sitio de noticias de Oujda, capital de la región Oriental del noreste de Marruecos, que se enfrenta a varios años de prisión por difamación del wali (prefecto) de la región durante un juicio que comenzará mañana (19 de octubre) en Oujda.

    Redactor jefe de Chamspost, sitio regional de información general, y ex corresponsal regional del diario nacional Akhbar El Youm, hoy cerrado, Abdelmajid Amyay fue detenido el 5 de octubre en un café de Oujda y trasladado inmediatamente a la comisaría regional de la prefectura. para interrogatorio.

    Sus abogados, Mourad Zibouh, Mohamed El Ayadi, Mourad Mokhtari y Zakaria Souidi, tuvieron que esperar horas antes de poder visitarlo. Finalmente fue puesto en libertad bajo fianza después de pasar más de 24 horas bajo custodia policial.

    Amyay está siendo procesado en virtud de dos artículos del código penal marroquí. L’un d’entre eux est l’article 447-2, en vertu duquel « la diffamation, la diffusion ou la diffusion d’informations relatives à la vie privée des personnes sans leur consentement » est puni de 6 mois à 3 ans de prisión. El otro es el artículo 263, según el cual « la intención de menoscabar el honor o la decencia de una persona o el respeto debido a su autoridad, o el desacato en el ejercicio de sus funciones » se castiga con un mes a un año de prisión.

    Fue arrestado luego de una publicación en Facebook en la que compartió una foto de un artículo del diario nacional Al Ahdath titulado “Escobar del Sahara” y acusó al presidente del consejo de la región oriental de prácticas corruptas. Unos días antes había publicado en Facebook un contenido crítico, sin dar nombres, con respecto a la gestión de la región oriental.

    Según uno de sus abogados, Mourad Mokhtari, está siendo procesado por estas publicaciones en Facebook a raíz de una denuncia presentada por el wali de la región de Oujda, mientras que el propio wali no fue objeto de estas publicaciones.

    “Estas disposiciones del Código Penal se interpretan claramente de manera extremadamente elástica y draconiana. El periodista Abdelmajid Amyay se mostró prudente y comedido en sus comentarios críticos sobre la gestión del Oriental, dado que compartir un artículo periodístico no puede en modo alguno constituir un delito. Reiteramos nuestros llamados al respeto a la libertad de expresión, cada vez más socavada por el constante acoso judicial a quienes critican y se expresan. ( Khaled Drareni, representante de RSF en el Norte de África)

    Mokhtari dijo a RSF: “El proceso iniciado contra el periodista Abdelmajid Amyay en relación con sus artículos en su blog constituye un paso atrás en relación con los últimos avances en la ley de prensa y publicaciones y una perpetuación del proceso de restricción de la libertad de prensa en Marruecos. Su defensa El equipo considera inválidos los cargos e insiste en su inocencia. »

    Amyay no es el único periodista actualmente sujeto a procesos judiciales por intimidación por parte de las autoridades marroquíes. Hanane Bakour, ex editora jefe del sitio de noticias AlYaoum24, está siendo demandada por difamación por Aziz Akhannouch, el actual Primer Ministro, en relación con publicaciones críticas en Facebook. Después de 11 aplazamientos en dos años, el caso debe ser visto ante el tribunal judicial de Rabat-Salé el 11 de diciembre.

    Fuente: Publicnow , 18/10/2023

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  • Agencias de inteligencia infiltran medios y periodistas

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    Por Nydia Egremy/Mejico Global

    Ya sea mediante el soborno o el acoso, los periodistas que colaboran con agencias de inteligencia difunden o silencian contenidos para ocultar la verdad. En ese juego sucio, comunicadores inescrupulosos incumplen su función social para transformarse en voceros del poder: no confirman la veracidad de los hechos y destruyen reputaciones al tiempo que descalifican a gobiernos legítimos. Esa añeja simbiosis busca el control social y empaña el trabajo de periodistas comprometidos y críticos que exponen su vida al cubrir fielmente conflictos y crisis.

    Ocultar la verdad y subvertir el ejercicio del derecho a la información es lo que está detrás del uso de periodistas y medios de comunicación por cuenta de los servicios de inteligencia del planeta que desorientan, atizan las diferencias y tergiversan los hechos. Se ignora cuántos periodistas están en las nóminas de esos servicios, qué países están más penetrados y cuáles son los servicios que prestan al poder. Lo que sí se confirma es que ese vínculo se expresa en textos e imágenes engañosos y tendenciosos a partir de fuentes dudosas, cifras poco confiables y eufemismos que distorsionan la realidad.

    Aunque los gobiernos y las agencias niegan que integren en su nómina a reporteros y medios, es usual que paguen sobornos para difundir información a modo. Destaca la Operación Zenzontle (Mockingbird, cuyo canto engaña a otras aves), que a mediados del siglo pasado fue ideada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos (EE. UU.) para infiltrar a medios impresos y electrónicos, periodistas y escritores afines, a cambio de sobornos.

    Antes de dirigir la CIA, Richard Helms se desempeñó como periodista en la agencia United Press International (UPI) y actuó como agente de inteligencia. Con estos logros, Zenzontle fue tan efectiva que el copropietario de The Washington Post, Phillip Graham, expresó: “Siempre puedes encontrar a un periodista más barato que una prostituta de lujo”.

    En la actualidad esto sigue vigente. El analista Jason Simpkins señala que el Gobierno de George W. Bush, en su guerra contra el terrorismo, falsificó datos sobre el supuesto éxito en la guerra de Irak y los transmitió en 77 canales televisivos. Es un hecho que al menos 20 agencias federales, incluido el Departamento de Estado, producen y distribuyen información manipulada a los medios. Es el triunfo de la propaganda sobre la información legítima, concluye Simpkins.

    Periodismo direccionado

    Esa perversa complicidad fue analizada por el Premio Pulitzer Carl Bernstein en su texto La CIA y los Medios, publicado en octubre de 1977. Ahí explicaba el tráfico de influencias y compromisos editoriales entre el poder político y los medios; en el subtítulo, Bernstein describía que los más poderosos medios estadounidenses trabajaban, guantes en la mano, con esa agencia y que la misión de los periodistas cooptados consistía en servir de ojos y oídos para la CIA; reportar lo que habían visto o escuchado en una fábrica del este europeo, en una recepción diplomática en Bonn o en el perímetro de una base militar en Portugal.

    En otras ocasiones, su misión era más compleja: plantar sutilmente piezas de información errónea fabricadas por los servicios secretos, reunir a espías extranjeros con agentes estadounidenses u ofrecer almuerzos o cenas donde se aleccionaba a periodistas extranjeros con propaganda para que la repitieran. También era usual dotarlos de hotel y oficinas para obtener información sensible, citaba Bernstein.

    Aunque esa nefasta complicidad parecía cosa del pasado, en noviembre de 2014 resurgió el recuerdo de la Operación Mockingbird, cuando un informe del Senado de EE. UU. concluyó que la CIA dio a medios y periodistas información manipulada sobre las supuestas bondades de sus técnicas de interrogatorio en sospechosos de terrorismo para que elaboraran artículos, libros y emisiones. Con ello, la agencia buscaba aminorar las críticas públicas tras conocerse el fracaso de su Programa de Detención e Interrogatorios, calificado por muchos de abierta tortura.

    Lea también : Marruecos: un wikileaks con periodistas extranjeros a sueldo

    El informe agrega que desde 2005 periodistas y medios aceptaron promover la falsa versión de la CIA sobre la eficiencia de la tortura; uno de ellos fue el reportero de The New York Times (NYT) Douglas Jehl. En junio de ese año, y con testimonios de ex agentes, la cadena NBC sostuvo la falsedad de la versión de Jehl; con ello, la cadena no buscaba el interés público sino salvar su imagen ante el creciente rechazo de la sociedad a este rol de los medios.

    El informe añade que a fines de 2002, el entonces vicepresidente Richard Cheney y otros funcionarios de la CIA convencieron al NYT para censurar en un artículo el nombre de un país (Tailandia) que aceptó albergar una prisión secreta de la CIA. Esa información salió a la luz por el trabajo de periodistas comprometidos con la verdad.

    Una sorprendente confesión

    El diario alemán Frankfurter Allgemaine Zeitug (FAZ) es el de mayor distribución diaria en el extranjero (148 países) y su línea editorial de centro-derecha o liberal-conservadora es definida por una cooperativa de cinco editores. Uno de ellos era Udo Ulfkotte. En octubre pasado Ulfkotte admitió que a cambio de sobornos publicó artículos redactados por la CIA y otros servicios de inteligencia, incluidos los alemanes, así como de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

    En su inédita confesión, Ulfkotte afirma: “Mentí, desinformé, manipulé la verdad a cambio de dinero”. El también ex asesor del Gobierno alemán explica que actuó así porque fue educado para mentir, traicionar y no decir la verdad al público; admite que se hartó de ser pro estadounidense y de que Alemania sea una colonia de EE. UU. Y confesó que la actual cobertura de la prensa occidental –y de FAZ– en la crisis de Ucrania es, además de sesgada, un “claro ejemplo de manipulación de la opinión pública”.

    Parecía que editores y periodistas se pusieron cascos virtuales impermeables al sonido para publicar que Rusia preparaba una guerra inminente, destaca Ulfkotte. En su libro Periodistas comprados reseña que como él, muchos colegas desinforman a solicitud de las agencias de inteligencia y afirma que la revista alemana Der Spiegel publicó que el Boeing malasio derribado sobre Ucrania (julio de 2014) fue por un misil ruso. Tal afirmación, admite, fue bajo el dictado de los servicios secretos pues no había pruebas.

    Antes de la confesión de Ulfkotte, los documentos filtrados por Edward Snowden en julio de 2013 revelaron la estrecha relación entre la prensa corporativa y las agencias de inteligencia. Sin embargo, a tres meses de esa revelación, el periodista Robert Vargas, de The Telegraph, preguntaba: ¿Por qué los medios ignoran la relación entre la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) con la inteligencia alemana? Contra lo que se supondría de que estarían ansiosos por abordarlo, Vargas subrayaba que medios estadounidenses, británicos y alemanes no habían publicado nada.

    Calumniar por consigna

    Desde el triunfo de la Revolución Cubana las agencias de inteligencia estadounidenses han gestado masivas campañas de tergiversación contra la isla. A esa sistemática ofensiva de los medios de ese país, se suma la reciente filtración de un informe de cinco páginas de la Oficina Federal de Investigación (FBI) sobre la presunta injerencia de la Dirección de Inteligencia (DI) cubana en el ámbito académico de EE. UU.

    En su artículo Jugando a la noria. Periodismo recalentado y refritos del FBI, el periodista Miguel Fernández Díaz explicaba en septiembre pasado que el columnista especializado en seguridad nacional en The Washington Post, Bill Gertz, se apresuró a comentarlo sin cotejar la veracidad y enseguida Fox News reprodujo el documento que exacerbó a la oposición cubana.

    El mayor caso de manipulación mediática por el Gobierno y las agencias estadounidenses ocurrió entre 1999 y 2001, cuando la prensa de aquel país se sumó a la feroz campaña contra los cinco antiterroristas cubanos procesados injustamente por espionaje. Documentos oficiales obtenidos por el mecanismo de transparencia estadounidense (FOIA), confirman que periodistas y medios recibieron fuertes sumas para influir en el jurado y la opinión pública.

    Entre quienes escribieron por consigna figuran la Oficina de Transmisiones Cuba –que opera Radio y TV Martí- a cambio de 37 millones de dólares anuales; Ariel Remos, del Diario las Américas (quien recibió unos 25 mil dólares); el reportero del Miami Herald, Wilfredi Cancio Isla (22 mil dólares); la editora del Diario Las Américas, Herren Fele (5 mil 800 dólares) y el conductor de Radio Mambí Enrique Espinosa (10 mil dólares).

    Carlos Alberto Montaner recibió más de 40 mil dólares por atacar a Los Cinco en su columna del Miami Herald y el reportero del Nuevo Herald Pablo Alfonso que recibió pagos totales por 252 mil 325 mil dólares. Todos deslizaron falsos vínculos de los acusados con el espionaje, aludieron evidencias espurias, omitieron pruebas a su favor y tergiversaron los hechos.

    En el mundo han salido a la luz otros casos de medios y directivos pagados por los servicios de inteligencia. Un cable de WikiLeaks reveló que el director de Al Jazeera, Wadah Khanfar, manipuló información al gusto de la Agencia de Inteligencia de Defensa (AID) estadunidense y tuvo que dimitir. Cuando esa agencia protestó por la cobertura negativa del canal, Khanfar retocó la información.

    El hacker Chris Coleman afirmó que la Dirección General de Estudios y Documentación (el servicio de inteligencia en el exterior de Marruecos) pagó a periodistas extranjeros para que sus artículos y reportajes vincularan al Frente Polisario, de la República Árabe Saharauí Democrática (RASD), con el terrorismo yihadista. Así se revela en el artículo WikiLeaks del maizen: graves secretos del régimen marroquí al descubierto, del catedrático español Carlos Ruiz Miguel.

    En su blog Desde el Atlántico, Ruiz cita a Coleman cuando afirma que esa agencia habría pagado a periodistas como Richard Miniter (NYT, The Washington Post y Forbes), así como al periodista Joseph Braude, que transmitían en sus despachos la falsa impresión de que los saharauís del Frente Polisario se vinculaban con el terrorismo yihadista.

    Periodismo infiltrado

    La abogada Eva Golinger ha denunciado el financiamiento del Departamento de Estado a prensa y periodistas opositores en Venezuela y ha advertido que programas similares existen en otros países de América Latina. A su vez, el periodista estadounidense Jeremy Bigwood sostiene que agencias estadounidenses, como el muy polémico Consejo Superior de Radiodifusión (Broadcassting Board of Governors), financian en secreto a medios y periodistas con el argumento de apoyar el desarrollo de los medios en más de 70 países.

    Entre 1993 y 2005 la inteligencia de Alemania (BND) reclutó a periodistas para vigilar a sus colegas: qué temas investigaban, sus fuentes y vida privada. Según el ex espía Wilhelm Dielt, que trabajó para la revista Focus a cambio de 380 mil dólares bajo el nombre clave Dalí, otras redacciones infiltradas fueron Der Spiegel, Stern, Berliner Zeitung y Süddeutsche Zeitung.

    En 2012, el periodista del NYT Mark Mazzett envió copia de un artículo de su colega la columnista Maureen Dowd, a la vocera de la CIA Marie Harf. El artículo de Dowd se refería a una filtración de la agencia en Hollywood sobre la cinta Zero Dart Thirty (sobre Osama bin Laden).

    En agosto de 2013, el editor y redactor Wayne Madsen citaba que agentes de inteligencia que operan bajo cobertura periodística asumen distintos roles y trabajan para los servicios de inteligencia. Los medios donde se infiltran son Radio Free Europe, Radio Free Liberty, Radio Free Asia, Alhurra, Radio Sawa, Radio y TV Martí, así como en La Voz de América. Otros medios señalados como fachada de la CIA son Kyuv Oistm Cambodia Daily y Lidove Noviny de Praga.

    No son pocos los periodistas que, amparados en la imagen de “independientes”, logran financiamiento y autorización para acompañar al Ejército y la Armada de EE. UU. en sus operaciones, a cambio de artículos benevolentes. Para el analista británico del Centro de Estudios para la Defensa y la Seguridad, Martin Edmonds, esa subordinación es inaceptable, pues afecta su rol en la democracia y pierden toda credibilidad e independencia, afirma.

    Corresponsales, periodistas independientes, editores, directivos de canales informativos, columnistas y comentaristas están hoy en la mira de los servicios de inteligencia. Documentos de Snowden confirman que el Centro Gubernamental de Comunicaciones (GCHQ), una de las tres principales agencias de inteligencia británicas, clasifica a los periodistas de investigación como amenaza similar a los terroristas, hackers y criminales. Además, ésa y otras agencias envían mensajes spam, monitorean medios sociales y usan sofisticadas herramientas para manipular por internet encuestas, estadísticas y cifras.

    A modo de conclusión, cabe subrayar que por esa oscura relación aumenta la desconfianza ciudadana en los medios y nadie rinde cuentas.

    Miradas encontradas, 25 mars 2022

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