Étiquette : Sahara Occidental

  • Sáhara Occidental: cómo Israel exporta sus conocimientos coloniales a Marruecos

    Etiquetas : Sahara Occidental, Israel, Marruecos, defensa, inteligencia, cibervigilancia, entrenamiento militar,

    La normalización de las relaciones diplomáticas entre Rabat y Tel Aviv en 2020 selló una sólida alianza en defensa, inteligencia, cooperación industrial, cibervigilancia y entrenamiento militar. Esta cooperación es parte de una larga historia. Desde principios de los años 1980, Israel apoyó a la monarquía marroquí para mantener y reforzar su control sobre el territorio saharaui, la última colonia de África, anexada por Marruecos en 1975.

    Rosa Moussaoui

    Otoño de 1999. En París, el Primer Ministro francés Lionel Jospin da la bienvenida a los participantes en el XXI Congreso de la Internacional Socialista, donde organiza una entrevista entre su homólogo israelí, Ehud Barak, y el jefe de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat .

    El apretón de manos entre los dos hombres, ceremonial, no engaña a nadie. Los Acuerdos de Oslo, firmados seis años antes, entraron en un proceso de muerte lenta que no fue detenido ni por las conversaciones de Wye Plantation ni por el regreso de la mano de obra israelí a los negocios. Hay que decir que Ehud Barak no es una paloma: como jefe de gabinete, en 1993, se opuso al acuerdo de paz que, según él, contenía  » más agujeros que un gruyere » .

    En el norte del continente africano, el horizonte de paz abierto por el alto el fuego de 1991 entre Marruecos y los independistas saharauis también se ensombreció. El Frente Polisario ha cumplido su promesa de silenciar las armas, pero las maniobras marroquíes siguen obstaculizando la celebración del referéndum sobre el estatuto final que debe celebrarse bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

    L´Humanité, 19/03/2024

    #Israel #Marruecos #SaharaOccidental #normalización #cooperaciónmilitar #AcuerdosOslo #Palestina

  • Ruta Atlántica y España: Sanchez elogia la cooperación “ejemplar” con Marruecos a pesar del aumento de llegadas y de las tragedias en curso

    Etiquetas : Pedro Sanchez, Marruecos, España, inmigración, Canarias, Mauritania, Sahara Occidental, Senegal,

    — Grupos de contrabando marroquíes operan a lo largo de la costa del Sahara Occidental y en Mauritania — La migración es un tema candente en las campañas electorales presidenciales de Senegal — Poder judicial español Inicia investigación sobre red de tráfico de cadáveres de migrantes.

    • Casi 12.000 inmigrantes llegaron a Canarias en los dos primeros meses de 2024.
    • La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) ha informado de un aumento de “grupos criminales dedicados a la trata de personas en Mauritania”.
    • Los candidatos presidenciales en Senegal prometen a los ciudadanos más puestos de trabajo para reducir las salidas del país hacia Europa.
    • Al menos 20 personas están siendo investigadas en España por pertenecer a una organización de tráfico de cadáveres de inmigrantes.

    En febrero se constató un aumento de las salidas de inmigrantes, incluidos menores no acompañados, desde Marruecos hacia España. Según InfoMigrants, de las 60 personas que llegaron desde Marruecos, más de 20 eran niños. A mediados de febrero, al menos 57 menores tomaron el mismo camino. Mehdi Alioua, sociólogo y profesor de la Universidad Internacional de Rabat, en una entrevista con InfoMigrants afirmó que hubo un ligero aumento en las llegadas, subrayando que “siempre hay menores entrenándose para nadar en el mar para partir algún día”. Añadió que la militarización de la frontera ha complicado los cruces, obligando a los marroquíes a buscar otras vías más peligrosas para llegar a España. 

    Al comentar sobre el aumento de la vigilancia de la costa marroquí, Alioua calificó la vigilancia, que está financiada en parte por la UE, de “ineficaz”. Y añadió: “Europa siempre quiere más guardacostas y recursos, pero ¿dónde nos detendremos? ¿Y quién va a recoger frutas y verduras en verano en España si rechazamos a todos los exiliados? Esta es una lógica que no funciona”. Aunque en marzo se produjo una disminución de las llegadas a España, en general, las cifras en 2024 son más altas que en años anteriores. 

    Según The Independent , las llegadas de inmigrantes a Ceuta y Melilla por tierra han aumentado un 232% en lo que va de 2024 respecto al mismo periodo de 2023, mientras que el número de llegadas por mar ha disminuido, un resultado que España ha vinculado a la decisión de Marruecos de desplegar una guardia costera permanente. Además, la ruta de Canarias experimentó un aumento del 630% en las llegadas de inmigrantes. Casi 12.000 inmigrantes llegaron a las Islas Canarias entre principios de año y finales de febrero, según datos oficiales del Ministerio del Interior español. En medio de las tragedias en curso (la última fue el 12 de marzo , cuando siete personas murieron en un naufragio frente a las Islas Canarias), el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, elogió la cooperación « extraordinariamente positiva » con Marruecos. “Hemos establecido una cooperación que yo calificaría de ejemplar. Nuestros gobiernos seguirán actuando en ámbitos como la emigración circular”, afirmó Sánchez (traducido). 

    En respuesta a la declaración del presidente del Gobierno, Helena Maleno, fundadora de la ONG Caminando Fronteras, que informó de la muerte de 6.618 inmigrantes que intentaban llegar a las costas españolas, afirmó: “No esperamos nada bueno para los derechos humanos de la visita de Sánchez porque nos han asentado durante demasiado tiempo en relaciones bilaterales basadas en el chantaje y no en la solidaridad entre los pueblos”.

    La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) ha informado de un aumento de “grupos criminales dedicados a la trata de personas” en Mauritania que se aprovechan de las demandas de los inmigrantes subsaharianos de transitar por su país para llegar a las Islas Canarias. Fuentes en los territorios ocupados del Sáhara Occidental dijeron al Independent que “las mismas mafias marroquíes que operan en la costa saharaui se han trasladado a Nouadhibou, la segunda ciudad de Mauritania y fronteriza con el Sáhara Occidental”. Esto ha contribuido a la firma del acuerdo de “efectivo para el control de inmigrantes” por valor de 210 millones de euros entre la UE y el gobierno de Mauritania el 7 de marzo. 

    Mientras tanto, antes de las elecciones en Senegal, previstas para el 24 de marzo, la migración es uno de los principales temas que dan forma a las campañas presidenciales. Según se informa, cerca de 40.000 personas, la mayoría senegalesas, arriesgaron sus vidas para llegar a las Islas Canarias en 2023. En consecuencia, los candidatos presidenciales prometen a los ciudadanos que crearán oportunidades de empleo para combatir las salidas hacia Europa. “Los jóvenes no trabajan y no tienen nada. La consecuencia es que morirán en el mar”, dijo el estudiante Oumy Tall en un mitin de campaña del candidato de la oposición Anta Babacar.

    Al menos 20 personas están siendo investigadas por la justicia española en las ciudades de Murcia, Alicante, Almería y Madrid, y otras cuatro fueron detenidas el fin de semana del 9 y 10 de marzo por pertenecer a una organización implicada en el tráfico de cadáveres de inmigrantes. Al parecer, entre los perseguidos por los tribunales se encontraban enterradores, asistentes forenses y personal de la administración judicial que trabajaban en el Instituto de Medicina Forense de Cartagena. 

    Los miembros de esta red están acusados ​​de haber pedido dinero, fuera de todo marco legal, a familias de exiliados argelinos que buscaban a sus seres queridos desaparecidos durante la travesía del Mediterráneo. InfoMigrants ha informado que la existencia de este tipo de redes podría estar relacionada con la ausencia de protocolos claros y consistentes para la búsqueda de personas desaparecidas y la identificación de personas que han muerto en las rutas migratorias. “Lamentablemente los Estados no respetan su obligación de buscar cuando las personas desaparecidas son migrantes”, afirmó la ONG Caminando Fronteras.

    Para mayor información:

    Fuente : Consejo Europeo sobre Refugiados y Exiliados (ECRE), 14/03/2024

    #España #PedroSanchez #Inmigración #Marruecos #Mauritania #Senegal

  • Cuando los sionistas arman a Marruecos

    Etiquetas : sionistas, armas, Marruecos, Israel, normalización, Sahara Occidental, Acuerdos de Abraham,

    Israel es el tercer proveedor de armas de Marruecos desde la normalización de sus relaciones diplomáticas

    Marruecos está cada vez más vinculado a la entidad sionista. Desde la normalización de sus relaciones diplomáticas con el Estado hebreo, el reino alauita no ha dejado de impulsar aún más sus relaciones.

    Para gran pesar de los marroquíes, que han denunciado este proceso desde el principio, el Makhzen realiza abiertamente sus compras de armamento desde Israel. Este último se ha convertido en un importante proveedor de Marruecos para todo tipo de armamento. Recientemente, de hecho, Marruecos, que parece haber emprendido una carrera contra su vecino del este, intenta adquirir dos satélites de reconocimiento « Ofek » de Israel.

    Esto fue revelado por un reciente informe del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI). Según la información difundida por varios sitios de noticias, estos satélites son conocidos por sus capacidades de inteligencia y seguridad, especialmente el más reciente, el satélite « Ofek-13 », capaz de capturar imágenes con una resolución de hasta 0,5 metros.

    Marruecos, al buscar fortalecer y modernizar sus capacidades de vigilancia e inteligencia, muestra así su interés en estos dos satélites. En esta carrera, el satélite « Ofek » es un objetivo principal. Se trata de un diseño de Israel Aerospace Industries (IAI) para el Ministerio de Defensa y el ejército israelí, operado por la Unidad de Inteligencia 9.900 del ejército israelí. Lanzado desde la base « Palmachim » en Israel el 29 de marzo de 2023, el sistema « Ofek-13 » pertenece a la familia de satélites de reconocimiento y está equipado con un radar de apertura sintética (SAR).

    Esta tecnología le permite producir imágenes de alta resolución a partir de un sistema radar de resolución limitada, e incluso emitir una señal de microondas para detectar características físicas en la superficie terrestre. También se destaca que « el Ofek-13 se distingue como el más avanzado de su categoría, ofreciendo capacidades de seguimiento radar únicas y permitiendo la recopilación de inteligencia en diversas condiciones meteorológicas y de visibilidad, fortaleciendo así las capacidades de inteligencia estratégica de Marruecos.

    La elección de Marruecos de recurrir a Israel para sus necesidades de vigilancia e inteligencia se produce en un contexto en el que Estados Unidos ha sido el principal proveedor de armas para Marruecos, manteniendo una participación de mercado del 69 % entre 2019 y 2023, seguido por Francia con un 14 % e Israel con un 11 %, según la información proporcionada por SIPRI.

    De esta manera, la entidad sionista se convierte en el tercer proveedor de armas de Marruecos. Y todo apunta a que esta relación se fortalezca en el futuro, dado que el makhzen se ha embarcado en una cooperación integral con la entidad sionista. Cabe destacar que el 10 de diciembre de 2020, Marruecos normalizó sus relaciones diplomáticas con Israel en el marco de un acuerdo trilateral que involucra a Estados Unidos, que reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

    Desde entonces, Rabat se ha entregado completamente al sionismo, convirtiéndose en una de sus bases avanzadas en el norte de África y, por lo tanto, amenazando la seguridad de los países vecinos, especialmente Argelia. Mohammed VI había aceptado unirse a los Acuerdos de Abraham bajo la presión de Donald Trump, a cambio del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Sin embargo, la mayoría de los marroquíes están en contra de esta normalización con los sionistas, como lo demuestran claramente las manifestaciones en contra de esta política.


    Le Midi Libre, 17 de marzo de 2024

    #Israel #Marruecos #armas #SIPRI #normalización #AcuerdosAbraham #SaharaOccidental

  • Misión de comunistas franceses en los campamentos saharauis

    Etiquetas : refugiados, Sahara Occidental, Marruecos, comunistas de Alto Marne, Franck Monasse, Bernard Socié, Tindouf, Argelia,

    Los militantes comunistas de Alto Marne, Franck Monasse y Bernard Socié, se reunieron con refugiados saharauis y representantes de un pueblo exiliado en Argelia desde hace casi 50 años.

    Es una de las muchas zonas de tensión de origen territorial en el planeta. Pero está lejos de ser la más conocida: el Sáhara Occidental. Es una antigua colonia española, a lo largo del Atlántico, cercana especialmente a Mauritania y ocupada por Marruecos a mediados de los años 70. Desde entonces, el reino ha construido un muro de separación de 2,700 km con la frontera de Argelia, detrás del cual se refugiaron los saharauis, cerca de la ciudad de Tinduf. « Es uno de los desiertos más áridos, más inhóspitos del mundo », explica Franck Monasse.

    Originario del valle de Blaise, el co-secretario de la federación de Alto Marne del Partido Comunista Francés (PCF) visitó Tinduf del 24 de febrero al 3 de marzo de 2024. Junto con Bernard Socié de Chaumont, fue parte de una delegación « oficial » de militantes asociativos -existe una asociación de Amigos de la República Árabe Saharaui-, periodistas, académicos… ¿Por qué esta presencia de comunistas? « Los saharauis nos lo dijeron: somos los únicos que los hemos apoyado ‘sin ambigüedades’ desde 1976 », destaca Franck Monasse.

    « Lucha de liberación »

    Reservas de fosfato, minas de hierro, abundante pesca en las aguas del Atlántico: recordadas por los dos militantes de Alto Marne, las razones por las que Marruecos quiere mantener el control sobre el Sáhara Occidental son evidentes. Por el contrario, el Frente Polisario ha estado buscando recuperar el disfrute de su tierra desde hace medio siglo. « El Polisario es una organización socialista que ha creado un Estado en el exilio, reconocido por la Unión Africana », explica Bernard Socié. « Lleva a cabo una lucha de liberación, que tiene muchas similitudes con la lucha palestina. »

    El Sáhara Occidental tiene su presidente, Brahim Ghali, elegido por tres años, su gobierno, su parlamento, su policía… y su Día Nacional. Fue en esta ocasión que la delegación francesa visitó los campamentos que albergan a 165,000 refugiados, incluyendo a niños que « gozan de perfecta salud » gracias a la ayuda humanitaria regular. « El 60% de la población tiene menos de 25 años », señala Franck Monasse. Esto explica que la mayoría hayan nacido en el exilio.

    « V de victoria »

    Sin embargo, estos jóvenes mantienen la esperanza de cruzar, algún día, la frontera argelino-marroquí en dirección contraria. « Los que encontramos son muy combativos, hacen la V de la victoria, nos dicen ‘¿cuándo vamos a volver?’ », explican los dos militantes de Alto Marne. Son mensajes de esperanza recibidos, imágenes, recuerdos que Franck Monasse y Bernard Socié compartirán con sus compatriotas en conferencias, especialmente en Chaumont y Joinville. Objetivo: sensibilizar a la población sobre la causa saharaui, un Estado que Francia no ha reconocido.

    Fuente : Le Journal de la Haute-Marne, 17/03/2024

    #SaharaOccidentl #Tindouf #HauteMarne #France #Comunistas #refugiados #saharauis

  • Para Marruecos el chantaje funciona con todo el mundo

    Etiquetas : Marruecos, chantaje, Argelia, España, Pedro Sanchez, Sahara Occidental, gas, Abdelaziz Rahabi,

    Abdelaziz Rahabi, exministro, ofrece su análisis sobre las relaciones entre Argelia y España, así como sobre el impacto en Marruecos del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la marroquinidad del Sáhara Occidental.

    Este diplomático está bien posicionado para hablar sobre las relaciones argelino-españolas, habiendo sido embajador de Argelia en Madrid y formando parte de una generación que se ha involucrado fuertemente en la construcción de una relación estratégica entre los dos países.

    « Hoy en día, las cosas han cambiado » y la confianza se ha « perdido », así como el aspecto estratégico de la relación que ya no tiene « la importancia que adquirió en los años 1970 », lamenta Abdelaziz Rahabi en una larga entrevista con el periódico español El Independiente, donde también habla sobre el impacto del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la marroquinidad del Sahara Occidental en el comportamiento de Marruecos hacia sus vecinos.

    Esto es especialmente cierto desde el cambio histórico del gobierno socialista de Pedro Sánchez respecto a la cuestión del Sáhara Occidental, hace casi dos años exactamente, el 18 de marzo de 2022.

    Esta nueva posición de España, que sigue siendo « la potencia administradora del Sahara Occidental » y que continúa teniendo « una responsabilidad histórica » en la ocupación de este territorio por parte de Marruecos, significa que el país « ha perdido su fuerza y su estatus de potencia moderadora » y « ha optado por el estatus de cualquier otro país europeo », según opina Abdelaziz Rahabi.

    Una posición que hace perder « todo su peso » a España « en la búsqueda de una solución aceptable para todas las partes en el conflicto », y que el diplomático encuentra « extraña », agrega el exembajador de Argelia en Madrid.

    « Hasta el momento, no tenemos ninguna explicación. El gobierno argelino no ha recibido una explicación oficial sobre la cuestión, aparte de lo que se ha publicado en la prensa española y la carta dirigida al rey de Marruecos », afirma.

    Abdelaziz Rahabi también señala la doble moral del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en relación con el derecho internacional, « capaz de ir a Rafah y decir que Israel viola el derecho internacional humanitario y apoya la solución de dos Estados, pero va a Rabat y no aplica ese mismo discurso al Sahara Occidental ».

    Aunque reconoce el derecho de Madrid a tener « las mejores relaciones con Marruecos », Abdelaziz Rahabi aclara que Argelia no ve sus relaciones con España a través del prisma de las relaciones entre esta última y el reino de Mohamed VI. « Tenemos nuestra narrativa de las relaciones entre Argelia y España, la historia de nuestras relaciones bilaterales », dice.

    Abdelaziz Rahabi destaca el chantaje de Marruecos y analiza las relaciones entre Argelia y España.

    « Debido a la posición de chantaje de Estados Unidos a través del reconocimiento de Israel a cambio del reconocimiento de Marruecos sobre el Sahara Occidental (…) esto ha dado a Marruecos la sensación de que el chantaje es posible con todo el mundo, es un gran problema », analiza Abdelaziz Rahabi, refiriéndose a los eventos que precedieron al cambio español.

    Antes de la decisión de Madrid de cambiar de posición sobre el Sahara Occidental, las relaciones entre Marruecos y España estaban caracterizadas por un frío glacial.

    En mayo de 2021, más de 8,000 migrantes marroquíes asaltaron a nado la ciudad española de Ceuta, lo que provocó una grave crisis entre los dos países. Menos de un mes después, la Unión Europea denunció el chantaje migratorio de Marruecos y menos de un año después, en marzo de 2022, España cambió radicalmente de posición sobre el Sahara Occidental, alineándose con las posiciones marroquíes, lo que irritó a Argelia.

    Para Abdelaziz Rahabi, Argelia no busca una relación privilegiada con España, sino relaciones de cooperación, intereses mutuos y respeto, y sobre todo, « duraderas ».

    A pesar de la actual crisis que ha llevado a « prácticamente no tener relaciones entre Argelia y España », nada está definitivamente perdido y la « reconstrucción sigue siendo posible », estima.

    Para recuperar su neutralidad activa en el asunto del Sahara Occidental, España solo debe « admitir que el plan marroquí de autonomía es una opción entre otras », agrega Abdelaziz Rahabi.

    Esto es lo que hizo Pedro Sánchez con su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre y que « gustó mucho » en Argelia, recuerda Rahabi. Sin embargo, Sánchez no expresó las mismas opiniones durante su visita a Rabat en febrero pasado.

    El diplomático argelino destaca como « un hecho importante » que a pesar de la crisis, « Argelia ha cumplido todos sus compromisos con España en términos de suministro de gas » y que « en ningún caso se ha mencionado el chantaje con el gas ».

    A pesar de todo lo sucedido en los últimos dos años, en Argelia « seguimos teniendo mucho respeto y afecto por España y su pueblo », indica Abdelaziz Rahabi, explicando que la posición de un gobierno « no representa toda la historia ».

    « Me mantengo optimista sobre el hecho de que Argelia y España todavía tienen oportunidades para mejorar sus relaciones y reconstruir algo sólido sobre todos los temas, no solo sobre el gas », estima el diplomático argelino.

    Fuente : TSA-Algérie, 16/03/2024

    #Algérie #Maroc #SaharaOccidental #Chantage #Rahabi #Espagne

  • Saharauis en Argelia : 2º exilio más antiguo del mundo

    Etiquetas : refugiados saharauis, campamentos, Sahara Occidental, Argelia, ONU, PAM, Marruecos,

    Lejos de los titulares: después de 50 años, los refugiados del Sahara Occidental siguen en los campos

    Fuente : Centro Regional de Información de las Naciones Unidas, Bruselas

    ¿De qué se trata la crisis?

    Desde hace 50 años, Argelia ha acogido a refugiados saharauis, lo que la convierte en la segunda situación de refugiados más antigua del mundo. Se estima que 173.600 personas en cinco campamentos necesitan ayuda humanitaria.

    Los llamados refugiados saharauis viven en cinco campamentos cerca de la localidad de Tinduf, en el oeste de Argelia, caracterizados por temperaturas que pueden superar los 50 grados centígrados y precipitaciones muy escasas. El desierto duro y aislado, con frecuentes tormentas de arena, limita los medios de subsistencia y las oportunidades económicas.

    Antecedentes de la situación

    Un conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario por la soberanía del Sáhara Occidental se ha prolongado desde que España se retiró de la zona en 1975.

    La situación política sigue sin resolverse, por lo que los campamentos de refugiados han sido la única alternativa para los refugiados saharauis. El statu quo ha alimentado la frustración y la desilusión, especialmente entre los jóvenes.

    Impacto en las personas

    El 88% de los refugiados saharauis sufren inseguridad alimentaria o corren el riesgo de padecerla. El 60% es económicamente inactivo y un tercio no tiene ninguna fuente de ingresos. La desnutrición aguda mundial afecta a casi el 11 por ciento de los niños de 6 a 59 meses de edad. La anemia afecta a más de la mitad de los niños de ese grupo de edad y a las mujeres en edad reproductiva.

    Las dietas deficientes y la falta de conciencia nutricional dan lugar a problemas que incluyen deficiencias de minerales y vitaminas y sobrepeso / obesidad en las mujeres.

    El pueblo saharaui corre el riesgo de perder su cultura y su identidad debido a la naturaleza prolongada de este estancamiento político.

    Respuesta de la ONU a la crisis

    El Sáhara Occidental figura en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas desde 1963, a raíz de la transmisión de información sobre el Sáhara Español por España en virtud del Artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas.

    La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) fue establecida por la resolución 690 del Consejo de Seguridad en 1991 de conformidad con las propuestas de arreglo aceptadas en 1988 por Marruecos y el POLISARIO.

    El plan de arreglo preveía un período de transición para la preparación de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara Occidental elegiría entre la independencia y la integración con Marruecos. El referéndum aún no se ha celebrado.

    Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo comprometidas en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto del Sáhara Occidental. El 6 de octubre de 2021, el Secretario General nombró a Staffan de Mistura su Enviado Personal para el Sáhara Occidental con el fin de interponer sus buenos oficios en nombre del Secretario General.

    Organismos de las Naciones Unidas sobre el terreno

    Además de su tradicional en los campos de refugiados, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha construido desde 2002 un « puente humanitario » entre el Territorio del Sáhara Occidental y los campos de refugiados en Argelia.

    El Programa Mundial de Alimentos (PMA) apoya a los refugiados más vulnerables desde 1986, a petición del Gobierno de Argelia, cubriendo sus necesidades básicas de alimentación y nutrición.

    #SaharaOccidental #Argelia #ONU #refugiados_saharauis #PAM

  • Mauritania: dos medios sancionados por « atacar a Argelia »

    Etiquetas : Mauritania, medios sancionados, Argelia, Sahara Occidental, Taqadoum, Anbaa, HAPA,

    En Mauritania, la Alta Utoridad de la Prensa y el Audiovisual (HAPA) ha emitido una reprimenda a dos medios locales, Anbaa y Taqadoum, por « atacar a Argelia », informó ayer la web Taqadoum. Desde el domingo 10 de marzo, las publicaciones en línea no son accesibles, durante 60 días, para los usuarios en Mauritania. La HAPA justificó estas sanciones por la publicación de « información falsa » sobre Argelia.

    Tras el fallecimiento de un ayudante de campo del presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, oficialmente en un accidente de tráfico durante la construcción de la carretera que conecta Tindouf con Zouerate, Anbaa se preguntó: « ¿Por qué Argelia no ha presentado sus condolencias a los mauritanos tras la muerte de un guardaespaldas presidencial en su territorio? ¿Por qué su prensa ha ignorado el drama? ».

    En cuanto a Taqadoum, el 8 de marzo anunció que « el presidente mauritano se queja de las numerosas llamadas telefónicas de Tebboune ».

    Cabe destacar que en Mauritania, muchas páginas web son subvencionadas por Marruecos con el fin de arremeter contra Argelia y el Frente Polisario. Rabat aprovecha la situación económica precaria para reservarse un lugar en el campo mediático del vecino del sur con el cual el pueblo saharaui comparte lazos históricos y culturales. Nouakchott también participa como miembro concernido en el proceso de paz auspiciado por la ONU en el Sáhara Occidental y Marruecos intenta colocarla bajo su influencia.

    #Marruecos #Mauritania #SaharaOccidental #Argelia

  • La energía renovable al servicio del colonialismo

    Etriquetas : energía renovable, colonialismo, Sahara Occidental, Marruecos, extractivismo, fosfatos, pesca, agricultura,

    Una transición injustaEnergía, colonialismo y extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo, al igual que el colonialismo, tiene muchas formas y tamaños diferentes. En el caso del Sáhara Occidental, no sólo se manifiesta en la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. En la actualidad, el extractivismo en el Sáhara Occidental también se sustenta en proyectos de energías renovables, utilizados en parte para « maquillar de verde » la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.

    Las múltiples crisis ecológicas causadas por la actividad humana están vinculadas con otros problemas políticos, sociales y económicos que atraviesa el Norte de África y, al mismo tiempo los exacerban.1 En el Sáhara Occidental estas dificultades y crisis están determinadas por su condición de colonia. El presente informe intenta aportar a las conversaciones sobre una transición justa –es decir, una transición hacia «economías prósperas que brindan medios de subsistencia dignos, productivos y ecológicamente sostenibles; gobernanza democrática y resiliencia ecológica»– en el Sáhara Occidental.2 Aborda el modo en que funciona el extractivismo en la zona del Sáhara Occidental actualmente ocupada por Marruecos. Gran parte del análisis se centra en proyectos de energía renovable, debido a que a nivel internacional se felicita a Marruecos por su compromiso con la llamada «transición hacia una energía verde».3 El presente análisis es diferente. Intenta elevar las voces de la población saharaui originaria del Sáhara Occidental. Debido a que los desarrollos en materia de energía renovable menoscaban la autodeterminación del pueblo saharaui y exacerban las desigualdades (percibidas y reales) entre saharauis y marroquíes, esos desarrollos impiden una transición justa.

    A continuación, tras describir brevemente la historia del conflicto en el Sáhara Occidental, los autores identifican, en primer lugar, las formas de extractivismo en ese territorio ocupado del Sáhara Occidental y hacen un relevamiento de quiénes contribuyen a las industrias extractivas y lucran con ellas. Si bien el foco principal del informe son los desarrollos energéticos, también se arroja luz sobre formas de extractivismo conexas, como la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. La investigación sobre el extractivismo en el Sáhara Occidental se enmarca en conversaciones en profundidad con académicos y activistas acerca de la energía y el colonialismo a nivel mundial. El informe explica además por qué los desarrollos en materia de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental deberían considerarse formas de extractivismo.

    En segundo lugar, los autores sostienen que la energía producida (potencialmente) en el Sáhara Occidental contribuye a la diplomacia del régimen marroquí en el extranjero, perpetuando así su poder colonial en el territorio ocupado.

    Por último, el informe se pregunta cómo sería una transición justa saharaui. Los autores se inspiraron en los campamentos de refugiados saharauis y en el Gobierno en el exilio ubicado cerca de Tinduf, en Argelia. Allí se analiza una pequeña muestra de iniciativas saharauis para determinar cómo podrían relacionarse con una transición justa o influir en ella.

    Una breve historia sobre el conflicto del Sáhara Occidental

    La colonización española del Sáhara Occidental comenzó en 1884, después de la Conferencia de Berlín, en la que los Estados europeos se dividieron el territorio de África entre sí y el Sáhara Occidental pasó a ser propiedad de España. En un comienzo, la presencia española en el denominado «Sáhara español» se limitaba a la pesca en aguas costeras y el comercio con tribus saharauis. Sin embargo, el descubrimiento de fosfatos, petróleo y otros yacimientos minerales en la década de 1940 alentaron a España a ampliar su dominio sobre el territorio al ámbito político, social y económico.4

    A comienzos de la década de 1960 inició una nueva era de descolonización con la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960.5 El Sáhara español (Sáhara Occidental) se incluyó en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos que se descolonizarían en 1963. En ese entonces, surgieron movimientos masivos organizados a favor de la independencia saharaui; el primero de los cuales fue la Organización de Vanguardia por la Liberación del Sáhara, creado en 1968 por Mohamed Sidi Brahim Bassiri.6 Más tarde, después de que España desapareciera a Bassiri, un grupo de estudiantes y miembros de la Organización de Vanguardia creó el Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Polisario) en 1973. En ese mismo año, iniciaron una lucha armada contra los españoles.7

    Desde la independencia de Marruecos en 1956, y debido a sus ambiciones expansionistas, el régimen marroquí ha expresado su sueño de un «Gran Marruecos», que abarcaría el Sáhara Occidental, Mauritania y partes de Argelia y Malí.8 Por lo tanto, cuando España mencionó su plan de llevar a cabo un referéndum sobre la autodeterminación de los saharauis en 1974, Marruecos y Mauritania expresaron nuevamente sus propios argumentos a favor de la soberanía territorial respecto del Sáhara Occidental. La Corte Internacional de Justicia escuchó los argumentos de los dos Estados, que alegaban que antes de la colonización española, el Sáhara Occidental había pertenecido al territorio del Gran Marruecos y la Gran Mauritania. La Corte rechazó estas afirmaciones en una opinión consultiva y exhortó a que se aplicara la resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas, que reconoce la autodeterminación de los indígenas saharaui.9 Sin embargo, España firmó un acuerdo ilegal con Marruecos y Mauritania, mediante el cual se dividió el Sáhara Occidental entre los dos países africanos y se otorgó a España un 35 por ciento de las ganancias de las reservas de fosfato del territorio, además de acceso permanente a su pesca.10

    En octubre de 1975, Marruecos y Mauritania invadieron el Sáhara Occidental.11 Decenas de miles de saharauis huyeron y se refugiaron en campamentos en Argelia. Algunos fueron bombardeados con napalm en el trayecto.12 En 1976, el Frente Polisario, con sede en los campamentos, declaró la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el exilio. Esa sería la sede de la lucha armada del Frente Polisario contra Marruecos y Mauritania hasta que las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego en 1991, que se acordó sobre la base de la promesa de que se celebraría un referéndum de autodeterminación sobre la independencia de los saharauis. El referéndum nunca tuvo lugar y el proceso diplomático estuvo estancado hasta noviembre de 2020 (véase a continuación).

    Mauritania se retiró de la guerra en 1979, tras firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario. Marruecos sigue ocupando el Sáhara Occidental. La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió «encarecidamente a Marruecos que participe también en la dinámica de paz y ponga fin a la ocupación del Territorio del Sáhara Occidental».13 El Frente Polisario controla aproximadamente una cuarta parte del territorio del Sáhara Occidental, al este de la berma construida por Marruecos, que es considerada la «mayor barrera militar del mundo».14

    En la actualidad, alrededor de 180 000 saharauis viven de ayuda humanitaria internacional en campamentos de refugiados en Argelia, mientras que Marruecos sigue aplicando políticas de colonialismo de asentamiento en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Esas políticas abarcan desde la desaparición forzada y la tortura de presos de conciencia15 hasta el traslado de los colonos marroquíes al territorio (no hay datos fiables sobre la proporción exacta de colonos en relación con los indígenas saharauis, pero el consenso es que los primeros superan ampliamente en número a los últimos), además de la apropiación cultural.16

    El alto el fuego negociado por las Naciones Unidas entre el Frente Polisario y Marruecos, que comenzó en 1991, duró 29 años, pero finalizó el 13 de noviembre de 2020, tras un incidente violento. Civiles saharauis habían erigido una barricada en un hueco de la muralla militar cerca de la localidad de Guerguerat, en una zona de amortiguación desmilitarizada en la frontera con Mauritania. Abdelhay Larachi, un saharaui que ayudó a colocar la barricada, explicó: «queríamos cerrar el pase ilegal en Guerguerat […] [es] una entrada por la cual Marruecos envía los recursos naturales que saquea a Mauritania y a otros países».17 Marruecos disparó a los manifestantes en el lugar y el Frente Polisario, declarando el quiebre del cese del fuego, disparó en respuesta.

    No es casualidad que la nueva guerra fuera provocada por el bloqueo saharaui del denominado «corredor del saqueo» en Guerguerat (mediante el cual se trasladan hortalizas del territorio ocupado para enviar al puerto de Nouadhibou, desde donde se exportan al resto del mundo). El extractivismo es una de las causas principales del conflicto y el colonialismo en el Sáhara Occidental.

    Extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo es un modo de acumulación capitalista mediante el cual algunas regiones, generalmente del Norte global, extraen recursos naturales de otras regiones, principalmente para su exportación. El extractivismo ha caracterizado la relación de Europa con las Américas, África y Asia desde la época de la conquista y la colonización.19 Hoy en día, el extractivismo en el Norte de África continúa en la forma de neocolonialismo.20 Se extraen recursos desde petróleo y gas hasta menas preciosas, productos pesqueros y agrícolas.21 El turismo y la apropiación cultural también se consideran en general formas de extracción neocolonial, en el sentido de que se explotan recursos del Sur global o indígenas, como recursos intelectuales o artísticos, para el beneficio de las poblaciones del Norte global.22

    En los últimos años ha quedado cada vez más claro que los proyectos de energía renovable también pueden perpetuar o reforzar el extractivismo. Por ejemplo, activistas locales consideraron que la fallida Iniciativa Industrial Desertec, que intentaba satisfacer alrededor del 20 por ciento de la demanda energética de Europa para 2050 mediante la construcción de parques solares y eólicos en Oriente Medio y el Norte de África, era un emprendimiento capitalista neocolonial. Desertec planteó preocupaciones sobre el posible saqueo de los ya escasos recursos hídricos, la exportación de energía a Europa sin satisfacer las necesidades energéticas locales y el lenguaje colonial utilizado para describir el desierto del Sáhara. La iniciativa finalmente fracasó por motivos financieros.23 De modo similar, sobre la base de investigación en comunidades indígenas de México, Alexander Dunlap describe los desarrollos de energía renovable a escala industrial como «combustibles fósiles+», debido a que esos proyectos empresariales de gran escala renuevan y amplían el orden explotador, capitalista y colonial de la industria de los combustibles fósiles.24 Los desarrollos de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental pueden considerarse extractivistas debido a que perpetúan modos de acumulación capitalista y utilizan recursos en formas que no reconocen los derechos humanos de las comunidades locales ni las benefician.

    Además de un parque eólico privado que suministra electricidad a una fábrica de cemento, los proyectos de energía eólica en el territorio ocupado del Sáhara Occidental son parte de la cartera de la empresa de energía eólica Nareva, que pertenece a la empresa de la monarquía marroquí, Al Mada.25 Nareva ha trabajado en asociación con la multinacional alemana de energía Siemens (y, posteriormente, con su filial española Siemens Gamesa) en todos los parques eólicos que ha desarrollado en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. El parque de Aftissat de 200 MW genera electricidad para clientes industriales, entre ellos la empresa estatal marroquí Office Chérifien des Phosphates (OCP).26 El parque eólico de Fum el Uad, de 50 MW, suministra el 95 por ciento de la energía necesaria para el funcionamiento de la mina de fosfato de OCP en Bucraa.27 Está prevista la construcción de más parques eólicos en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, que tendrán una capacidad combinada de más de 1000 MW. También hay planes de ampliar dos parques solares en el territorio y de construir un tercero. Además, se están realizando estudios sobre el potencial geotérmico del territorio ocupado.28

    Si bien este artículo se centra en proyectos de energía renovable, es necesario enmarcar esos proyectos en el contexto más amplio del extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Los fosfatos de la mina de Bucraa –para cuya extracción se secan pozos subterráneos preciados– se transportan a todo el mundo para utilizar en fertilizantes para la agricultura.29 Invernaderos de tamaño industrial producen hortalizas para el mercado de la Unión Europea (UE).30 Los ricos recursos pesqueros del Sáhara Occidental también son explotados por arrastreros de varios países y regiones, especialmente de la UE y Rusia, mediante prácticas no sostenibles para el medio ambiente.31 A nivel local, se han otorgado varios permisos de pesca a personalidades de alto perfil del makhzen marroquí (la élite en el poder).32

    Muchos juristas cuestionan la legalidad de esas actividades, dado que no se puede explotar legalmente los recursos de un territorio ocupado sin el consentimiento de su población.33 En este sentido, el Gobierno de la RASD y grupos de solidaridad con la población saharaui han entablado demandas ante varios tribunales internacionales.34

    Ocupación energética: de qué modo la energía contribuye a la diplomacia del régimen marroquí

    Los proyectos energéticos son utilizados para crear nuevas formas de dependencia de energía fuera de Marruecos. Esa energía es parcialmente suministrada por el Sáhara Occidental, lo cual genera un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación. El Sáhara Occidental está conectado a la red eléctrica de Marruecos a través de una interconexión en su capital, El Aaiún. Se está creando una interconexión de 400 kilovoltios (kV) entre El Aaiún y Dajla, una ciudad en el sur del Sáhara Occidental.35 Marruecos aspira a conectar su red a la de Mauritania a través de Dajla, con el objetivo de exportar energía al mercado de África Occidental.36 De modo similar, en las negociaciones de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP22) celebradas en Marrakech en 2016, Marruecos firmó un plan para exportar energía al mercado interior europeo.37 Estos planes y acuerdos representan fuertes obstáculos adicionales a la autodeterminación del pueblo saharaui. Si se establecen estas interconexiones, Marruecos podría crear una dependencia parcial de Europa y África Occidental respecto de la energía generada en el Sáhara Occidental.

    El régimen marroquí también utiliza la promesa de la energía para aumentar su «poder blando» (es decir, el poder de persuadir o coercionar a otros Estados para que lleven a cabo determinadas políticas o medidas) en el continente.38 Por ejemplo, el gasoducto de Nigeria y Marruecos (NMGP) es un proyecto en tierra y mar que procura suministrar gas de Nigeria a África Occidental y el Norte de África, y que podría abastecer a Europa. El NMGP es un proyecto de energía de grandes dimensiones, con enormes repercusiones políticas: si bien el régimen nigeriano tradicionalmente ha sido un fuerte defensor del Frente Polisario, el país ha suavizado su postura diplomática sobre el conflicto del Sáhara Occidental debido a este proyecto.39 Ello puede interpretarse como una forma de diplomacia energética: Marruecos hace que actores poderosos sean cómplices en la ocupación y crea alianzas para su proyecto colonial a través de sus desarrollos de sistemas energéticos.

    También se pueden analizar los proyectos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental desde la perspectiva del lavado verde. El «lavado verde» consiste en promover un producto, política o acción de manera engañosa como respetuosos del medio ambiente. Marruecos cultiva una imagen de «líder africano en el desarrollo de energía renovable».40 Ello implica un lavado verde de su ocupación del Sáhara Occidental. El impacto ambiental del gran despliegue militar, del muro que separa el país, de la explotación de fosfato y el secado de pozos de agua dulce para regar invernaderos de tamaño industrial se ocultan detrás de la imagen «verde» que el régimen marroquí se ha empeñado en promover.

    Los proyectos de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental promueven una falsa «soberanía» energética para Marruecos (falsa porque Marruecos no es el poder soberano del Sáhara Occidental), dado que le otorgan «independencia energética» de otros países de la región, mediante la expropiación de los recursos del Sáhara Occidental. En el último trimestre de 2021, Marruecos estaba intentando acelerar el proyecto del NMGP, debido a que Argelia se negó a seguir cooperando con el país, tras haber cortado relaciones diplomáticas con el reino, en gran parte debido al conflicto en el Sáhara Occidental.41 De hecho, en un contexto en el cual el reino produce un volumen insignificante de su propio petróleo y gas, los planes de energía renovable de Marruecos apuntan a que el país deje de depender de la importación de energía del extranjero. El Western Sahara Resource Watch (WSRW) informa que «la energía eólica producida en el territorio ocupado del Sáhara Occidental podría constituir el 47,2 por ciento de la capacidad eólica total de Marruecos de aquí a 2030. En ese mismo año, la proporción de energía solar generada en el territorio podría ser de entre 9,70 por ciento y 32,64 por ciento de la capacidad solar total de Marruecos, o incluso más elevada.42 Por lo tanto, Marruecos está intentando solucionar sus problemas de suministro de energía mediante la explotación colonial de los recursos del Sáhara Occidental.

    Opresión energética: perspectivas saharauis del sistema de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    Los autores reunieron datos sobre los puntos de vista de los saharaui respecto del sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental mediante la observación de participantes (2015), dos grupos de debate (2019) y 20 entrevistas en profundidad semiestructuradas (2019-2020). Los participantes de la investigación, cuyos nombres se han cambiado, eran saharauis que vivían en el territorio ocupado de El Aaiún o Bojador, que se identificaban como no activistas o activistas de bajo perfil (en relación con temas de independencia, medio ambiente y derechos humanos).43 Por «sistema energético» nos referimos a los desarrollos, la infraestructura, la transmisión, el uso y los imaginarios de energía (es decir, el entendimiento de la energía y los significados que se adjudican a la energía en una comunidad determinada). Ello abarca tanto sistemas basados en combustibles fósiles como fuentes de energía renovable.

    Los entrevistados describieron cortes de luz «frecuentes» y dieron varias explicaciones sobre las causas. Dadi dijo: «[un apagón] ocurre por motivos políticos, por ejemplo debido a las manifestaciones nocturnas». De modo similar, Hartan explicó: «cuando los detenidos políticos saharaui regresan a su territorio, las autoridades de la ocupación marroquíes cortan [la electricidad] a propósito para arruinar el evento […] Fui testigo del sufrimiento de activistas por los medios de comunicación cuando estábamos atrapados durante las manifestaciones populares que coincidieron con la visita del enviado de las Naciones Unidas Christopher Ross al territorio ocupado de El Aaiún […] Me percaté de que las baterías de sus cámaras se habían agotado, por lo que no pudieron registrar las violaciones». Mahmoud informó: «[los proveedores de energía] sostienen que los [cortes de electricidad] se deben a problemas en la red, pero sabemos que a veces cortan la electricidad a propósito cuando quieren ingresar cosas secretas a la ciudad o cuando los jóvenes salen a protestar». Con respecto a las «cosas secretas» que mencionó Mahmoud, Fadel sostuvo: «a veces cortan [la electricidad] si trasladan más soldados y armas del aeropuerto al desierto, a la berma. No quieren que la población o los activistas sepan cuántas armas, tanques y soldados están ingresando».44

    ¿Quiénes son «ellos» a los que se refiere Fadel? ¿Se trata de los proveedores de energía y del Estado marroquí? ¿O solamente de este último? La necesidad de formular esta pregunta pone de manifiesto que los participantes de la investigación confunden a unos con otros. Esa confusión es común en los contextos neocoloniales y tiene amplias repercusiones en el modo en que los ciudadanos perciben a los Estados. Como sostiene Idalina Baptista, cuando los proveedores de servicios son asociados estrechamente con el Estado, la relación entre el proveedor y el cliente pasa a entenderse como un reflejo de la relación entre el Estado y la sociedad.45 De modo similar, Charlotte Lemanski sostiene que el acceso de la población a la infraestructura pública marca su identidad como ciudadanos y su relación con el Estado.46 En el Sáhara Occidental, las experiencias de los participantes de la investigación en relación con los sistemas energéticos profundizó el antagonismo que sentían hacia el Estado marroquí.

    Los entrevistados consideraron que los distritos con mayor proporción de personas de origen étnico saharaui, como el distrito de Maatalla en la ciudad de El Aaiún, tendían a sufrir más cortes de luz. Algunos participantes también destacaron que ocurría lo mismo con el agua corriente. Por ejemplo, Ali, de 31 años de edad, nos contó: «Estos cortes de luz son habituales en Maatalla y otros barrios saharauis, pero los colonos pueden bañarse sin problemas».47 Consideraba que la infraestructura –tanto hídrica como eléctrica, en este caso– era una herramienta utilizada por los colonizadores para diferenciar a los colonos de los nativos. Al igual que en situaciones coloniales, la infraestructura energética histórica y real está al servicio de la segregación étnica.48 Además, se deberían tener en cuenta las dimensiones de género de los cortes de electricidad. En la sociedad saharaui, la carga (o el placer) del cuidado de los hijos y del hogar recae en forma desproporcionada en las mujeres y niñas. Por lo tanto, el impacto de los cortes de luz en el hogar tiene dimensiones de género. En palabras de Mahmoud, «como nómada [un corte de electricidad] no me afecta. Estoy acostumbrado. Pero a veces realmente necesitamos la electricidad, especialmente mi esposa y mis hijos».49

    Todos los participantes de la investigación que estaban conectados a la red consideraron que sus facturas de electricidad eran «costosas» y en la mayoría de los casos el gasto les provocaba mucha ansiedad. Salka dijo a los autores que gastó más de la mitad de sus ingresos mensuales para pagar la cuenta de electricidad.50 Los participantes de la investigación también informaron que varias familias, especialmente en los asentamientos del este de El Aaiún, no tenían electricidad. Vale la pena citar las palabras de Zrug, ya que ponen de manifiesto el sentimiento de injusticia vinculado con el elevado costo de la energía, la importancia de la soberanía popular respecto de los recursos energéticos y la cuestión política más amplia de la explotación de los recursos naturales:

    «Es 2019 y en unos días será 2020. Sé que hay muchas personas que no tienen electricidad en sus hogares. Muchas empresas han iniciado grandes proyectos de energía y, no muy lejos de esos proyectos, la población de El Aaiún vive sin electricidad […] Hubo una protesta en el barrio de Al Matar sobre los cortes de agua y electricidad […] Los parques eólicos, etcétera, están empobreciendo a los pobres y enriqueciendo a los ricos. Se está exportando energía verde del Sáhara Occidental a otras partes de África y del mundo. Aunque esta actividad es ilegal porque la realiza la ocupación marroquí, me siento orgulloso ya que muchas personas de otras partes podrán utilizar la electricidad para alumbrarse y para otras actividades. Necesitan la electricidad al igual que yo. Estoy de acuerdo en que las personas tengan beneficios en todas partes y puedo sacrificar mis derechos por ellos para producir luz para las personas pobres, pero con una condición: debe ser gratuita, no debe venderse».51

    Varios participantes afirmaron que los proveedores de energía les habían cobrado de más. Por ejemplo, Mahmoud afirmó: «en ocasiones nos envían facturas con montos equivocados. En nuestro hogar no tenemos muchos artefactos eléctricos, de modo que sabemos cuánta energía utilizamos». Esa desconfianza expresada por los participantes de la investigación respecto de los proveedores también está presente en su percepción de quienes gestionan y son propietarios de la energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Nguia consideró que los productores de energía eran «empresas extranjeras inhumanas». Afirmó: «el poder de la ocupación está permitiendo a otros países invertir aquí para que reconozcan la soberanía marroquí respecto del Sáhara Occidental». Dadi comentó: «estas empresas contribuyen a la colonización marroquí y apoyan su presencia en forma permanente». Salka informó que «la ocupación marroquí y las empresas extranjeras se quedan con todas las ganancias».52

    Todos los entrevistados expresaron su deseo de seguir protestando contra los proyectos de energía, pero algunos tenían mucho miedo de llevarlo a cabo. Quienes participaron en las protestas contra los proyectos de energía informaron que fueron golpeados por la policía o sufrieron alguna otra forma de represalia, como la pérdida de sus beneficios de seguridad social o despidos, amenazas contra familiares y prohibición de viajar. A pesar de que organizaciones no gubernamentales lideradas por saharauis tienen prohibido registrarse en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, hay dos ONG saharauis no registradas que han centrado su labor en realizar campañas contra la explotación de los recursos naturales del territorio, incluido el ámbito de la energía. Una de ellas es la Liga Saharaui por los Derechos Humanos y los Recursos Naturales, dirigida por Sultana Khaya; la otra es el Comité de Protección de los Recursos Naturales del Sáhara Occidental (CSPRON), cuyo presidente es Sidahmed Lemjeyid. Ambos han sufrido violaciones graves de los derechos humanos por parte del Estado marroquí como consecuencia de su trabajo: Lemjeyid actualmente cumple cadena perpetua en una cárcel marroquí,53 mientras que Khaya está bajo arresto domiciliario, tras haber perdido un ojo como consecuencia de tortura policial.54 La policía recientemente intentó violarla; violaron a su hermana en el hogar de la familia de Khaya, en represalia contra el activismo de Sultana.55 Ello ocurre en medio de un patrón más amplio y arraigado de repercusiones de género contra activistas saharauis: el Estado marroquí ha utilizado formas de tortura con motivaciones de género contra presas políticas saharaui desde 1975, como el abuso sexual, la humillación sexual y obligar a las presas a mantener relaciones sexuales entre sí.56 Por lo tanto, el sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental está claramente vinculado a violaciones graves de los derechos humanos por motivo de género.

    ¿Cómo sería una «transición justa» liderada por la población saharaui? Inspiración y preguntas de los campamentos

    En los debates de alto perfil sobre el futuro de los sistemas energéticos a menudo no se invita a participar a voces indígenas.57 En esta sección, los autores desean destacar algunas iniciativas saharauis que arrojan luz sobre lo que podría ser una transición justa saharaui. Ellas incluyen la hidroponia de baja tecnología para la producción de alimentos sostenibles, la construcción de viviendas a partir de plástico reciclado y planes para el suministro de energía renovable en localidades de un Sáhara Occidental libre. No obstante, debemos ser conscientes de que esos casos de «buenas prácticas» de los campamentos no son, en sí mismos, una garantía de que, si se produjera una descolonización, el Gobierno llevaría a cabo una transición verdaderamente justa en un Sáhara Occidental independiente. Aunque, como hemos visto en la sección anterior, la autodeterminación es una condición necesaria para una transición justa saharaui, no es una condición suficiente para garantizarla. En esta sección los autores también desean destacar las cuestiones que deberían abordarse en un Sáhara Occidental independiente para asegurar una transición del extractivismo hacia un sistema justo, equitativo y regenerativo.

    El ingeniero Taleb Brahim ha desarrollado hidroponia de baja tecnología para que ciudadanos refugiados cultiven hortalizas y pienso para sus animales. La hidroponia es un tipo de horticultura en la cual se cultivan plantas sin utilizar tierra. De «baja tecnología» se refiere a tecnologías que, según Brahim, son accesibles y asequibles para ciudadanos refugiados. Este método es diseñado para que sea accesible para todas las personas, de modo que hasta las familias más pobres pueden acceder a alimentos autoproducidos, saludables y nutritivos. Las unidades hidropónicas reciclan agua y utilizan fertilizantes naturales. Como señala Brahim: «si insistes en que los plaguicidas y los fertilizantes artificiales son necesarios para la agricultura, entonces dependerás de las multinacionales». Brahim explicó que se inspira en la ética de «la sostenibilidad, la autosuficiencia y la independencia para los saharauis». Cree que es la primera persona en el mundo que ha desarrollado hidroponia de baja tecnología en condiciones consideradas «extremas» en cuanto al clima y la disponibilidad de recursos. El Programa Mundial de Alimentos ahora está poniendo a prueba su modelo en varios países con poblaciones de refugiados y 1 200 saharauis en campamentos han recibido la formación necesaria para reproducir su innovación.58

    El ingeniero Tateh Lehbib ha creado un nuevo método de construcción que genera temperaturas más bajas en las viviendas y una mayor resistencia a vientos e inundaciones (las viviendas tradicionales son construidas con adobe, que se desmorona con la lluvia). Su método se basa en la utilización de materiales baratos –botellas de agua recicladas– y es fácil de reproducir. La cúpula cóncava de estas viviendas mantiene más baja la temperatura interior que las viviendas cuadradas tradicionales. Los refugiados especialmente vulnerables, como las personas mayores y las personas con problemas de salud, han sido los primeros en beneficiarse del nuevo tipo de vivienda de Lehbib.59

    Aunque Brahim y Lehbib han liderado innovaciones que permiten vivir de forma más sostenible, cómoda y saludable en los campamentos, otros ciudadanos refugiados reflexionan sobre el futuro de la zona controlada por el Frente Polisario en el Sáhara Occidental. El arquitecto e ingeniero Hartan Mohammed Salem Bechri diseñó una ciudad sostenible del futuro o, como la denomina, un «hábitat sostenible permanente» para los seres humanos y sus compañeros no humanos (camellos y cabras), teniendo en cuenta la zona controlada por el Frente Polisario. Su diseño incluye zonas donde vivirían los ciudadanos sedentarios, al igual que zonas con servicios para los nómadas que visitan y los animales. La ciudad funcionaría totalmente a partir de energía renovable.60

    Las innovaciones de Bechri, Lehbib y Brahim están relacionadas de varias maneras con una transición justa. Para una transición justa se necesita la redistribución igualitaria de los recursos.61 Las innovaciones de Lehbib y Brahim ponen de manifiesto la preocupación respecto de la asequibilidad y la autosuficiencia. Los dos ingenieros han desarrollado formas de asegurar que las familias más pobres tengan acceso a refugio y alimentos saludables, sin tener que depender de la materia prima de las multinacionales. Sus innovaciones procuran ser sostenibles desde el punto de vista económico (para las propias familias) y ambiental. Los diseños de Lehbib, aunque aún están en etapa de planificación, tienen en cuenta más que los seres humanos como parte de su visión de un futuro saharaui en un Sáhara Occidental independiente. La mayoría de los marcos para una transición justa hacen hincapié en la importancia de cuidar «la naturaleza más allá de los seres humanos», así como las comunidades humanas. En el caso saharaui, ello está en consonancia con las tradiciones nómadas. Las prácticas saharauis tradicionales conscientes del medio ambiente y la ecología se remontan al menos al siglo XVIII62 y también hay registros de la importancia tradicional y el cuidado de los camellos.63 La contribución determinada a nivel nacional de la RASD al Acuerdo de Clima de París ilustra la intención del Gobierno de aportar a conversaciones mundiales más amplias para abordar la crisis climática y mantener estas prácticas tradicionales cuidadosas de la ecología.64

    En lo más inmediato, el Departamento de Energía de la RASD tiene planes de instaurar energía renovable en la zona del Sáhara Occidental bajo su control. Ello incentivaría el regreso de los refugiados a esa zona. El departamento ha realizado un estudio exploratorio y está buscando financiación para poner a prueba algunas recomendaciones del estudio, que calcula la energía solar y eólica que será necesaria para suministrar electricidad para infraestructura pública esencial, como hospitales, y hace un relevamiento de la infraestructura existente, como los pozos comunales, que actualmente funcionan con turbinas eólicas, utilizadas por la población nómada. El estudio también analiza opciones de energía para uso residencial. El ingeniero eléctrico y coautor del estudio exploratorio Daddy Mohammed Ali, junto con su equipo, ha contemplado la opción de grandes parques solares. Sin embargo, se pregunta si un modelo de ese tipo se podría adaptar lo suficiente a los estilos de vida nómadas. Por lo tanto, el equipo consideró la posibilidad de suministrar a cada familia saharaui su propia tecnología solar independiente y portátil. Mohammad Ali explica: «Las familias en la zona liberada suelen viajar, por lo que es conveniente que tengan su panel independiente, que puedan transportarlo y que incluso tengan su propia red independiente».65 Esa preocupación de mantener estilos de vida no sedentarios sería una parte fundamental de una transición justa saharaui, que asegure espacios inclusivos para las prácticas nómadas.

    Los planes recientes de un futuro renovable trazados por el Departamento de Energía del Gobierno de la RASD se alejan drásticamente de planes anteriores de la Autoridad de Petróleo y Minas. Mediante llamados a la solicitud de licencias en 2005, la RASD firmó acuerdos de garantías con cuatro empresas internacionales para la concesión de derechos de exploración en el Sáhara Occidental cuando la región sea independiente.66 La Autoridad de Petróleo y Minas afirma que realizó amplias consultas a la sociedad civil antes de lanzar los llamados para la concesión de licencias.67 Sin embargo, una investigación de jóvenes activistas saharauis concluyó que algunos grupos de la sociedad civil apoyaban los acuerdos (porque cuestionaban los esfuerzos de Marruecos de explotar petróleo) y otros criticaban los planes sobre la base de que la energía solar era preferible por motivos ambientales.68 Esto plantea la cuestión de la soberanía popular –integral en toda transición justa– y cómo se adoptarían las decisiones sobre energía en un Sáhara Occidental libre. ¿Se explotaría el petróleo a pesar de la crisis climática y su impacto desproporcionado en las comunidades que viven en climas cálidos, como los saharauis? ¿Se nacionalizarían los parques eólicos y solares en el territorio ocupado del Sáhara Occidental? Para lograr una transición justa y poner fin a la extracción de combustibles fósiles se necesita un proceso de adopción de decisiones democrático y participativo y el beneficio igualitario de los recursos energéticos.

    Por otro lado, hay aspectos reconfortantes en la política energética actual del Gobierno de la RASD en los campamentos. Por ejemplo, cuando surgieron oportunidades limitadas para disponer de electricidad a partir de energía solar en los campamentos a finales de la década de 1980 (en gran medida a través de financiación de ONG suizas y españolas), el Gobierno priorizó a tres instituciones públicas en la electrificación: hospitales y farmacias, escuelas primarias y centros de educación y formación de mujeres.69 Sin duda, esa priorización refleja el compromiso de la RASD con la igualdad de género.70 Como han sostenido los autores en la sección anterior, el modelo energético vigente en el territorio ocupado del Sáhara Occidental ha afectado en forma desproporcionada a mujeres y niñas, debido a los frecuentes cortes de luz y la opresión por motivo de género de quienes se oponen al modelo energético extractivista. Una transición justa saharaui debe ser feminista.71

    Conclusión

    El sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental conecta físicamente a Marruecos y el Sáhara Occidental mediante líneas de transmisión y cables. Además de brindar a Marruecos la oportunidad de lavar la imagen de la ocupación, los desarrollos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental le otorgan una falsa «soberanía» energética, lo cual disminuye su dependencia energética de países vecinos, como Argelia. Además, estos desarrollos se utilizan para crear nuevas formas de dependencia fuera de Marruecos de energía que proviene, al menos parcialmente, del Sáhara Occidental. Estos desarrollos energéticos sin duda generan un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación.

    Para los saharauis, el sistema energético vigente en el Sáhara Occidental es una herramienta opresiva y colonial. Para los saharauis que viven en el territorio ocupado, la justicia energética está inextricablemente ligada a la independencia y la descolonización. Ese es también el caso de los saharauis que viven en el Estado en el exilio y los campamentos de refugiados en Argelia, donde se han puesto a prueba innovaciones basadas en la sostenibilidad, la autosuficiencia y la autodeterminación. No obstante, persisten preguntas sobre la política energética en un Sáhara Occidental libre e independiente. Mientras que poner fin a la ocupación marroquí y la descolonización total es fundamental para una transición justa saharaui, la capacidad del Gobierno de la RASD de asegurar la soberanía popular respecto de los recursos energéticos del Sáhara Occidental también será fundamental.

    Acerca de los autores

    Joanna Allan es catedrática del departamento de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Northumbria. También es activista de Western Sahara Campaign Reino Unido y de Western Sahara Resource Watch.

    Mahmoud Lemaadel es investigador independiente y activista de los medios de comunicación. Es cofundador de la plataforma de medios locales y derechos humanos Nushatta Foundation for Media and Human Rights, ubicada en el territorio del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y los campamentos de refugiados saharauis en el suroeste de Argelia.

    Hamza Lakhal es estudiante de doctorado en Antropología por la Universidad de Durham. Es poeta saharaui y activista por la independencia del Sáhara Occidental.

    Créditos

    Corrección de estilo: Rosanna Peveroni

    Notes and sources

    1. Basem Aly. (10 de enero de 2019) ‘5 key security challenges for North Africa in 2019’. Africa Portalhttps://www.africaportal.org/features/5-key-security-challenges-north-africa-2019/# (consultado el 28 de septiembre de 2021).
    2. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    3. Véase, por ejemplo, un artículo recientemente publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que caracteriza a Marruecos como «pionero» en la transición a la energía verde: IRENA (2021) ‘Morocco and IRENA partner to boost renewables and green hydrogen development’. https://www.irena.org/newsroom/pressreleases/2021/Jun/Morocco-and-IRENA-Partner-to-Boost-Renewables-and-Green-Hydrogen-Development [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    4. Para más información sobre la historia de explotación española de recursos en el Sáhara Occidental, véase Martínez-Milán, J. (2017) ‘La larga puesta en escena de los fosfatos del Sahara Occidental, 1947-1969’, Revista de Historia Industrial 26 (69): 177-205.
    5. Asamblea General de las Naciones Unidas, Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, 14 de diciembre de 1960, A/RES/1514(XV) https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/156/42/PDF/NR015642.pdf?OpenElement [consultado el 28 de septiembre de 2021].
    6. Tony Hodges. (1983) ‘The origins of Saharawi nationalism’, Third World Quarterly 5: 28-57. pág. 49.
    7. Para más información sobre la historia del nacionalismo saharaui, véase San Martín, P. (2010) Western Sahara: The refugee nation. Cardiff: University of Wales Press.
    8. San Martín (2010) Western Sahara. p. 66.
    9. Corte Internacional de Justicia (1975) Sáhara Occidental: Opinión consultiva de 16 de octubre de 1975. Disponible en inglés y francés en: https://www.icj-cij.org/en/case/61 [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    10. Para más información sobre el Acuerdo Tripartito, véase el capítulo 1 de Zunes, S. y Mundy, J. (2010) Western Sahara: War, nationalism and conflict irresolution. Nueva York: Syracuse University Press.
    11. La denominada «Marcha Verde» de Hassan II, en la cual 350.000 ciudadanos marroquíes descendieron en el Sáhara español armados únicamente con ejemplares del Corán, suele describirse como «pacífica». No obstante, soldados marroquíes habían cruzado hacia el Sáhara español desde el verano anterior y en octubre de 1975 Marruecos había lanzado una «invasión militar total, en la que participaron varios miles de soldados» (San Martín 2010: 104). Como observan Stephen Zunes y Jacob Munday, varios grupos conocidos de derechos humanos publicaron crónicas detalladas de los fuertes ataques contra poblaciones civiles y las violaciones sistemáticas de los Convenios de Ginebra y el derecho de la guerra (Zunes y Mundy 2010: 114).
    12. La fuerza aérea marroquí bombardeó campamentos de refugiados civiles en Guelta Zemmour y Um Draiga (ambos en el Sáhara Occidental) en febrero de 1976 y utilizó napalm en cuatro ocasiones de las que se tiene conocimiento (Zunes y Munday 2010: 114).
    13. Véase Asamblea General de las Naciones Unidas, Cuestión del Sáhara Occidental, 21 de noviembre de 1979, A/RES/34/37. https://digitallibrary.un.org/record/10608/files/A_RES_34_37-ES.pdf?ln=es [consultado el 29 de septiembre de 2021]. La gran mayoría de juristas que trabajan en el caso del Sáhara Occidental también consideran que Marruecos es una «potencia ocupante». Véase Allan, J. y Ojeda, R. (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara: new research directions’, Journal of North African Studies. págs. 4-13. https://tinyurl.com/y2x257u5 [consultado el 24 de septiembre de 2021].
    14. Geoffrey Jensen y Lovelace, D. C. (2013) War and Insurgency in the Western Sahara. Strategic Studies Institute and U.S. Army War College. pág. 10.
    15. Véase especialmente Amnistía Internacional (1996) ‘Human rights violations in Western Sahara’, MDE/29/04/96. https://www.amnesty.org/en/documents/MDE29/004/1996/en/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    16. Robert F. Kennedy Human Rights, Collective of Sahrawi Human Rights Defenders, et al. (2015) ‘Report on the Kingdom of Morocco’s violations of the International Covenant on Economic Social and Cultural Rights in the Western Sahara’. https://tinyurl.com/2p8ye556 [consultado en octubre de 2021].
    17. Entrevista telefónica con Abdelhay Larachi, 19 de noviembre de 2020.
    18. Alberto Acosta. (2013) ‘Extractivism and neoextractivism: two sides of the same curse’, en M. Lang y D. Mokrani (eds.) Beyond Development: Alternative visions from Latin America. Quito y Ámsterdam: Rosa Luxemburg Foundation y Transnational Institute. pág. 62.
    19. Ibíd. pág. 62.
    20. Hamza Hamouchene. (2019). ‘Extractivism and resistance in North Africa’. Ámsterdam: Transnational Institute.
    21. Ibíd. pág. 4.
    22. Sobre turismo, véase Hamouchene (2019: 4). Sobre apropiación cultural, véase Juhn, S. y Ratté, E. (2018) ‘Intellectual extractivism: The dispossession of Maya weaving’. Intercontinental Cryhttps://intercontinentalcry.org/intellectual-extractivism-the-dispossession-of-maya-weaving/
    23. Hamouchene. (2015) ‘Desertec: The renewable energy grab?’ New Internationalisthttps://newint.org/features/2015/03/01/desertec-long [consultado el 21 de septiembre de 2021].
    24. Alexander Dunlap. (2019) Renewing Destruction: Wind energy development, conflict, and resistance in a Latin American context. Londres: Rowman y Littlefield.
    25. Para más información sobre los vínculos entre la familia real marroquí y los proyectos de energía en el Sáhara Occidental, véase WSRW (2021) ‘Greenwashing the occupation: How Morocco’s renewable energy projects in Western Sahara prolong the conflict over the last colony in Africa’. Bruselas: WSRW. pág. 25. https://tinyurl.com/26nt63kp [consultado el 12 de octubre de 2021].
    26. WSRW (2020) ‘Dirty green energy on occupied land’. https://wsrw.org/en/news/renewable-energy [consultado el 22 de septiembre de 2021].
    27. Ibíd.
    28. Ibíd. WSRW, Greenwashing Occupation [consultado el 12 de octubre de 2021].
    29. WSRW (2021) ‘P for plunder: Morocco’s exports of phosphates from occupied Western Sahara’. Bruselas: WSRW. https://tinyurl.com/yckpt8by [consultado el 23 septiembre de 2021].
    30. WSRW (2012) ‘Label and liability’. Stockholm: WSRW y Emmaus Stockholm. https://wsrw.org/files/dated/2012-06-17/wsrw_labelliability_2012.pdf [consultado el 23 de septiembre de 2021].
    31. Saharawi Campaign against the Plunder (SCAP) (2013) ‘Saharawis: Poor people in a rich country’. Tindouf: SCAP. http://www.hlrn.org/img/documents/snrw_report_eng2013.pdf [consultado el 23 de septiembre de 2021].
    32. Observatorio de Derechos Humanos y Empresas en el Mediterráneo (ODHE) (2019) ‘Los tentáculos de la ocupación’. Barcelona: ODHE. http://www.odhe.cat/es/los-tentaculos-de-la-ocupacion/ [Consultado el 23 de septiembre de 2021].
    33. Véase la sección jurídica en Allan y Ojeda (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara’.
    34. Allan y Ojeda García (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara’.
    35. Neimat Khatib et al. (2018) ‘Country Profile: Morocco 2018’. Renewable Energy Solutions for the Mediterranean and Africa. pág. 4. https://tinyurl.com/3mynh655 (consultado el 4 de octubre de 2021).
    36. Office National de l’Electricité et de l’Eau Potable (2016) ‘ONEE au Maroc et en Afrique: Activité électricité’. http://www.one.org.ma/FR/pdf/Brochure_ONEE_Africa_VF_COP22_V2.pdf (consultado el 4 de octubre de 2021). 
    37. Comisión Europea. Declaración Conjunta sobre el Establecimiento de una Hoja de Ruta para un Comercio de Electricidad Renovable entre Marruecos y el Mercado Interior Europeohttps://ec.europa.eu/energy/sites/ener/files/documents/2016_11_13_set_roadmap_joint_declaration-vf.pdf (consultado el 2 de noviembre de 2021).
    38. Amine Bennis. (2019) ‘Morocco’s contemporary diplomacy as a middle power’, Journal of International Affairs. https://jia.sipa.columbia.edu/online-articles/moroccos-contemporary-diplomacy-middle-power (consultado el 4 de octubre de 2021); North Africa Post (2019) ‘Morocco reaps diplomatic gains of soft power in Africa’. https://northafricapost.com/29771-morocco-reaps-diplomatic-gains-of-soft-power-in-africa.html (consultado el 4 de octubre de 2021).
    39. North Africa Post (2019) ‘Morocco reaps diplomatic gains of soft power in Africa’.
    40. Boris Ngounou. (20 de diciembre de 2018) ‘Morocco: Sharing experience in renewable energy with Africa’. Afrik 21. https://tinyurl. com/yckpdjpn (consultado el 4 de octubre de 2021).
    41. Ediallo, P. (5 de septiembre de 2021). ‘Morocco-Algeria dispute: a challenge for the kingdom’s energy supply’. Africa Logistics Magazinehttps://www.africalogisticsmagazine.com/?q=en/content/morocco-algeria-dispute-challenge-kingdoms-gas-supply [consultado el 4 de octubre de 2021]; Zoubir, Y. (12 de septiembre de 2021) ‘Why Algeria cut diplomatic ties with Morocco: and implications for the future’. The Conversationhttps://tinyurl.com/m5sj4sfk [consultado el 4 de octubre de 2021].
    42. WSRW (2021) ‘Greenwashing Occupation’. pág. 3.
    43. Joanna Allan, Mahmoud Lemaadel y Hamza Lakhal. (2021) ‘Oppressive energopolitics in Africa’s last colony: energy, subjectivities, and resistance’. Antipode. pp. 44-63, https://doi.org/10.1111/anti.12765. [consultado el 26 de septiembre de 2021].
    44.  Ibíd.
    45. Idalina Baptista. (2016) ‘Maputo: Fluid flows of power and electricity – prepayment as mediator of state-society relationships’, in A. Luque-Ayala and J. Silver (eds.) Energy, Power, and Protest on the Urban Grid: Geographies of the electric city. Londres: Routledge. págs. 112-132.
    46. Charlotte Lemanski. (2020) ‘Infrastructural citizenship: the everyday citizenships of adapting and/or destroying public infrastructure in Cape Town, South Africa’, Transactions of the British Institute of Geographers 45(3): 589-605.
    47. Allan et al. (2021) ‘Oppressive energopolitics’.
    48. Connor M. Harrison. (2016) ‘The American South: electricity and race in Rocky Mount, North Carolina, 1900-1935’, en A. Luque-Ayala y J. Silver (eds.) Energy, Power, and Protest on the Urban Grid: geographies of the electric city. Londres: Routledge. págs. 21-44.
    49. Entrevista con Mahmoud (pseudónimo), El Aaiún, territorio ocupado del Sáhara Occidental, 27 de mayo de 2019.
    50. Allan et al. (2021) ‘Oppressive energopolitics’.
    51. Ibíd.
    52.  Ibíd.
    53. Tone Moe. (2017) ‘Observer report: the 2017 trial against political prisoners from Western Sahara’. https://ssrn.com/abstract=3050803 (consultado el 28 de junio de 2021).
    54. Allan. (2016) ‘Natural resources and intifada: oil, phosphates, and resistance to colonialism in Western Sahara’, Journal of North African Studies 21(4): 645-666 (p. 656).
    55. Amnistía Internacional (2021) ‘Saharawi activist at risk of further assault’, MDE 29/4198/2021. https://tinyurl.com/ 59637afb [consultado el 12 de octubre de 2021].
    56. Joanna Allan. (2019). Silenced resistance: women, dictatorships, and genderwashing in Western Sahara and Equatorial Guinea. Madison: Wisconsin University Press.
    57. Tristan Loloum, Simone Abram y Nathalie Ortar. (2021) ‘Politicising energy anthropology’, en T. Loloum, S. Abram y N. Ortar (eds.) Ethnographies of Power: a political anthropology of energy. Nueva York: Berghahn. págs. 1-23.
    58. Entrevista con Taleb Brahim, campamento de Smara, 11 de octubre de 2019.
    59. Ibíd.
    60. Hartan Mohammed Salem Bechri. (2017) Towards a Nature-Friendly Durable Permanent Habitat in Western Sahara. Master’s dissertation, Hadj Lakhdar University; Entrevista de Joanna Allan a Harten Mohammed Salem Bechri, campamento de El Aaiún, 15 de octubre de 2019. 
    61. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase: https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    62. La documentación más antigua que los autores hallaron es Pierre Raymond de Brisson y Saugnier. (1792) Voyages to the Coast of Africa by Mess. Saugnier and Brisson, Containing an Account of their Shipwreck on Board Different Vessels, and Subsequent Slavery, and Interesting Details of the Manners of the Arabs of the Desert. Londres: G.G.J. y J. Robinson. pág. 35. El Sr. Saugnier, víctima de un naufragio, «secuestrado» en Boujdour (actualmente el Sáhara Occidental) por «árabes que deambulaban», queda maravillado por las prácticas ecológicas saharauis, como su insistencia en utilizar solamente madera muerta para leña, en vez de arbustos vivos.
    63. Gabriele Volpato y Patricia Howard. (2014) ‘The material and cultural recovery of camels and camel husbandry among Sahrawi refugees of Western Sahara’, Pastoralism 4(7). https://doi.org/10.1186/s13570-014-0007-4 [consultado el 13 de octubre de 2021].
    64. WSRW. (2021) “Saharawi Government Launches Climate Plan,” https://tinyurl.com/3mmy94kd.
    65. Entrevista con Daddy Mohammed Ali, 9 de octubre de 2019.
    66. Fadel Kamal. (2015) ‘The role of natural resources in the building of an independent Western Sahara’, Global Change, Peace & Security 27(3): 345-359.
    67. Randy Irwin. (2019) Derivative States: Property rights and claims-making in a non-self-governing territory. Thesis, Doctor of Philosophy, the New School for Social Research. pág. 79.
    68. Ibíd. p. 79.
    69. Grupos de discusión con el director y varios funcionarios públicos del Departamento de Energía de la RASD, campamento Rabuni en Tinduf, 7 de octubre de 2019.
    70. Para más información sobre los discursos oficiales nacionalistas saharauis sobre igualdad de género, véase Allan, J. (2010) ‘Imagining Saharawi women: the question of gender in POLISARIO discourse’, Journal of North African Studies 15(2): 189-202.
    71. Para más información sobre la necesidad de una transición justa feminista, véase Steinfort, L. (2018) ‘Ecofeminism: fueling the journey to energy democracy’. https://www.tni.org/en/article/ecofeminism-fueling-the-journey-to-energy-democracy [consultado el 13 de octubre de 2021].
  • Sahara – ONU : Lavrov reitera el apoyo de Rusia a una solución en el marco de la ONU

    Etiquetas : Sahara Occidental, ONU, Serguey Lavrov, Rusia, ONU, Marruecos, solución,

    El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reunió este lunes con el enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, durante la cual reiteró la posición de su país a favor de una solución del conflicto saharaui de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad.

    Los dos responsables discutieron sobre el estado y las perspectivas de solución del conflicto en el Sáhara Occidental y subrayaron “el papel estabilizador de la Misión de las Naciones Unidas para la organización de un referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso)”, indica un comunicado del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

    También discutieron las « perspectivas » de reanudación del proceso político « teniendo en cuenta los recientes contactos entre Staffan de Mistura y todos los actores interesados », añade la misma fuente.

    El texto añade que el ministro ruso subrayó « la importancia de una solución justa, duradera y mutuamente aceptable » al conflicto del Sáhara Occidental « de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU ».

    Los interlocutores también discutieron otras cuestiones relativas a la situación en el Norte de África y Oriente Medio. Subrayaron el papel de la ONU en el ámbito de la paz y el desarrollo, subraya el comunicado de prensa.

    El mismo día, Staffan de Mistura también celebró consultas con el viceministro de Asuntos Exteriores, Serguei Vershinin, concluye el comunicado.

    Como recordatorio, el enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, se reunió a finales de enero en Pretoria con la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor, con quien mencionó “algunos enfoques relacionados al Sáhara Occidental”.

    La ministra sudafricana calificó de “muy útil” su encuentro con Staffan de Mistura.

    Agencias

    #SaharaOccidental #Marruecos #Staffan #DeMistura #ONU #Rusia #Lavrov

  • Marruecos reconoce que Francia se niega a apoyar su plan

    Etiquetas : Marruecos, Francia, plan, autonomía, Sahara Occidental, Stéphane Séjourné,

    En una web próxima al Majzén se indica claramente que el apoyo de Francia a la autonomía no está claro. Hé aquí el texto íntegro del artículo en cuestión :

    A pesar de la publicidad mediática, Francia no está lista para respaldar la postura del Sáhara Occidental de Marruecos.

    Los comentarios de Stephane Sejourne en Rabat no reflejaron ninguna clara intención por parte de Francia de apoyar diplomáticamente a Marruecos para poner fin a la disputa del Sáhara.

    Washington DC – Aunque los informes en los medios de comunicación franceses y marroquíes han exagerado la visita del principal diplomático de Francia a Rabat, la realidad sigue siendo que la visita de Sejourne y sus comentarios entusiastas (pero en última instancia ambiguos) sobre el Plan de Autonomía Marroquí no trajeron nada sustancialmente nuevo con respecto a la posición francesa sobre la disputa del Sáhara Occidental.

    Durante al menos la última mitad de década, las relaciones entre Marruecos y Francia se han caracterizado por una profunda fricción sobre el problema del Sáhara y episodios de hostilidad y sospecha en una amplia gama de otros temas. Y, si acaso, la visita de Sejourne debería dejar a los observadores atentos de las relaciones París-Rabat con la impresión de que Francia no parece dispuesta a abandonar los viejos hábitos que han indignado repetidamente a Marruecos en los últimos años y que finalmente llevaron a Rabat a considerar a París un aliado poco confiable.

    Como es bien sabido, la reticencia de Francia a salir de su zona de confort y respaldar claramente la diplomacia marroquí para poner fin a esta antigua disputa territorial ha sido el núcleo de la persistente crisis diplomática entre París y Rabat.

    Pero en los últimos meses, ambas partes han dado signos de su determinación de superar esta crisis diplomática. La decisión del Rey Mohammed VI en octubre pasado de nombrar a Samira Sitail como su nueva embajadora en Francia señaló la voluntad de Rabat de reabrir el canal de comunicación con París. Los meses siguientes al nombramiento de Sitail vieron una gradual reanudación de contactos e intercambios de visitas entre ambos países.

    Además, Christophe Lecourtier, el embajador francés que durante mucho tiempo fue evitado por los medios marroquíes, comenzó a tener una presencia pública más sostenida y a interactuar más con los medios marroquíes. En la mayoría de sus numerosas declaraciones a la prensa marroquí, el embajador francés insistía en que Francia finalmente estaba lista para enfrentar su responsabilidad histórica en el Sáhara y brindar un claro apoyo a Marruecos.

    Esto llevó a muchos en Marruecos a decir que la reconciliación entre los dos países era inminente y que Francia finalmente podría haber decidido seguir los pasos de su vecina España y reconocer su responsabilidad histórica en el origen y prolongación de la disputa territorial del Sáhara. O, al menos, algunos comentaristas han sugerido en las últimas semanas que Francia podría estar ahora lista para reconocer inequívocamente el Plan de Autonomía marroquí como la única base sobre la cual todas las partes deben trabajar para alcanzar una solución política genuina y duradera que garantice la integridad territorial de Marruecos.

    Sin embargo, la formulación de la declaración del principal diplomático francés después de su reunión en Rabat hoy con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, no estuvo a la altura de las expectativas del pueblo marroquí. Más aún, los comentarios de Sejourne no reflejaron ninguna clara intención francesa de apoyar a Marruecos diplomáticamente para ayudar a resolver la disputa del Sáhara.

    Lo que es aún más llamativo acerca de las declaraciones del ministro francés es que reprodujo el mismo lenguaje contenido en todas las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU desde 2007, subrayando la necesidad de una solución política mutuamente aceptable para la disputa territorial.

    Insistir, como lo hizo Sejourne en sus comentarios en Rabat, en que las partes en la disputa del Sáhara deben guiarse por « el pragmatismo en este asunto, al tiempo que apoyan los esfuerzos del enviado de la ONU, Staffan de Mistura, para reiniciar las negociaciones », no indica ningún cambio en la ambigüedad francesa sobre esta cuestión.

    Más bien, parece que el ministro de Relaciones Exteriores francés buscó eco enfáticamente al lenguaje de las recientes resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU (todas las cuales efectivamente respaldan a Marruecos al apoyar la primacía de una « solución política basada en el compromiso ») para crear engañosamente la impresión de que París está listo para aceptar el plan de autonomía marroquí.

    Entre la adopción de la Resolución 2440 en 2018 y la adopción de la Resolución 2654 en octubre pasado, el Consejo de Seguridad ha seguido subrayando la centralidad del pragmatismo y el realismo para alcanzar una solución política factible y sostenible al conflicto territorial. Las resoluciones adoptadas desde 2018 también han enfatizado la necesidad de que todas las partes en el conflicto, incluida Argelia, se comprometan en las discusiones moderadas por la ONU destinadas a forjar un camino basado en el compromiso hacia una solución duradera.

    Cuando el ministro de Relaciones Exteriores francés dijo en Rabat que el Sáhara Occidental es una cuestión existencial para Marruecos y que París esperaba renovar su apoyo « claro y firme » a Rabat, estaba lejos de expresar cualquier intención francesa de brindar un respaldo claro e inquebrantable a la postura marroquí sobre el Sáhara.

    En cierto sentido, Sejourne estaba predicando a coro, porque los marroquíes de todos los ámbitos de la vida son conscientes de la importancia existencial de la integridad territorial de Marruecos y el papel que juega el Sáhara en este sentido. ¿Deberíamos haber esperado todo el tiempo a que un ministro francés nos recordara este hecho evidente?

    Cabe destacar que Francia fue en un momento uno de los principales partidarios de Marruecos en el Consejo de Seguridad de la ONU durante la mayor parte de las últimas tres décadas, especialmente durante el período entre 2007 y 2019.

    Sería incorrecto pasar por alto el hecho de que Francia ayudó a Marruecos a mantener el statu quo dentro del Consejo de Seguridad en un momento en que Marruecos apenas podía lograr avances diplomáticos significativos que pudieran haber fortalecido su posición y puesto a Argelia a la defensiva.

    Sin embargo, desde que Estados Unidos reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara y la preeminencia del plan de autonomía marroquí en diciembre de 2020, Francia ha fallado repetidamente en expresar un claro apoyo a la integridad territorial de Marruecos.

    Uno habría esperado que la decisión de España en abril de 2022 de respaldar el Plan de Autonomía de Marruecos pudiera haber convencido a Francia de seguir el mismo camino y unirse al impulso cada vez más irreversible a favor de Marruecos en la cuestión del Sáhara. Pero la lección que se desprende de la formulación de los comentarios de Sejourne en Rabat es que Francia aún no está lista para respaldar inequívocamente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara.

    Como he señalado en muchos de mis artículos anteriores, es de conocimiento común que Francia es el país que creó este conflicto y desempeñó un papel crucial en la separación de grandes partes del territorio marroquí. Las acciones de Francia a principios del siglo XX fueron contrarias al derecho internacional y a los acuerdos que firmó, incluidos los Actos de la Conferencia de Algeciras de 1906, que estipulaban la necesidad de que los signatarios respetaran la soberanía e integridad territorial de Marruecos.

    Si Francia realmente cree que el Sáhara tiene una importancia existencial para Marruecos, ¿qué impide que reconozca claramente la soberanía de Marruecos sobre este territorio o, al menos, que tome la misma posición que España? Si Francia realmente quiere « abrir una nueva página con Marruecos », primero debe reconocer su responsabilidad histórica en este conflicto territorial.

    Si Francia realmente quiere ayudar a Marruecos a avanzar en este tema, sabe que la mejor manera de lograrlo es abrazar inequívocamente el Plan de Autonomía marroquí como la mejor esperanza para una paz duradera y estabilidad en la región. Tal movimiento de Francia infligiría un golpe casi mortal a Argelia, llevando al régimen argelino a reconsiderar su obstinación de utilizar el Sáhara como una carta para debilitar a Marruecos.

    Pero, algunos podrían preguntar, ¿y si los comentarios del ministro de Relaciones Exteriores francés en Rabat constituyen solo el primer capítulo en el intento de Francia de descongelar sus relaciones con Marruecos? ¿Y si la visita de Sejourne tuvo como objetivo sentar las bases para una futura visita del presidente Macron, quien aprovechará la ocasión para anunciar la adopción por parte de Francia de una posición más clara de apoyo hacia Marruecos?

    Es un secreto a voces que el presidente francés ha expresado repetidamente su deseo de visitar Marruecos, pero el gobierno marroquí ha dejado claro constantemente que no habrá tal visita mientras París aún se muestre renuente a apoyar públicamente y de manera firme la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Cualquiera familiarizado con los entresijos de la diplomacia marroquí sabe muy bien que el rey Mohammed VI no dará luz verde a la visita de Macron a menos que exprese su compromiso de anunciar el cambio de posición de Francia de acuerdo con las expectativas de Marruecos.

    Hasta que Francia reconozca su responsabilidad histórica en la creación de la disputa del Sáhara y respalde la preeminencia del plan de autonomía marroquí, los marroquíes no deben dejarse llevar por nada que provenga del gobierno francés. Más bien, deberían seguir exigiendo que Francia salga de su zona gris y adopte una posición de claro apoyo a Marruecos.