Étiquette : Vladimir Putin

  • Occidente intenta frenar la aparición de nuevos líderes en la economía mundial (Putin)

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    Las « élites occidentales » recurren a sanciones, « sacudiendo la situación política » y provocando conflictos en un intento por mantener su dominio, dice el presidente ruso

    ESTANBUL

    El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó el jueves a las « élites occidentales » de intentar frenar el surgimiento de nuevos líderes en la economía mundial.

    “Ustedes saben que ahora todo el sistema global de relaciones económicas está atravesando una etapa de cambios fundamentales y, como acabo de decir, irreversibles. Se deben al hecho de que el modelo anterior de globalización está siendo reemplazado por un modelo multipolar”, dijo Putin en el programa “Russia Calling!” Foro de inversión en Moscú.

    Al expresar que Rusia quiere crear un modelo económico global « nuevo y verdaderamente democrático », Putin dijo que el cambio actual en el panorama de la economía global y el surgimiento de nuevos líderes es un « proceso objetivo y en gran medida natural ».

    “Sin embargo, las elites de los países occidentales, los que se encuentran en la cima de este proceso, están tratando de frenarlo, de restringir artificialmente, como creen, el crecimiento en la periferia global, que están acostumbrados a explotar, utilizando como un recurso, una fuente de renta, simplemente una colonia”, añadió Putin.

    En este sentido, Putin afirmó que las « élites occidentales » recurren a las sanciones, « sacuden la situación política » y provocan conflictos en un intento de mantener su dominio, argumentando que han llegado a « abolir los propios principios de la economía de mercado de los que tanto les gusta hablar ».

    Continuó diciendo que Occidente comenzó a cerrar sus fronteras “tan pronto como aparecieron competidores”, a pesar de haber defendido términos y condiciones iguales y fronteras abiertas en el pasado.

    Añadió que está desacreditada la infraestructura financiera “basada en el predominio del dólar estadounidense y el euro”, que, según afirmó, ha sido reemplazada por “un sistema de liquidaciones en monedas nacionales”.

    “Por supuesto, todavía queda mucho por hacer aquí. Esto es algo obvio. Pero esto se está haciendo y este proceso sólo cobrará impulso. Incluso diría que el sistema financiero occidental claramente se está volviendo obsoleto en términos de tecnología”, dijo, y agregó: “Se ha vuelto arcaico, o al menos se está volviendo arcaico”.

    AA

    #Vladimir #Putin #Occidente #economía #China #Rusia #EEUU #UE #Europa

  • Putin continúa su ronda de diplomacia en Oriente Medio recibiendo al presidente iraní

    Etiquettes : Vladimir Putin, Oriente Medio, Arabia Saudita, Irán, Emiratos árabes unidos, CPI,

    MOSCÚ (AP) — El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió al presidente de Irán el jueves como parte de una frenética ronda de diplomacia en Oriente Medio que también incluyó visitas a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, en un esfuerzo por aumentar el perfil de Moscú como mediador en la región.

    Putin ha presentado la guerra entre Israel y Hamás como un fracaso de la diplomacia estadounidense y ha sugerido que Moscú podría ser un mediador, gracias a sus lazos amistosos tanto con Israel como con los palestinos.

    « Es muy importante para nosotros intercambiar opiniones sobre la situación en la región, especialmente en lo que respecta a la situación palestina », dijo Putin al dar la bienvenida al presidente iraní Ebrahim Raisi al inicio de sus conversaciones en Moscú.

    Raisi enfatizó la necesidad de detener rápidamente el bombardeo israelí en la Franja de Gaza, declarando que « un niño muere allí cada 10 minutos ».

    « No es solo un problema regional, es un problema para toda la humanidad », le dijo a Putin, agregando que « es necesario encontrar una solución rápida ».

    Irán, que ha sido un firme partidario de Hamás, ha advertido repetidamente que la guerra, que estalló el 7 de octubre, podría extenderse a otras partes de la región.

    La reunión de Putin con Raisi el jueves sigue a sus conversaciones en Teherán en julio de 2022, donde el líder ruso recibió un fuerte respaldo por su acción en Ucrania.

    Después de enviar tropas a Ucrania en febrero de 2022, Rusia ha ampliado aún más sus lazos con Irán, asegurando suministros de drones explosivos iraníes que ha utilizado extensamente en ataques en Ucrania. El mes pasado, la Casa Blanca expresó preocupación de que Teherán también pueda proporcionar a Moscú misiles balísticos para usar contra Ucrania.

    El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, señaló el anuncio de Irán de que había finalizado un acuerdo para comprar aviones de combate Su-35 a Rusia, y señaló que Irán busca comprar equipo militar adicional a Rusia, incluyendo helicópteros de ataque, radares y aviones de entrenamiento de combate.

    Las conversaciones de Putin con Raisi llegan un día después de que el líder ruso discutiera las hostilidades en la Franja de Gaza durante su viaje a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, los principales participantes en los esfuerzos internacionales para negociar un acuerdo. Putin tiene estrechos lazos personales tanto con el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, como con el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman.

    Aunque los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita son aliados cercanos de Estados Unidos, han desarrollado fuertes lazos comerciales con Rusia. En una visita al palacio Qasr al-Watan de Abu Dhabi, Putin fue recibido con una salva de 21 cañonazos y un sobrevuelo de aviones militares de los Emiratos Árabes Unidos dejando estelas de humo en los colores de la bandera rusa.

    En Arabia Saudita, Putin y Mohammed discutieron la cooperación bajo la OPEP+ durante las conversaciones del miércoles, destacando la responsabilidad de sus países en estabilizar el mercado petrolero global.

    Antes de sentarse a hablar con Raisi, Putin también recibió al príncipe heredero de Omán, Theyazin bin Haitham, el jueves, elogiando las perspectivas de cooperación en energía y turismo.

    Putin, que ha limitado sus viajes al extranjero desde el envío de tropas para invadir Ucrania, visitó China en octubre y realizó varios viajes a antiguas naciones soviéticas en los últimos meses.

    Enfrenta una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por la guerra en Ucrania.

    Ni los Emiratos Árabes Unidos ni Arabia Saudita han firmado el tratado fundacional de la CPI, lo que significa que no estaban obligados a detener a Putin por la orden que lo acusa de ser personalmente responsable del secuestro de niños de Ucrania durante la guerra. Putin se ausentó de una cumbre en Sudáfrica entre especulaciones de que podría ser arrestado a su llegada.

    AP

    #Vladimir #Putin #Rusia #Ucrania #Arabia #Saudita #Emiratos #árabes #unidos #Irán #CPI

  • Rusia y Arabia Saudita instan la OPEP+ a reducir su producción

    Etiquetas : MBS, Vladimir Putin, Rusia, Arabia Saudita, petróleo, producción, OPEP+,

    MOSCÚ, 7 de diciembre (Reuters) – Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores exportadores de petróleo del mundo, instaron el jueves a todos los miembros de la OPEP+ a unirse a un acuerdo de recorte de producción en beneficio de la economía global, solo días después de una reunión conflictiva del club de productores.

    Horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, visitara Riad en una visita organizada de manera apresurada para encontrarse con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman, el Kremlin publicó un comunicado conjunto ruso-saudita sobre la conclusión de sus discusiones.

    La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Rusia y otros aliados acordaron la semana pasada nuevos recortes voluntarios de aproximadamente 2.2 millones de barriles por día (bpd), liderados por Arabia Saudita y Rusia, al renovar sus recortes voluntarios de 1.3 millones de bpd.

    « En el ámbito de la energía, ambas partes elogiaron la estrecha cooperación entre ellas y los exitosos esfuerzos de los países de la OPEP+ para mejorar la estabilidad de los mercados petroleros globales », dijo el comunicado emitido por el Kremlin.

    « Destacaron la importancia de continuar esta cooperación y la necesidad de que todos los países participantes se unan al acuerdo de la OPEP+, de una manera que sirva a los intereses de los productores y consumidores y respalde el crecimiento de la economía global », agregó el comunicado, que estaba en ruso.

    La versión rusa usó la palabra « unirse », mientras que una traducción al inglés del comunicado, también publicada por el Kremlin, usó la palabra « adherirse » al acuerdo de la OPEP+.

    La agencia de noticias estatal saudita SPA dijo que el príncipe heredero, conocido como MbS, y Putin enfatizaron en su reunión la necesidad de que los miembros de la OPEP+ se comprometan con el acuerdo del grupo.

    Fuentes del mercado petrolero dijeron que una observación pública tan explícita por parte del Kremlin y el reino sobre « unirse » a los recortes parecía ser un intento de enviar un mensaje a los miembros del club de la OPEP+ que no habían recortado lo suficiente.

    El mayor miembro de la OPEP excluido de los recortes es Irán, cuya economía ha estado bajo diversas sanciones de Estados Unidos desde 1979 después de la toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán.

    Irán está aumentando la producción y espera alcanzar una producción de 3.6 millones de bpd para el 20 de marzo del próximo año.

    Después de su regreso a Moscú desde Arabia Saudita, Putin sostuvo conversaciones el jueves con el presidente iraní Ebrahim Raisi en el Kremlin, junto con el viceprimer ministro ruso Alexander Novak y el ministro de Defensa Sergei Shoigu.

    PUTIN EN RIAD

    Aún rodea el misterio el viaje de Putin a Riad y Abu Dhabi, en el que fue escoltado por cuatro aviones de combate rusos, y no estaba claro de inmediato qué problema en particular era tan importante para que Putin hiciera un raro viaje al extranjero.

    El Kremlin dijo que Putin y MbS también discutieron los conflictos en Gaza, Ucrania y Yemen, el programa nuclear iraní y el fortalecimiento de la cooperación en defensa.

    MbS, de 38 años, ha buscado reafirmar a Arabia Saudita como una potencia regional con menos deferencia hacia Estados Unidos. Arabia Saudita es el mayor comprador de armas de Estados Unidos.

    Putin, quien envió tropas a Ucrania en febrero de 2022, dice que Rusia está involucrada en una batalla existencial con Occidente y ha buscado aliados en Medio Oriente, África, América Latina y Asia en medio de los intentos occidentales de aislar a Moscú.

    « Con respecto a la crisis en Ucrania, el lado ruso expresó aprecio por los esfuerzos humanitarios y políticos emprendidos por Su Alteza Real Mohammed bin Salman », dijo el comunicado conjunto.

    ¿DESACUERDO EN LA OPEP+?

    El grupo de productores OPEP+, cuyos miembros bombean más del 40% del petróleo mundial, tuvo que retrasar su reunión debido a desacuerdos con los productores africanos sobre la producción, aunque algunos comerciantes dijeron que sospechaban de un cisma más profundo dentro del grupo.

    Después de que los productores decidieron reducir la oferta, los precios del petróleo cayeron a su nivel más bajo en cinco meses, una clara señal de que el mercado esperaba una acción más decidida por parte de la OPEP+.

    Putin y MbS, quienes juntos controlan una quinta parte del petróleo bombeado cada día, aparecieron sonrientes y participaron en un efusivo apretón de manos cuando Putin salió de su automóvil en la capital saudita.

    Tanto MbS como Putin, de 71 años, quieren y necesitan precios altos para el petróleo, la sangre vital de sus economías. La pregunta para ambos es cuánto de la carga cada uno debería asumir para mantener los precios en alza y cómo verificar esa carga.

    En las conversaciones con MbS, Putin dijo que una visita planeada del príncipe a Rusia se modificó en el último minuto, lo que lo llevó a visitar Riad.

    « Te esperábamos en Moscú », dijo Putin a MbS con una sonrisa.

    « Sé que los eventos forzaron una corrección a esos planes, pero como ya he dicho, nada puede evitar el desarrollo de nuestras relaciones amistosas ».

    Luego, Putin dijo: « Pero la próxima reunión debería ser en Moscú ».

    El príncipe heredero dijo a través de un traductor ruso que estaba listo para hacerlo.

    « Entonces estamos de acuerdo », dijo Putin.

    #Rusia #Arabia #Saudita #Vladimir #Putin #MBS #Petróleo #OPEP+ #precios

  • Con Putin victorioso, Europa debería tener miedo

    Etiquetas : Vladimir Putin, Rusia, Europa, Ucrania, OTAN, Estados Unidos, armas, municiones,

    El tiempo de Ucrania se agota. Existe el peligro de que la UE enfrente el mismo destino que el Sacro Imperio Romano.

    Con el conflicto en Ucrania estancado en un punto muerto, no se puede ignorar la posibilidad de que el presidente ruso, Vladimir Putin, pueda salir victorioso de su invasión mal calculada, con todas las implicaciones que esto tendría para la seguridad de Europa.

    El fracaso de Ucrania para lograr un avance decisivo en su contraofensiva durante el verano ha silenciado prácticamente las predicciones optimistas hechas por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y sus altos comandantes de que la victoria estaba al alcance de Kyiv. En cambio, la narrativa ucraniana corre el riesgo de caer en recriminaciones sobre la negativa de sus aliados occidentales de proporcionarle a Kyiv el armamento necesario para romper el estancamiento en el campo de batalla. Como dijo el líder ucraniano en una entrevista reciente: « No obtuvimos todas las armas que queríamos, no puedo estar satisfecho ».

    La falta de progreso militar, junto con el estallido de hostilidades entre Israel y Hamás en Gaza, ha profundizado la sensación de escepticismo entre algunos líderes occidentales sobre la capacidad de Ucrania para prevalecer. Existe un creciente sentimiento dentro de la administración Biden, por ejemplo, de que sus intereses se verían mejor atendidos presionando a Zelensky para que busque la paz en lugar de persistir en una campaña militar en la que tiene pocas posibilidades de ganar.

    Mientras tanto, Putin está intensificando sus esfuerzos para recuperar la ventaja militar, utilizando los sólidos ingresos petroleros del país para militarizar la economía rusa, lo que ha llevado a un aumento significativo en la producción de armas. Putin también ha autorizado un aumento de 170,000 en el tamaño del ejército ruso. Espera que esto ayude en sus esfuerzos por apoderarse de objetivos estratégicos clave, como la ciudad oriental de Avdiivka en la región de Donbás, escenario de intensos combates recientes entre las fuerzas rusas y ucranianas.

    La noción de que, 21 meses después de la invasión rusa a Ucrania, el ejército ruso todavía sea capaz de lanzar una ofensiva parecía inconcebible hace solo unos meses, después de que Moscú sufriera una serie de reveses devastadores. Y aunque sigue siendo muy poco probable que Putin logre su objetivo de conquistar toda Ucrania y establecer un régimen títere en Kyiv, cualquier conclusión que resulte en que el Kremlin retenga áreas significativas del territorio ucraniano será aclamada como una victoria.

    Un resultado así presentaría un desafío significativo para la alianza occidental, ya que su capacidad para resistir la agresión rusa estaría en duda después de todo el apoyo militar brindado a Ucrania. También alentaría a Putin en la creencia de que podría emprender más actos de agresión en el flanco este de la OTAN, sabiendo que Occidente no tiene ni los recursos ni la determinación para resistir los objetivos expansionistas del Kremlin.

    La perspectiva de que Rusia intensifique la amenaza que representa para la seguridad europea en caso de que Putin logre solo modestos avances en Ucrania ha llevado a varios expertos militares europeos prominentes a cuestionar abiertamente la preparación de la OTAN para enfrentar tal desafío. En una reciente conferencia de defensa en Berlín, se presentó un escenario apocalíptico en el que Europa corre el riesgo de sufrir el mismo destino que el Sacro Imperio Romano bajo Napoleón y ser « lavada » en un futuro conflicto con Rusia debido a la incapacidad de la OTAN para defender el flanco este de Europa.

    Sönke Neitzel, uno de los principales historiadores militares de Alemania, afirmó que podrían pasar 15 años antes de que su país sea capaz de defenderse contra Rusia. Sus opiniones fueron respaldadas por Jacek Siewiera, jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Polonia, quien advirtió que la OTAN tiene tan solo tres años para prepararse para un ataque ruso en su flanco este.

    Y sin embargo, a pesar de la evidente amenaza que representa Moscú, los líderes occidentales parecen poco inclinados a reconocerla con la seriedad que merece. El argumento hecho durante las etapas iniciales del conflicto en Ucrania, de que asegurarse de que Rusia sufriera una derrota contundente disuadiría a Putin de futuros actos de agresión, ha sido reemplazado por la fatiga de la guerra y el deseo de poner fin a las hostilidades a toda costa, incluso si esto conduce a una Rusia más audaz.

    Tampoco la respuesta de Occidente al conflicto ha generado una mejor cooperación en el ámbito de la defensa. Al comentar sobre el estancamiento en el conflicto en Ucrania, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, lamentó recientemente la naturaleza fragmentada de la industria de defensa de Europa. « No podemos trabajar tan estrechamente juntos como deberíamos », dijo, advirtiendo que la incapacidad de las naciones europeas para compartir recursos podría socavar los esfuerzos para mantener suministros de municiones a Ucrania.

    La falta de reconocimiento de la amenaza rusa se evidencia también en el Reino Unido, donde el análisis del comunicado de otoño de Jeremy Hunt el mes pasado sugiere que es poco probable que el Gobierno cumpla su promesa de aumentar el gasto en defensa del 2 por ciento al 2.5 por ciento del PIB, un requisito clave para equipar mejor a nuestras Fuerzas Armadas frente a la amenaza rusa. Al parecer, Europa no solo se está preparando para dejar que Ucrania pierda la guerra: tiene poco interés en defenderse contra futuros actos de agresión rusa.

    The Telegraph, 07/12/2023

  • Der Spiegel : Rusia está ganando la guerra contra Ucrania

    Etiquetas : Rusia, Ucrania, guerra, Vladimir Putin, Der Spiegel,

    En un artículo publicado el sábado 2 de diciembre, Der Spiegel admite que Rusia está ganando la guerra. La narrativa « pro-ucraniana » de que Ucrania estaba ganando sirvió para mantener la guerra en lugar de negociar, lo que ha devastado Ucrania, dice en un análisis firmado por Ann-Dorit Boy.

    Bajo el título de « Rusia y Ucrania: Por qué Vladimir Putin tiene motivos para estar satisfecho de sí mismo », el periódico alemán enumera las razones por las que « Putin tiene motivos para estar satisfecho de sí mismo ».

    El presidente Putin afirma que su país « se ha hecho más fuerte » desde la invasión de Ucrania. Por desgracia, tiene razón: su régimen semitotalitario e incluso la economía son estables. Por eso ni siquiera está pensando en dimitir.

    #Rusia #Ucrania #Guerra #Vladimir #Putin #DerSpiegel

  • Por qué el conflicto de Ucrania ha sellado el del Sáhara

    Por qué el conflicto de Ucrania ha sellado el del Sáhara

    Por qué el conflicto de Ucrania ha sellado el del Sáhara – España, Marruecos, Argelia, Sahara Occidental, Ucrania, Rusia, Europa, Estados Unidos, Vladimir Putin,

    Por Ilya U. Topper*
    La guerra entre Rusia y Ucrania obliga a Europa a acercarse a Marruecos y a enterrar el contencioso del Sáhara Occidental
    ¿Por qué ahora? se han preguntado muchos, tras ver la carta del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. “España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”. Traducido: Madrid está preparándose para seguir el ejemplo de Estados Unidos y reconocer el Sáhara Occidental como parte del reino marroquí. ¿Por qué ahora? Con el conflicto del Sáhara congelado desde hace treinta años, ¿por qué no dejarlo otros treinta, a ver si desaparece solo? No es un conflicto especialmente costoso para Europa: los 10 millones de euros que Bruselas transfiere al año en ayuda humanitaria son calderilla, al igual que los 5,5 millones que añade la AECID española. A eso se añaden 60 millones de dólares anuales para los cascos azules de la Minurso, que patrulla el territorio no se sabe muy bien para qué, pero eso lo paga Naciones Unidas. Al igual que los 20 millones anuales en comida para los 130.000 refugiados saharauis en Tinduf a través del Programa Mundial de Alimentos y otros 44 millones mediante el ACNUR. Unos 140 millones de dólares al año. Nada. Lo que cuesta una batería de 24 misiles Iskander como los que Rusia lanza en Ucrania cada día.

    Son precisamente esos misiles en Ucrania los que han encendido las alarmas en Europa. Porque tanto está quedando claro: la guerra con Rusia ha venido para quedarse. Incluso si Ucrania se convierte para el régimen de Putin en lo que fue Afganistán para la Unión Soviética, una sangría económica y psicológica que acaba por arruinar la nación, el proceso probablemente dure años. Salvo que una especie de golpe palaciego en Moscú intente salvar los muebles, es decir las finanzas de los oligarcas, apartando a Putin del poder antes de la bancarrota, lo que se avecina es una nueva guerra fría. Como la de antes. Y en época de guerra fría, los conflictos congelados se recalientan.
    El propio conflicto del Sáhara, o mejor dicho su estatus de cuestión internacional, fue un clásico producto de la guerra fría. Por supuesto había factores locales de sobra: para Marruecos, la aspiración de incorporar por fin un territorio que durante siglos solo había considerado parte teórica del reino, además de la pesca, que ya fue manzana de discordia entre España y Portugal en Tordesillas, y unas minas de fosfato de propina. En el otro bando, el rechazo rotundo del Frente Polisario de aceptar la bandera de un régimen que en 1958 había traicionado al movimiento anticolonialista saharaui tras años de apoyo y lo había dejado a merced de las ametralladoras de la operación franco-española Teide / Écouvillon. Hay cosas que no se perdonan.

    Pero ninguno de los dos bandos estaba solo. Rabat podía contar desde los años sesenta con millones de dólares, cohetes antitanque y hasta cazas de Estados Unidos, pensados para defenderse contra Argelia, en la órbita soviética, que recibía un volumen de ferretería aún mucho mayor desde Moscú. El Frente Polisario era un peón en este juego, de haber ganado, la extensa pero casi despoblada república saharaui se habría convertido en un protectorado de Argelia y su costa en el punto ideal para establecer esa base naval sin hielos que la Marina soviética buscaba como el santo grial por los mares del mundo. O eso, al menos, temía Washington. Darle a Rabat todo el apoyo que necesitaba para evitar que ocurriese era parte esencial de su política exterior.

    La disolución de la Unión Soviética debería haber puesto fin a esta lógica de bloques, dando paso a una salida negociada. A la independencia, porque todos los implicados sabían que ese iba a ser el resultado del referéndum que se negoció y que Rabat nunca permitió. Hubo unos años en el que Washington podría haber optado por impulsar esta salida para crear un Estado satélite en su propia órbita, pero renunció a intentarlo. Quizás por respeto a París, que no puede cambiar de aliado en el Magreb. Argelia, por otra parte, tampoco tuvo interés en retirar su apoyo al Frente Polisario, seguía siendo una herramienta para perjudicar a su vecino y sempiterno rival, ya que mantener el control policial y militar sobre el territorio saharaui es una sangría económica, diplomática y democrática para Marruecos. Una bola que arrastra el país y que ralentiza su desarrollo.

    También ralentiza el desarrollo de Argelia: según el digital Algeriepart, el Gobierno argelino desvía cada año de su presupuesto unos 1.300 millones de dólares hacia las estructuras del Frente Polisario para permitir el funcionamiento de lo que reconoce como República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Ni usted, lector, se cree que esto se debe al espíritu noble de una cuadrilla de generales argelinos comprometidos con los ideales de la libertad de los pueblos (salvo el suyo propio). En geopolítica, pagar conflictos siempre se hace a cambio de algo.

    Política de Washington
    Donald Trump, experto en pegar patadas a las cosas que los demás políticos no quieren menear, fue el primero en encontrarle una nueva utilidad al conflicto saharaui: reconoció oficialmente la soberanía marroquí a cambio de que Rabat estableciera relaciones diplomáticas con Israel. A Joe Biden le pareció práctico; no retiró ese reconocimiento al igual que no volvió a llevarse la embajada estadounidense de Jerusalén a Tel Aviv, y ahí sigue en la web oficial la dirección (“En proceso de apertura”) del consulado estadounidense en Dajla. No era un capricho de Trump: es política de Washington.
    Por fin, debieron de decirse en París, donde siempre han preferido el elegante silencio para enmascarar su resuelto apoyo a Rabat, salvo Jacques Chirac, que en 2001 utilizó el término “las provincias del sur de Marruecos” para el Sáhara. En enero pasado, Alemania dio un paso al frente: el presidente, Frank-Walter Steinmeier, envió una carta al rey marroquí asegurando que consideraba el plan de autonomía para el Sáhara parte de los “esfuerzos serios y creíbles de Marruecos” y “una buena base para un acuerdo”, una fórmula casi idéntica a la española, salvo el superlativo.

    Pero Alemania pinta poco en el conflicto. Es España quien es no solo el guardián moral del Sáhara sino, sobre todo, el ama de llaves de la relación entre la Unión Europea y Marruecos. Muy a su pesar; recibe todas las pullas que lanza Rabat para avanzar sus intereses en el tablero internacional, ya sea una oleada de migrantes dirigida contra Ceuta —un truco que ha copiado de Erdogan, y que funciona solo porque la Unión Europea aún mantiene una absurda política de limitar la inmigración en lugar de fomentarla, como pide el mercado laboral— , ya sea un cierre de fronteras de Ceuta y Melilla. Y no es fácil responder con la misma moneda bloqueándole las vías de comercio a Marruecos: los camiones que transitan de Tánger a Algeciras van en gran parte a Francia.

    El plan de Europa
    Así estábamos cuando Rusia pegó un puñetazo en la mesa de Ucrania. Y alguien en Bruselas debió de mirar el mapamundi colgado en la pared. Europa tiene tres puertas, aparte el siempre abierto Atlántico. Una da al este: ahí está Moscú y detrás, toda Asia. La otra es al sureste y da paso a Oriente Medio, de Irán a Arabia. Durante siglos se llamaba la Sublime Puerta; hoy tiene un portero de modales menos sublimes, experto en chantajear a Bruselas con oleadas de migrantes. La tercera da al sur, y detrás está África entera.

    No podemos estar peleados con los tres porteros a la vez, se han dicho en Bruselas. Si Putin cierra una puerta, Mohamed VI debe abrir una ventana. De momento, desde luego, África no es un mercado interesante para la Unión Europea, ni un proveedor esencial en volumen de mercancías. De momento. Si hay que prepararse para un largo invierno ruso, no vendrá mal interesarse por el continente, antes de que China se haga con el monopolio. O la propia Rusia. Porque Rusia está en ello, desde Mali a Mozambique. El mundo ha empezado otra carrera por África, 140 años después de la primera.

    La primera estafeta la perdió Francia en febrero pasado, cuando Mali le pidió retirar sus fuerzas y se alineó con Moscú. Pero la meta está más al sur: Nigeria tiene las novenas reservas de gas en el mundo. No son nuevos los planes de llevarlo a Europa mediante un gasoducto que cruce Níger y Argelia, y podemos pensar que ahora mismo más de un despacho está contratando a ingenieros para evaluar costes y trayectos. Pero un gasoducto a través de un desierto con países sumidos en regímenes corruptas, golpes de Estado, mafias de tráfico de migrantes y milicias yihadistas no es lo que necesita Europa. Europa necesita una África, o al menos la mitad norte de África, estable y pacífica, en pleno desarrollo económico y consumidora de bienes europeos. Si puede ser, con derechos humanos y democracia, aunque eso quizás sea pedir mucho: Rusia y China no lo piden. Se hará lo que se pueda.

    El cebo de Rabat
    Para llegar a esa África, el plan de Mohamed VI que muchos han tildado de alcázar real en el aire, quizás no sea tan descabellado: un gasoducto desde Nigeria a Cádiz, pasando a lo largo de toda la costa africana, conectando doce países. El primer tramo, de 600 kilómetros, ya está construido, a través de Benín y Togo hasta Ghana. Faltan otros 5.000 kilómetros. Por supuesto costaría el doble del gasoducto transahariano —se habla de 25.000 millones de dólares frente a 13.000 millones— pero debería tener un efecto secundario importante: el aprovisionamiento energético y el desarrollo económico de todos los países por los que pasa.

    Eso, al menos, es lo que se promete Rabat. Lleva una década invirtiendo en diplomacia, comercio y negocios al sur de sus fronteras. Aún es un mercado menor: el continente recibe solo un 7,7 por ciento de las exportaciones marroquíes —menos que las Américas, con un 11 por ciento— pero esto es una proporción netamente mayor que la de cualquier otro país europeo: España y Francia exportan menos del 2 por ciento de sus productos a África subsahariana. Esto es algo que cambiará con una África occidental más próspera, más desarrollada, más proclive a gastar en casa en lugar de caer en la red de estafas y apostar todo lo ahorrado a la ruleta mortal de la emigración.

    La vía hacia esa África futura pasa por Marruecos. En concreto pasa por Guerguerat, un puesto perdido en la frontera entre Sáhara Occidental y Mauritania. En la práctica, entre Marruecos y Mauritania, salvando una decena de kilómetros bajo mando del Frente Polisario. Es la única arteria para el tráfico rodado que conecta Tánger con el resto del continente. Fue aquí donde arrancó en noviembre de 2020 la última ronda de tensiones bélicas: Rabat se dispuso a asfaltar el tramo fuera de su control para facilitar el paso de los camiones y el Frente Polisario montó protestas, es uno de los pocos puntos donde puede aún recordar que el conflicto no está resuelto y no se puede simplemente ir adelante con el negocio como si nada pasara.

    Si Europa quiere abrir una ventana a África, y ya está tardando en hacerlo, necesita resolver este conflicto. Con Rusia colocando sus peones y sus mercenarios en África Occidental, no puede ya mantener el statu quo en la esperanza de que el problema desaparezca solo. Un conflicto en el Sahel, con una población desesperada, con toda una generación educada en la exaltación del guerrero valiente, el fusil, la bandera, el muerte o libertad, es un peón demasiado fácil de aprovechar. Cuando se enfríe la guerra en Ucrania, no sería raro que se caliente en el Sáhara.
    Ni todo el oro de Moscú puede dar la victoria al Frente Polisario: estamos otra vez donde hace cuarenta años. Pero puede minar con explosivos una de las dos puertas que tiene Europa al sur. De París a Berlín y Madrid se habrán dicho que para prevenirlo, lo más eficaz es seguir la estela de Estados Unidos y reintegrar Marruecos a una alianza firme, con el Sáhara incluido.

    Por supuesto también se podría prevenir de otra manera, dirán ustedes: primero otorgar la independencia al territorio saharaui y acto seguido formar una Unión Magrebí, con Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania, Argelia y Túnez como países miembros, copiando el modelo europeo. Sin duda sería lo más justo. Probablemente habrían dicho lo mismo en los años ochenta en Euskadi y en Irlanda del Norte: si de todas formas vamos hacia una Unión Europea y se abolirán las aduanas, ¿por qué no dejar que cada región elija su bandera y su asiento en la ONU? Pregunten en Madrid y Bilbao, en Londres y en Dublin, por qué no ocurrió.


    No ocurrirá tampoco en el Sáhara, tanto podemos vaticinar. Puestos a elegir entre los dos hermanos enemigos, Europa ya ha decidido: Marruecos es la puerta a África, Argelia es solo un proveedor de gas. Y el gas no está en peligro; Argel no lo cortará, porque de eso vive. Nueve de cada diez dinares que ingresa el país vienen de los hidrocarburos.
    La misma estrategia tiene lugar, desde luego, en la puerta sureste: hasta en Atenas han dicho ya que con Putin ante portas no es momento de enfadarse con Ankara. Al contrario, hay que reforzar lazos con Turquía, facilitar que se arregle por fin con Israel, al menos para poder construir el gasoducto que traerá el fluido del Mediterráneo oriental a través de Anatolia a Europa. Hay que evitar las confrontaciones y solo mantener en silencio la esperanza de que las próximas elecciones, dentro de un año, traigan a algún personaje más sublime a la Puerta. Puede ocurrir.

    Esa esperanza no la hay en Marruecos: las dinastías tienen ciclos más largos y la genética de la sangre azul es aún más impredecible que la voluntad popular. Pero al menos, con la puerta abierta podrá entrar algo de aire fresco.

    *Periodista de vocación desde sus inicios en un diario local de Cádiz, Ilya U. Topper ha pasado por diversas ONG andaluzas y madrileñas antes de aventurarse como ‘freelance’ por ambos extremos del Mediterráneo, desde el Marruecos de su infancia al Iraq de la posguerra. Aprendió el periodismo de profundidad en la redacción de La Clave, donde dirigía Internacional durante tres años, sólo para regresar en 2010 como corresponsal a Estambul, donde sigue trabajando. Es además cofundador y editor de la revista digital M’Sur, que se publica desde 2008, una apuesta de una veintena de periodistas españoles por un periodismo de calidad en el ámbito mediterráneo.

    El Confidencial, 23/04/2022

    #SaharaOccidental #Marruecos #España #Argelia #UnionEuropea #UE #Ucrania #Rusia #Gas #Africa

  • Les États-Unis et la Chine se livrent à un match d’entraînement peu diplomatique

    La première réunion de haut niveau entre les États-Unis et la Chine de l’administration Biden a démarré sur les chapeaux de roue jeudi à Achorage, les deux parties se lançant dans de vives critiques de la politique de l’autre, dans une rare démonstration publique qui souligne le niveau de tension bilatérale.

    La préparation des pourparlers d’Anchorage, en Alaska, qui ont suivi les visites de responsables américains à leurs alliés, le Japon et la Corée du Sud, a été marquée par une série de mesures de la part de Washington montrant qu’elle adoptait une position dure, et par un discours brutal de la part de Pékin.

    Le secrétaire d’État Antony Blinken et le chef des affaires étrangères du Parti communiste chinois Yang Jiechi se sont attaqués aux politiques de leurs pays respectifs, jeudi, lors de leur rencontre à Anchorage.

    Jiechi a déclaré : « Je pense que nous avions une trop bonne opinion des États-Unis. Nous pensions que la partie américaine suivrait les protocoles diplomatiques nécessaires. Donc pour la Chine, il était nécessaire que nous fassions connaître notre position clairement. »

     »Permettez-moi de dire ici, que face à la partie chinoise, les États-Unis n’ont pas la qualification nécessaire pour dire qu’ils veulent parler à la Chine depuis une position de force. »

    Dans le même temps, le président russe Vladimir Poutine s’est moqué jeudi de Joe Biden pour l’avoir qualifié de  »tueur », affirmant qu’il  »en faut un pour en connaître un », alors que les liens entre Moscou et Washington ont sombré à de nouveaux bas niveaux.

    Les commentaires du président américain Joe Biden ont déclenché la plus grande crise entre la Russie et les États-Unis depuis des années, Moscou rappelant son ambassadeur pour consultations et avertissant que les liens étaient au bord de l’effondrement.

    S’exprimant lors d’un événement marquant le septième anniversaire de l’annexion de la Crimée par la Russie, Vladimir Poutine a toutefois exclu de rompre complètement les liens avec les États-Unis et a lancé une pique au dirigeant américain de 78 ans.

    « Nous voyons toujours dans l’autre nos propres qualités et nous pensons qu’il est comme nous », a déclaré M. Poutine en faisant référence au commentaire « tueur » de M. Biden.

    « Il faut être un pour en connaître un », a ajouté M. Poutine, citant un dicton de son enfance soviétique à Saint-Pétersbourg.

    Il n’est pas rare que les dirigeants du monde s’insultent et se moquent les uns des autres.

    Richard Nixon a un jour qualifié le Canadien Pierre Trudeau de « tête d’œuf pompeuse ». George W. Bush a quant à lui qualifié le Nord-Coréen Kim jong-il de « pygmée ».

    De même, Hugo Chavez a traité Barack Obama de « pauvre ignorant » et le dirigeant français Nicolas Sarkozy a traité Benjamin Netanyahu de « menteur ».

    L’ancien président américain Donald Trump s’est moqué de Biden en déclarant qu’ »il n’était un bon vice-président que parce qu’il avait compris comment lécher le [cul] de Barack Obama ».

    Il a également traité Justin Trudeau de « double visage », qualifié le président syrien Bachar-al-Assad d’ »animal » et le dirigeant nord-coréen Kim Jong-un de « petit homme-fusée », c’est-à-dire de « crétin ».

    Même si Trump a quitté ses fonctions, son style de politique semble avoir imprégné la diplomatie mondiale et le monde semble s’être transformé en une grande émission de télé-réalité.

    WION, 19 mars 2021

    Tags : Etats-Unis, Chine, USA, Joe Biden, Vladimir Putin, Donald Trump,