El 2 de enero (de 1976) se presentó a nuestro Gobernador el Cabo Laarosi, de la Policia Auxiliar Saharaui, puesto en libertad a los dos días de detención clandestina, mostrando el cuerpo lleno de golpes y quemaduras en el bajo vientre, producidas por un dispositivo eléctrico. El Gobernador requiere la presencia del Jefe de las Fuerzas Reales Marroquíes, que viene acompañado del Secretario General de Marruecos. Dan toda clase de seguridades para que, en lo sucesivo, no pase lo mismo, pero la realidad es que los robos y los allanamientos de morada, incluso por parte de grupos uniformados, toma carta de naturaleza en El Aaiún.
Fuente : Caminando en el Desierto, 10/1/2011
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